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AMAZONAS – Säo Gabriel da Cachoeira (Brasil)

Por. Padre Jorge OSORIO

 

   
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La no-violencia: estilo de una política para la paz”, fue el lema de la Jornada Mundial de Oración por la PAZ, que el Papa Francisco escogió en este 1º de enero de 2017. En tiempos de violencia familiar, nacional e internacional, hacer un llamado a buscar y construir la Paz por caminos no-violentos es un necesidad, y un compromiso que los cristianos debemos asumir y vivir.
En los últimos días las ciudades de Manaus  (capital del Estado de Amazonas) y Boa Vista (Capital del Estado de Roraima) han sido noticia en todos los Medios de Comunicación nacionales e internacionales, debido a la situación de violencia generada y vivida en cárceles de ambas capitales. Situación de violencia que fue, en verdad, una masacre de personas. En esos enfrentamientos sangrientos fueron ejecutadas (mutiladas y decapitadas) cientos de personas, otras tantas quedaron heridas y otras se fugaron de las cárceles.  
Según las autoridades, estaduales y federales, la causa de la masacre fue un “enfrentamiento entre facciones rivales, de narcotraficantes”. Hechos que fueron comandados desde fuera de la cárcel o desde otras cárceles.
Ante esta afirmación la población se pregunta: Cómo puede suceder esto? Cómo hacer para comandar desde fuera de la cárcel, o desde otra cárcel, un hecho como este? No cabe duda que la respuesta está unida, una vez más, a la corrupción, en los diferentes estadios de autoridades y de controles. Y en este caso, también, a la omisión del Poder Público, estadual y federal, respecto a su responsabilidad y rol en el cuidado, custodia y control de la población carcelaria. Así como a la lentitud de los procesos judiciales y a un discernimiento confuso, por negligencia u omisión, de parte de quienes tienen la responsabilidad de aplicar la ley, dictando sentencias que “emparejan” a todos por igual; aquel que es un gran narcotraficante o aquel que usa la droga para su propio consumo o quien no pagó la pensión alimenticia de sus hijos: todos van a la misma “bolsa”, es decir a la misma cárcel y en las mismas condiciones de reclusión.              
Después de esta masacre, que es como “la crónica de un hecho largamente anunciado”, el Poder Judicial está en alerta roja! El sindicato de los Defensores Públicos hace declaraciones y propuestas para acelerar los procesos largamente archivados y hasta olvidados; la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia se reúne con “todo el mundo”, para pedir celeridad en los procesos judiciales y que todos los envueltos en el asunto hagan un “mutirão” (trabajo conjunto) para desarchivar procesos y dictar sentencia. Debemos tener en cuenta que, según datos oficiales, el 30% de los presos están detenidos en forma “preventiva”!! Y el presidente de la República, en un pronunciamiento lamentable, calificó la masacre como un “accidente”.
Cabe tener en cuenta que muchos de los Presidios en Brasil están siendo gestionados por privados. En el caso de Manaus, la cárcel en la que sucedió la masacre es gestionada por una empresa privada, la que tiene responsabilidad, entre otras cosas, por los controles de seguridad: visitas, recreos, etc., así como por la actividad de reeducación y rehabilitación de la población carcelaria. Esta gestión público-privado cuesta a los cofres públicos casi el doble de cuando es realizada sólo por el Estado. Entonces, por qué privatizar? La respuesta parece obvia: hay “otros” intereses, que no es precisamente el de mejorar el servicio!
Por estos hechos de Manaus y Roraima la cuestión carcelaria está ahora en el tapete de las noticias y, parecería, de las autoridades de gobierno. Es claro que esta situación viene de muchos años atrás y no es sólo en estas dos ciudades. La realidad de la superpoblación de las cárceles se da en todos, o por lo menos en la mayoría, de los países pobres o “subdesarrollados” (o en vía de desarrollo) como son los países de América Latina y el Caribe. No es sólo una situación que se vive en Brasil, ni en las ciudades grandes. También aquí, en São Gabriel da Cachoeira, vivimos esa situación, no la de masacre, pero sí la de superpoblación y mezcla de distintas situaciones de prisión. Aquí la cárcel hace parte de una Comisaría y en el mismo edificio, bien chico por supuesto, conviven hombres, mujeres y menores de edad! Hace un año que el Municipio de São Gabriel da Cachoeira no cuenta con un juez residente, así que los procesos se acumulan y se acumulan…! Es de esperar que el “mutirão”, propuesto por la Ministra Carmen Luzia, llegue a São Gabriel!!          
Con certeza, es el camino de la no-violencia, como opción personal y social, el que nos puede conducir a propuestas de políticas públicas que ayuden a revertir esta situación de violencia que se da, no sólo en las cárceles, sino en las calles de las ciudades y poblados. La inseguridad hace parte del sentir cotidiano. Sólo a través del diálogo y del respeto la convivencia pacífica puede ser restablecida. Y sólo en una sociedad que tenga sus bases en la justicia, la paz puede ser construida.
                                                                                                                          

