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Por Ana María Yorio

   
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Por los Barrios

PRADO CHICO


La Quinta de Carlos de Castro.
"A la historia va lo que hacen ciertos "grandes hombres".No puede ir lo que muchos más, que pueden ser mucho más grandes , impiden hacer o se inhiben de hacer"
Carlos Vaz Ferreira.
Transcurridos algunos años de fundada la ciudad de Montevideo y luego del reparto de chacras del Miguelete, que fueron en los primeros tiempos trabajadas por negros esclavos,paulatinamente esta zona se fue transformando en lugar deveraneo y descanso.Las casas quinta dieron atractivo y encanto  a la vida social del siglo XIX.Las familias prestigiosas de nuestra sociedad, poblaron  la zona no solo aportando belleza en las constrcciones, sino también apostando al desarrollo y evolución de industrias y la cultura del país.De esa época dorada sobreviven algunas casas y parques.La ex-quinta deCarlos de Castro, una de las más hermosas del Prado , estaba constituída por tres casas.La principal fue demolida, se conservan la casa secundaria, las cocheras y habitaciones de servicio.Se destaca un estilo de reminiscencia clásica para la residencia central y tipo chalé para las cocheras y casas de servicio.Estas mostraban muros de ladrillo visto y techos de tejas a dos aguas sostenidos por estructuras de madera dura que hoy se conservan en perfecto estado y donde el conjunto presenta una imagen ligera y pintoresca.El portón de la entrada, también desaparecido, señalaba la fecha de su inauguración , 1868.Esta quinta tenía un embarcadero, los paseos en el Miguelete eran frecuentes, la familia los disfutaba en "noches venecianas"en una góndola auténtica traída por Castro en la bodega  de un barco,al igual que árboles grandes , porque no tenía paciencia para esperar su crecimiento.Carlos Benito Tomás de Castro nació en Montevideo el 21 de marzo de 1835, en 1845 viajó a Italia junto a sus hermanos ,donde se educó.De regreso a nuestro país en 1859, fue Catedrático y Rector de la Universidad, Ministro de Flores y Santos, Senador y Gran Maestre de la Masonería Nacional.Eb 1861 se casó con Isabel Caravia, tuvo nueve hijos que se destacaron no soló poe sus actividades sino por sus vínculos con prestigiosas personalidades. En 1885 , su hija María se casó con el Dr.Pedro Figari.Carlos de Castro encargo al francés, Pedro Margat el diseño del parque de la quinta, rodeada de esbeltos árboles de distintas especies; lucía en el pasado caminos rodeados de abundantes flores, rosas amarillas y blancas, pensamientos, varias clases de clavelinas, jazmines, enredaderas, violetas, tulipanes, jarrones de marmól de Carrara, fuentes y estatuas que despertaron admiración de poetas y pintores.Pedro Blanes Viale, en el fámoso óleo "Las glicinas" dejó el recuerdo de los colores blanco y lila de esta joya que acompañaba el paisaje.La mansión fue inspiración para Pedro Figari en su cuadro "Atardeceres en la quinta" También se inspiraron allí Petrona Viera y Carlos María Herrera.
El chalé secundario, donde actualmente se encuentra el Municipio G, se estima que fue vivienda de uno de los hijos de Castro que llevaba su mismo nombre.Carlos (h) fue el creador  del Banco República.A raíz de las fuertes depresiones que padecía , se quitó la vida en uno de los bancos de la quinta de su padre, cuando ya era propiedad municipal.Una espectacular Santa Rita acompaña la entrada de las cocheras, así como el encanto y atractivo de la casa en la que se ofrecieron grandes fiestas, donde estaban presentes las suntuosas mesas y los mejores vinos, a los que concurrió la alta sociedad de la época.
Carlos de Castro falleció el 28 de octubre de 1911.En 1917, la Masonería del Uruguay funda en su homenaje la logia Carlos de Castro, a quien también debe su reconocimiento institucional.Entre los años 1922 y 1923, su quinta fue adquirida por el Municipio de Montevideo.Desde noviembre de 1919, la calle Camino Castro lleva el nombre de un hombre que vivió una época de educación, cortesía, refinamiento y buen gusto. Nos transporta  a una época de ensueño, de carruajes, capelinas , faldas de terciopelo, tules y encajes que dan marco a la historia.El Prado es un paseo sano para disfrutar  de su esplendor, en un hecho cotidiano, como contemplar en primavera el árbol que florece con esa belleza resplandeciente, que da la sensación de acariciar el cielo, al igual que las estrellas en la noche. Pasado el tiempo continúa siendo un lugar de encuentro.
Bibliografía consultada:
Anales "El Prado"
Anibal Barrios Pintos-Especiales para diario El Día.
Ricardo Goldaracena "-El libro de los linajes."
Josefina Lerena "-Novecientos".
José Pedro Barrán "Historia de la vida privada en el Uruguay".
Nuestro agradecimiento, al Arq.Carlos Altezor, la Biblioteca José Artigas de la Junta Departamental de Montevideo  y la Masonería  del Uruguay.

Ana María Yorio.

 

 

POR LOS BARRIOS 25 DE AGOSTO Y DELUCCHI
Por ANA MARÍA YORIO


"Para quién lo pequeño no es nada, no es grande lo grande"                      

                                   Ortega y Gasset.


De Asentamiento a Parque


El 16 de agosto del año 2005, dentro de la Zona 13, en la Subzona 5, entre las calles Bv.Batlle y Ordoñez, Mariscal Foch y Pedro Trapani, se realizó una experiencia única en nuestra Sociedad:el realojo del "25 de Agosto".El asentamiento más antiguo de la ciudad quedó en el recuerdo, en este hecho histórico, fecha inolvidable para este barrio. Diferentes generaciones pasaron por el asentamiento, compartiendo el sentido de pertenencia del lugar, 297 familias más de 1000 personas de los cuales el 30% eran niños, vivieron en condiciones infrahumanas durante casi 42 años.
Tenemos presente está historia; hoy convertida en un espacio verde, abierto que constituye un pulmón necesario en la Zona,dado que la población aumentó considerablemente en los últimos años. El parque Andalucía (Parque Lineal  Miguelete)fue inaugurado el 5 de agosto de 2008, por el Intendente Ricardo Ehrlich. Asistieron a dicho acto, representantes de los distintos Departamentos de la Intendencia de Montevideo, integrantes de la Junta Departamental, autoridades locales, organizaciones sociales, Ediles, Concejales y Vecinos. También cabe destacar la presencia del representante de la junta de Andalucía, arquitecto Manuel Gonzaléz Fusteguera, la que respaldó económicamente la construcción de este gran parque; de allí su nombre. El proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Virginia Davis y Pablo Hakas, con el asesor en iluminación Carlos Galante y la forestación del ingeniero Agrónomo Daniel Bayce. Es importante subrayar que hacía  más de 50 años  que no se inauguraba un Parque de estas dimensiones;5 hectáreas, con iluminación, juegos infantiles y espacios deportivos. Como testimonio de este día , niños de la Escuela N°42 República de Bolivia, y de guardería Kin Tin Tan, Plantaron árboles. También lo hicieron el Intendente de Montevideo y en reconocimiento a su trabajo por el barrio el señor Vicente Yorio. La participación  de Organizaciones Sociales  e Instituciones tanto del ámbito público como privado y la metodología adoptada hicieron posible está realidad, dando paso a la historia de un gran cambio.
Este histórico cambio cuenta con un registro único de la realidad vivida, en el documental" el  veinticinco", realizado a través de un Presupuesto Participativo. Es este un paseo al aire libre, un paisaje que se está vistiendo en lo que fue , una de las zonas privilegiadas de nuestra ciudad. Comenzando otra historia en la que continúan presentes hermosos árboles y el arroyo Miguelete, testigos de siempre.
Ana María Yorio.

