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Por. Julio C. Romero Magliocca.

   
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HISTORIAS DE OLLA MISERICORDIA.
por. Julio Cesar Romero Magliocca

"Omar COMBE nació en Ombúes de Lavalle y en sus comienzos nada hacía pensar que alguna vez fuese una figura del turf. Pero era un niño aún cuando en sus pagos tuvo oportunidad de conocer las famosas "pencas", a las que asistía en compañía de otros de su edad. Y aquello le gustó de entrada.
Casi inmediatamente se le hizo idea fija de que él también andaría enhorquetado en los pingos, porque advertía la satisfacción inmensa que debería ser compartir y llegar primero en un duelo de velocidad y destreza. Y así fue nomás. Tenia sólo 15 años y ya estaba radicado en el Real de San Carlos, a unos 6 kilómetros de la ciudad de Colonia, iniciando sus tareas de peón de caballeriza, asimilando las enseñanzas del cuidador Heriberto Marchetti. Y cuando las ansias de aprender son grandes, el resultado no tarda en llegar. Contaba con 17 años, cuando ya se le dio la oportunidad tan esperada de poder lucir una chaquetilla. Claro, las cosas no eran tan fáciles y la verdad que desde ese día del debut, tuvo que esperar muchos meses para llegar la primera victoria".

Así expresaba un recorte de diario describiendo los comienzos de Omar Combe, vecino que hoy llega a la Olla Misericordia. Omar es una persona que llega todos los sábados con una sonrisa muy amplia, se suma a la cantidad de vecinos que nos visitan. Este sábado me trajo un montón de recortes de diarios con toda su trayectoria como jokey, seguramente este hermoso álbum sea para el un tesoro y así se lo cuido con mucho respeto.
Todos cargamos con historias, en el caso de Omar con su destacado pasado de Jokey , pero hay otras tantas historias que no sabemos...prometo ir contando y esperando seguir rescatando para que Uds. puedan conocer a esta familia que nos permite encontrarnos sábado a sábado para compartir en torno a una olla familiar y solidaria...TODOS, tuvimos sueños, proyectos, realizaciones, tropezones en este camino de la vida, el sentirse identificado con una causa también tiene mucho de conocer sus historias, porque tratamos con vecinos, no con bultos que caminan impulsados por una necesidad. El sentir que uno da y otro recibe crea una brecha que en lo personal yo no me identifico, uno se siente puente que une...este lindo camino del voluntariado tiene otros ingredientes, sentir que somos parte de un TODO, y este TODO nos lleva de la mano para ir aprendiendo en la marcha. Juro que sigo aprendiendo sábado a sábado, y aún me sigo equivocando lo que me provoca seguir esmerándome no solo en como comportarme frente al vecino que llega a la olla, me equivoco, pero trato de corregir y en esa lucha vivo.
Hay días que uno viene con una carga de una semana poblada de tareas y muchas veces el exceso de responsabilidad es muy grande. Cuando comenzamos con la Olla, nos visitaban unas 40 familias, todo esto se desbordó de una manera que uno visualiza profundamente que hay mucha necesidad , hoy superamos el centenar de familias y para ello es necesario que esas tres ollas gigantes tengan todos los ingredientes necesarios para satisfacer toda esa necesidad. Todo en la olla el día de servirla comienza muy temprano, hay que jugar con los tiempos, todo lleva su tiempo, y el momento de servir suma desgaste por las esperas, tensiones, hablar un poco firme muchas veces para mantener un orden, hacer entender que siempre hay que respetar los lugares, contemplando a aquellos vecinos que por su edad hay que atenderlos si o si primeros...contemplar las necesidades más urgentes en una palabra...juro que sigo aprendiendo y corrigiendo, soy el primero que se equivoca y en esa lucha sigo trabajando, porque la forma mejor no es aquella que se lee en un libro, sino la que se vive en la diaria, desde allí está la enseñanza..

 

OLLA MISERICORDIA , Siguiendo los pasos del Padre CACHO

por. Julio César Romero Magliocca.



OLLA MISERICORDIA (Possolo 4025 – barrio Las Acacias)

 

A fines de marzo dentro de lo que fue la Semana Santa, tuvimos un hermoso encuentro con los vecinos que llegan a la olla. El sábado 30 de marzo, luego de una campaña pidiendo apoyo para poder cumplir con un huevo de Pascuas para quienes concurren , logramos llegar con dicho apoyo con el número de 160 huevos, los que fueron entregados los vecinos y sus hijos. Seguimos adelante atendiendo la olla, y para ese resumido de una vianda trabajamos toda la semana, recolectando los alimentos necesarios, siempre contando con el apoyo del Plan ABC de Ollas , la Ong. Redalco y las Confiterías Reducto (desde el principio) y Confitería La Unión Americana, como también el apoyo de la Fábrica de Pastas Colón. Es mucha la gente que nos hacen llegar su apoyo también con donaciones de ropa así como materiales escolares, entre ellos cuadernos, lápices , mochilas. Todo esto nos da fuerzas para seguir aportando desde la parte solidaria. También recibimos ropa en buen estado para compartir con los vecinos. En poco tiempo comienzan los fríos, estos encuentros de los sábados también tendrán una merienda con una leche y cocoa con bizcochos para entibiar esos momentos.

 

Nuestra Sociedad muchas veces ha encontrado los caminos solidarios para contribuir más allá de nuestro metro cuadrado y eso nos dibuja como seres humanos comprometidos con quien no pasa buenos momentos o por distintas razones quedan por el camino, de todas formas se necesita mayor compromiso, son muchos los puntos en donde se brinda este tipo de ayuda que complementa el deber que le corresponde al Estado. Agradecemos a TODOS quienes apoyan, a quienes leerán por primera vez estas líneas los invitamos a consultar la forma en la que podrían comenzar a ayudarnos, para ello dejo mi contacto : 094851726 , Julio Romero (referente de Olla Misericordia).

 


OLLA MISERICORDIA

Parece mentira como van pasando los meses, ya vamos camino al año y medio apoyando con solidaridad efectiva junto al padre Lucho Ferrés y un grupo de colaboradores la Olla Misericordia. Esta atiende todos los sábados en la zona Las Acacias, desde las instalaciones de la Parroquia Sagrados Corazones, mismo lugar donde descansan los restos del Padre Cacho. Allí llegan los vecinos de las zonas Borro, Marconi, Las Acacias, Cerrito de la Victoria, Cementerio del Norte a recoger su vianda y un surtido de alimentos.


Para este cometido no estamos solos, desde un principio la Confitería REDUCTO, así como la Fábrica de Pastas COLÓN, Fabrica de Pastas Las 2 Estrellas y una cantidad de personas que no dejarían colocar su nombre, sumado al Plan ABC de la IMM y la Ong REDALCO, podemos cumplir con los distintos vecinos. Visualizar la realidad de nuestros hermanos con dificultades, y hacer algo para calmar esas necesidades, en lo particular me ha hecho comprometer y al mismo tiempo aprender que la solidaridad no es un deporte, es un sentimiento profundo que crea compromiso.

Es un aprendizaje continuo, porque uno no puede desprenderse de sus historias, es más se convierte en una gran familia, por la que hay que trabajar todos los días de la semana. Donaciones de ropa que se reparten todos los sábados, recoger los alimentos en los distintos días de la semana, para cuando llega el sábado, sumar más manos y voluntades que lograrán entre todos la resumida vianda que los vecinos luego llevarán para sus casas. Que es crudo ver la realidad despareja de nuestra sociedad, SI LO ES, pero no podemos quebrarnos y hay que seguir empujando el carro para ir logrando los equilibrios, de nada sirve repartir las culpas cuando de tanta necesidad se trata, HAY QUE HACER. Uno es un ignorante de la otra parte, dónde viven los vecinos, como es su vivienda? , cuantos otras necesidades tienen aparte del alimento, por ello los automatismos no nos pueden alejar de colocar la oreja a ese vecino que llega allí resignado en muchos casos con edades muy avanzadas, viviendo su última etapa de vida con las necesidades insatisfechas. En lo particular hemos aprendido del Padre Cacho, que para ayudar hay que hacerlo hasta el final, sin mirar a quién, sino sintiendo el llamado del hermano que golpea nuestra puerta.

 

 

 

RECORDADANDO LOS COMIENZOS

En Octubre de 2022 comenzarían los primeros preparativos para fundar la Olla Solidaria MISERICORDIA para dar una respuesta desde la misma Parroquia a la llegara por 1977 el Padre Cacho. Ahora sí un curita joven recoge ese importante legado, su nombre Luis “Lucho” Ferrés, el padre “Lucho” como el mismo quiere que lo llamen.
En lo particular soy convocado por el Padre “Lucho” para intentar sostener en el tiempo una olla que comenzaría a atender a 30 familias del barrio en un primer momento.
Había que pensar rápidamente como nos íbamos a abastecer de alimentos para que esto no pereciera a poco de comenzar y allí fuimos.
En primer lugar en lo particular me reuní con la directora del MIDES para buscar apoyo con alimentos , la Sra. Carolina Murphy, las noticias no fueron buenas. El MIDES comenzaba la transición de cerrar el acuerdo que tenía con la ONG “Uruguay Adelante”, la misma que abastecía las Ollas Populares, por lo que no llegaríamos a tener siquiera un puñado de arroz por parte de esta repartición. Quedaba la opción de gestionar el apoyo con la IMM, allí fue fundamental la gestión realizada por Mercedes Clara y Mathias del Plan Ollas ABC, se instrumentó en primer lugar una visita para constatar las personas que estábamos atendiendo al momento y en dos semanas ya recibíamos la primera ayuda la que se prolonga hasta nuestros días. Se hacía imperante lograr el apoyo en frutas y verduras y allí me encamino a gestionar con la ONG Redalco que también se suma a toda esta movida solidaria de la olla.

VECINOS QUE LLEGAN A LA OLLA

Desde un comienzo los vecinos que llegan vienen de distintos barrios todos desde el entorno. Borro, Marconi, Plácido Ellauri , Copola, Cerrito e Hipódromo, casos aislados desde otros barrios al tomar conocimiento de la olla. La atención se da los días sábados desde el comienzo, el lugar, desde los salones de la Parroquia Sagrados Corazones, ubicada en la calle José Possolo 4025 , esquina Torricelli, a pasitos de la cancha de Peñarol en el barrio Las Acacias. El rango de edad en su gran mayoría, son vecinos de edad avanzada, también llegan jóvenes madres jefas de familia, personas en situación de calle y vecinos que aún trabajando no llegan a fin de mes.
Desde un principio se cocina a fuego con leña, comenzamos con una olla de más de 100 litros y hoy estamos en 4 ollas. Se hace un guiso con arroz y fideos en las otras ollas, se le coloca mucha verdura , cebolla, calabacín, papa y boniatos, incluyendo carne de bondiola de cerdo para hacerlo bien sustancioso, para cumplir con esto puse a disposición el libro de mi autoría “Un Cacho de Dios”, con su venta se compra la carne. En el correr de este tiempo también le agregamos merendero porque servimos la leche con cocoa y compartimos los bizcochos que desde un principio nos ayuda la Confitería REDUCTO. La Fábrica de Pastas Colón, nos provee de ravioles los que se congelan y luego se embolsa para que todos puedan tener un poco. No descuidamos la parte recreativa, para ello creamos una Escuelita de Fútbol en la que llegan los hijos de quienes concurren a la olla así como los niños del barrio. Gestionamos con el Poder Judicial la donación de computadoras y con Antel la parte de internet y en breve inauguraremos el salón Informático para dar respuestas ya educativas con el voluntariado que estamos gestionando. No se puede resumir en poco espacio todo lo que vivimos durante todo este año, prometo ir contando más sobre la olla para informarlos, para aquellos que quieran colaborar con nuestra olla, la OBRA DEL PADRE CACHO quién nos guía los pasos desde la misma parroquia, pueden hacerlo de la siguiente forma:

PARROQUIA SAGRADOS CORAZONES – POSSOLO 4025 , o comunicándose con el referente JULIO CESAR ROMERO MAGLIOCCA – Cel. .094 851726  Tel 22159940, estaremos muy agradecidos.