P. Jorge Osorio  
São Gabriel da Cachoeira, 14 de enero de 2017  

 

En São Gabriel da Cachoeira (AM) nos preparamos para Navidad


Entre luces y sombras los habitantes del Municipio de São Gabriel da Cachoeira venimos preparándonos para esta próxima Navidad.
Las distintas Comunidades Parroquiales, a partir del día 12 de diciembre, comienzan con la “Novena de Navidad en familia”. Cada Comunidad se organiza reuniendo las familias del barrio (o los barrios), en las casas (una noche en cada familia) para llevar adelante estos encuentros. En ellos se sigue un lineamiento común, que ayuda a profundizar y rezar este acontecimiento de Navidad: Dios que se hace uno de nosotros.
En nuestra parroquia “São Gabriel Arcanjo” las 27 Comunidades, cada una según sus posibilidades, se han organizado para realizar este tiempo de preparación. Es un momento de reflexión y convivencia muy rico. Yo no tengo posibilidades de visitar todas las casas, pero trato de ir, por lo menos, a un encuentro de familias por comunidad, claro aquellas que están más cerca; imposible poder llegar, en este tiempo, hasta las comunidades que están a lo largo y ancho de los ríos que hacen parte también, de nuestra parroquia.
Una vez que culmina el momento de reflexión y oración, viene el momento “da partilha”, del compartir un jugo de frutas, unos pancitos, etc, lo que cada familia puede ofrecer. Este momento es casi un ritual.
Lamentablemente São Gabriel se ha convertido, en este último tiempo, en una ciudad muy violenta. Desde comienzo de año el Municipio no cuenta con Juez, lo cual hace que la impunidad se haga mucho más cotidiana.
Como diócesis el domingo 12 de diciembre vivimos un momento muy lindo e importante: dos seminaristas de aquí mismo, de esta región amazónica, fueron ordenados diáconos. Fue una celebración de Iglesia que contribuyó mucho a esta vivencia diocesana. Lamentablemente esa alegría fue empañada con el fallecimiento, el miércoles siguiente, de la mamá de uno de los jóvenes que fueran ordenados el domingo. Fue una muerte trágica, pues fue atropellada por un motociclista que iba a alta velocidad. En la tarde, otra señora y su hijo de meses también fueron atropellados por otro motociclista. Estos hechos se han vuelto casi diarios y…dónde está la Justicia? Dónde la Policía? Dónde el Poder Público? Casi podríamos decir: “nadie hace nada”.
Las muertes por cuchilladas, por ahogamientos, por atropellamientos,…se han vuelto rutina. Y todas las autoridades, sean del Estado o de las Organizaciones indígenas, están ausentes. Hasta la Iglesia está contagiándose de esta ausencia!        
Como cristianos no podemos perder la esperanza en que las “cosas” cambien. Pero tenemos la obligación de correr atrás de ello, para que realmente un cambio profundo pueda hacerse realidad. No podemos permanecer indiferentes ante estos hechos, ellos son señales que no nos permiten olvidar nuestra vocación profética, que supone la denuncia de las realidades de injusticia. Feliz Navidad y buen comienzo de año!
Jorge Osorio

 

SÃO GABRIEL DA CACHOEIRA,… un PARAISO…, PERDIDO?


