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RINCÓN POÉTICO
Por. Emma de León

   
   

DI SI SABES

Cuánto vale una sonrisa,
cuánto un abrazo,
y el arco iris después de la tormenta.

Cuánto las palabras,
que callamos,
los momentos que dejamos
huérfanos y descalzos
al costado del camino.

Cuánto valen?

Di si sabes!

 

Pecado

“qué es pecado? Pecado es separación de Dios”

Soy parte de ese árbol,
de la flor que se abre en primavera,
también soy esa quimera,
y ese perro ladrándole a la luna.

Soy aquél hurgador de la basura,
que en las miradas todos escondemos.

Soy parte de ese mármol y ese fuego!
Y  la sangre en el puñal del asesino…

La  inmensidad del mar y su bravura
me nacen,
y me envuelven en la bruma,
gestándome como al  ave en su nido.

Soy el hombre ,la mujer
y el niño!

Soy parte a veces del pecado,
de creer en la  ilusión
de que no soy…
TODOS.

 

 

Los colores todos…

No quiero una vejez blanca
quiero más bien una vejez digna.

Queriéndome,
viendo los pasos andados
con satisfacción y orgullo de la tarea cumplida.

Quiero una  vejez roja apasionada,
sabia, alegre y mística…

No quiero una vejez blanca,
que los colores todos inunden mis días!

No quiero una vejez ya desahuciada,
sino un vejez inquieta quemándome los días.

Quiero una vejez dulce, aceptada,
aunque no sea el mismo cuerpo el que me habita.

Beso los surcos de las frentes ajadas
de pensar, amar  y  tropezar,
que de eso…
de eso se prende en la vida.

 

Quiero una vejez apasionada,
y una sonrisa cómplice
como testigo
del brazo de los días!

 

QUE SON

Qué son
La suave brisa del verano
Y las caricias surcando mi cintura,
Las manos envolviéndome la espalda
En el sollozante gemido de estar viva.

Qué son
La mentira y el orgasmo
La entrega, la pasión,
Los locos días.

Qué son
Las rocas y la playa,
El mar y los secretos
Que envuelve con la espuma la rivera.

Qué son
Las incansables madrugadas
Preguntas en el aire sin respuestas
Razón y sin razón amor-amante.

Qué son
Las lágrimas inertes como piedras
Que caen y son parte del camino,
La llave no encontrada de una puerta,
La angustia y la insistente rebeldía.

Qué son
Amor-amigo las plegarias
La sed de Dios y el nombre
Y el sentido que le damos  los días.

Que son
De las semillas que sembramos
Y los malvones,
Que pisamos luego de salida.

Qué son
Los poemas y los símbolos,
Las marcas en la piel
Y las velas quemadas en la espera.

De una historia que nunca resucita,
Del duelo de vivir quemando días…

De saber que esta llama
Que sostiene los hilos de este sueño,
Arde con las hojas de una historia
Que murió antes de ser nacida.

Vivir de lo que pudo ser
No es un sacrificio noble
Es distraer  la mirada de la herida.

¿Qué son?!
¿Qué son 5 minutos en la vida de un hombre?

 

 

ACCIÓN-REACCIÓN, CAUSA Y EFECTO

“ El hombre es un bicho de costumbre, ama apasionadamente, hasta que conoce y se acostumbra al otro. Luego esa rutina de costumbres se torna costumbrosamente aburrida conduciendo al desamor, hasta que también a él se acostumbra, por temor, a la inestabilidad del cambio. La sabiduría está en el condimento del misterio y la sorpresa, algo simple, un toque de locura en esa estabilidad acostumbrada que toma la dimensión de la rutina”  (mi yo interior).

 

En el vacío de la sinrazón
entregarme a tu amor,
desesperadamente…

Sin tiempos,
sin promesas,
sin después,
para olvidarlo luego.

Sin sentir el des-amor
abriendo
agrietando mi piel,
cual lluvia filosa de puñales,

y recordarlo
siempre…

 

Estaca al corazón

Sangre de lomos de libros,
tinta!!!
dí cuál, no importa el precio.

Ho! Musa
Vampiresa de mil noches…

Estaca!
al corazón de una quimera,
al niño no nacido,
al sueño roto.

Pacto con la eternidad,
Devoradora!
de sensibles almas cual rebaño,
pastora oportunista y elegante
del dolor y el idilio trashumante!

A tantos habrás dejado sin sus nombres
para ser recordados por las gentes!