 

 

EL PADRE CACHO SIGUE INTERPELÁNDONOS…
OLLA POPULAR “MISERICORDIA” – SAGRADOS CORAZONES
Por. Julio César Romero Magliocca

OLLA MISERICORDIA – JOSÉ POSSOLO 4025 “SAGRADOS CORAZONES”

Pasaron las fiestas navideñas y allí nos encontró junto a la olla por caer las fechas justo el sábado día de la olla. Seguimos viendo nuevos vecinos acercarse a la olla, lo que tira abajo la divulgación de las cifras del MIDES en las que dicen que han disminuido en un 25% las porciones. Claro está, una cosa es la mirada desde un edificio con oficinas y aire acondicionado y otra muy distinta sacar las cifras desde el territorio, donde uno está en contacto con el vecino, y con la necesidad de ese vecino. Hasta el momento el mismo MIDES, al que fuimos golpear las puertas para pedirles ayuda, recibimos como respuesta que estamos en la cola de espera, como si la necesidad de la gente no contara en mucho.
Sin embargo, el eco a nuestro pedido en la IMM Plan ABC ayuda a ollas, nos destina gran parte de los alimentos , los que se complementan con la ONG REDALCO quienes nos suministran la fruta y la verdura. Sigue el apoyo incondicional de comercios amigos que se encuentran auspiciando la revista desde hace años : “Fabrica de Pastas Colón” , “Confitería Reducto”, “Fabrica de Pastas 2 Estrellas” , Pizzería Cerri Pizzas” , apoyos de anónimos que ven el camino de la solidaridad con compatriotas que han quedado al costado del camino. Tenemos una hermosa noticia para compartir, el 29 de diciembre inauguramos una Escuelita de fútbol para atender a los niños del barrio gracias al apoyo económico de Rosario Secco, quien con su aporte pudimos comprar 9 pelotas de fútbol, dos juegos de conos, 3 vallas, dos redes , inflador y pinchos, más escalera de ejercicios en césped. En un futuro cercano soñamos con crear un salón con computadoras para comenzar con clases de informática, para ello ya recibimos 3 computadoras en donación. Luego llegará el turno de la creación de una biblioteca para adultos y otra para niños. Esta idea de fundar la Olla contemplando la necesidad de los vecinos por parte del padre Luis “Lucho” Ferrés, ha generado todo un movimiento acompañado por varios voluntarios que destinan sus valiosos tiempos para aportar desde diferentes formas, agradecemos a cada uno de ellos.

 

Parroquia SAGRADOS CORAZONES – calle José Possolo 4025 , Celular de contacto con la Parroquia : 094 467048 Padre Luis “Lucho Ferrés, Revista Raíces -  094851726 Julio César Romero (Director Responsable)

 

EL PADRE CACHO SIGUE INTERPELÁNDONOS…
OLLA POPULAR “MISERICORDIA” – SAGRADOS CORAZONES
Por. Julio César Romero Magliocca

 

Todos somos consientes que no deberían existir las ollas populares si la respuesta del Estado fuera mejor para cubrir las distintas desigualdades sociales. De todas formas en noviembre fuimos recibidos por la Directora Departamental del Mides la Señora Carolina Murphi. Esta reunión obedecía a la solicitud al Mides de ayuda a la olla “Misericordia”. Es idea del gobierno asistir desde otra forma abriendo dos comedores y en puntos estratégicos cubrir la necesidad de la gente con una vianda que será repartida por distintos vehículos colocados en formas estratégicas.
De todas formas en lo particular mientras se articule todo esto la Olla seguirá existiendo para atender a los vecinos que no son pocos. Al momento hemos recibido el apoyo de la Coordinadora de Ollas del Plan ABC, desde un primer momento, lo que es una ayuda muy grande.  Se suma el apoyo de REDALCO Red de Alimentos Compartidos, quienes nos apoyan con verduras y frutas. Aún contamos con amigos solidarios que apoyan también la revista, debo reconocerlos mencionándolos : Fábrica de Pastas 2 Estrellas (Sr. Bernardo) , Confitería Reducto (Sr. Jorge) y Fábrica de Pastas Colón (Sra. Norma y familia), se sumaron los apoyos de anónimos que siempre obedeciendo a su solidaridad se suman en esta cruzada.
Es idea de seguir adelante en este compromiso social con la Olla , pero sumarle atención a los niños con una escuelita de fútbol, deberes vigilados y alguna cosa más. Agradecemos a todos los colaboradores de la Olla , que destinan su valioso tiempo para estar desde temprano cada sábado, para pelar papas o sumarse a cualquier otra tarea. Un aplauso especial para el padre Luis “Lucho” Ferrés, creador e impulsor de esta olla por su compromiso social con su comunidad y los vecinos que llegan de distintas zonas, seguramente el Padre Cacho , quien descansa en la Parroquia Sagrados Corazones, estará muy contento por esta iniciativa.

 

 Parroquia SAGRADOS CORAZONES – calle José Possolo 4025 , Celular de contacto con la Parroquia : 094 467048 Padre Luis “Lucho Ferrés, Revista Raíces -  094851726 Julio César Romero (Director Responsable)

 


EL PADRE CACHO SIGUE INTERPELÁNDONOS…
OLLA POPULAR “MISERICORDIA” – SAGRADOS CORAZONES
Por. Julio César Romero Magliocca

 

 

Este 05 de noviembre a las 20 Hs. en Sagrados Corazones se inauguró una olla popular para dar respuesta a las necesidades de varios compatriotas. El sacerdote Luis “Lucho” Ferrés, nos convocó a participar, le agradecemos por tenernos en cuenta para sumar nuestro granito de arena. Quiero resaltar a grandes colaboradores que sumaron su esfuerzo sin pensarlo, tan pronto como los convocamos. Fábrica de Pastas 2 Estrellas (Sr. Bernardo), Fábrica de Pastas Colón (Sra. Norma y familia), Confitería Reducto (Sr. Jorge) y unos cuantos anónimos que aportan desde su rincón. El padre Luis Ferrés es un joven sacerdote que ya en sus primeros años de sacerdocio está colocando su impronta de compromiso en la zona más necesitada del país. Su capacidad de escucha, su paciencia para meterse en el dolor del otro, lo ha llevado a tomar la decisión de la apertura de esta olla que viene a ser un eslabón más de solidaridad en la zona. Aún hay muchos compatriotas que quedaron en la orilla del camino, hogares fracturados por lo económico desnudan la otra cara de nuestro país. No son tiempos de tirar piedras, ni hablar fuerte, sino de actuar bajo la enseñanza que nos dejara el padre Cacho, y todos los que sumamos en esfuerzo estamos en esa línea. Por el momento se está atendiendo los días sábados a partir de las 20 horas. El disparador principal para concretarla, es que han dejado de funcionar algunas ollas que venían esforzadamente cumpliendo con esta necesidad solidaria. Seguramente esta nota la van a ver muchos uruguayos que puedan estar un poco mejor y quieren canalizar una ayuda y no saben como hacerlo, desde estas líneas les decimos que son bienvenidas todas las ayudas por más pequeña que sean. Los invitamos primero a visitar la Parroquia Sagrados Corazones en la calle José Possolo 4025 (Barrio Las Acacias), o comunicarse con el padre Luis “Lucho” Ferrés para hacerle las consultas pertinentes. Al pie de estas líneas dejaremos todos los medios para canalizar la ayuda que Uds. crean oportunas. Desde ya agradecemos a todos por tan noble gesto.

 

Parroquia SAGRADOS CORAZONES – calle José Possolo 4025 , Celular de contacto con la Parroquia : 094 467048 Padre Luis “Lucho Ferrés, Revista Raíces -  094851726 Julio César Romero (Director Responsable)

 

DONDE VIVE LA FELICIDAD...
por. Julio César Romero Magliocca

 

 

 

 

 

 

 

Sino, en las simples cosas,
que pueden hacerte doler de alegría.
En un gesto de sonrisa,
en una caricia respirando el mismo aire,
dejarse ganar por un momento,
dejarse atrapar por ese instante.
En esas calles que te animas a caminar,
en ese paisaje que tus ojos ganan,
en el aroma de un pasto mojado,
y allí tirados como niños,
mirando el cielo infinito,
para enterrar la mirada en el horizonte,
ese que nos hace decir gracias.
Y cuando estés cerca de la partida,
porque a todos nos pasa,
juntar los recuerdos amasados,
quizás ahora en soledades,
decir viví la vida,
estirarla en cada instante,
para que la muerte no me encuentre,
con esas manos vacías de sueños,
sino con mis pasos soñados.

 

 

SOS DUEÑO DE TU RISA
Por. Julio César Romero Magliocca


"Deja volar la carcajada, arráncala desde lo más profundo, ese manantial donde guardas la risa y haz trizas esa tristeza que te invade, cuervo de mil nostalgias que vive en la carcaza, sermoneando tus sentimientos. Vos sos más que lágrimas , vos sos más que llantos ...El día y la vida aún es temprana para marchitar las ilusiones, la vida es temprana para morir con frutos resignados. Tras esa mirada triste vive la felicidad, allí guardada ...camina pronto , que el tiempo es hoy y no mañana...Sacude tu cuerpo , ahuyenta tus dolores del alma, allí hay solo tristeza que refleja más tristeza, dale paso a la risa , ella viaja en una canción alegre , en un esfuerzo sano. Visita lo que fuiste, ese museo que trae tu historia. Canta , baila , ríe aunque te llamen loco/a , canta , baila , ríe aunque sientas que es poco.
El pájaro en su jaula canta la felicidad cercenada , sintiendo que su libertad no vive dentro de los barrotes , sino que viaja en la magia liberada.

 

El elefante encadenado…

https://almanaqueept.org/wp-content/uploads/2019/09/48-El-elefante-encadenado-2-300x162.jpg
Cuando yo era pequeño me encantaban los circos y lo que más me gustaba de ellos, eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante, que como más tarde supe, era también el animal preferido por otros niños. Durante la función, el enorme animal se veía muy fuerte y grande. Tenía un peso y una fuerza increíble… Pero después de la actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo, con una cadena que aprisionaba a una de sus patas.

 


Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía tan fácil que aquel animal, capaz de arrancar de cuajo un árbol con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.
El misterio sigue pareciéndome evidente. ¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a un maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Entonces pregunté: “Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?”.
La verdad es que no recuerdo haber recibido una buena respuesta.

Con el tiempo olvidé el misterio del elefante y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. A pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era realmente demasiado dura para él.

Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día y al otro… Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa, porque el pobre cree que no puede. Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió realmente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás ha vuelto a poner en duda ese recuerdo, porque jamás, jamás, intentó volver a poner a prueba su fuerza.
Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos quitan libertad. Vivimos pensando que no podemos hacer montones de cosas, simplemente porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no lo conseguimos. Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: No puedo, no puedo y nunca podré.
Hemos crecido llevando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso nunca más, volvimos a intentar liberarnos de la estaca.
Cuando, a veces, sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas, miramos de reojo la estaca y pensamos: “No puedo y nunca podré”.