Situado al noroeste de Brasil, en el Estado de Amazonas, en medio de la gran selva y de los grandes ríos, el Municipio de São Gabriel da Cachoeira se asemeja, por su naturaleza, a un “Paraíso”. Sólo que, si aterrizamos en su población y en sus instituciones (especialmente las instituciones públicas), constatamos que se trata de un “Paraíso perdido”!
En el último fin de semana de setiembre tuvo lugar las Elecciones Municipales (aquí sin posibilidades de 2º turno): 10 candidatos a Prefeito (Intendente) y 130 a vereador (ediles). De los 10 candidatos, por lo menos dos, sabían que no estaban habilitados, porque no cumplían con la ley de “ficha limpia”, mismo así se presentaron, y sus votos fueron anulados. Entonces, uno se pregunta: Por que la Justicia Electoral no actuó antes? Dónde está el respeto a la ciudadanía?  
El candidato vencedor, un caboclo (mezcla de indígena con blanco), hijo de esta región amazónica, ganó con un discurso a favor de la minería y con promesas de reabrir los “garimpos” (lugar de extracción de minerales). Dice ser nuevo en el quehacer político, que trabajará con otras instituciones y que dependerá mucho de su equipo de asesores. Es decir, una gran incógnita! 
Ya la región tiene larga experiencia de garimpos clandestinos, donde las personas que ahí trabajan, literalmente, dejan la vida, debido a la gran contaminación y a las pésimas condiciones de trabajo. Llevar adelante la extracción de minerales en forma legal, supone dar entrada a empresas multinacionales que, van a extraer el máximo de mineral posible, haciendo trabajar a las personas (en un 90% indígenas) en condiciones infrahumanas, fuera de todo cumplimiento de las leyes laborales (SGC es campeón en la falta de fiscalización laboral) y dejando suelos y ríos totalmente contaminados.   
Aunque la ciudad y las comunidades (o aldeas) vivan en medio de la naturaleza, sus habitantes, lamentablemente, ha desaprendido el cuidado y el respeto de la misma. Influencia de los blancos? Con certeza, aunque no todo es por “culpa” de esa influencia.
El consumo ha entrado con mucha fuerza,  también, en esta región. Aunque los medios de comunicación no son de buena calidad llegan, hoy en día,  no sólo a la sede del Municipio (SGC), sino a la mayoría de las Comunidades esparcidas por los diferentes ríos. Las propuestas están ahí, en la televisión, principalmente, que convida a vivir una vida muy diferente a la de la aldea; por ello, muchos cuando llegan a la ciudad para cobrar el beneficio del “Bolsa familia” o su jubilación, acaban gastando todo el dinero en artículos que, no sólo no alimentan adecuadamente, sino que perjudican la salud: enlatados, golosinas, saladitos, refrescos…y la infaltable caña! Debería haber un acompañamiento por parte de las instituciones que tienen la obligación de velar por la salud y la vida de la población indígena: FUNAI, DSEI, FOIRN, etc., pero no lo hay, y no es por falta de personal y/ o recursos económicos, es por falta de planificación e indiferencia, aunque en estas instituciones muchos de sus funcionarios son indígenas. 
Últimamente la ciudad de São Gabriel se ha visto asolada por una serie de episodios de homicidios, que asusta y alarma. Todos ellos han quedado, hasta la fecha, en el más absoluto olvido, ninguna autoridad pública competente ha hecho nada para esclarecer todas esas muertes y, en algunos casos, han puesto impedimentos para que una rudimentaria investigación pueda avanzar. En todos los casos, el elemento bebida alcohólica y droga ha estado presente.  La población está en permanente tensión y sobresalto.
El último homicidio, ocurrido en estos días, fue el de un profesor, en este caso intervinieron alumnos de la escuela en la que este profesor trabajaba. No hay juez, promotor de justicia, policía, que “mueva un dedo” por esclarecer la situación y castigar a los responsables. La sociedad ha reaccionado y, gracias Dios, se está organizando una marcha pacífica para este viernes 11 de noviembre, con paradas ante cada una de las dependencias estatales que tienen responsabilidad en lo que se refiere a la seguridad pública.
La falta de reacción es una de las características de estas poblaciones indígenas. Por siglos sometidas y esclavizadas, todavía les cuesta levantar cabeza y hacer oír su voz. Ayudar en esto es un desafío para todos los misioneros que estamos viviendo aquí.  
Para los que venimos de fuera, de otras culturas, la vida aquí  es un reto permanente. Todos los días es una nueva preocupación y tentar rescatar vidas que se van perdiendo por la bebida alcohólica, la prostitución, las peleas (a veces interétnicas), las enfermedades,… y el total desinterés del Estado.  Es una gran oportunidad para vivir la dimensión profética de la denuncia, exigida por el Bautismo!   