 

POR LOS BARRIOS -PRADO NORTE.
EL ATELLIER de PEDRO BLANES VIALE.
Por Ana María Yorio

"El alma se eleva a la altura de lo que admira"  (Jean Marie Guyau)
Las originales casas quintas del Miguelete, formaron parte de una época  particular en la que los parques y jardines marcaron la atracción de este lugar, con intensa vida social y costumbres que contribuyen a la construcción del pasado. Allí vivieron destacadas personalidades vinculadas a la historia de nuestro país. Dentro de la sub-zona 5, en la calle Dr.Pena casi Cno Castro , tuvo su Atellier "el gran pintor Pedro Blanes Viale". Hoy a pesar de estar abandonado, se observa una linda edificación al frente con un gran ventanal. Se conserva una escalera de madera y un gran sótano. Allí el pintor dio vida a mucha de sus obras;se cree que por las comodidades que poseía la casa pudo vivir alternativamente, pues viajaba continuamente.
Pedro Blanes Viale nació el 19 de mayo de 1879 en el departamento de Soriano y siendo muy joven se trasladó junto a su familia a España. Viajó por Italia, en 1902 recibió una beca y durante 5 años tomo lecciones en Paris con Antonio de la Gándara. A los 28 años regresó a Montevideo; dirigió y fue profesor honorario en el Circulo de Bellas Artes y también en la Escuela Industrial de Artes Aplicadas. Este notable pintor abarcó todos los géneros, entre ellos;retratos, desnudos (casi todos desaparecidos) y su preferido que fue el paisaje,destacándose entre ellos los jardines del Miguelete. Dentro de sus paisajes además de emplear el claroscuro, resaltan los colores lilas y rosas. Podemos apreciar dentro de sus obras;La Quinta del Dr. Carlos de Castro", Las glicinas "blancas y lilas, al igual que el óleo, Viña de Piedra (1922) que quedó en el recuerdo. Alguna de sus obras de carácter histórico, como" Las Instrucciones del año XIII"," La Jura de la Constitución de 1830", hablan de un pintor, destacado en el primer cuarto del siglo XX, que es orgullo del Arte Nacional. Hoy , detenerse en el corazón del prado(que inspiró a Pedro Blanes Viale)con el encanto de la naturaleza, la pintura que posee su propio lenguaje, y porque no, la música de quien la contempla, nos retrotrae a esa época de esplendor, la cual continúa siendo un privilegio para nuestro barrio.

 

Por los Barrios;SAYAGO

RACING CLUB DE MONTEVIDEO:
Historia, Presencia y Sentimiento.

En Sayago, uniendo el pasado y el presente,vive el primer equipo de fútbol uruguayo que consiguió pasar  la fase previa de la Copa Libertadores de América, el Racing Club de Montevideo.
En el 2010, luego de 91 años en una histórica conquista, vemos un club que nace de la amistad de un grupo de muchachos, que jugaban al fútbol desde la infancia.Se despierta en ellos la pasión identificándose en el verde y blanco, colores que se toman del tranvía de la Compania La Transatlántica.Con esperanza e ilusión se fundó este club en el barrio Reducto, conocido popularmente en un principio como "Los Cerveceros",pues la cancha estaba muy cerca de la Cerveceria Oriental.Su fundación se realizó el 6 de abril de 1919, su primer nombre fue "Yuyito" y fue inscripto en la Asociación Uruguaya de Fútbol, el 14 de febrero de 1920.Dicho nombre duró poco tiempo, ya que el Racing Club de Avellaneda, campeón argentino cuatro años consecutivos, despertó admiración.Ahí pasó a llamarse Racing, llevando más adelante el nombre de Racing Club de Montevideo.En 1941 compraron el actual predio de la calle Millán 4712, en la antigua quinta de Pereyra.La piedra fundamental para la concreción del estadio propio se colocó el 6 de abril del mismo año y el primer partido oficial sé jugó el 5 de octubre de 1941. Desde el 25 de julio de 1948, el Parque Osvaldo Roberto ,lleva dicho nombre en homenaje a uno de los cuatro hermanos Roberto, apellido vinculado al club desde su fundación.Muchos son los nombres de destacados futbolistas que pasaron por Racing:Santos Iriarte(campeón del mundo) Ladislao Mazurkiewicz, Julio Pérez, Antonio Alvarez y los hermanos Benítez, entre otros.Hoy,al cumplir un año más, continúa integrado al barrio.Juan Antonio Mamberto, uno de sus hinchas, dice”Mi padre me llevaba a los partidos de Racing desde que tenía siete años;hoy no está para disfrutar la alegría de verlo jugar en la Libertadores.Ni el frío ni la lluvia me detienen ante un partido;mi familia es de Racing”La magia del fútbol hace que los integrantes de un equipo se den la mano, hermanando distintas costumbres en busca del gol, recordando la idea de fundar un equipo de fútbol en el barrio, en una esquina donde los amigos tuvieron la iniciativa que hoy se sigue festejando.Racing Club de Montevideo sigue haciendo historia, distinguiendo al barrio Sayago.

Nuestro agradecimiento por su colaboración a Juan Antonio Mamberto, socio de Racing, quien lleva más de 60 años vinculado a la institución.

 

VILLA COLON
“LA CABAÑA DE MELILLA”
CARLOS REYLES
Por. Ana María Yorio
E.mail: amy12@adinet.com.uy

Las páginas de las historias olvidadas de los barrios, hacen que el pasado abra el escenario inigualable de sus valores. "Villa Colón" con su presencia pintoresca y romántica del siglo XIX elegida por las familias distinguidas de la Sociedad de antaño, como residencia veraniega, conserva gran parte de su valiosa arquitectura y esplendoroso paisaje. "Villa Colón" lleva el nombre propuesto por Doña Inés Botet de Romero, una de las primeras pobladoras. Su rica historia impregnada del perfume a eucaliptus, de la Avenida Lezica, anteriormente llamada Isabel 1, nos lleva a su origen en 1872.En Melilla en una ubicación inmejorable de unas cuatrocientos hectáreas, en las inmediaciones de Colón, tuvo su Cabaña el escritor Carlos Reyles.
Carlos Claudio Reyles Gutiérrez, nació en Montevideo el 30 de Octubre de 1868.Sus padres Carlos Genaro y María Gutiérrez se casarón en marzo de 1862.Heredero de una gran fortuna, disfrutó  de una inmejorable situación económica que le permitió estudiar , viajar, vivir en Francia y España. El 21 de junio de 1887, se casó con Antonia Hierro, que llegó a Nuestro País, con una Compañía de Zarzuela Española, se alojaban con su familia el” Hotel Peninsular”, Reyles había alquilado varias habitaciones enfrente de las de Antonia Hierro. Bordeada de una avenida de árboles y jardines, se llegaba a la magnifica  casa  que edificó en 1898.Conservó, como homenaje al pasado, a los fondos las primeras construcciones de la época de su Padre, de la Cabaña de Melilla el decorado y los muebles eran sencillos y de calidad, a Carlos Reyles le atraía que cada objeto llevara el sello de su creador. Las pistas donde ensayaban los caballos de carrera estaban alrededor de la casa. Reyles fue uno de los fundadores del turf Uruguayo. Su instinto de dominio lo llevo a gastar sumas fabulosas en aparentes caprichos. Cuenta en una de sus anécdotas, El Duque de Alba , lo tenía cansado con sus alardes de gran Señor por fuera. Invitado al palco noche a noche, resolvió lucir un prendedor de capa con brillantes más gigantes que los de éste Una noche sorprendió a todos, sentándose sobre la capa y tirándola hacia atrás sin darle importancia a la joya, que  desprendió con ademán violento. Al irse, afectó que olvidaba la capa y el prendedor. El Duque le dijo: "Señor de Reyles, olvida usted su capa". Y Reyles le contestó;" Señor de Alba, los Reyles no acostumbran a llevarse las cosas sobre las cuales se sientan". En 1930, murió su esposa, perdió completamente su fortuna. Luego vivió de cargos oficiales, sucedió en la Cátedra al Doctor Carlos Vaz Ferreira y fue Presidente de los Servicios Nacionales de Radio difusión. Carlos Reyles , falleció el 24 de julio de 1938, la única persona que lo acompañaba era la Señora Eugenia Saldías de Fabregat, que desde 1900, brindó sus servicios. En muchas ocasiones, contemplaba las fotos de sus estancias que tenía sobre su biblioteca, y sobre la chimenea de su dormitorio, tenía la colección de frascos, del mismo tamaño repletos de tierra ,con etiquetas y el número de hectáreas, de las estancias que había tenido y vendido Oficialmente Melilla lleva desde el 28 de noviembre de 1919, el nombre, conocido con el mismo nombre. Carlos Reyles fue un escritor que escribió su propia historia, su Cátedra fue una fuente de inagotable sabiduría. Al decir de Menafra;,” Reyles tajante como un rayo, sabía hacer vibrar las entrañas de los hombres.”, Carlos Reyles, en su dedicación a la Cultura y su Conocimiento, se destacó como el novelista Uruguayo de Sensibilidad refinada. Formó parte del Uruguay brillante que tuvimos, y en la memoria de la historia duerme en el olvido.
Bibliografía Consultada; Carlos Reyles, Luis Alberto Menafra
Los barrios de Montevideo, Aníbal Barrios Pintos.
Villa Colón, Carlos Altezor H Baracchini