 

EL NIÑO QUE PUDO HACERLO...

cuento

EL NIÑO QUE PUDO HACERLO... Dos niños llevaban toda la mañana patinando sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompió y uno de ellos cayó al agua. La corriente interna lo desplazó unos metros por debajo de la parte helada, por lo que para salvarlo la única opción que había era romper la capa que lo cubría. Su amigo comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas. Golpeó, golpeó y golpeó hasta que con-siguió abrir una grieta por la que metió el brazo para agarrar a su compañero y salvarlo. A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos de socorro, llegaron los bomberos. Cuando les contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa. -Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente ¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos. Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos. -Yo sí sé cómo lo hizo -dijo. -¿Cómo? -respondieron sorprendidos. -No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

 

MEMORIAS DE MI COLÓN
La fuerza de la palabra
Por. Julio César Romero Magliocca

Muchas veces una buena charla dada a tiempo, evitan inconvenientes posteriores, enseña desde la forma que uno pueda comprender todo aquello que la sabiduría de los años coloca en la voz de los mayores, y si estos son nuestros padres mayor valor aún.

Mi niñez fue una niñez muy hermosa con sobresaltos un tanto tristes pero bueno , ¿quién nos los tuvo?. Vivíamos frente a un monte en Colón calle Yegros próximo al monte de la francesa, ese nombre fue dado desde los orígenes en honor a la esposa del pionero Perfecto Giot quien tuviera la idea hecha acción de fundar el primer hotel “PARC HOTEL GIOT”. Nuestra casa estaba orientada la puerta principal frente al monte, por lo que luego de las 13 hs el sol se ocultaba detrás de los árboles. Los inviernos eran muy crudos , la humedad y el frío hacían estragos , en cambio los veranos eran hermosos, pues la rutina estaba diseñada así en las vacaciones. Mi madre luego de lavar la ropa en la pileta, preparaba el mate y nos esperaba a mi hermano y a mi debajo de un sauce que se encontraba al costado de la casa. Allí mate , tras mate pasado de mano en mano , íbamos charlando y viendo desde allí pasar a los vecinos del barrio, unos marchaban a la feria, al almacén o en viaje al centro. Luego del mate, si era sábado la cita obligada era ir a la feria. Cómo en casa teníamos muchos gatos mi madre cuando compraba pescado para hacer frito, y ya de paso pedía los sobrantes del fileteado para los gatos, otra de las costumbres era cambiar las historietas con revistas Tony , Dartagnan, y mi madre las infaltables novelas Corin Tellado. Luego visitar los distintos puestos para buscar la fruta y verdura, mi madre peleaba el precio de una forma tenaz, siempre lo mejor estaba en la parte delantera del puesto, pero el hábil puestero colocaba atrás alguna fruta pasada o verdura en estado de jubilación. Yo me crié en esa libertad en la inocencia de aquellos años, ganando el monte con mi honda y el contacto con la naturaleza. Recuerdo un día en el que íbamos con mi amigo “el chita” por el monte, se nos había dado que podríamos cazar alguna libre o perdiz...entonces un buen día caminando sigilosamente llegamos a un lugar muy cubierto de pasto, y cómo estampida una liebre abandonaba su nido , casi seguimos pero algo nos dijo que allí podría haber algo...y todo se confirmó cuando nuestra vista nos devolvía la imagen de dos Cachorritos muy chicos de la liebre que había marchado... nos miramos con mi amigo y los tomamos volviendo para casa...cada uno llevo uno para la suya...mi madre me quería “matar” , se puso nerviosa y al mismo tiempo me rezongaba por lo que había hecho...al poco tiempo, el cachorrito se murió y el de mi amigo lo mismo. Mi madre luego de enterrarlo me llevo a mi cuarto, me sentó y me hizo reflexionar sobre lo que había hecho...no, me pego ni elevó su voz, ni siquiera me puso en penitencia ...su explicación la entendí de una forma tan profunda que lo único que atiné fue romper la honda en varios pedazos...

 

CUENTOS DE LA INFANCIA  (Parte VII)
LA VIDA EN CASAVALLE
por. 
Julio Cesar Romero Magliocca

Programa “De todas partes”

 

04El programa “En Positivo”, permitía con el espíritu de su conductor Juan Pedro Ribas, darle oportunidades a todos quienes tuvieran una inquietud por mejorar su barrio, con aportes de personas comunes que abrían su corazón para darlo a conocer. Una contribución muy importantes la hacían el grupo denominado “Las Gauchas”, ellas tenían un espacio semanal en donde se encargaban de conducir el programa. Nombrarlas no daría el espacio, si decir que allí me sentí muy cómodo haciendo mis aportes en las oportunidades que pude visitarlas. Recuerdo que en una oportunidad quería hacerle un homenaje a los abuelos, para ello me dispuse a investigar donde vivía el abuelito mas longevo en nuestro país. Doy con una nota que el diario del BPS , le había hecho al abuelo Casuriaga. El vivía en una estancia por Río Negro cercano a Young , desde allí 60 kilómetros recorriendo entre árboles de eucaliptus. Me puse en contacto con su propietario Antonio Barsana y su señora para poder coordinar esa nota. Para ello llegamos al punto el propietario nos iba a estar esperando en la ciudad y desde allí marcharíamos a la estancia.

 

 

02

Como llegamos con mi señora cercano al mediodía , la gentileza de esta familia nos sorprendía con unos tallarines caseros, acompañados con una carne mechada muy rica y regado todo esto por un vino casero muy rico. Debo confesar que repetí el plato al ofrecimiento de la señora de Barsana, eran realmente exquisitos, aceptado un segundo vaso de vino. Antes el propietario nos mostraba las instalaciones de la estancia, si mal no recuerdo me había dicho ella había pertenecido a Fructuoso Rivera, contaba con algunos pasadizos secretos y un gran aljibe en el centro del patio que comunicaba con todas las habitaciones. Todo esto estaba muy lindo pero había que hacer la nota al abuelo que aún no lo habíamos conocido, luego de un café y pasando a otra habitación, fueron a buscar al abuelo quien aparecía con su imponente figura, al otro día él estaría cumpliendo los 113 años. Le tome sus manos, como si con ello recorriera toda su vida en las grietas formadas por tanto trabajo duro. Su mirada un tanto perdida aún recordaba cosas. Recordaba que había ido de la mano de sus padres para anotarse a la ciudad por lo que el abuelo seguramente contaba con más años aún. Esto era normal por los traslados en aquellos años, por lo que esperaban el nacimiento de otros hijos y los anotaban a todos juntos. El abuelo hablaba muy tranquilo y se encontraba contento por ese encuentro, en su cabeza aparecían los juegos que jugaba de niño, como hechos importantes de su vida. Recuerdo que todos los años les hacía un llamado a los propietarios de la estancia para que le hicieran llegar mi saludo por un nuevo cumpleaños. Un día llamé y recibí la noticia que el abuelo había fallecido, llegó a cumplir 118 años (documentados).
Un buen día un tanto inesperado llega la noticia de que el programa no seguía en el dial, realmente fue de los días más tristes ya que ese espacio un tanto inédito en radio ya se terminaba. Con el tiempo soy invitado a hablar a un programa muy bueno en Radio Oriental – “De todas partes”, el mismo era conducido por el gran comunicador Sergio Sánchez Moreno. Recuerdo haberme pegado una escapada desde el trabajo para participar en esa nota. El periodista quedó muy conforme conmigo que me invitó para los sábados tener un espacio allí. Entonces ya con toda la impronta de la primera experiencia en radio Sport, decidí armar una estructura de espacio, en donde abarcara todo lo que estaba haciendo con la revista, sumado a aportes sociales. Para ello el conductor del programa nos brinda todo el apoyo para que se enviara un móvil a los barrios designados para darle la posibilidad de la palabra a los vecinos más antiguos. Ellos contaban los avances de su barrio, así como reconocían a aquellas personas pioneras que habían hecho mucho para que el mismo mejorara en el transcurso del tiempo. Los barrios que yo elegía eran aquellos que muchas veces no tenían espacios en los medios, y sí estaban marcados por la prensa roja. El Borro, Marconi , Lavalleja , todos estos barrios contaban con sus referentes y ellos tenían la palabra. Recuerdo un programa muy lindo que pudimos hacer, contando la historia del Plácido Ellauri y allí surgía la vida del Padre Cacho. Con que amor hablaban los vecinos sobre lo que había sido la vida de esta gran sacerdote, quien en 1978 se había ido a marchar al barrio, vivir en un rancho y transformar la vida de mucha gente a partir de su aporte…

 

(Bueno querido lector yo creo que se quedaron con el gustito de leer algo más, que les parece si la seguimos en Mayo 2020, allí seguiremos contando algunas lindas anécdotas de esa hermosa etapa de mi vida)

 

CUENTOS DE LA INFANCIA  (Parte VI)
LA VIDA EN CASAVALLE por. Julio Cesar Romero Magliocca

Aquella experiencia en radio Sarandí Sport

Mientras la actividad del equipo de fútbol avanzaba, yo tenía que ver como podríamos solventar los gastos de ingresos a campeonatos. Tuve la idea de hacer un medio escrito del equipo de fútbol Flamengo que pudiera incentivar al jugador y al mismo tiempo se pudieran recaudar algún dinero para las actividades. Así es como nace mi primera revista “SU REVISTA” . Ella no solo tendría como información las actividades deportivas, sino un medio que tratara de transferir historia de la cual el barrio contaba pero muchas veces quedaba sepultada por no ejercitar la transmisión oral. Por ello comenzaba a investigar sobre una casa antigua sobre la calle Casavalle (actual Leandro Gómez) , en el barrio Borro, la casa Quinta de Borro , antes se llamaba esa zona Jardines del Borro y otros lugares cercanos donde viviera la familia Trápani (integrantes de la Cruzada Libertadora – 33 Orientales). Esto me entusiasmaba por conocer más sobre mi barrio y al mismo tiempo tratar de aportar en el cambio de mirada que se tenía del mismo en donde todo se lo calificaba como violencia. Otras de mis grandes luchas era velar por la imagen de tantos y tantos trabajadores que salían temprano para desarrollar sus trabajos fuera del barrio. El 158 de Cutcsa venía desde la Gruta de Lourdes ,  tomaba la calle Antillas y luego por San Martín por Bertani ingresando al Borro para luego seguir su camino por San Martín y luego Burgues. En ese periplo diario, veía como se cargaban los ómnibus bien temprano en la mañana, allí en su gran mayoría empleadas domésticas y albañiles que luego harían el trasbordo con el 181 o 183 para seguir su viaje a Pocitos.
Luego esas mismas caras cansadas llegaban a mi barrio, bajarse para ir algún comercio para hacer las compras diarias, preparar la comida y acostarse temprano porque al otro día se repetiría la historia. Yo encontraba injusto que muchas veces las noticias de los grandes medios de comunicación, colocaran en la bolsa a todo un barrio tildándolo al mismo de Zona ROJA. Esto era algo así como a tanto esfuerzo de gente que en la adversidad no se dejaba vencer, salía a buscar su sustento bien temprano y volvía tarde en la noche, sin embargo, todos dentro de la bolsa. Un buen día cuando la revista ya contaba con varios meses, un amigo del Banco de la Republica O. Del Uruguay me invita a tener una charla con un cliente suyo, él no era ni mas ni menos que el periodista Juan Pedro Ribas del programa “En Positivo”. El me cuenta que tenía un programa de radio en Sport 890 en aquel momento se llamaba (Sarandí Sport) , en el llevaba gente que no tenía experiencia en radio y si muchas cosas para contar , entonces me invita para poder hablar de la revista , yo creo que el vio la pasión con lo que contaba sobre ella. Coordinamos un día y allá marché en la madrugada, el programa comenzaba como a las 04:00am , y se extendía hasta las 8 de la mañana. Con muchas esperanzas de poder contar sobre mi trabajo en el barrio y como había comenzado una actividad de periodista autodidacta, allí comenzaba a dar mis primeras charlas, el quedó gratamente sorprendido por todo lo que estaba haciendo lo que motivó que me invitara a nuevos programas. Realmente me sentía muy motivado, por lo que en las horas del descanso en mi trabajo marchaba a los distintos museos y bibliotecas de la ciudad vieja. Mi trabajo en la Tesorería del Frigorífico Tacuarembó me insumía muchas energías, visitando oficinas, bancos , cambios , pero en el descanso tomaba ese tiempo para poder pulirme , para poder conocer más acerca de los barrios y lugares históricos. Era asiduo visitante del Museo Romántico sobre la calle 25 de Mayo y Misiones , así como el museo Casa de Rivera sobre la calle Rincón y la casa de Lavalleja sobre la calle Zabala. Otro de los lugares donde pasaba mucho tiempo era la biblioteca Municipal Joaquín de Salterain en la calle Solís. En todos esos lugares daba con personas muy serviciales que me guiaban para aprovechar bien el tiempo. Mientras las invitaciones a la radio avanzaban, por otro lado yo me esmeraba por hacer algunas entrevistas para compartir con la audiencia. De las primeras notas que hice fue a Julio Gervasio Pérez , Campeón del Mundo en Maracaná en el año 1950. Allí pude descubrir a un ser humano sumamente humilde, al igual que su señora Gladys. Ellos me abrieron las puertas, para esa nota fui acompañado de un joven e inteligente colaborador del programa “Marito” , quién también disfruto esos momentos , más tarde llegarían las notas con Martha Gularte , Lágrimas Ríos, Dogomar Martínez, y otros campeones de Maracaná como Máspoli, Migues , Schiaffino y Tejera.