                                                                                                                                                                        P. Jorge Osorio
São Gabriel da Cachoeira (AM), 08 de novembro de 2016

 

 

AMAZONAS – Säo Gabriel da Cachoeira (Brasil)

Por. Padre Jorge OSORIO


São Gabriel da Cachoeira es un Municipio brasileño del interior del Estado de Amazonas, región noroeste de Brasil, dista 852 quilómetros de Manaos, capital del Estado, y está a las márgenes de la cuenca del Río Negro. Limita al norte con Colombia y Venezuela. Buena parte de su territorio es abarcado por el Parque Nacional del Pico de la Neblina, además de las tierras indígenas del Alto Río Negro y del Medio Río Negro I, II y III. En el Municipio, nueve de cada diez habitantes son indígenas.

El Municipio es también conocido como Cabeza do Cachorro (perro), porque su territorio tiene una forma semejante a la de ese animal. Su superficie es de 109.185 Km², representando el 6,951% del territorio del Estado de Amazonas. En 2015, según el IBGE, su población era de 43.094 habitantes.

En un caso inédito en la federación brasileña, fueron reconocidas, como idiomas oficiales en el Municipio, al lado del portugués, tres idiomas indígenas, después de la aprobación de la Ley Municipal 145, del 22 de noviembre de 2002: el nheengatu, el tucano y el baníua, lenguas tradicionales habladas por la mayoría de los habitantes del Municipio, de los cuales, el 74% es indígena.

La mayoría de la población está constituida por una gran variedad de etnias indígenas: Arapaço, Baniwa, Barasana, Baré, Desana, Hupda, Hup’de, Karapanã, Kubeo, Kuripako, Makuna, Miriti-tapuya, Nadob, Pira-tapuya, Siriano, Tariano, Tukano, Tuyuka, Wanana, Werekena, Bará, Dow y Yanomami. SGC es el Municipio con mayor concentración de etnias diferentes del país; son 23 etnias y 17 idiomas.

Las diversas comunidades indígenas se distribuyen en los barrios de la sede municipal, en el núcleo urbano de Iaguareté y a lo largo de los ríos que cortan el Municipio, como: Uaupés, Içana, Tiquié y Negro. Son más de 400 pequeñas comunidades que viven en este territorio indígena.

Es en esta realidad humana y geográfica que la Iglesia de San Gabriel da Cachoeira lleva adelante su misión de evangelización. Iglesia presidida por su obispo diocesano, Dom Edson Damián, que es oriundo de Santa María (Rio Grande del Sur), y que lleva ya más de 15 años de ministerio en esta Región Norte del país. La diócesis, cuyo territorio es mayor que Uruguay, está integrada por 10 parroquias.