 

 

 

PRADO CHICO


UN HOMBRE, UN PARQUE Y UN RECUERDO: PEDRO MARGAT

prado chico


En un marco de singular hermosura de naturaleza viva,convertida en un testimonio histórico, el Prado Chico tiene en su historia, al creador Pedro Margat.En la ex quinta de Carlos de Castro, donde está actualmente ubicado el Municipio G y el Centro Cultural Bartolomé Hidalgo- rodeada de esbeltos árboles de distintas especies, lucía en el pasado caminos rodeados de abundantes flores, rosas rojas,amarillas. blancas, pensamientos, varias clases de clavelinas, violetas, tulipanes, fuentes y estatuas que despertaron admiración de poetas y pintores.Carlos de Castro encargó al francés Margat el diseño del parque de la quinta.Margat, radicado en nuestro país en 1830, fue el fundador del primer establecimiento en horticultura y arboricultura de la ciudad, ubicado en Camino Burgues. Su jardín fue el más renombrado del Río de la Plata;distinguiéndose en él 48 especies de eucaliptos, acacias de la Nueva Holanda, abundaban las magnolias;numerosos naranjos, entre otros un duraznero obtenido de semilla, que llevó el nombre de Duraznero Margat.Los frutos cosechados en su establecimiento fueron premiados en exposiciones nacionales y en el exterior.La especialidad de Margat fue el cultivo de la camelia.Las quintas y jardines de renombre de nuestra ciudad, fueron no sólo diseñadas, y su proveedor fue Margat, verdadero creador de distinción y riqueza estética.Luego de estudiar en Europa dos de sus hijos, Pedro y Alfredo, se hicierón cargo del establecimiento.Pedro Margat falleció en 1890, a la sombra de las primeras aucarias que vinierón al país. Definen, las palabras dichas en un homenaje a un hombre  que interpretó a la naturaleza de una manera única:”Siempre dispuestos a favorecer los progresos del Uruguay, los Margat no consultaban el interés propio, cuando se trataba del de la Patria.Su ciencia, su práctica,su capital y sus personas,estuvieron sin límites dedicadas al servicio del país.”
El 17 de Junio de 1890, en el diario La Razón de Montevideo,el Dr Teófilo Díaz, expresó:”Ha fallecido ayer, a una edad avanzada, el vecino de Montevideo, Don Pedro Margat, jefe de familia honorable, trabajador de toda la vida, tipo varonil de viejo fuerte, aseado hasta la pulcritud, madrugador, activo sin que nunca lo postrasen achaques ni el peso de la vejez.No hay un solo vecino de Montevideo que no haya conocido siquiera de vista o de nombre, y en la Calle Agraciada y ese Camino el Reducto, no había quien no lo saludase al pasar erguido en el asiento de su charrette que él guiaba, desafiando a la intemperie en invierno y en verano, yendo y viniendo a la quinta que dio su nombre…”
En una atenta caminata,contemplando este hermoso paisaje acompañado del canto de los pájaros, nos regala un auténtico himno a la vida.
El Prado Chico, dueño de una personalidad poderosa, mantiene una puerta abierta al pasado,en la que la naturaleza abraza a la historia.A la sombra de un lugar que fue parte del paseo más importante de nuestra ciudad.

Bibliografia consultada: Anales del Prado.Josefina Lerena Novecientos.Aníbal Barrios Pintos, especiales para El Día.
ANA MARIA YORIO.
Amy12@adinet.com.uy  


Prado Chico.

"...Pero desde aquellos tiempos hasta ahora el misterio ha crecido y ha vivido en los recuerdos."
Felisberto Hernández

yorio

OTRO  OLVIDO.
La casa del escritor.


En la calle Alberto Zubiria, ex Petein, casi Millán, vivió en distintos períodos de su vida el destacado escritor e interprete musical, Felisberto Hernández.
La casa tiene un hermoso jardín con abundantes árboles, destacándose enormes sauces que están aún presentes.Hasta hace algunos años al frente de su sencilla casa, existía una cabaña que la llamaban La Escuelita que era el lugar preferido por el escritor.
Felisberto Hernández nació en Montevideo, el 20 de octubre de 1902, hijo de Prudencio Hernández(1878-1940) nacido en Canarias (España) y Juana Hortensia Silva (1884-1971) Uruguaya.
Felisberto Hernández desde muy pequeño comenzó sus estudios de piano, con la maestra Celina Moulié,amiga de su madre.Hernández ofreció conciertos de piano, en distintos lugares de nuestro país y de Argentina, al mismo tiempo que escribía.La presencia de la música, el piano, el silencio, el misterio,fueron dando paso al escritor que supo llegar a la sensibilidad humana.
Su personal manera de escribir, hace que su obra resulte no solamente grata, en la que los motivos y valores del mensaje son de una perdurable grandeza, llegando a hacer inolvidables."Los ojos del niño están defendidos por una inocencia que vive invisible en el aire del mundo". Libro El caballo perdido.Felisberto Hernández falleció, el 13 de enero de 1964,siendo sus restos velados en la casa antes mencionada, en la que disfruto gratos momentos.
Su amigo Alcides Giraldi, lo despidió con la lectura del texto de Manos equivocadas;Cosas que me gustaria que me pasaran se lee como único epitafio."Estaria sentado en el césped de un pequeño bosque. Pensaría en otras cosas que no tendrían nada que ver con el bosque, pero de pronto estaría distraído y miraría de arriba abajo los grandes árboles.Después, los troncos de los grandes árboles..."
El silencio que le gustaba oír al escritor, seguramente no sería el que hoy existe para el hombre que vinculo la educación y la cultura de nuestro país.
En el camino al conocimiento de historias nuestros barrios, seguiremos buscando testimonios del pasado, lugares que fueron privilegiados en el ayer, reencontrandonos en próximas ediciones.
Nuestro agradecimiento a la Señora Ana Maria Hernández, hija del escritor Felisberto Hernández, por su colaboración y testimonio.
ANA MARIA YORIO.
amy12@ adinet .com.uy

 

 

 

"Más vale ser el brote diminuto,de un árbol,que la rama más grande muerta"
Romain Rolland