(Bueno querido lector yo creo que se quedaron con el gustito de leer algo más, que les parece si la seguimos en abril 2020, allí seguiremos contando algunas lindas anécdotas de esa hermosa etapa de mi vida)

 

CUENTOS DE LA INFANCIA  (Parte VI)
LA VIDA EN CASAVALLE

 

A medida que transcurría el tiempo, otros eran los compromisos con el barrio. Al tener esta linda experiencia con niños y llevarlo adelante, ahora nos solicitaban los mayores, jóvenes de mi misma edad para formar un plantel y llevar las actividades. Un buen día me disponía a ir a un circo junto con mi familia, este circo estaba ubicado en un predio junto a la plaza del Ejército (Avda. Gral. Flores y Propios). Cuando salía de mi casa bajando la escalera para tomar el ómnibus me detienen dos amigos del barrio, Jorge Cáceres y Marcel Trindade. Me explican que estaban necesitando un DT. para dirigirlos. Es que ya existía un equipo llamado Uruguay-Flamengo, en el primero – Uruguay habían hecho una selección de jugadores para conformarlo y el resto, algo así como sobras irían a marchar al otro equipo el Flamengo. Ellos me contaron lo decepcionados que se encontraban ya que los habían dejado como a la deriva diciéndoles, “si consiguen a alguien que los dirija, entran en el campeonato”. Viendo esa gran injusticia, tomo el desafío y me dispongo a dirigirlos. Resulta que el desafío no era nada fácil, primero tuve que resolver con mi familia, los tiempos que les iba a quitar a ellos, sabedores por cierto que era un deporte que a mi me gustaba mucho. Otro y creo no tan menor era como resultaría el armado del equipo, ya que ni contábamos con camisetas, ni pelota , ni un simple bidón para el agua , todo era voluntad.
Como pudimos nos organizamos, alguien que no recuerdo ahora, pudo conseguir un equipo que había pertenecido a las inferiores de Peñarol , no recuerdo si fue a través de algún funcionario que lo había obtenido y frecuentaba la zona ofreciéndolo. La cosa que los jugadores ya contaban con indumentaria , ahora faltaba el fichaje juntando entre todos para la inscripción, y luego la colecta para el camión, ya que el campeonato se nos venía encima. El campeonato lo organizaba un equipo llamado Maracaná y el torneo se jugaba en la zona de Barros Blancos, no era fácil llegar hasta allí si no uníamos esfuerzos pagando un camión, pero una cosa lleva a la otra y nos dispusimos con mucho entusiasmo a tirarnos al agua de lo que se venía. El campeonato iba transcurriendo, y un buen día tuvimos que enfrentarnos entre nosotros , el Uruguay vs el Flamengo , el resultado nos daría la posibilidad de quedar bien ubicados en la tabla y luego de los 90 minutos el triunfo fue nuestro. Todo el algarabía, nadie pensaba ni propios ni extraños que el resultado sería un contundente triunfo ante el equipo que se había formado en lo previo con los mejores jugadores. Este resultado fue un golpe anímico muy fuerte para la muchachada que entusiasmaba aún más sus fuerzas por demostrar que nada está perdido hasta que el juez no pita el final. Al final para no extenderme mucho en el relato, el equipo terminaría saliendo campeón , casi una fecha antes de terminar el torneo. Para el último partido, hice de mi parte un gran esfuerzo económico por contratar una bañadera, esta no era más que un ómnibus algo viejo pero confortable que solía tener un vecino , generalmente este se usaba para llevar a los familiares de los presos que ocupaban las cárceles de Comcar o Libertad. El mismo servía para cargar paquetes de entregas en las visitas por lo que era demasiado grande. Entonces la idea era llevar para el partido final donde jugaríamos el último partido, a todos los familiares tratando con ello cimentar una unión mucho mayor, base fundamental para que todo perdurara en el tiempo. Organizamos como un viaje picnic, cada uno llevaba lo que podía , tanto una torta , como podría ser una pizza , pasteles, empanadas , bebidas no espirituosas , hacer de ese viaje algo que quedara grabado entre todos. El partido final lo ganaríamos 3 a 0 al “Once Estrellas” , este un gran equipo, lo que dio para todos tener mucha fe en sus propias fuerzas, pocos podían creer que aquello estaba ocurriendo. Al regreso ya con el trofeo que medía mas de un metro, todo era risas, todo era comentarios positivos, yo venía contento por el triunfo y preocupado por lo que se vendría. Entonces algo me iluminó en el momento de llegar al barrio, me le acerco al chofer y le digo “Ud. sabe que esto es muy importante para este grupo de muchachos y mucho aún para la familia y los vecinos. Ud. sería capaz de dar dos vueltas por el entorno de nuestras viviendas, tocando bastante bocina?”  Justo se me había ocurrido una idea que aún no la compartiría hasta el otro día, porque la misma la iba diseñando en mi cabeza , paso por paso.
El logro por parte de los jugadores se había dado, el acompañamiento de la familia a esos jugadores también, mi esfuerzo ahora sería organizar lo que se vendría utilizando todo el entusiasmo del triunfo para cimentar un grupo que pudiera competir en otros campeonatos, comprar equipos y pelotas y hasta tener un lugar para reunirnos y diseñar todo lo que se iba a venir. La idea de tocar bocina y alertar al barrio que el equipo naciente había obtenido un triunfo , era una alerta para decirles también que íbamos a necesitar apoyo. A los pocos días estaba lanzando una campaña de socio colaborador y fundadores del club del barrio. Entonces puerta por puerta recorríamos el barrio con los compañeros, pidiendo ese apoyo voluntario , la cuota era la generosidad que ellos pudieran sentir para sentirse parte de algo que nacía.
“Bueno amigos, los invito a seguir con otra parte de estos relatos que no son ni más ni menos, que el armado del rompecabezas de mi vida compartida en 30 años de vida en Casavalle. Los espero en marzo si Uds. no se aburren”.

 

CUENTOS DE LA INFANCIA  (Parte V)
LA VIDA EN CASAVALLE por. Julio Cesar Romero Magliocca

Corrían mediados de los 80, todo era efervescencia debido a que se notaba una apertura democrática, comenzaba a morir la dictadura que solo había dejado grietas en la sociedad. Ya el uruguayo no era el mismo, el sacudón de esos años oscuros los tornó un tanto más egoísta, prendidos del ¡sálvese quien pueda!. Pero en la sociedad comenzaba a despertar luego del letargo una animosidad que desembocaba en libertades cada vez más visibles. Ya las reuniones con los vecinos no eran mal miradas, de a poco las músicas portadoras de letras mas osadas se comenzaban a escuchar. La vida en Casavalle no tenía muchos cambios, el ir y venir de los carritos , en su salida ligeros para buscar el preciado metal o el cartón y luego el cansino caballo con su eco de cascos más espaciados con su carga para luego terminar en los depósitos del barrio en ese toma y daca que desfavorecía al esforzado clasificador, y este podía salvar el puchero del día y alguna cosa más para cargar en su historia. Viendo esa efervescencia que se producía con el fallecimiento de la dictadura y la apertura de la democracia, en lo particular me cuestionaba muchas veces que podía hacer por mi barrio que sumara para mejorar el entorno. Como el fútbol para mi fue la herramienta social que me permitía hacer amigos y cultivar esas relaciones, me dispuse a diseñar un plan. El mismo consistía en realizar un trabajo social con los hogares más golpeados por la pobreza, entonces me basaba en tres puntos fundamentales : 1) visualizar aquellos niños en estado muy precario de educación y con padres en muchos casos con dificultades de presencia (presos, o ausentes de alguna forma). 2) Ver un predio donde poder reunirnos a poner la oreja a sus problemas y ver como resolverlos. 3) Utilizar el deporte como herramienta de cercanía que me permitiera cerrar el círculo como premio , luego de transferirles valores y estar en una experiencia de deberes vigilados, junto a un vaso de leche y un trozo de pan. Y fue así que comenzamos en un predio de la familia Figueroa sobre la calle Casavalle , casi Pedro Trápani , allí existía un galpón donde se guardaba en su mayoría herramientas y luego enfrente teníamos una franja de terreno libre que había quedado luego de la construcción de las cabañas del CH 72 , de la antigua cancha del Oriental. Allí junto algunos colaboradores enseñábamos la práctica del fútbol, dominar la pelota , pegarle con las dos piernas, cabecear y todo aquello que sumara en aprendizaje técnico. Pero ello era el premio , luego de ver los deberes y hacerlos, luego de traspasar valores y compartir el pan y la leche. Un buen día hablando con quienes administraban un club de la zona y viendo que tenían dos canchas de fútbol , una de ellas (la chica) descuidada , me propuse plantearles administrar la cancha chica que implicaba mantener el pasto corto, marcar la cancha para poder desarrollar partidos oficiales, la respuesta fue afirmativa y eso me hizo llenar de alegría , ya contaríamos con una canchita de fútbol. Mi ansiedad por contarles a los niños del barrio y grupo que trabajábamos era insostenible. Un día los reuní a todos y se los plantee para que me ayudaran a llevar adelante el mantenimiento, la respuesta por supuesto que los dejó muy contentos. Era una postal ver cuando habíamos fijado el día de trabajo , llegar a los niños , uno con una asada, otro con rastrillos, tijeras para cortar el pasto y hasta alguna carretilla prestada. Nos dispusimos a cortar bien los yuyos que a esa altura ya habían ganado toda la superficie  de la cancha y sus alrededores, varias ampollas al terminar alertaban de lo duro que había sido el trabajo, pero satisfechos de cumplir con la tarea. En lo particular ahora sumábamos mayor responsabilidad, varios chicos teníamos a cargo y varios más pedían para ingresar al grupo. Un buen día por contactos con la madre de uno de los chicos, nos invitan a hacer una práctica con el Club Primavera de la zona de Maroñas, muy cercano al estadio de Danubio. Y un buen día se concretaría, para ello luego de las 18Hs , todos los niños me esperaban con su túnica y moña. Al llegar a la parada , y luego subir al Bus 405 , el chofer me hace un guiño y me dice: ¿Maestro a esta hora tiene un paseo? , me le acerco al oído y le digo en voz baja :  ¡en realidad los llevo a jugar al fútbol.