Te ofreceré mis súplicas
de barro y hojarasca,
el zapato de cristal
que nunca tuve,
mis sentires incluso si es preciso,
(sello de tu inmortalidad),
el tedio que de niña
gustó jugar conmigo,
mis manos abiertas
de brazos estirados,
que hicieron me advirtieran
cual un espantapájaros
implorándole al viento mil abrazos.

Ofrendo lo que tengo y lo que soy,
aún lo que no atrevo a pronunciar,
tan sólo por tu mordida dulce…

Renuncia a días felices buen pagano
y como a un ciervo
me beberé tus sueños y tus años.
Sangre de lomo de libros
tinta… Quiero!

 

 

A orillas de mi gato…

Cada tic tac es sístole
y diástole…
un corazón insomne
aullándole a la luna.

Risotadas
de duendecitos azules,
y ladrones…

Un perro atropella a un auto
y patea una botella.

La bocacalle
enciende un cigarrillo,
y lo apaga des-humante
con la saliva en la boca de un transeúnte.

Doy vueltas en la cama
y en posición fetal
me acurruco,
a orillas de mi gato…

El despertador
de una agenda electrónica nunca usada
apagándome suena.

Cada tic tac es sístole
y diástole…
un corazón insomne
aullándole a la luna…
risotadas, un perro, bocacalle,

doy vueltas en el despertador,
la agenda…
tic tac…
son las 6 de la mañana.

Un corazón insomne
espera
el alba…

 

 

Mutiladora

Recuerdo,
cuando tus manos
hacían nido en mi rostro,
y vueltas ya mariposas
acariciaban sutilmente mis cabellos.

Tan sólo sentía
cerrando los ojos,
que abríamos el umbral
hacia un futuro nuestro.

Los cantos de los pájaros
llevando el sol en sus alas,
y el mar con su susurro
alimentando los bosques,
nos pertenecían,
y los suspiros entrelazados eran nuestros…

Y nuestra la promesa,
de envejecer muy juntos,
y querernos.

Porqué te extraño amor?
en la rutina,
(mutiladora del encanto y de la magia)
del día a día…

Y a la noche cual barca
en medio del naufragio,
te abrazo dulcemente
y en tu olor me pierdo,
y me aferro a tu piel
como a la vida,
y te amo, te amo…

Antes del tedio absurdo,
el inmenso,
el caprichoso tedio de los días…

 

Jazmín del País.

Su nevado cuerpo es movido,
sutilmente acariciado por la brisa,
que es portadora del Chi (la energía),
de invisibles cálidos brazos
de un Sol amante…

Él la ama,
sin si quiera tocarla,
ella lo sabe,
y sin hacer nada de forma aparente
le brinda su hechicero aroma
inolvidable y dulcemente…

Unos pocos soñadores se percatan
de esta danza luminosa de placeres,
mientras Cupido ata en punta de flecha,
un trozo de jazmín y atardeceres.

Esa es
tal vez,
simplemente,
la felicidad perfecta...

 

Alas coloridas 


Me quieren vender
un amor de utopía
al alto precio
de la desdicha cotidiana…

Al precio de esperar,
quemar  los días…
sepulcros
tras el muro de los años…

¡¿Acaso hay un ser noble
que asuma el sacrificio?!

¿Vivir una vida de gusano
a cambio de las alas coloridas
y la felicidad fugaz de un día?

Me ofreces un amor  de mariposa
pero mi corazón:
es un capullo frágil de mil años…

 

Rosa marchita.

Ya lo sabía Idea,
ella sabía del cansancio
de amar…

Inmensamente…

Y aferrarse,
a las caricias y arrullos
de otros brazos.

Y enjuagarse la mirada en el horizonte,
tras el luto de los días,
que mueren cual la rosa marchita,
detrás de nuestros pasos…

Desnudos y espinosos
de amar…
inmensa e incomprendidamente…

 

Partes de un todo

La vida es diversidad
¿cuántas veces has mutado?

Si cuando niño te vieras
en este cuerpo de adulto,
te habrías reconocido
o tú lo habrías negado?

Y cuando seas anciano?
tú  y tu alma habrán transitado muchos cuerpos,
tan queridos, tan amados!

Y te reconocerás entonces,
no en fotos ni en reproches,
sino en tus logros cual lo lleno de una copa.

El legado que dejamos
no te será arrebatado
aunque tu cansada mente
ya no pueda recordarlo.

Reposarás en la siembra que crecerá
el todo del que venimos
al todo que regresamos,
desde su eterno regazo.

No morimos
sólo mutamos…
la vida es diversidad.