Sayago
Un Destino doloroso
El Coqueiro


La  demolición de construcciones, que formaron un lenguaje propio de una época,sorprende aún hoy pasados los primeros años del siglo XXI.
En el barrio Sayago, entre las calles Bulevar Batlle y Ordoñez , antes Camino Propios, esquina Cerro, y como abriendo un telón, en la Avenida Sayago, antiguo Camino al Peñarol, se distinguía una hermosa casa llamada El Coqueiro.Indefensa ante el poder destructivo del hombre,la casa de firme edificación, de bases de loza de hormigón, parecia defenderse de su destino, haciendo dificil su demolición.
Distintas fuentes consultadas expresaron desconocer los motivos de dicha demolición. Según el Arquitecto Juan Curi, parte del terreno fue expropiado por el ensanche de Bv. Batlle y Ordóñez.
La casa perteneció a la familia Rivas,siendo José Ignacio Rivas Uriarte quien comprara la quinta que se extendia hasta la calle Santos.En 1920 se casa con Olga Pereira Braga y viven desde entonces en la quinta.
Tenía en su entrada una escalera de mármol blanco, cerámica verde, tejas francesas, pisos de pinotea.Al frente la casa lucía dos canteros  de rosas y limitando por la calle Cerro, abundante ligustro.Acompañada por numerosos árboles como paraísos, manzanos, ciruelos, bruneto o prisco (durazno blanco), gallinas patos y gansos formaban parte de la quinta.
En el testimonio de Osvaldo Mora Rivas;"Mi abuelo, desde que inauguró la casa que tenía tres mástiles, previó a cada fiesta patria colocaba las banderas Uruguaya, de los Treinta y Tres Orientales y la de nuestro Prócer José G. Artigas.Fui el encargado de colocarlas desde pequeño, la noche anterior , respetando los valores de la patria, valores republicanos y democráticos.En diversas fotos, podemos apreciar reuniones familiares con el marco de la quinta y vivir emocionados recuerdos".
Continúa Osvaldo Mora;"Recuerdo a los caseros, la señora Coca una sanducera.En fin de año, se acercaban los vecinos para ver el judas que se quemaba.En 1955, el Padre José Pena , que era director del Colegio San Juan Bautista, le dice a mi abuela si le vende la casa.El precio en que se tasó la casa fue rebajado considerablemente, con las condiciones de que se construyera una Iglesia y mis abuelos vivieran en ella el resto de sus vidas.
Pasado el tiempo, después de que falleció mi abuela, los Salesianos le ofrecieron a mi abuelo vivir en un apartamento, a lo cual respondió "de acá me sacan muerto".
Desde el año 1916, el tramo comprendido desde Camino Ariel hasta Bv. Batlle y Ordóñez lleva el nombre Ignacio Rivas.
La casa , sobria y atractiva por su destino, se convirtió en una sentida historia, en la que el pasado y sus valores parecen ausentes.
Nuestro agradecimiento por su aporte a este trabajo a Osvaldo Mora Rivas y el Arq Juan Curi.

ANA MARIA YORIO.
amy12@adinet.com.uy

 

LA NATURALEZA HACE QUE LOS HOMBRES NOS PAREZCAMOS UNOS A OTROS Y NOS JUNTEMOS;LA EDUCACIÓN HACE QUE SEAMOS DIFERENTES Y QUE NOS ALEJEMOS. “
CONFUCIO.   

PRADO CHICO
La Casa del Investigador




---"Es un signo dominante de nuestra época el asombroso crecimiento de los poderes materiales del hombre.Cuanto más crece el dominio del hombre sobre la naturaleza, más se pone de manifiesto la perentoria necesidad del dominio del hombre sobre sí mismo.Y esto se logra con educación. Porque el hombre es cada vez más poderoso,educar es cada vez más importante."
                                                                                                                          Clemente Estable.
En el entorno de un lugar lleno de misterio y encanto como es el Prado Chico, una gran personalidad vivió, acompañando la imaginación de este lugar que marco una importante época de nuestra  ciudad, en un pasado no tan lejano.
En la calle Maria Orticochea,( ex Laguna Merin) esq Cno Castro vivió Clemente Estable,a partir de la década del 50 junto a su esposa Isabel Puig y sus tres hijos.En la casa se destacan numerosas habitaciones,con altas aberturas donde las puertas y las ventanas son de hierro y vidrio.Rodeada de una abundante  vegetación, que Estable disfrutaba ya que la naturaleza, y la observación por la misma, lo llevo desde pequeño a la vocación de biólogo.
Estable fue un destacado hombre, educador, pedagogo, nació un 23 de mayo de 1894, en el departamento de Canelones, en el pueblo, San Juan Bautista, hoy llamado Santa Lucía. A los 19 años se graduó de Maestro, fue Profesor de historia natural, autodidacta, completó su formación Universitaria a través de cursos curriculares, en la Facultad de Medicina. A los 28 años de edad, recibió del gobierno Español, una beca para estudiar en Madrid, en el laboratorio que dirigía el padre de la neurociencia moderna, Don Santiago Ramón y Cajal (premio Nobel de Medicina 1906).Hecho que lo convierte en su discípulo más directo. Clemente Estable, fue fundador y primer director del Instituto de Investigaciones Biológicas de nuestro país.Este hombre de ciencia formado en valores de la familia, con una marcada vocación por el trabajo influyó en varias generaciones de Uruguayos, impulsando a trabajar de acuerdo a su vocación, con valor y empuje dedicó su vida a la docencia y a la investigación. Estable inicia en nuestro país la profesión de Investigador.El 27 de octubre de 1976, falleció a los 82 años.
En los 19 departamentos de nuestro país, existen escuelas públicas con su nombre.En la historia hay nombres que el tiempo no puede borrar, hombres de talento excepcional que dejan su huella, hombres como el Maestro Clemente Estable.
En el camino al conocimiento de historias de nuestros barrios seguiremos buscando testimonios del pasado, lugares que fueron privilegiados en el ayer, reencontrándonos en próximas ediciones...
ANA  MARIA YORIO.
amy 12 @adinet.com.uy

         
                                                                 
POR LOS BARRIOS; SAYAGO 
BIBLIOTECA: EN LA CASA DE ELÍAS REGULES.



Descubrir historias basadas en testimonios vivos hace que a través del tiempo la palabra del pasado trate de evitar el olvido. Esa memoria que construye la historia nos lleva a conocer ciudadanos, casas y lugares, los cuales forman parte de nuestros barrios. En Av.Sayago 946 vivió la familia Regules. Un nombre unido fuertemente al barrio Sayago, siendo Elías Regules uno de sus primeros pobladores.Su bisnieto lleva el mismo nombre, su relato nos acerca a lo vivido en la casa en una parte de su vida:"Mi Padre, Tabaré Regules, de profesión médico y escritor,se casa con Zelmira Marghieri luego de15 años de noviazgo, habitando la casa desde ese momento:1923".
La hermosa casa se construyó entre 1920 y 1922.Tabaré Regules era el médico de la empresa del ferrocarril y de Sayago, disfrutaba de la naturaleza y del deporte. El fondo de la casa tenía una extensión de 1500 mts2 y había un palomar con más de 70  palomas mensajeras.El amor y la admiración que sentiamos por ellas nos llevaba a pasar horas contemplándolas;conociamos su lenguaje, esa comunicación sorprendente.Los viernes se ponían diez palomas en una canasta que  se llevaba a la estación,se iban a Tacuarembó, y se sabía a que distancia llegaban dependiendo del viento".Otro gran atractivo era la cancha de tenis, fueron los ingleses que le enseñaron a jugar a Tabaré Regules, eran inolvidables los domingos, iba mucha gente a la casa, y los torneos no faltaron.El destino le deparó un hecho muy triste a la familia Regules, "cuando mi hermana iba a cumplir 15 años se enfermó  y la operaron de peritonitis, mi padre le dio siempre gran importancia a la penicilina, pues de haber existido en ese momento mi hermana no hubiese fallecido".Al lado de la casa vivía Carmen Esther Marghieri, la tía de Regules, junto a su esposo, Alberto Rodriguez López, un contador público. En total eran unos 3000 mts2 sin alambrar, los fondos daban a la calle Tacuabé. La casa de la tía fue derribada para abrir dicha calle, junto a un enorme cuarto de estar de la casa de Regules, que hoy sobrevive, curiosamente, como la Biblioteca Eduardo Acevedo Díaz.
“El estilo de la casa cambió completamente, al expropiarla nos tuvimos que mudar”, comenta Regules.Y agrega, “fue un gran cambio irnos del barrio del que mantengo recuerdos de vecinos, de tantos momentos y una enorme nostalgia”.
En el corazón de Sayago, desde el 6 de diciembre de 1916, una calle lleva el nombre de Elías Regules.Un nombre que tiene una herencia cultural, la cual pasó de generación en generación, aportando a la medicina , al arte , a la educación y a la política,en la construcción de valores, dejando huellas profundas en nuestro país.