 (Queridos lectores de Raíces, veo que me gusta escribir bastante y me quedo con poco espacio, pero como esto continúa , los invito a seguir esta sección con Raíces , febrero 2020

 

CUENTOS DE LA INFANCIA  (Parte IV)
LA VIDA EN CASAVALLE
por. Julio Cesar Romero Magliocca

Quedaba atrás mi corta vida vivida en Colón. Una nueva aventura me esperaba en el Complejo CH 59 en el Barrio Nuevo Ellauri. Mi diversión allí era esperar los camiones que iban trayendo la mudanza de nuevos vecinos. El complejo había sido construido para los soldados del cercano cuartel Boizo Lanza.
Como ellos habían desistido vivir en ese lugar, las viviendas se incluyeron en el plan BHU.


Cuando llegamos a tomar posesión de la vivienda, los terrenos estaban divididos por postes con una línea de alambre. Al frente un jardín con un camino de material al medio con dos parcelas de 3x3 , al fondo según la composición de las familias tenían los cimientos para hacer un dormitorio más o dos , y un terreno lindo para poder plantar algo. A poco de comenzar a vivir allí, mi madre que era apasionada por las plantas, planta un Jazmín y unas rosas en el frente y al fondo para tener sombra en el verano un paraíso. Los terrenos en lo que estaban las casas habían sido pantanos rellenados con tierra y piedras, por lo que en tiempos de mucha humedad, las baldosas de la casa se llenaban de agua.


La casa era de una construcción muy fuerte, los bloques de cemento armado, luego el techo era de ladrillos, luego más arriba una cámara de aire y luego el techo de dolmenit con unos bulones muy fuertes que atornillados permitían resistir cualquier viento. Vivíamos sobre una colina pronunciada tanto era así que desde la senda 6 que era la de nuestra casa y la calle Pou Orfila , que circunvalaba el complejo se podía divisar perfectamente el Hospital de Clínicas que se encontraba en Parque Batlle.


Como hacía poco tiempo que me había mudado y extrañaba a mis amigos, cada tanto volvía al barrio de mi infancia, allí llenaba los pulmones de aire limpio y puro de los eucaliptus. Jugaba hasta tarde con mis amigos y me volvía por la noche. Varias veces extendiendo el tiempo de juegos y al tener que tomar dos ómnibus para llegar a mi casa, uno de ellos lo perdía y tenía que hacer el tramo desde Instrucciones y Aparicio Saravia hasta mi casa. Recuerdo que el miedo en la noche me hacía ir casi por el medio de la calle Aparicio Saravia , para un lado tenía el Cementerio del Norte , para el otro los ranchitos muy humildes, lo seguro era que quería estar pronto en casa, luego de recorrer la distancia desde el punto en que me dejaba el 174 de Cutcsa. Los fines de semana en la cancha del nuevo barrio, siempre había alguna actividad con clubes de la zona, esa cancha pertenecía al Club Oriental de las casitas municipales, las que tenían la particularidad de tener un tanque muy grande sobre columnas gigantes de material (depósito de reserva de agua). También allí , había un cuadro que tomaba el nombre de ese famoso tanque que antiguamente en la época de 1970 usaba como escondite el “Chueco Maciel”. Por aquellos años se hablaba de un joven delincuente que robaba y compartía con su barrio. A este joven la policía le había dado muerte, para entonces contaba con tan solo veinte años de vida. Nuestra familia llega al barrio en 1979 por lo que su historia estaba aún fresca. En esa cancha del Oriental, llegaban en carro, a caballo , con armas y todo aquello que se pudiera ocurrir. No siempre los partidos terminaban con un abrazo, viejas riñas permitían que otras tomaran protagonismo, sino alguno que venía por la revancha o directamente para mostrar sus fuerzas y su dominio sobre el otro, como si una guerra de guapos daba chapa para prevalecer sobre otros. Al poco tiempo de estar allí , esos terrenos de la cancha fueron utilizados para hacer viviendas tipo cabañas el Complejo CH 72 comenzaba a nacer. Una empresa  brasileña desembarcaba allí. Luego de hacer el piso de material, las casas se levantaban con una rapidez asombrosa, fue así que dejó de existir la cancha del Oriental con toda su historia deportiva y de peleas. Nuevos vecinos llegarían con la construcción de las viviendas, el barrio ahora se poblaba más, estas casas estaba cruzando la calle de circunvalación de nuestras viviendas. Allí como capataz de obra se encontraba un señor de nombre Mario, quien solía frecuentar la casa de uno de los vecinos del barrio, fue tanta esa amistad que deciden crear un equipo de fútbol para competir con los clubes de la zona, su nombre “Las Casitas”. Un día me encontraba jugando en la calle con otros chiquilines y me invitan a integrar el nuevo equipo, para ese entonces tendría 16 o 17 años. Recuerdo los partidos en la cancha de el,  “Rosario” en el Borro, en la del “San Telmo” en el Plácido Ellauri , en la de “Boedo” también cercana al Marconi. Jugar en la cancha de la Quinta de Batlle en Piedras Blancas, el “Municipal”, “Peñarol Bonomi” , “Galeano” , “Sol de Oro” , “Uruguay Juniors” y en la de varios cuarteles de los que abundaban en la zona del bolsón de pobreza de Montevideo. Aún conservo las huellas de los partidos que se disputaban tal como si fueran la final del mundo. Como algo jocoso recuerdo que la cancha de “Boedo” , estaba rodeada de ranchitos, a escasos pasos de la línea demarcatoria , entonces muchas veces una trancada terminaba por mandar la pelota a la casa de algún vecino, entonces uno golpeaba las manos para pedir la pelota que había entrado a su casa. Eran partidos muy bravos, ya que en todas esas canchas la bebida habitual era el vino, y claro está decir que no era el más bueno, realmente para muchos era cabezón, por lo que luego de tomarlo y bajo los efectos del alcohol todo era más complicado en momentos de discutir una resolución del juez, o una jugada dudosa, como una falta de foul.

(Queridos lectores de Raíces, el espacio para el cuento se redujo, los invito a seguir en el próximo año con estas historias que marcaron mi vida…)

 

 

CUENTOS DE LA INFANCIA  (Parte III)
LA MUDANZA A CASAVALLE

Nací en mi querido Colón, y allí viví 14 años de mi vida.
Mi padre hacía poco que había salido de “Libertad”.


infancia01Mi madre se había anotado en un plan de viviendas del BHU, yo soñaba todos los días para que no se terminarán rápido esas viviendas, la mudanza de barrio , dejar a mis amigos me apenaba mucho. Pero un día llegó la noticia llega una comunicación de la adjudicación de la vivienda. Mi madre estaba contenta, con una vecina del barrio habían ido a visitar la nueva casa. Para ello habían tomado un bus en Colón, el 174 , el que luego del transitar por los distintos barrios, llegaría cerca del Cementerio del Norte, de allí caminando hacia el nuevo Barrio, Nuevo Ellauri.
Cuando llegó de regreso, nos contaba lo linda que era la vivienda y bueno todo aquello que alentaba al entusiasmo por conocerla. Llega el día de la mudanza, un camión viejo casi destartalado cargaba los muebles, me tomé un tiempo para besar las paredes de mi dormitorio, mirar por última vez el fondo de nuestra casa donde había jugado toda mi niñez y no miré hacia atrás, subí con las mascotas entre los muebles y allá marchamos. El camión tomaba el repecho de la calle Carve con mucho esfuerzo, para luego dar vuelta por Garzón y por esta todo derecho por Aparicio Saravia.
Pasamos el barrio Peñarol , la calle Instrucciones y desde allí hasta el destino todo era pobreza , pobreza de esa que mirar ya daba tristeza. Me preguntaba muchas veces, ¿porqué mudarnos allí? , la otra opción era Cerro Norte a unas viviendas similares a los Palomares del Borro.
Por la cercanía del nuevo barrio con mis amigos, mis padres habían elegido esa opción.


infancia02El camión ahora doblaba en San Martín para hacer una cuadra y doblar a la derecha, esta calle también era conocida para mi porque llegaba a Colón, era  Casavalle (hoy Leandro Gómez) , para mi eran familiares. En el camino iba viendo muchos ranchitos, muchos carros tirados por caballos y de los otros a tracción a sangre con el pobre crucificado en el carro como lo plasmara Cacho.

Por fin el camión se estaciona, ahora a descargar los muebles, un perro flaco en alguna esquina, nos daba la bienvenida con sus ladridos, anunciando a los pocos vecinos que ya ocupaban las viviendas, que otro llegaba al barrio. En un momento de la mudanza mi padre me pide que vaya a alguna almacén para traer una bebida. Pregunto a alguien que pasaba y con pocas palabras y mayores señas me indicaba el lugar.
A poco de estar en el almacén, fuera del local se siente unos gritos desesperados, instintivamente todos salimos para ver que pasaba , dos jóvenes disputaban sus desavenencias a cuchillo, uno hiere al otro quién cae en un charco de sangre. Como pueden lo arrastran para una casa para hacerle las primeras curaciones, nunca supe como le fue con su vida , lo que si supe que ese día era el bautismo en el nuevo barrio.

Frente al fin de la senda por donde estaba nuestra vivienda, cruzando la calle había una cancha de fútbol 11 , todos los fines de semana se armaban lindos partidos en los cuales no siempre terminaban de buena forma. Era normal que se dieran corridas, peleas, insultos. Un poco más allá de la cancha también se corrían “pencas” , con apuestas clandestinas. Mientras tanto a la tarde los carritos volvían con su carga, botellas, cartón, fierros viejos , plomo , los que luego venderían al fin de la jornada, unos pesos flacos salvaban ese día…

 

 

 

CUENTOS DE LA INFANCIA

Nací en un barrio donde era común ver mucha gente a caballo y con facón a la cintura.
Muy cerca de casa se encontraba (y se encuentra), el "Palacio Residencial" del único Presidente víctima de magnicidio en Uruguay el era : Don Juan Bautista Idiarte Borda, esto ocurrió el 25 de agosto de 1897. Esta casa se encuentra en Lezica 5912 (Villa Colón en límite con Colón).
Esta residencia contrastaba mucho con las otras viviendas más humildes que se encontraban en la curva de Lezica, antes de que esta se diera contra la calle Lanús. 
Ranchitos donde vivían muchas familias humildes. 
Un poco más arriba se encontraba La Tablada, lugar donde llegaban los trenes del interior de nuestro país, con el ganado que luego del remate, irían como destino final por el camino de Las Tropas a los frigoríficos del Cerro, tras penosa marcha a picana del paisano que hacía su trabajo.
Varios de esto animales luego del bamboleo del tren recorriendo cientos de kilómetros, llegaban heridos , quebrados, sin posibilidades de llegar por sus medios a ese destino en los frigoríficos, incluso quien iba a dar un vintén en el remate por algo que se encontraba tan mal.
Los matarifes del barrio en las madrugadas advertidos que había habido embarque de ganado, vadeando arroyos (Pantanoso y alguno más), atravesando campos , llegaban hasta allí para hacer la faena clandestina de esos animales. Muchas veces marchaban con su carga al hombro atravesando los campos para terminar de hacer la tarea de desguace en sus casas, ese día las carnicerías improvisadas por un rato tenían la mercadería para los vecinos del barrio.
Cuando se terminaba ese trasiego, los matarifes se encontraban bajo una enramada ( zarzamora - uña de gato) , junto a la canchita del Yegros , para jugar a la taba y así poder aumentar esos ingresos.
Todo transcurría bien hasta que algún guapo perdía en la taba mucho dinero, todos o casi todos sabían del manejo del facón lo que invitaba a desafíos para hacer justicia a su reclamo. Nosotros como niños curiosos y muchas veces mandaderos de estos vecinos ( traíamos el vino que regaba las gargantas sedientas) , a una distancia prudencial éramos meros espectadores de esas riñas, allí se dirimían las diferencias. Al otro día todo era normal, el rencor en la disputa quedaba encapsulado para alguna otra oportunidad...