 

Viviendo un loco sueño…


Los vi:
despojados de todo,
desnudos,
sentados en la cama frente a frente
y de espaldas a este mundo,
entrecruzados sus dedos
tocándose las palmas de sus manos.

Los vi,
viéndose a  los ojos,
pretendiéndolos ventanas de sus almas…

Los vi,
sufrir enamorados,
cuando es pecado quererse vanamente.

Los vi,
viviendo un loco sueño,
con el susto de perderse
soplándoles la nuca

Los vi soñando un loco sueño,
dentro de mi sueño,
yo abrí los ojos,
pero ellos…
ellos nunca despertaron.

 

 

 Casi mundana…

Son errantes peregrinas
las yemas de tus dedos
extranjeras aun
acariciando mi espalda…

Sístole, diástole,
con cada exhalación
entibiando mis labios aun al recordarlo,
de sábana apretada me pierdo yo de mí
profundamente…

No era,
la que estaba,
dejándose vencer
(no era yo)
la que temía tus manos
(tomando mi cintura)
ciudadanas…

La que casi tan mundana
se marchó de tí impregnada,
yo no era esa mujer…
te juro en ese instante
la maté.

Y hoy es la peregrina,
la errante, la extranjera,
la que sobra en mi piel.

La que detrás de ti
(lejos de mí)
se fue…

 

 

Raíces
(A Julio Romero)

 

Fluye la savia desde el moho,
sube en espiral
hacia la idea misma de las almas.

Presiona el lodo,
crece,
empuja caprichosamente.

Bombea el pulso de los años,
y es el estupor,
la taquicardia de voces ancestrales,
que desde el barro forjan la vasija…

Nuestro “Ser”,
lo perdido, lo añorado,
columnas y cimientos crecidos de cenizas,
de fuegos de otros tiempos
en fuelles de presentes.

Y cuando besa mi frente
aquella niña (que era yo),
veo claro el futuro y el pasado,
y siento que todo valió la pena y la alegría,

de vivir, revivir,
valorando las raíces que nos sostienen,
agarrándonos la vida…
de las manos.

 

Mírame!!

Tras los días que dejas atrás,
Se quedan las espinas de mi alma.

Hoy soy la aurora renovada
Llena de sueños y sed
De amar la vida…

No quiero ya
que lamas mis heridas
quiero un caliz de luz
para mis ansias…

 

EMMA ROSA

 

El sabor amargo de saberme
laberinto
encrucijada
espinas,
más que flor…

Ella se guarda,
se apimpolla
para abrirse en la sonrisa
de quien la desvelara en el sol de la vida…

justo antes,
de marchitarse
y perder
las esperanzas.

 

 

Retazo de mi niñez. 

Perdóname,
por no poder vivirte
re-vivirte
retazo de mi niñez
allá en las sierras.

Lavar la ropa a mano
allá en “las casas”
con la caricia del sol
de un día de verano.

Retar a los gurises
“nitos chicos”
y darle de comer a las ovejas.

Luchar de sol a sol
tediosamente
para “parar la olla”
allá en el pueblo,
que olvida a qué venimos
a este mundo,
y se  roba los hijos y los sueños.

Cargar con todo el peso de tu nombre,
tu sonrisa a pesar de la tragedia.

Tu mano amiga,
tus silencios,
tu mirada perdida no se dónde,
o tus ojos clavándose  a la muerte
(como puñales jóvenes,
tranquilos por la labor cumplida),
y ganándole!

Perdón,
por no poder
recuperarte.

 

 

Por todo aquello… 

Lloro
las caricias
y las palabras dulces.

Me llora la sangre
de heridas lavadas.

Lloro:
El abrazo
La palabra entusiasta
La sonrisa
El apretón de mano

Loro la dulzura
y la mirada franca.

Lloro:
La sorpresa
La comprensión
La espera

Lloro por todo aquello
que no llega!

 

Hijos míos aprendan: 

El canto de los pájaros,
el sonido del viento entre las hojas,
las nubes a las 4 de la tarde
escapándose a través de los follajes,
el sol que abre su luz por las mañanas,
el llanto, la risa, la plegaria,
el grito, el golpe, la puteada;
la esperanza el dolor el desamor.

Aprendan
de los ojos del anciano
que atesoran el oro de los años,
el abrazo, la ternura, la nostalgia,
la humildad, la voz y la palabra.

Aprendan hijos míos el silencio,
la caída, pero más, a levantarse.
volver sobre los pasos si es preciso
y con la frente en alto
volver a comenzar.

No aprendan el olvido,
y nunca pierdan
la capacidad de maravillarse
con esos ojos de niño
aunque los años pesen en sus espaldas
y el viento les despeine ya las canas,
no dejen de vibrar y sorprenderse
no dejen de aprender a cada paso.