Nuestro agradecimiento al Contador Elías Regules por su aporte a este trabajo, a la Biblioteca José Artigas de la Junta Departamental de Montevideo, y a la Biblioteca Eduardo Acevedo Díaz por su constante apoyo.
ANA MARIA YORIO.

Amy12@adinet.com.uy                  

 

                                                         

POR LOS BARRIOS PEÑAROL

UN POETA , EMILIO CARLOS TACCONI


Manos Ásperas
Tengo las manos ásperas, pero hay pan en mi mesa
Tengo las manos ásperas pero hay luz en la casa.
Tengo las manos ásperas;me honra su aspereza
porque así fueron   todas     las gentes de mi raza
No me avergonzó nunca mi heredada pobreza
ni me achico tampoco la humildad de mi raza."

El barrio Peñarol, que indudablemente despierta un interés urbanístico a pesar de haber sufrido el estancamiento,conserva un atractivo muy especial.Un barrio abierto en el que personajes, rincones y calles aún hoy hacen de él una zona casi rural.En la calle Milton, en el antiguo número 51(hoy 4658), se encuentra la casa en donde vivió el destacado poeta y periodista          Emilio Carlos Tacconi.La misma, conserva la arquitectura de la época;la calle es corta y con una única salida, las veredas son angostas y sin árboles;existía un abundante cerco de laurel, casi a la altura de la casa
Tacconi nació  el 13 de noviembre de 1895 cuando este barrio comenzaba su fundación;la única formación que recibió fue la primaria, con el privilegio de recibir la enseñanza de la maestra Maria Vittori, fundadora de la primera escuela pública de Peñarol .A los 12 años , deja los estudios para ganarse la vida y 4 años más tarde entra al Ferrocarril, el sentido de la responsabilidad y disciplina fueron formando al hombre.Posteriormente, ingresó por concurso en UTE como dactilógrafo,llegando a ocupar el cargo  de Secretario General.Emilio Carlos Tacconi, describe costumbres de personajes típicos que  contribuyen a la creación de un pueblo.
La nostalgia del relato, la sensibilidad de un hombre que le dedicó uno de sus libros a su maestra,"La Señorita Maria" (1947)."Todo lo aprendi en el banco escolar,fue la base de mi destino.Todo cuanto recibí de labios de mis maestras, fermentó en mi pensamiento.Pensamientos que leíamos en el pizarrón y escribíamos en el cuaderno"no hagas  a nadie lo que no quieres que los otros te hagan a ti..."Además, en el libro "Personajes de mi pueblo",habla de su padre;"cuando pasaba junto a los predios de nuestros vecinos sentía orgullo de ser tu hijo porque en los alrededores no había parral, ni durazneros,ni el aroma de tus albahacas,ni un cerco de laurel...cuando antes de acostarte y con el pretexto de perseguir hormigas te ibas con el farol a echarles un vistazo...tu placer era ver madurar las frutas para luego traerlas a la mesa familiar".
Falleció el 26 de noviembre de 1988. Su forma de actuar y de sentir , hablan de un poeta profundo y humilde.En su obra se destaca la esencia humana, mostrando las verdades de la vida.
Según Adolfo Rodriguez Mallarini, Las manos de Emilio Carlos Tacconi "asperas" y ennoblecidas por el trabajo, atesora una triple y dificil Sabiduria;convertir la escoria en oro, encender la esperanza en un mundo mejor y empuñar sin desvios, las banderas autenticas de la libertad.
Emilio Carlos Tacconi forma parte de los Ilustres Ciudadanos que vivieron en el barrio Peñarol.
Nuestro agradecimiento a los Vecinos  que contribuyeron en este trabajo, en especial a la Señora Mirta Sosa.
ANA MARIA YORIO.
amy12@adinet.com .uy

 

 

Por los Barrios
PRADO
“ Donde el cuidado por la vida del alma no sea el centro del pensamiento,es imposible, toda cultura. “                                                       ROBERTO SAITSCHICK.

El  Arroyo Miguelete
Un Testigo Silencioso


El arroyo Miguelete y sus márgenes ,marcarón  los más importantes acontecimientos del Uruguay de ayer.A pesar de todos los cambios sociales continúa hoy siendo un testigo silencioso. El día 12 de marzo de 1727 se comienza la adjudicación de chacras sobre el arroyo Miguelete, la agricultura fue el primer destino de lo que más adelante fueron las quintas.
El nombre actual,no se sabe cuando se le dio, posiblemente ocurrió entre los años 1724 y 1726.Una versión establece que el nombre se debe a uno de los migueletes de la armada española establecido en sus orillas.En distintas publicaciones de la época también se menciona con el nombre"  Río de los Voluntarios".
Durante los años 1843 y 1851, muchas familias buscaban refugio en sus márgenes (Guerra Grande)    dando paso a hermosas quintas pobladas de frutales, seis años más tarde a raíz de la fiebre amarilla se puebla de familias de gran poder económico.El arroyo Miguelete, a la altura del puente de las  Duranas  de la Av. Millán, llamado así  por las hermanas Durán que tenían su quinta, situada en la margen derecha del Miguelete, daban sus paseos despertando admiración por su belleza.Conocidas por"´Las Duranas lo que dio origen al nombre "Paso Real de las Duranas". Desde Bv.Batlle y Ordoñez hasta el Paso Molino se encuentran la mayor cantidad   de puentes que atraviesan el arroyo.En sus  orillas se plantaron  los primeros árboles destacándose membrillos y sauces.Pérez Castellanos en sus “Observaciones”expreso;”Entre los árboles silvestres del país debe hablarse  primero de los sauces que son indígenas del país y los más antiguos del Miguelete”Las informaciones que obtenidas de labios de su abuelo uno de los colonos fundadores del Miguelete, reconstruyó la historia de los montes que marginaban el arroyo.Por  ejemplo,con respecto a los membrillos,dijo”fuerón   los primeros árboles (cultivados) que tuvo el Miguelete, y su principal destino es el ser fundador de otros árboles.”
Alrededor de los ´¨90     una propaganda de Francisco Piria que organizaba remates decía;Para vivir alegremente a pleno pulmón , el domingo a partir de las 3 de la tarde, regalaremos lotes preciosos, en las Dunanas, con frutales algunos de privilegio en las orillas del gran arroyo. Sin anticipo, cuotas de $4.Trenes gratis llevan desde la plaza Independencia, partiendo a las 13:30.
Después del remate, refrescos, cervezas y para los caballeros habanos."No lleven niños que molestan”.Este arroyo que fue navegable, en el que en primavera, grandes regatas y concursos de pesca atraían la atención de un lugar privilegiado donde la paz, el silencio, los jardines lo  convirtieron en el centro social más distinguido de nuestra ciudad.
En el camino al conocimiento de historias de nuestros barrios, seguiremos buscando testimonios del pasado,lugares que fueron privilegiados en el ayer,reencontrándonos en próximas ediciones…

Bibliografia Consultada; Especiales para el Día,Anibal Barrios Pintos.Anales El Prado.
ANA MARIA YORIO.
Amy 12@adinet.com.uy

 

 

¨ LA LLAVE QUE ABRE AL HOMBRE TODAS LAS PUERTAS DEL MUNDO ES EL PENSAMIENTO¨¨
EMERSON.