 

CUENTOS DE LA INFANCIA  (Parte II)

Como dejar de recordar los momentos de mi infancia si ellos viajan en cada recuerdo, como no volver a repasarlos y con ellos me construyo a diario.
Los días de feria en Colón, por la calle AMANDAU , (el origen de este nombre obedece según Castellanos: al cacique misionero, al frente de 3.000 guaraníes secundó al jefe español don Ignacio Vera Mujica en la primera Toma de la Colonia de Sacramento (1680). El episodio dio origen a un prolongado conflicto, militar y diplomático, entre España y Portugal, solucionado al cabo de un siglo por el tratado de San Ildefonso año 1777) , eran como las ferias de todos los barrios, lo especial lo hacía su gente, todos los personajes del barrio ese día se encontraban por allí. Recuerdo a mi madre pelear con el de la pescadería para que le diera los bifes sin espinas y frescos, luego repetirlo con los puestos de verdura , para que la fruta no llegar “picada o en mal estado”. El canto enfervorizado de los vendedores : “tenemos la mejor fruta y la mejor verdura, compre vecina , compre”.
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Otra de las cosas era acompañar a mi madre para el cambio de las revistas y algunas novelas con las que nos daban para pasar las horas de ocio en nuestra casa , nosotros no teníamos televisor y si queríamos ver algo en la casa de algún amigo nos teníamos que agendar para no ser inoportunos en esa casa que nos brindaban el espacio y tiempo gentilmente. Entonces leer esas revistas “D´artagnan” , “El Tony” y algunas otras, nos hacía viajar por la imaginación , nos alimentaba nuestras cabezas con aventuras , siendo de un goce muy lindo en las siestas que casi nunca dormíamos.

06En las vacaciones la pelota era el juguete mas utilizado. Luego del desayuno junto a sauce llorón que se encontraba al costado de mi casa, o esas lindas mateadas con mi hermano y mi madre donde el tiempo nunca era una presión para aprovechar la charla, salía a patear la pelota contra el cordón de la vereda. No pasaba mucho tiempo para que se arrimara alguno de mis amigos y al rato comenzar un partido colocando cuatro piedras como arcos. Muchas veces los pocos autos que solían pasar por esa calle (Yegros entre Carve y Valentín Álvarez ) , debían disminuir la marcha y esperar que termináramos la jugada y por supuesto esquivar las piedras que hacían las veces de arco. Allí muchas veces el hormigón nos atendía con alguna caída , difícil no ver rodillas heridas. Los vecinos muchas veces entre rezongos nos pedían que cuidáramos de que la pelota no cayera a su casa, muchos tenían flores y plantitas que llevaban su cuidado, no siempre hacíamos caso.
Nunca olvidaré de Colón, los árboles de eucaliptus , esos que el visionario Perfecto Giot había hecho plantar en su primera aparición por el barrio dejando un sello único en con sus aromas , muchos de esos árboles aún viven hamacándose en los inviernos con la amenaza de caer sobre alguna casa, si habrán visto juegos de los niños que hoy peinan canas como yo.

 

LA TABA


Taba, se llama un hueso que tiene el animal vacuno, en la pierna, en la parte que forma el garrón; aunque también tienen taba los ovinos, cerdos, etc., pero la empleada en el juego es la de vacuno y grande: de buey o de toro viejo...”Murió el buey, murió el toro…ché!  Sacale las tabas”.La taba tiene una parte cóncava labrando sus rugosidades, como en forma de S o formando dos caras, del lado opuesto es casi lisa. Cara o suerte se llama la parte de la S. Culo la parte lisa o contraria. Se prepara la cancha (lugar donde se va a jugar), tratando de despejar el suelo de pastos, accidencias del terreno, etc., bien firme, humedeciendo un poco el terreno fuera de la línea del tiro, para los que les gusta clavar (que es tirar la taba, dando una vuelta o vuelta y media en el aire, y caiga sin movimiento). Las canchas tienen un largo de 7 pasos en general, pero se tiraba en canchas de 8 y hasta 9 pasos, que eran las canchas de tiro largo.Los límites se marcan haciendo una raya recta con la punta del cuchillo o también estirando un hilo fino, sujetado en sus extremos por clavos o grampas hechas con alambre.Los jugadores, unos parados, otros en cuclillas, rodean los costados de la cancha, haciendo sus apuestas de “Al tiro voy… tanto” (al que tiraba la taba), o “Al que espera, juego” (contrario).Previamente, los que tiran la taba han depositado en el medio de la cancha, la cantidad que juegan. Tirando por alto la taba de extremo a extremo de la cancha, si cae con el lado de la suerte para arriba, gana el que la tiró; al revés, pierde. Si cae de costado, no hay juego.
Lo cortó.- Se dice cuando un jugador al tirar la taba echa suerte de entrada (cortó al contrario, y otro jugador toma entonces la taba).
Pisar la taba.- Significa que el jugador que esto hace, una vez dilucidada una jugada, “copa la parada”, para tirar él.
Taba cargada.- Se decía de una taba que, agujereada en un lado, muy disimuladamente, se le ponían chumbos para que al ser tirada, hiciera contrapeso. De ahí lo de “tabas culeras”.
Taba herrada.- se llama cuando a la taba se le colocan planchuelas de metal (hierro o bronce) de la forma y contorno de ambas caras, a fin de evitar el desgaste. Es general que del lado de la S (suerte), tenga algún dibujo o corte bien visible."

EN SILENCIO, LLORA SU MISERIA
por. Julio César Romero Magliocca

Allí José, calentando sus manos en un tibio fuego, mira llover…
Hoy no podrá salir con su carro a buscar quién sabe qué suerte…
La lluvia corre por las calles mal hechas dejando surco en el surco…
Adentro los hijos piden leche que no existe, más allá un perro que ladra…

Manojo de tristeza se descuelga con rabia, mucho más que la lluvia…
Entre las chapas oxidadas una gallina corre por su suerte…
Llantos que vienen de otros ranchos se suman para hacerlo aún más triste…
El hornero que aterriza llevando el barro en su pico , construye su nido…

Chapoteos de corajudos cascos resuenan a lo lejos como eco perdido…
Hoy la suerte faltará a la cita, la lluvia el peor enemigo del clasificador…
Un “cante” frío, pálido, marchito de chapas sin color ante la vista de José…
Un mate de agua casi tibia, se enfriará entre unas manos heladas de invierno…

No hay caso, su pobre día se unirá a la desesperanza herida de muerte…
El niño que llora, la lluvia que cae, ahora se suma un viento bravo…
¿Qué hace ese hombre que camina hacia mi rancho?
¡Pero yo lo conozco, ese es Cacho, el cura pobre! , ¿Pero no se había ido?

Llega, se sienta matando mi frío, me pide un mate y le digo:
¡¡ No es tarde mi amigo , lo siento tan cera que no tengo ni frío!!

 

 

DEPERTEMOS DEL SUEÑO
Por. Julio César Romero Magliocca

"No hay camino para la paz, la paz es el camino" (Gandhi)

 El 30 de enero de 1948, a la edad de 78 años, fue asesinado Mahatma Gandhi por Nathuram Godse, un radical hindú relacionado con grupos ultra derechistas de la India, quienes lo acusaban de debilitar al nuevo gobierno.

En el ser humano conviven los más variados estados, habita ese guerrero que se rebela ante la injusticia , pero también el cruel hombre que despierta al lobo.
Es necesario cada vez más , prevalecer el hombre bueno , capaz de sacrificar sus logros personales para sumar sus esfuerzos para luchar por la paz desde un simple gesto.
Es necesario revolucionar el mundo con gestos humanos para contagiar a quien se dejó ganar por el lobo destructor, para tener un mundo mejor y ese esfuerzo lo debemos hacer cada uno de nosotros.
El mundo virtual del inmediatismo le está ganando al mesurado, el reflexivo, al real, aquel de los sentimientos. Es hora de comenzar a recuperar aquellos valores de antaño que cimentaron una sociedad más civilizada que esta. La tecnología se impuso, y allí como arriados tras las luminarias de los superfluo vamos nosotros resignados, envueltos en esa telaraña que nos atrapa y nos conduce…

 

 

BARRIO COLÓN EN EL RECUERDO
Por. Julio César Romero Magliocca

Llegaban las vacaciones , la túnica en una percha hasta el año que viene.
Todo era juegos para nosotros, la pelota ganaba por mayoría.
Era común juntarnos en la calle para comenzar el partido con los que estuvieran, se iban agregando a medida que los dormilones se despegaran de sus sueños.
Comenzábamos cinco contra cinco y al rato éramos como veinte para cada lado.
No había categorías el grande con el chico en una edad única.
Los partidos comenzaban pero nunca se sabía cuando terminábamos , quizás en algún momento ya exhaustos decíamos ¡¡el último gol gana!!.
Quizás en algún momento las chatas despojaban por un rato al fútbol.
Estas las armábamos con algunas maderas y rulemanes , para nosotros eran como autos de carrera en la bajada de Yegros hacia Valentín Álvarez.
Con el tiempo nos dimos cuenta que al ponerle la suela de algún zapato viejo en la parte delantera al pisar esto actuaban como frenos.
En aquellos tiempos de la década del 70, por las calles no transitaban tanto auto, incluso estos muchas veces venían despacio y esperaban la maniobra del niño.
Esos tiempos de libertad ya no volverán, la tecnología y la inseguridad con la que se vive a transformado los tiempos de juegos. Ahora todo es más solitario, mas individualista o creando amistades virtuales que el botón logran traerlos por un rato y alejarlos cuando es necesario. Jugando a la pelota ejercitábamos muchos músculos, el abrazo era un protagonista cuando un gol ocurría, era normal el festejo.
Nos caíamos y nos volvíamos a levantar , el lamento no existía. Hoy los niños cuentan con todos los juegos posibles y el aburrimiento golpea sus puertas. Todo se hace más mecánico, las muestras de alegría se dibujan en una cara riendo que la puedes colocar con un botón. Doy gracias a la vida el haber podido conocer aquella niñez sana, donde los juegos nos hacían participar a todos, sin darle mucho corte al ganar o perder , siempre al otro día estaba la revancha.

 

 

 

SOS DUEÑO DE TU RISA
Por. Julio César Romero Magliocca

"Deja volar la carcajada, arráncala desde lo más profundo, ese manantial donde guardas la risa y haz trizas esa tristeza que te invade, cuervo de mil nostalgias que vive en la carcaza, sermoneando tus sentimientos.
Vos sos más que lágrimas , vos sos más que llantos ...
El día y la vida aún es temprana para marchitar las ilusiones, la vida es temprana para morir con frutos resignados. Tras esa mirada triste vive la felicidad, allí guardada ...camina pronto , que el tiempo es hoy y no mañana...