Para los que venimos de realidades y culturas tan diferentes, integrarnos a este caminar de la sociedad y de la Iglesia amazonense representa un desafío cotidiano, así como la disposición de superar las constantes dificultades que se nos van presentando: el idioma, el clima, la alimentación, los medios de transporte, etc. En esta “lucha” son varias las realidades que alientan: las fragilidades y heridas de estos pueblos y su gran capacidad de acogida, entre otras. Pueblos religiosos y de sentimientos nobles, que, poco a poco, han sido diezmados y utilizados. Con poca capacidad de respuesta a la opresión y utilización de “los que mandan”, quizás por tantos siglos de sometimiento forzado.

HOY, São Gabriel da Cachoeira es un Municipio olvidado por las autoridades municipales, estaduales y federales. La Salud está, desde hace tiempo, en situación de emergencia y de caos total; en esta época los niños continúan muriendo a causa de la diarrea! La malaria y el dengue hacen estragos, diariamente. Tuberculosis, pulmonía, desnutrición,… conviven en esta región con el diario vivir de la población. Recursos humanos y económicos llegan, dónde van? Cómo se utilizan? No se sabe, o se sabe y no se denuncia.

La situación de la salud fue motivo de audiencia pública en marzo de este año. Por ahora, no se ha visto ningún cambio para mejor, sólo para peor.

La Educación, la situación de los jubilados y de las familias que reciben la ayuda del “Bolsa Familia”, la falta de trabajo,… son realidades muy preocupantes y que no tienen una respuesta de parte de las autoridades e instituciones públicas. La realidad de los presos, hacinados en diminutas celdas, con procesos que nunca se terminan… Y así vamos.

En medio de todo esto, la Iglesia intenta llevar adelante su misión de evangelizar, que incluye, necesariamente, abordar también, esta problemática social. Con una población creyente, en general, y marcada por la acción evangelizadora de diferentes congregaciones religiosas, especialmente salesianos (as), a lo largo de más de 100 años.

El 18 de mayo habrá una marcha en la ciudad, en protesta contra el tráfico y la explotación sexual de menores, que es una realidad lamentable que avanza aquí en San Gabriel. Y en ella, como siempre, están envueltas personas “influyentes”. Ahí estaremos, esperando que sea un aporte más en la denuncia de esta “enfermedad” que corroe toda la sociedad y, como siempre, sus principales víctimas son los más débiles.

P. Jorge Osorio, uruguayo en Amazonia.

São Gabriel da Cachoeira, 10 de mayo de 2016


SÃO GABRIEL DA CACHOEIRA (Amazonas, Brasil) y las Políticas Sociales

El Municipio de San Gabriel da Cachoeira, que está situado al noroeste del mapa de Brasil, en la región conocida como “cabeça do cachorro” (cabeza del perro), limita con Venezuela y Colombia y abriga en él 23 pueblos indígenas diferentes, con la variedad y mezcla de 17 lenguas originales; siendo considerados “idiomas oficiales” el portugués, el tucano, el baniwa y el nheengatu.

Las comunidades indígenas se esparcen a lo largo de varios ríos e igarapes (afluentes menores), entre ellos: Río Negro, Waupes, Tiquié, Xié y otros. La mayoría de las personas que viven en esas comunidades viaja en canoas con motor de “raveta”, motor económico, pero lento, lo que hace que los viajes sean muy largos y con muchas paradas en las comunidades que van encontrando a lo largo de los ríos que recorren.

Casi todos los meses los indígenas se trasladan hasta la capital del Municipio (San Gabriel) buscando poder cobrar los beneficios sociales que el gobierno federal otorga, entre ellos, el “Bolsa Familia”. Son muchas las personas que se aglomeran en largas filas alrededor del Gimnasio Municipal, donde ellas tienen que quedarse, por lo menos, un día y una noche, a la intemperie, soportando sol y lluvia, para conseguir el número que les permitirá ser atendidos. Todo eso para cobrar, a veces, 100 reales!