SAYAGO;BAR ADIPE
UNA ESQUINA, UN BAR, UN RECUERDO...

adipe


En esa maravillosa alfombra de recuerdos abrimos la puerta a la historia,a través de  testimonios  que nos acercan al ayer.Calladamente cerró sus puertas uno  de los bares que el barrio Sayago acarició por mucho tiempo;nos referimos al mítico Bar Adipe.  
Con la experiencia del negocio familiar ya que la familia contaba con una quinta y bodega;la idea de Roberto Adipe de abrir un bar contó con el apoyo de sus hermanos Eduardo Antonio y Dante.El primer paso fue comprar el predio en 1983. La antigua fonda existente daba paso al bar. El  negocio comenzó con unas pocas botellas de caña, grapa cubana y damajuanas de vino de la bodega familiar.Años más tarde se incorpora el servicio de pizzería;muchos jóvenes del barrio juntaban el dinero,entre todos,para disfrutar de ese manjar en alguna mesa del bar.
Luego    llegaron los deliciosos helados de limón y dulce de leche que como en el Adipe, no había en ningún otro lado.Las reuniones alrededor de las mesas no faltaron, o en el billar a contar y escuchar los distintos testimonios que se daban;fue la constante en  la comunicación cara a cara. 
Los sábados, antes de ir a bailar al Club Olimpia, los jóvenes de la zona se encontraban en el Adipe, como también sus clientes de siempre, en una rutina clásica.Lo hacían antes de ir  al Parque Hotel, al Hipódromo  de Maroñas o antes de un partido del Racing Club de Montevideo;fue la esquina elegida ante cualquier suceso del barrio.
Allí, en 1950, se pusieron parlantes en la vereda para que todo Sayago pudiera escuchar la final del mundial de fútbol;esto fue por gentileza del Sr. Walter Canepa,que tenía su negocio en la calle Luis Giralt.
Antonio Adipe fue boxeador y representó a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Berlín,en 1936.Hasta 1974 el bar perteneció a la familia Adipe;luego de que los Adipe lo vendieran, éste continuó con el mismo nombre.
En Av.Sayago y Cno Ariel, el Bar Adipe fue un espacio de encuentro de Ciudadanos de Sayago,en donde compartieron numerosas historias y donde la nostalgia continuará abrazándose a los recuerdos.  
Nuestro agradecimiento por su colaboración a Mario Adipe, Graciela Alsina y Antonio Martino.
ANA  MARIA YORIO.
amy 12@adinet.com.uy

 

 

 

Por los Barrios Sayago

"A LAS PLANTAS LAS ENDEREZA EL CULTIVO, A LOS HOMBRES LA EDUCACIÓN"
ROUSSEAU

Una mujer Uruguaya

América Moro

A través del tiempo, la memoria trae del ayer la presencia misteriosa de los recuerdos. La nostalgia de su voz lleva a la historia, vinculando hechos, vidas, barrios. Rescatando del olvido, ciudadanos que vivieron el aire de otro tiempo. América Moro, nació el 13 de diciembre de 1924, se desempeñó como docente de literatura y del idioma inglés, actividad que le permitió a través de becas viajar al exterior. Desde 1961 hasta 1969, fue directora del Liceo de Ombúes de Lavalle. Realizó traducciones para Marcha, teatro Universitario y teatro del Pueblo. En un artículo con fecha 5 de abril de 1965, la profesora, América Moro expresaba: " Al concretarse la idea, en las Autoridades, de una Reforma de Enseñanza, méritos poseía este liceo para ser elegido como lugar propicio para experimentar el nuevo Plan 1963 y el Liceo de Ombúes de Lavalle es designado Liceo Piloto." ..."Arduas horas de trabajo y de búsqueda nos permitieron ir descubriendo y poner en práctica los mejores medios para intentar hacer de cada muchacho que se nos confía año a año, una labor única y por encima de todo un Hombre y una Mujer en el cabal y trascendente sentido de la palabra. Aspiramos a que aprendan a pensar por sí mismos a darles una formación para la vida puesto que en pocos años deberán correr el riesgo, sagrado de todo ser humano, de elegir caminos, actitudes, y será grande nuestra responsabilidad sí yerran o se equivocan. La tarea comienza con el sol de cada día."

Sus nobles sentimientos quedaron en sus obras. Su primer libro; "Un concierto en el Alba" 1943, comienza con un homenaje a sus Padres. "Padres! Quiero atenuar hasta el recuerdo el sacrificio en vosotros; quiero alumbraros las sendas en dulzura; quiero, daros en las palmas, agua diáfana; quiero... Si mi emoción alcanza la elocuencia de la ternura, es que ya piso las rutas de la gratitud, triunfalmente. Puros y aterciopelados recuerdos acaricia el libro "Sayago en mi Infancia" 1970. Sencillas palabras describen raíces de su familia y costumbres. En algunos de sus pasajes señala, "La cortesía y el respeto por los otros era una moneda diaria casi diré doméstica". El café y Baar Emilio y enfrente la Estación del Ferrocarril con su parada de taxímetros, el 46 daba vuelta frente a casa, el tablado en la plazoleta de la estación... Don José era el colchonero, el salón del Rusito, el barquillero que pasaba casi todos los días y nos daba a vintén la vuelta. Peñarol el barrio cerca de mi casa de Sayago, barrios los dos donde han transcurrido las tres cuartas partes de mi vida"...

En testimonio de María Elena Moro: " América era mi madrina y a pedido suyo llevo el nombre de su Madre, le gustaban las manualidades, era una mujer sobria e Independiente. La casa de Costa Azul tenía el nombre; Un concierto en el Alba". Agrega María Isabel Moro, "cuando venía a casa, me gustaba escucharla, yo era una adolescente, quería ser como ella, recorrer el mundo... De su libro decía, yo siempre fui inquieta y cuento en él mis aventuras...El testimonio de Juan Jones, "Tengo un alto concepto de la Amistad, América fue una amiga entrañable... Un día estaba esperando el ómnibus, en Sayago, se acercó expresándome la admiración que sentía por mi trabajo, a pesar de vivir a pocas cuadras de su casa no nos conocíamos, nos unió una hermosa amistad. Todos los 31 de diciembre nos reuníamos junto a otros amigos, en mi casa o en la suya". América Moro después de jubilarse, dio charlas y conferencias, el 8 de marzo de 1981, de regreso de una charla en el campamento Artigas, en Colonia, el Director del mismo, le ofreció venir juntos en el auto con su familia. Falleció en el accidente, de regreso a Montevideo. En un emotivo Homenaje, su Padre Antonio Moro donó sus libros a la biblioteca Eduardo Acevedo Días, un acto Público celebrado en la vereda, con una importante concurrencia. Desde el 1 de Agosto de 1986, la biblioteca de Ombúes de Lavalle lleva su nombre, América Moro. Un nombre, que lleva la grandeza en la sencillez, que florece, en la belleza de los recuerdos, de un barrio que la lleva en su historia.

Mi agradecimiento por la colaboración a este trabajo a María Elena Moro, María Isabel (Chavela) Moro, al actor Juan Jones, a la Biblioteca Eduardo Acevedo Díaz y a la Casa de la Cultura de Ombúes de Lavalle.