Sacude tu cuerpo , ahuyenta tus dolores del alma, allí hay solo tristeza que refleja más tristeza, dale paso a la risa , ella viaja en una canción alegre , en un esfuerzo sano.
Visita lo que fuiste, ese museo que trae tu historia.
Canta , baila , ríe aunque te llamen loco/a , canta , baila , ríe aunque sientas que es poco.
El pájaro en su jaula canta la felicidad cercenada , sintiendo que su libertad no vive dentro  de los barrotes , sino que viaja en la magia liberada.

 

 

FIESTAS NAVIDEÑAS
Por. Julio César Romero Magliocca

 

En los primeros días de diciembre , terminaban las clases, comenzaban las vacaciones.
Recuerdo que eran tiempos del armado del “Judas” , muñeco al cual rellenábamos con pasto seco con ropas bastantes gastadas. Solo bastaba dibujarle los ojos , la nariz y la boca ya quedaba pronto para pedir monedas en su honor. Cuando se acercaban las fiestas ya contábamos con la alcancía llena por el gesto de los vecinos y transeúntes que por lo general recordando sus tiempos de niños se solidarizaban.
Los días previos a la fiesta todo era una ilusión, desde el armado del arbolito navideño con la copa de algún pino que un osado vecino cortaría haciendo equilibrios en ramas finas.
Los mismos se armaban como base con alguna lata grande de pintura rellena con tierra para que pudieran aguantar derechos, luego la guirnaldas y las viejas junto a las nuevas tarjetas navideñas, para darle el toque de nieve se le esparcía algodón a las ramas.
El día 24 de diciembre todo era jolgorio , los vecinos se visitaban para compartir un tiempo de charlas y hacer la previa a la navidad. Más tarde aprontar el fuego para hacer el asado que llevaría el tiempo necesario para casi juntarse con la hora de tirar los cohetes.
Cuando llegaba la hora justa, el límite de la noche buena y la navidad , ya se comenzaban a sentir los ruidos detonados y el olor a pólvora , el brindis de la Navidad un beso y abrazo con el deseo de felicidades. Luego los vecinos salían a saludarse, aunque la enemistad pasajera del año por alguna discusión , hacía que la fiesta borrara los rencores …todo era fiesta y risas.

 

 

REFLEXIONES EN EL CAMINO

HUMANIDAD ENCARCELADA... por. Julio César Romero Magliocca


"El mar trae un rumor suave, que golpea la roca convirtiéndola en arena, allá en la isla sentado un naufrago desarrolla un plan para salvarse, puede morir de hambre y quedar allí casi ni recuerdo...pero su ímpetu de vida golpea su pecho para enseñarle que solo el intento le trae esperanza. Una y otra vez lo piensa, escondido en su interior el miedo juega su partido, lo frena , detiene su fuga, envuelto en si mismo queda, sin fuerzas para luchar, mira el cielo esperando lo peor, hasta que entre ojos divisa una balsa de un audaz que se animara a que esta historia no se cumpla. El mar sigue su ritmo, desgasta la roca, convierte la arena haciéndola playa...Tu prisión no está en lo que te encarcela, sino en lo que te dice ...no se puede"

 

La risa como un remedio
por Julio César Romero Magliocca

"Donde está el sabor de la vida, sino en las simples cosas”
El ruiseñor nos dice Khalil Gibran , se niega anidar en la jaula para no dejarle a a sus pichones como herencia ,,, esa cárcel, esa esclavitud...
Y tus comodidades van construyendo también esa cárcel que suele aprisionarte, por momentos te hace dueño de una verdad absoluta, y más tarde un mendigo de cariño , te maquilla por un rato para la fiesta, y al rato para un velorio. El tiempo ese tesoro que se escapa de un cofre no vuelve más...
La sabiduría no es solo lo que aprendiste en esta vida , sino con cuánta humildad enfrentas el resto de tus días, para seguir aprendiendo.
Hay dolores simples que van de la mano de los golpes que tu accionar te provoca, hay otro interno que grita desde lo más profundo y se amplifica cuando en el camino va encontrando otros dolores. Pero también existe el remedio que tiñe los grises , esos dolores, y allí está la risa que descansa esperando tomar vida, en ti están los caminos para encontrarla , siempre será a partir de lo que tienes y no de lo que te falta.


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AÑORANDO VERANOS DIAS DE PLAYA
Por. Julio C. Romero



Que lindos días de playa que solíamos tener cuando niño…
Ya al amanecer nuestra madre comenzaba a aprontarnos todo, tal como si fuéramos a una excursión. Nuestra ansiedad jugaba su papel y desde temprano ya nos colocábamos en el clima de ese paseo tan lindo. No recuerdo haber usado en mi niñez algún protector para la piel, si cargábamos una sombrilla que en aquellos tiempos era de una lona gruesa, la cual no permitía pasar los rayos del sol en forma directa.

Como vivíamos en Colón, para llegar a la playa Malvín hacíamos verdaderas travesías. Generalmente el domingo era el paseo deseado por nosotros, justo el día libre para casi la totalidad de los vecinos, de esta manera el ómnibus ya pasaba lleno por la parada más cercana a nuestra casa. En muchas oportunidades casi entrabamos justos y así casi colgados, marchábamos con nuestros bolsos, sombrillas y la infaltable heladerita para preservar el refresco frio.

Cuando llegábamos cercanos a la playa el ómnibus transitaba ganando metros y nosotros divisando el agua y la arena tan ansiada. Por fin llegamos ahora si luego de tanto sacrificio, lo único que queríamos como niños, era meternos en el agua para sentir ese placer ante tanto calor. Una vez instalados nuestros padres, venían los infaltables consejos para que no nos perdiéramos, ni que la peligrosidad de las olas hiciera otro tanto. Era común en la playa de Malvín, ver a los vendedores ambulantes anunciar sus ofertas, es por ello que el infaltable heladero deleitara nuestros oídos ofreciendo su mercancía, nosotros como provocando la compra mirábamos a nuestros padres, que al instante nos decían ¡¡recién comiste!!- ¡¡querés una fruta!!

Prontamente llevábamos la pelota al agua y ahí jugamos hasta que nuestra piel quedaba arrugadita.
Ahora si a merendar nos llamaba nuestra madre…por ahí un refuerzo de pan con mortadela se entreveraba con la arena, un rico jugolín saciaría nuestra sed por un rato.

Cuando el sol comenzaba a descansar en el agua, era el preciso momento de emprender el retorno a nuestra casa, nosotros tan cansados y satisfechos por tantos juegos ayudábamos a desarmar la sombrilla, y juntar todo. Cuando creíamos que había terminado todo, advertíamos como se preparaba todo para dar cine en la arena casi al borde del agua, todo se prolongaba un tiempo más.

 

Al llegar a la parada para esperar el ómnibus de retorno, nuestros ojos sorprendidos denunciaban que casi todos habían tomado la decisión a la misma hora, colas y colas esperando hasta que por fin nuestros pies de nuevo pisaban el coche que nos conduciría nuevamente a nuestros hogares, atrás quedaba la playa casi desierta , esperando nuestro regreso…

 

UNA HISTORIA VERÍDICA

Su nombre era Fleming, y era un granjero escocés pobre. 
Un día, mientras intentaba ganarse la vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano. 
Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano. Allí, encontró hasta la cintura en el estiércol húmedo y negro a un muchacho aterrado, gritando y esforzándose por liberarse. El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una lenta y espantosa muerte. 
Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja. Un noble, elegantemente vestido, salió y se presentó como el padre del muchacho al que el granjero Fleming había ayudado. 
"Yo quiero recompensarlo", dijo el noble. "Usted salvó la vida de mi hijo". 
"No, yo no puedo aceptar un pago por lo que hice", el granjero escocés contestó. 
En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña. "¿Es su hijo?" el noble preguntó. 
"Sí", el granjero contestó orgullosamente. 
"Le propongo hacer un trato. Permítame proporcionarle a su hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del que nosotros dos estaremos orgullosos". 
Y el granjero aceptó. 
El hijo del granjero Fleming asistió a las mejores escuelas y, al tiempo, se graduó en la Escuela Médica del St. Mary's Hospital en Londres, y siguió hasta darse a conocer en el mundo como el renombrado Dr. Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina. 
Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del pantano estaba enfermo de pulmonía. ¿Qué salvo su vida esta vez? ..... La penicilina. 
El nombre del noble? Sir Randolph Churchill. El nombre de su hijo? 
Sir Winston Churchill. 
Alguien dijo una vez: 
Lo que va, regresa. 
Trabaja como si no necesitaras el dinero. 
Ama como si nunca hubieses sido herido. 
Baila como si nadie estuviera mirando. 
Canta como si nadie escuchara. 
Vive como si fuera el Cielo en la Tierra. 

 

EL PESCADOR Y EL EMPRESARIO

“Un hombre rico, empresario, bien vestido, ropas caras y talante derrochador, iba paseando por el puerto, cuando se encuentra con un modesto pescador. El pescador trabajaba en sus redes y en su pequeña barca y tenía un cubo lleno de un montón de peces recién pescados. El rico empresario le preguntó:

– Oiga, ¡usted tiene mucha maña! ¡Parece un pescador muy bueno! Usted solo y con esta pequeña barca ha pescado muchos peces. 

¿Cuánto tiempo dedica a la pesca?
El pescador respondió:
– Pues mire usted, yo la verdad es que nunca me levanto antes de las 8:30. Desayuno con mis hijos y mi mujer, acompaño a mis hijos al cole y al trabajo, luego voy tranquilamente leyendo el periódico hasta el puerto, donde cojo mi barca para ir a pescar.

Estoy una hora u hora y media, como mucho, y vuelvo con los peces que necesito, ni más ni menos. Luego, voy a preparar la comida a casa, y paso la tarde tranquilo, hasta que vienen mis hijos y mi mujer y disfrutamos haciendo juntos los deberes, paseando, jugando. Algunas tardes las paso con mis amigos tocando la guitarra.

– ¿Entonces me dice que en solo una hora ha pescado todos estos peces? ¡Entonces usted es un pescador extraordinario! ¿Ha pensado en dedicar más horas al día a la pesca?
– ¿Para qué?
– Pues porque si invierte más tiempo en pescar, 8 horas, por ejemplo, usted tendría 8 veces más capturas, y ¡así más dinero!
– ¿Para qué?
– Pues con más dinero usted podría reinvertir en una barca más grande, o incluso contratar a pescadores para que salgan a faenar con usted, y así tener más capturas.
– ¿Para qué?
– Pues con este incremento de facturación, ¡su beneficio neto sería seguro envidiable! Su cash flow sería el propicio para llegar a tener una pequeña flota de barcos, y así, hacer crecer una empresa de pesqueros que le harían a usted muy muy rico.
– ¿Para qué?
– ¿Pero no lo entiende?

Con este pequeño imperio de pesca, usted solo se tendría que preocupar de gestionarlo todo. Usted tendría todo el tiempo del mundo para hacer lo que le venga en gana. No tendría que madrugar nunca más, podría desayunar cada día con su familia, podría acompañar a los niños al cole, jugar con ellos por la tarde, tocar la guitarra con sus amigos…”

¿Y no es eso lo que estoy haciendo ahora mismo? -concluyó el pescador.

 

 

 

REVOLUCIÓN MUNDIAL...