En esos días la ciudad queda prácticamente “inundada” de personas (familias enteras) que vienen de las comunidades. Los comerciantes felices, pues el poco dinero que cobran lo dejan en los comercios, invertido, en la mayoría de los casos, en artículos que no alimentan: bebidas cola, cerveza, caña, “comida” enlatada o en paquete, etc.

La ciudad no está preparada para esa invasión de personas, muchas de ellas se alojan debajo de lonas en las piedras del río (cuando está seco) o quedan en sus propias canoas en el puerto (apenas una barranca, llamada de “puerto”), otras “acampan” en la puerta de los comercios, otros en las filas del Gimnasio o del Banco,… muchos deambulan por las calles, ya borrachos. Siempre hay peleas y algún muerto por ahogo o por cuchillada.

Varios días de viaje para llegar de las Comunidades hasta la ciudad, varios días de espera en la ciudad para poder cobrar su poco dinero…cuando regresan a su casa, llegan ya sin dinero, con casi nada de comestibles y, en pocos días, tienen que emprender el viaje de nuevo, pues la burocracia, inventada por quienes ni dependen de ese beneficio social, ni viven en estas comunidades ribeirinhas, hace que el plazo dado para cobrar la nueva partida venza y ellos se queden sin su magro dinero.

La consecuencia peor de esto es el desarraigo que produce en la familia, que estaba acostumbrada a vivir del trabajo de la tierra, de la caza y de la pesca. Abandonan esta práctica para correr atrás de un dinero que no cubre, en absoluto, las necesidades mínimas para una vida digna, y los pone en contacto permanente con la ciudad y sus vicios y tentaciones.

En general, tanto las autoridades municipales, como estaduales y federales dan la espalda a esta realidad. Las organizaciones indígenas y la propia Iglesia, algo hacen, pero no es, para nada, suficiente.

El Seminario “Nuestra Señora de Guadalupe”, donde vivo actualmente, está a una cuadra del “puerto” y frente a uno de los Comercios “grandes” de la ciudad. Muchas de estas personas vienen a buscar “agua blanca” (de pozo, aunque no potabilizada) de una canilla que está instalada en la puerta del Seminario y que éste provee. Es, por tanto, una realidad que encontramos y que nos desafía todos los días. Aún no hemos encontrado una respuesta adecuada, pues ésta no puede ser simple “caridad”, sino que debe llegar al fondo del asunto, trabajando sobre las causas y llamando a la responsabilidad a quien es realmente responsable, el Poder Público, a través de los diversos organismos que deben atender esta situación y no lo hacen. En esa lucha y misión estamos, entre otras.

P. Jorge OSORIO

(Diócesis de Melo, Uruguay, trabajando en Amazonas, Brasil)


SÃO GABRIEL DA CACHOEIRA, 31 de julio de 2016


LUCES Y SOMBRAS EN LA “CABEÇA DO CACHORRO”

Observando el mapa de Brasil percibimos, allá arriba en el noroeste del país, como una “cabeza de perro”, es allí mismo que se ubica el Municipio indígena de “São Gabriel da Cachoeira”. Los contrastes son muy evidentes, no es preciso vivir mucho tiempo aquí, que rápidamente los descubrimos.

Naturaleza exuberante con grandes ríos y florestas. Ríos que, cuando están llenos, ofrecen una navegabilidad tranquila y rápida, pero cuando secan se convierten en finos hilos de agua llenos de piedras, impidiendo, casi, la comunicación entre las ciudades, pueblos y aldeas.

Conviviendo con esos grandes ríos e igarapés, en los que se encuentran grandes y pequeñas “cachoeiras” (saltos de agua), es muy difícil creer que no haya agua potable en ningún centro poblado (incluyendo São Gabriel, la capital del Municipio) y que con mucha frecuencia la ciudad quede sin agua, dependiendo sólo de la lluvia.