ANA MARIA YORIO.

amy12@adinet.com.uy


 

 

Por los Barrios
Testigos de otro tiempo
Los Molinos de Raffo
´´Tengo las manos ásperas, pero hay pan en mi mesa´´
Emilio C. Tacconi

 

Encontrar el pasado que va absorbiendo en el olvido testimonios históricos, que formaron el ayer de nuestros barrios, nos lleva a rescatar su historia.
Dos grandes Molinos, que hizo construir Domingo Raffo, sobreviven como construcción en la calle Molinos de Raffo 776. Según una estadística en 1875 funcionaban en Montevideo, 15 Molinos de viento, 5 de agua y otros 15 con maquinaria a vapor. Molinos que en principio fueron utilizados para accionar, la molienda de cereales, trigo especialmente. Los Molinos de viento alcanzaron total auge en Europa en la Edad Media. Según consta en el libro Padrón en el año 1730, los terrenos donados por el Gobierno Español, a Ángel García en el reparto de chacras, señala, los herederos de García venden una fracción, a José Calleriza, a Vicente Benvenuto, Juan Caviglia y Domingo Raffo, el 11 de enero de 1860. La Sucesión de Raffo vendió su  parte a Pedro Etchegoyhen, el 15 de enero de 1873 y este vendió todo a  José Maggi y  Agustín Luis Rivara, el 27 de agosto de 1874. El testimonio de Gustavo Raffo, expresa, mi tatarabuelo de origen Italiano de Chiavari, ve en esa colina descampada, un lugar ideal para los Molinos, y poder hacer lo que sabían y hacían en Italia. Era una novedad, ´´Los Molinos´´ se hicieron muy rápido. Fue de una Primavera a un verano, el ladrillo con el que están hechos, con moldes de madera, de forma especial, barro pastoso, fue su creación. Pasados algunos años compran una suerte de campo en Soriano, una zona triguera, para producir su propio grano, se llamó, Estancia "El Molino". Continúa Raffo, mi abuelo me enseño a observar la naturaleza conozco todos los pájaros que existen en el campo y su idioma, se lo agradezco. Somos hombres que aman el campo abierto. Todos los Domingos íbamos  a ver los Molinos, hoy que tengo 60 años, llevo gente a verlos, saco fotos, es mi descendencia, me emociona, todo mi afecto, mi cariño, tuvieron visión, fueron pioneros. Desde 1874 Agustín Rivara, Genóve y su Señora Clelia Güelfi vivieron en el lugar junto a sus 10 hijos. Las Aspas de los Molinos  se sacaron en la época de Rivara. Los cristales de la puerta principal lucen aún hoy, las iniciales entrelazadas A. R. Del año 1880 en adelante, nacían los recuerdos de mi Madre, menciona Elizabeth Durand ,´´Venían las trilladoras de Rivara, separaban la paja del trigo, lo llevaban al molino y volvía  ya blanca harina, para amasar durante todo el año”. Agustín Rivara falleció el 28 de mayo de 1925, los autos Sucesorios  comenzaron en junio. Los Bienes hereditarios, se hicieron tasar por el Agrimensor R. Aita Laguardia. Se fraccionó, el terreno situado sobre el Camino Raffo, la A venida Millán y la hoy Maria Orticochea, bautizada, ´´Laguna Merin´´, que tiempo atrás se llamó, ´´Camino del Molino´´. Luego de unos años, Los Molinos, dieron paso a la Bodega ´´La Montaña". Uno de los molinos, se utilizó como tina para el vino. Mariel Rodríguez, dice nací allí, mi Padre era sereno de la bodega, viví hasta que mi Padre falleció, año 1950. Recuerdo el laboratorio, mi casa, los baños de los obreros, el de los jerarcas... Un jardín hermoso con gran cantidad de flores, de todas las especies, árboles, Ibirapitá, Nogal, Ceibo,  Mandarinos y mi árbol preferido "las magnolias", que tienen olor a infancia, es el recuerdo más bonito que tengo, me emociono... La extensa documentación, acredita las numerosas ventas del predio, que hasta 1931, perteneció a la descendencia Rivara Ferreri. Eduardo Pattarino, expresa, mi bis abuelo, Italiano, Virginio Pattarino, era viticultor de la zona de Canelones, cerca de las Piedras y le vendía uva a la familia Ferreri, la traían en Carros tirada por Caballos. Desde1919, la calle Molinos de Raffo, lleva oficialmente el nombre, conocido por los antiguos Molinos de Viento. El lugar refleja el sueño de Inmigrantes, que aportaron, a Nuestro País, el trabajo, el esfuerzo,  la unión, la siembra, que comenzó con la transformación del grano en harina. Hoy queda la expresión pintoresca, de un tiempo que dejo, la sensibilidad expresada en todos sus matices.
En el camino al conocimiento de historias de nuestros barrios, seguiremos buscando testimonios del pasado, lugares que fueron privilegiados en el ayer,  reencontrándonos en próximas ediciones...
Bibliografía Consultada, Molinos de Viento, Juan Carlos Pedemonte
Del  Ayer Montevideano. Elizabeth Durand

Nuestro agradecimiento por su Colaboración a este trabajo a Gustavo Héctor Raffo, Eduardo Pattarino, Mariel Rodríguez y otros.
Ana Maria Yorio.       

 

 


Estado de los molinos actual.
Frente de la casa, construcción de la época.

Fotos: Pablo Cal.

 

                                                               

 

 

 

 

 

 

 

Una historia desconocida, Cayetano Silva
Por Ana María Yorio

yorio

Muchas veces,las calles de nuestros barrios, transitadas con indiferencia  hacia lo que nos rodea,traen un  aire del pasado.Una calle nos lleva a vivir la emoción de recuerdos sobre diversas épocas y de cuánto tiempo ha transcurrido.
El tramo comprendido entre Av. De las Instrucciones y Maria Abella de Ramirez,ex Costanera del Arroyo Miguelete, lleva como nombre el de Cayetano Silva,un uruguayo poco conocido en nuestro país,que fue el autor de una Marcha que brilló en el mundo ,con prestigio y elegancia,la Marcha de San Lorenzo.El 3O de octubre de 19O2 se interpretó  en un acto público por primera vez y luego se le designó Marcha Oficial del Ejército Argentino.Javier Benielli,amigo de Silva,escribió cinco años después la letra.A medida que se fue conociendo, la Marcha se convirtió en éxito de varios países.lEl22  de  junio de 1911 se ejecuto en la coronación de la Reina Isabel de Inglaterra, y aún en la Segunda Guerra Mundial cuando los alemanes desfilarón por Paris .                                                                                              
También ha sido usada como fondo musical de varias peliculas.Cayetano Silva nació el 7 de agosto de 1868, en San Carlos, departamento de Maldonado.Jacinta y Emilia Silva fueron quienes apoyaron su educación,pues en la casa que él vivió se había criado su madre,Natalia Silva,tomando el apellido de la familia.Se destacó desde niño en el estudio de la música,integrando,con sólo 12 años, la Banda Popular de su ciudad,dirigida por Rinaldi.
En Montevideo, continúa sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios,más adelante integra la Banda de Música dirigida por Gerardo Grasso.Su primera obra fue el himno obrero ´La aurora de la vida´.También escribe para diversas obras teatrales como ´Canillita y ´Cédulas de San Juan´de Florencio Sánchez.Luego de una pequeña recorrida por Brasil y Buenos Aires, se casa con Filomena Santanelli y tiene 8 hijos.
A raiz de un contrato, se dirige a Venado Tuerto, provincia de Santa Fé,junto a su familia.El éxito profesional y el reconocimiento de su arte no fueron acompañados por una buena situación económica y tuvo que afrontar miseria en su vida. Silva tuvo que vender la Marcha de San Lorenzo a una casa editora de Buenos Aires, por 50 pesos.Falleció en la absoluta y total pobreza el 12 de enero de 1920. La casa de Venado Tuerto donde vivió Cayetano Silva, es desde 1984, el Museo Regional y Archivo Histórico, Cayetano Alberto Silva.Desde 1996, la Marcha de San Lorenzo también se declaró como Marcha Oficial de Venado Tuerto.
En Uruguay, el Teatro de Verano de San Carlos lleva su nombre y él nomenclator de M ontevideo incluyó su nombre recién el 21 de diciembre de 1972. La virtud de Cayetano Silva enaltece y representa un honor para la República Oriental del Uruguay.
Compartir esta historia que conoci a través de mi padre hace algún tiempo atrás, es igual que contemplar un bello atardecer, con la música que vive en el pensamiento que nos lleva a un justo recuerdo de un ciudadano uruguayo digno de ser destacado.
Mi agradecimiento para el desarrollo de este trabajo,al Museo Cayetano Silva de Venado Tuerto, Argentina, y a Prensa de la Intendencia de Maldonado.
Bibliografia,Nomenclatura Montevideo, Alfredo R. Castellanos, Nomenclator de San Carlos,año 2000.
En el camino al conocimiento de historias de nuestros barrios seguiremos buscando testimonios del pasado, lugares que fuerón privilegiados en el ayer, reencontrándonos en próximas ediciones.