Al mundo le falta revoluciones, no hablo la de las armas...
Hablo de aquellas que nos hacen más humanos, las que están relacionadas a los sentimientos, a erizar la piel con la sensibilidad de una acción.
Cada vez más nos transformamos en hijos de la vorágine consumista que nos consume, desde los sentimientos hasta hacernos presos que solo buscamos conquistar "cosas" materiales , vacías, con luces sí pero que se apagan con el tiempo.
En esa lucha interna por conquistar , la luna , volar a marte y orbitar la tierra , se ha olvidado de viajar a su interior para descubrirse con aciertos y errores pero corregibles hasta el último día de su vida.
A este mundo le falta revolucionarios que verdaderamente revolucionen a partir de su compromiso con la naturaleza y su entorno, que busque recuperar lo que hemos destrozado durante todo este tiempo.
Existen personas valiosas que son el contrapeso a tanta desigualdad, a tanta injusticia , a tanta sangre derramada, a muchos de ellos ni siquiera conocemos porque no tienen el gran marketing , sin embargo personas valiosas que hacen ver que la esperanza no ha muerto con su acción.
Hemos conquistado desarrollar como nunca en poco tiempo la tecnología que nos alcanza a nuestras manos todo aquello para comunicarnos, pero no hemos encontrado la chispa que nos indique el porque llegar al otro entregando nuestra mano para contar con nuestro esfuerzo y sabiduría.
El egoímo se transformó en un antivalor que viaja en nuestros adentros y que lucha por salir para mostrar la peor cara.
La codicia por alcanzar lo material hasta el infinito, sin ver quien queda a nuestros pies es un veneno que aun no ha encontrado el antídoto.
Intentemos cambiar este mundo de plástico, intentemos ser parte de esa revolución que realmente revolucione para ser más humanos, sin perder de vista que somos en este planeta, huéspedes por un ratito.

 

 

MARCONI LA TIERRA OLVIDADA
Por. Julio César Romero Magliocca

Por el año 1950, debido a la gran crisis económica principalmente en la campaña mucha gente deja esa tierra laboriosa para llegar hasta la gran ciudad como última tabla de salvación a su momento económico. Muchos llegan a la zona de Aparicio Saravia, extensiones de tierras que se encontraban en situación de remate son ocupadas por el rancho. Esta era una vivienda precaria que se levantaba con puntales, chapas, cartón y nylon. Esta vivienda de emergencia era levantada de esta forma porque se podía levantar y colocar en otro lugar en caso de expulsiones. Como en su mayoría los habitantes de estos rancheríos venían de la campaña, traían consigo la impronta del carro y el caballo, la cría de chanchos era un complemento para la otra tarea que era recolección, clasificación y posterior venta en los depósitos del barrio (grandes galpones acopiadores, donde se compraba el material, cartón y todo aquello que lo recolectores traían en sus carros). Por la década del 60 se construyen viviendas de material, bastantes precarias con grandes tanques como depósito de agua cada tanto en algunas sendas. Pero el bordado de pobreza sobre Aparicio Saravia fue la tierra de mis vecinos, cuando logro mudarme al barrio. Como llegamos en tiempos de dictadura año 1981 no se veían gente en las esquinas hasta altas horas de la noche. Pasan unos años, por el 83 se veía desflecar esa triste dictadura y comenzaban de a poco las libertades. Lentamente se recomponía el sistema político que habilitaba de alguna manera luego de negociaciones un nuevo período electoral. Si bien antiguamente los vecinos comentaban cuando se acercaban los políticos notorios a buscar su voto al barrio no lo hacían con sus manos vacías. A cambio de colocar un cartel del partido del visitante, se traía una damajuana de vino, unos chorizos, un poco de música y como que el acuerdo ya quedaba sellado de alguna manera. El que tenía más suerte, recibía una tarjeta de algún connotado dirigente para poder entrar en la vida laboral. Pero volviendo al período posterior a la dictadura, eso lo vieron mis ojos, se reiteraba lo de los chorizos, el vino y una comida apetitosa de un asado y allí la charla, el contagio para nuclear gente a través del fútbol sin dudas de mayor impacto, con la promesa de un buen equipo para el club. Sin dudas que siempre fueron así, los políticos a los barrios carenciados, llevan la luz por un ratito. Es solo para el día que emiten su discurso inundado de promesas. En el tiempo se perpetuo la pobreza en nuestro país, como para tener un bolsón de donde sacar los votos que definen una elección, porque realmente no se soluciona el problema de fondo, sino que se maquilla su situación. Un plaza por acá que vale u$s 2:000.000 (será así?), cuando con menos plata o empleando la misma se pueden hacer muchas más cosas. Estos barrios necesitan acompañamiento cierto, no que venga en época electoral entre pompas un connotado político a colocar un farol para iluminar su discurso, y cuando se terminan los aplausos descolgarlo y dejar la oscuridad de nuevo. Se necesitan centros de estudios, incluyendo escuelas de oficios, dando verdaderas herramientas para luchar en este mundo tan competitivo que vivimos. Cuando éramos chicos recuerdo usar los pantalones con rodilleras, y remendados pero limpio. Hoy los medios te colocan por las ventanas estúpidas de una TV , la carrera por ser un crack pero si tenes los elementos necesarios para serlo. Un buen auto, el mejor celular y varios etc. más. El no puedo que nos hacían ver nuestros padres, posibilitaba que no faltara el alimento, la vestimenta o todos aquellos artículos de primera necesidad. Teníamos nuestros tiempos vigilados, guiados cuando nos torcíamos por un rato. Lo que pasó en el MARCONI, puede explotar en cualquier barrio si no se atiende a tiempo, es hora de hacer una gran autocritica y emplear los dineros públicos de la mejor forma, para dar en el clavo con lo que se quiere lograr, sino son solo buenos intentos, teóricos nada más…


(Nos encontramos si Uds. así lo quieren en esta sección con Raíces de Agosto 2016)


LA ORUGA

Mari era una oruga como cualquier otra y al igual que la mayoría de su especie, esperaba el gran día de convertirse en una hermosa mariposa para volar a lo más alto del jardín y disfrutar más de toda la naturaleza.  Cada día Mari se quedaba mirando al cielo y soñaba con el gran día de volar alto, ella sentía que ya era hora de partir y buscar un lugar muy hermoso en donde pudiera ser verdaderamente feliz y sin una vida tan monótona. Un día Mari decidió partir con otras orugas hacía otro lugar del jardín, todas buscaban una hoja perfecta para iniciar con la metamorfosis que cambiaría su aspecto para siempre. El gran día había llegado y Mari se sentía muy ansiosa por llegar a ser esa hermosa mariposa que siempre había soñado. Ese día todas las orugas se aferraron a diferentes hojas que escogieron por propia voluntad. Para su mala suerte ese día se desató una gran tormenta y todo se complicó mucho hasta el punto de tener que aferrarse fuerte a las hojas para no morir. Las orugas estaban muy tristes y ya no querían esperar más para ser mariposas. Mari duró mucho tiempo aferrada a las hojas hasta que un día despertó siendo diferente. Tenía unas grandes y enormes alas que le permitían ver el jardín desde otro lado; todo era muy hermoso, colorido y lleno de vida. Mari y sus amigas empezaron a volar muy alto y vieron que la naturaleza era demasiado hermosa, sentían que la libertad era un sueño, se imaginaban viajando muy lejos y disfrutando de todo lo que ahora podían observar. Por fin el sueño de las orugas se había hecho realidad, ahora eran hermosas mariposas volando libres en el viento y sintiendo la verdadera felicidad. Mari comprendió que nunca se debe desistir ante una dificultad, porque tras la tormenta siempre aparece un día soleado, hermoso y listo para volver a soñar.

 

EL BURRITO

Un día, el burrito de un campesino se encontraba jugando como de costumbre al lado del pozo. En uno de sus saltos y descuidos, el pobre burrito cayó dentro del pozo y se puso muy triste al ver que era casi imposible salir. El animal duró largas horas llorando y sintiendo que era inútil querer salir de allí porque el lugar era muy profundo y él no tenía la fuerza necesaria para hacer el impulso a su salida. El campesino duró largo rato tratando de sacarlo de aquel lugar y no tuvo éxito. Cansado y pensando que era inútil seguir luchando por aquel burro, decidió que el animal ya era demasiado viejo y el pozo estaba demasiado seco como para seguir esforzándose. Llegó a la conclusión que no valía la pena sacar el burro así que decidió tapar el pozo con tierra. El campesino llamó a todos sus vecinos cercanos y les pidió el favor de ayudar a sepultar el burrito para cerrar de una vez ese pozo que ponía en riesgo la seguridad de todos. Casi todos los vecinos llegaron a ayudar y empezaron a lanzar grandes cantidades de tierra al pozo. El burrito se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró fuertemente, pero después de un rato todo se tranquilizó. Los pobladores pensaban que el burro ya había muerto, pero a medida que tiraban tierra al pozo se daban cuenta de un sonido extraño. Cuán grande fue la sorpresa de todos al ver que el burrito estaba haciendo algo increíble a medida de que todos lanzaban tierra. El burro se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba para estar cada vez más cerca de la salida, todos seguían llenando el pozo de tierra y al final se sorprendieron al ver como el burro logró salir de aquel lugar y corriendo feliz por todo el campo.

La vida nos pone situaciones como la que vivió el burro y tratará de lanzarte tierra para destruirte. Lo más importante es ser perseverante, sacudirse la tierra y siempre dar un paso hacia arriba.

 

LA ESCLAVITUD EN URUGUAY - EL CASERIO DE LOS NEGROS


Hasta treinta años después de la fundación de Montevideo, la raza africana no se conoció en esta ciudad, dicho sea con perdón de algún geógrafo moderno. Recién en 1756 arribó aquí un buque con negros de Angola, primera importación de esa mercancía de carne humana. Se permitió su depósito en tierra, resultando de ello una epidemia de que fueron víctimas muchos habitantes de la ciudad, y los más de los negros introducidos, quedando de estos pocos sobrevivientes. El 67 vino otro buque con negros bozales, como los de la primera expedición. Diose permiso para el desembarco, destinándose un horno de fábrica de adobe en extramuros, cercano a las fuentes de aguada pública, para su depósito. Con lo ocurrido once años antes con los primeros venidos, el vecindario se alarmó, temeroso que se reprodujese la peste, y el Cabildo representó al Gobernador La Rosa, que se obligase al capitán de la nave importadora a llevarlos a la costa del Cerro, donde pusiese hospitales en barracas, lejos de comunicación con el vecindario. Pasó mucho tiempo sin que arribase a estas playas ningún buque negrero, con esa carga. Al tenerse noticias de la próxima venida de buques negreros de la Compañía de Filipinas, en 87 , el Cabildo se puso en guardia, velando por la salud pública, y más que de prisa trató de tomar medidas preventivas, que el miedo guarda la viña, acordando que incontinentemente se intimase al apoderado de la Compañía de Filipinas, que dispusiese habitación bastante y aparente para su depósito ; en la boca del arroyo del Miguelete , hacia la parte del Cerro, donde en efecto procedió la compañía a la construcción del establecimiento que se conoció por Caserío de los negros. Este establecimiento, donde se depositaban en cuarentena los negros importados de la Compañía de Filipinas, ocupaba una manzana de terreno , bajo muro, teniendo en el centro cinco piezas edificadas, dos grandes almacenes, cocinas etc. techo de paja. Por mucho tiempo , sirvió para depósito de los pobres negros condenados a la esclavitud.
(fuente : Isidoro de María de “Montevideo Antiguo”)