En una región en la cual, además de esas grandes corrientes de agua, el sol hace su aparición todos los días del año, entre las 5 y las 18h, también es muy difícil creer que, hasta el momento, la producción de energía eléctrica dependa de combustible fósil que se trae en grandes balsas (cuando el caudal de agua de los ríos lo permite), desde Manaus (capital del Estado de Amazonas). No existe la producción de energía solar, ni hidráulica. Y…casi todos los días hay corte de energía eléctrica, para racionar el combustible o porque las máquinas de las usinas se calientan demás.

  • Esto, será falta de planificación de las autoridades competentes o simplemente indiferencia ante las necesidades de la población?

Más del 90% de la población del Municipio es indígena, siendo en su mayoría agricultores. La mayor parte de las familias viven de lo que producen y/o de lo que reciben a través de beneficios sociales (jubilaciones, bolsa familia u otros), siendo su renta mensual, aproximadamente, 900 reales por familia (siempre bastante numerosa). En muchas familias son los abuelos quienes crían los nietos; en otras, es sólo la madre; tíos que se hacen cargo de sobrinos; etc.

Sorprende ver la cantidad de comercios que hay en la ciudad de São Gabriel, tanto en el centro como en los barrios. Muchos comercios y todos venden casi lo mismo. Sean supermercados, ferreterías, barracas, almacenes, panaderías, fruterías, etc. Incluyendo la “Feria Municipal”, en la que los agricultores, pescadores y artesanos traen sus productos para comercializar. Todos los comercios, en general, siempre están llenos de mercadería, todos venden. Comprar, supone no sólo recorrer varios comercios, pues los precios varían mucho - no existe, aquí en SGC, una reglamentación que obligue a tener un precio único, por lo menos en los artículos básicos -; así como también, revisar bien cada producto que se compra, pues, es muy probable que ya esté vencido.

Son los comerciantes una “clase” poderosa y dominante en la región; varios de ellos vinculados a la política partidaria. Algunos, en estos años pasados, fueron presos (ahora ya están libres) por delitos económicos y/o vinculados al tráfico de personas y de drogas.

La “Lotérica” que funcionaba en la ciudad y a través de la cual se cobraba el beneficio del “Bolsa familia”, así como algunas jubilaciones, ya hace un buen tiempo fue clausurada por fraude: retenía y usaba las tarjetas de cobro de los beneficiarios. Práctica también utilizada por algunos comerciantes; así como por familiares de personas ancianas que: son sus apoderados o, simplemente, les roban la tarjeta.

  • Cómo muchos de estos comerciantes viven, crecen y dominan, con una clientela tan carente? Es una gran interrogante. Situación digna de una profunda investigación periodística; no digamos policial o judicial, porque estos poderes aquí casi no existen y si existen no actúan.

São Gabriel da Cachoeira tiene todas las condiciones naturales para ser un lugar en el que las personas puedan vivir una vida digna, saludable. Lamentablemente la corrupción del poder político y económico, así como la omisión de muchos: Instituciones Públicas y Privadas, ONGs, Iglesia, líderes comunitarios, etc; y la poca capacidad de reacción y de organización del pueblo simple, han hecho de esta región de Amazonas un lugar de sufrimiento para la mayoría de sus habitantes, en especial, de aquellos que son oriundos de esta región, los indígenas.

Escenario propicio para vivir la profecía. Sólo que esta misión no es fácil, más cuando no son (o somos) muchos los que están (o estamos) dispuestos a correr los riesgos que asumir esa misión, dada a los cristianos en el Bautismo, supone.


P. Jorge OSORIO (Sacerdote de la Diócesis de Melo -Uruguay-, misionando en la Diocese de São Gabriel da Cachoeira -Brasil-)

SGC, 15 de agosto de 2016, Fiesta de la Asunción de María.