Los ama, mamá.

 

LA TORMENTA

“Nunca te arrepientas de tus buenas acciones, aunque el mundo no lo sepay los que sí no lo valoren, tú lo sabes, y enaltece y eleva tu alma. Y al final entenderás que todo, por injusto que parezca, todo, por algo pasa”
(mi voz interior)

Sacrifiqué mi infancia,
mi juventud,
fue mi elección sin que tú lo pidieras,
para verte reír, para que no sufrieras.

Te tomé entre mis brazos
y te abrigué en mis alas…

Cubrí tus oídos
con mis manos ajadas
que también eran niñas…
para que la tormenta
no entristeciera tu alma…

Estabas allí al marcharme
con un bolsito de casa,
y te lloré por noches
sin té, y trasnochadoras charlas…

Te maquillé en tus 15
te vi mujer, amada,
fuiste mi hermana-amiga,

antes…

justo antes
de que tú lo olvidaras.

 

 

Crónica de un loco

 

Los monos van al zoológico
a tirarle caramelos a los hombres,
y una urraca dirige el parlamento.

Los árboles orinan a los perros,
las rosas con sus espinas
les arrancan las manos a los niños…

Jesús…
Jesús es un bohemio
borracho arrepentido…

Las uñas
mastican la frustración
que luego escupen.

Un hornero se arrastra
con una cuna de mimbre en el pico.

La flor de pajarito
abrió sus alas…
y al alba se hizo la noche.

Mientras
las estrellas le aúllan a los lobos,
y una sombra al pasar
arrastra a un hombre.

 

La arquitectura del mundo

Cierra los ojos
mi alma,
danza!
Que danza la vida…

El Sol sale para ti
cuando tú lo necesitas…
llegan danzares abriendo
de par en par tus ventanas.

Llora y ríe,
Pero vive!
Vive!
Danza!

Danza con tus errores,
y traza un mundo de líneas
infinitas con las alas…
que tú tienes como brazos
para elevarte temprana.

 

Danza y golpea luego
con cada nueva caída
para impulsarte con ganas.

Danza y sueña, vive y danza!
la arquitectura del mundo
está siendo dibujada
en cada trazo que dejan
los movimientos que escapan,
y los sentires que sueltas.

Esa es la foto que guardo.

 

FOTOS DE MI NIÑEZ

Recuerdos de aquél teatro
en banco grande sentada
al lado yo de mi padre
cuando todos te esperaban…

Presentarías tu libro
(un hijo, un hermano)
en el Teatro Ateneo
de lo mejor empilchado…

Y al verte salir a escena
con tus cabellos rizados,
vestido rojo pasión
y de cartuchos un ramo…

Una niña exclamó:
¡Abuela!,
ante tu rostro alumbrado
como Ángela que eras,

Y esa…justo esa

Esa es la foto que guardo.

 

Regalo de Morfeo

Cual proyección de un sueño
a mis manos has llegado
con tus manchitas negras
mi caballito blanco…

¡Desde quién sabe qué tiempo
me habrás estado esperando!
en tu rincón de feria
entre gastados cacharros…

Pero tan sólo ocurrió
como Morfeo sabía
nuestras vidas se cruzaron.

Te veo mecer mi niña
en tu lomo de madera
hacia países lejanos.

Otra niña los contempla,
y desde un sueño sonríe
extendiéndoles la mano,
con su corazón gastado…

 

 

La misión de la rosa 

Tantos cuentos leídos,
tanto has visto pobre alma!

Cuán poco lo que has dicho
del universo que callas!

Si apenas te reconoces
en tu palidez cansada.

Marchita rosa de otoño
regada por el SPLEEN
que aquél poeta pintara.

La misión de la rosa
no es lucir  tan hermosa
sino brindar dulce aroma
cuando ya está marchitada,
y entre las hojas de un libro
ya leído, reposa…

Cementerio de palabras!

Emma Rosa

El sabor amargo de saberme
laberinto
encrucijada
espinas,
más que flor…

Ella se guarda,
se apimpolla
para abrirse en la sonrisa
de quien la des-velara en el sol de la vida…

justo antes,
de marchitarse
y perder
las esperanzas.

 

 

Nada…

La que creías madre,
la inocencia,
el hermano,
la plegaria,
el hijo no nacido,
la libertad de quien más amas,
la vida de un amigo,
la bronca del sentirse estafada,
la fé en el hombre,
la confianza,
la sangre de una madre, derramada…
el amor,
y al tedio la pulseada.