FOTOS VIVIAN LARRAZABA

 


 

Parroquia Inmaculada Concepción
Un testimonio vivo
Por Ana María Yorio

parroquia

 

El acontecer de nuestros barrios, sus hábitos y viejas costumbres, nos llevan a una mirada sobre el pasado, encontrando verdaderos tesoros que se convierten en patrimonio y forman parte de la historia. El 12 de marzo de 1727 comienza la adjudicación de chacras sobre el Arroyo Miguelete.
Don Ángel García, capitán de corazas de esta ciudad y su ejido por comisión del gobernador y capitán de Buenos Aires, Don Bruno Mauricio de Zabala, ocupó una de las chacras siendo el primer poblador del después barrio 25 de Agosto, según describe el primer libro original existente en el archivo general de la nación. La agricultura fue el primer destino de lo que más adelante fueron las casas quinta. En esta época, las familias se conocían y frecuentemente se encontraban en el teatro, conciertos o en la iglesia.
Alguna de las casas quinta tenían su propia capilla, que con el tiempo varios fueron los propietarios de dichos terrenos, entre ellos Carlos Casaravilla (1832-1916).
Casaravilla fue un destacado hombre público, escribano del gobierno y hacienda, y presidente de la contaduría de la municipalidad de Montevideo. Tenía su escribanía, siendo ésta una de las más destacadas del momento. Hizo construir varios edificios, entre ellos la Escuela Argentina y en su terreno la Parroquia Inmaculada Concepción “Paso de las Duranas”, ubicada sobre el antiguo Camino Millán 4772 y la calle sin denominación oficial Antonio Masonés -que desde 1938 lleva el nombre de Carlos Casaravilla-, y los fondos de la iglesia sobre la calle anteriormente llamada Juan María Pérez, ahora Bolocuá.
La piedra fundamental fue colocada en 1889; su arquitectura es propia de la época y el 8 de diciembre de 1890 la iglesia recibe la bendición con toda la familia Casaravilla presente, celebrándose luego la misa.
Los habitantes de la zona concurrían a dicha iglesia los domingos. La imagen de la virgen fue traída de Barcelona por encargo de Casaravilla. El reloj que luce en  la entrada fue donado, y durante muchos años el municipio pagaba la luz que iluminaba su entrada. La imagen exterior fue donada por el Padre Sacarello Berro, del Cotolengo Don Orione.
El cuidado de la capilla estuvo a cargo de una comisión de damas, que presidía la señora Amalia Arocena de Zumarán. Su quinta de Camino Castro era conocida con el nombre de “La casa de los Pobres”, debido a que llegaban todas las personas necesitadas hasta allí por la hospitalidad de dicha dama.
La iglesia lleva el nombre de Inmaculada Concepción en honor a la Virgen María, y Paso de las Duranas por el puente sobre la Avenida Millán, llamado así por las hermanas Durán, que tenían su quinta situada en la margen derecha del Arroyo Miguelete.

 

 

Un manto de recuerdos

La iglesia tuvo varias reformas; los vitrales son de gran atractivo y belleza, y dan muestra del extraordinario arte de pintar con la luz.
En testimonio de Carlos Rodolfo Castro Casaravilla: “Mi abuelo hizo la práctica notarial en la Escribanía Pérez del Castillo. De sus tres matrimonios, nacieron 22 hijos. Mi madre, María Angélica Casaravilla Lemos, es hija del tercer matrimonio. En la intersección de las hoy calles Clemenceau y Millán, existía un almacén -de mi bisabuelo- que ejercía de Dentista, Cirujano y Barbero. El empleado, de nombre John Lans, protagonizó una anécdota que aún recuerdo”, continúa Casaravilla.
“Carolina Casaravilla, tía bisabuela, iba a caballo a la iglesia Paso del Molino. Una mañana, el inglés le preguntó: ’Señorita Casaravilla, ¿va Ud. a misa?’. ’No, está lloviznando’ respondió ella. Lans dijo: ’Ah cristiana de buen tiempo” En el año 1940, la parroquia cumplió 50 años, y el programa de los actos para el festejo decía: “El 4 de diciembre, misa a las 10 de la mañana para Carlos Casaravilla, fundador de la iglesia”.
En la invitación, realizada por el Padre Alfredo, expresaba: “…Venid todos, los uruguayos deben recordar que la patria, hoy más que nunca, necesita de los grandes principios para formar una nación fuerte, próspera, gloriosa, y estos principios son los de la fe, de la religión, espíritu de sacrificio y abnegación”. Convertida en una gloria del lugar, es el testimonio de la historia que ha permanecido por sacerdotes dedicados a servir a la comunidad.
En 1959 desde Veneto, Italia, llegó a nuestro país el Padre Mario Bortignon. Asume la dirección de la parroquia en 1964 y permanece allí hasta el 2007. Mario Bortignon dice: “El barrio es mi casa, mi patria. Hoy hago todo lo que puedo, me siento contento que todo siga, el trabajo de la gente, que tanto esfuerzo que continúe… Me siento realizado y acompañado por el pueblo que me apoyó y sostuvo. No soy rico; la gente ve que yo hago obras… y en la gota se hace el mar”.
En el año 1968 surgió el comedor, que hasta el 2007 atendió a más de setenta personas por día.
Concurrieron a éste personas del asentamiento 25 de Agosto y barrios aledaños. La policlínica comenzó en 1975. Bortignon añade: “No voy a hacer las cosas para que me aplaudan, las hago por amor a Dios. No eran años fáciles, pero al moverse, la gente apoya. Todo está en obras; mi mensaje es de agradecimiento”.
La generosidad, buena disposición y caridad cristiana de hombres como el Padre Mario Bortignon, unido a las familias solidarias y colaboradoras del barrio, hablan por sí solas. Lo llaman el “patriarca”, un hombre querido, respetado y de espíritu emprendedor. Ciudadanos que van escribiendo la historia a través del tiempo, la iglesia Paso de las Duranas es un patrimonio que compartimos con orgullo.

Bibliografía consultada: Por los barrios octubre 2007; Anales el Prado, archivo de la curia eclesiástica de Montevideo. Nuestro agradecimiento por su colaboración al Padre Mario Bortignon y al señor Carlos Rodolfo Castro Casaravilla.
Fotos: Vivian Larrasaba.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 







   
 


PÁGINAS AMIGAS