LAS MUNICIPALES São Gabriel da Cachoeira, 18 de septiembre de 2016

El domingo 2 de octubre habrá Elecciones Municipales en Brasil; en esta instancia se elige: Prefeitos (Intendentes) y vereadores (ediles). Aquí, en el Municipio de “São Gabriel da Cachoeira”, que tiene una población de, aproximadamente, 43.000 habitantes, se postulan 10 candidatos a ocupar el cargo de Prefeito y 130 para ocupar los 13 cargos de vereadores: ¡10 candidatos para una plaza, 130 para 13!

El día a día de São Gabriel transcurre entre propaganda política por las calles y comicios; muchas personas encuentran su “fuente de trabajo” en estas instancias transitorias, sacudiendo banderines en las calles o encima de alguna camioneta o repartiendo volantes por las casas o en la vía pública. Todos “militan” con la promesa de cobrar su “salario” al final de las elecciones (¿? ¡!). Algunos ya han recibido algún “adelanto” en: comestibles, gasolina y…promesas!

Según un estudio realizado por una Institución Nacional, cuyo resultado fuera presentado en una reunión de directores de Escuelas, ninguno de los 10 candidatos a prefeito tienen “ficha limpa”, es decir, que sus antecedentes políticos no hablan nada bien de ellos. Algunos de estos candidatos, con mucho rostro de piedra, se presentan a la reelección, como el actual prefeito, que ha dejado la ciudad “a pedazos”. Algunos de estos candidatos y candidatas son de aquí, de esta región del Estado de Amazonas, indígenas o caboclos, pero de aquí mismo. No son garantía para la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

La conciencia sobre la responsabilidad política de todos los ciudadanos y ciudadanas es baja. No hay instancias de formación, de discusión, de debate sobre esta materia. Se habla, en las Escuelas y otras instituciones, sobre la “formação em cidadania”, es decir, formar ciudadanos conocedores de sus deberes y de sus derechos, pero, en la práctica, se “respira” la apatía y hasta la indiferencia respecto de estos asuntos.

La CNBB (Conferencia Nacional dos Bispos do Brasil), organismo rector de la Iglesia Católica en Brasil y que reúne a todos los obispos, elaboró una “Cartilla de Orientación Política” y la envió a todas las diócesis del país, con el fin que, desde las distintas parroquias y organismos pastorales, se aborde el tema de la responsabilidad de los cristianos en la vida política del País (Estado y Municipio). En su Mensaje inicial, entre otras cosas, los obispos dicen: “Los cristianos laicos y laicas no pueden abdicar de su participación en la política. A ellos les cabe, de manera singular, la exigencia del Evangelio de construir el bien común en la perspectiva del Reino de Dios. Contribuye para eso la participación consciente en el proceso electoral, escogiendo y votando en candidatos honestos y competentes. (…) De los prefeitos, en el Poder Ejecutivo, se espera conducta ética en las acciones públicas, en los contratos firmados, en las relaciones con los demás agentes políticos y con los poderes económicos. De los legisladores, los vereadores, se requiere una acción correcta de fiscalización y legislación que no pase por una simple presencia en la bancada de sustentación o de oposición al ejecutivo”.

No cabe duda que la Iglesia tiene que entrar en el ruedo de esta concientización política, rompiendo con los preconceptos que dicen que “la Iglesia no debe meterse en política”. El 7 de junio de 2013, el Papa Francisco decía: “Para el cristiano, es una obligación envolverse en la política. Nosotros, cristianos, no podemos hacer como Pilatos: lavarnos las manos. ¡No podemos! Debemos envolvernos en la política, pues la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Por eso, los cristianos deben envolverse en la política con espíritu evangélico”.

Animada por el obispo diocesano, Dom Edson Damián, la Iglesia de São Gabriel da Cachoeira está siguiendo estas orientaciones, alentando a todos los cristianos para participar conscientemente en la vida política del Municipio y emitir, el próximo 2 de octubre, su voto responsable.

P. Jorge Osorio

 


   
 


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