Ya es mucho lo perdido,
ya no!!!
te asusta nada…

 

Espacios ignorados de mi ser…

Una vez más
sentada de rodillas
frente al mar,

ahogando en él
los mares de mis penas
y mis logros,

esperando las respuestas
que no llegan
a lo hondo de mi sangre…

Los espacios ignorados de mi ser,
se  revuelcan como bestias jadeantes,
en las orillas de mi alma
implacablemente inexorable.

-Quién eres?
(pregúntome la fiera)
-No ves que soy tu propia imagen!
(respondí).

-Noooo!
(exclamó la mole miserable)
tú erese sólo mi envoltura.

 

Retazo de mi niñez.

Perdóname,
por no poder vivirte
re-vivirte
retazo de mi niñez
allá en las sierras.

Lavar la ropa a mano
allá en “las casas”
con la caricia del sol
de un día de verano.

Retar a los gurises
“nitos chicos”
y darle de comer a las ovejas.

Luchar de sol a sol
tediosamente
para “parar la olla”
allá en el pueblo,
que olvida a qué venimos
a este mundo,
y se  roba los hijos y los sueños.

Cargar con todo el peso de tu nombre,
tu sonrisa a pesar de la tragedia.

Tu mano amiga,
tus silencios,
tu mirada perdida no se dónde,
o tus ojos clavándose  a la muerte
(como puñales jóvenes,
tranquilos por la labor cumplida),
y ganándole!

Perdón,
por no poder
recuperarte.

 

 

 

Hijos míos aprendan:

El canto de los pájaros,
el sonido del viento entre las hojas,
las nubes a las 4 de la tarde
escapándose a través de los follajes,
el sol que abre su luz por las mañanas,
el llanto, la risa, la plegaria,
el grito, el golpe, la puteada;
la esperanza el dolor el desamor.

Aprendan
de los ojos del anciano
que atesoran el oro de los años,
el abrazo, la ternura, la nostalgia,
la humildad, la voz y la palabra.

Aprendan hijos míos el silencio,
la caída, pero más, a levantarse,
volver sobre los pasos si es preciso
y con la frente en alto
volver a comenzar.

No aprendan el olvido,
y nunca pierdan
la capacidad de maravillarse
con esos ojos de niño
aunque los años pesen en sus espaldas
y el viento les despeine ya las canas,
no dejen de vibrar y sorprenderse
no dejen de aprender a cada paso.

Los ama, mamá.

 

Por todo aquello…

Lloro
las caricias
y las palabras dulces.

Me llora la sangre
de heridas lavadas.

Lloro:
El abrazo
La palabra entusiasta
La sonrisa
El apretón de mano

Loro la dulzura
y la mirada franca-

Lloro:
La sorpresa
La comprensión
La espera

Lloro por todo aquello
que no llega!

 

 

Reservado…

Tu amor de alcoba
no es el mismo
que se levanta temprano,
se va a trabajar.

El que contesta
a mi amoroso saludo telefónico
con un:
qué pasó?

No es el rutinario,
el frío,
el temeroso de amar,
y que lo sepan.

El cobarde,
Inseguro,
la careta.

Es reservado tu amor,
el que amo,
joder!!!
amor de alcoba.

 

 

Historia del desencuentro

El hombre y su sombra
se buscaban,
los dos
espalda con espalda
veíanse los soles salirse y ocultarse.

De cara al mediodía
era su hora del día,
bajo la piel
mutuamente
se tenían.

Al caer la tarde de rodillas,
mutilados de sí mismos,
volvían a sus casas.

A recordar el momento justo
que nunca llegaba,
y sentían ya vivido y reinventado
entre los sueños y las sábanas.

Revueltas por la fatiga,
y el cansancio caprichoso
como la pasión misma.

Hasta dormirse esperando
la llegada del día
que tal vez
sería el esperado, el perfecto.

En el que el hombre y su sombra
voltearan a verse,
y entendiendo que son uno
aún sin conocerse,
se encontraran.

 

 

LA TRISTEZA
Por. Emma  Rosa de León Mieres

Puso el despertador a las 3 de la mañana.

Se pasea haciendo ruidos,
con esas ínfulas de grandeza
para llamar la atención.

Me prepara un café
(no es buena cocinando)
fuerte y amargo,
y encima con limón.

Se toma atribuciones
porque me conoce desde niña,
y me pide un lugarcito a los pies de la cama.

Se siente culpable,
se da vuelta y llorando
me pide perdón…

 

 

 

 

poema

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

   
 


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