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Por. Antonio Ruben Rodríguez Arias.

   
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Peleando contra el destino


No pedí para nacer, pero como a tantos niños 
me trajeron a este mundo y como vine me dejaron.
Poco a poco como pude me emplume y mis alas comenzaron
a crecer para volar bien bajito y así ver la realidad, la dura realidad.....
Sin  tener a quien decir MAMA, todo era mucho más difícil....
Pero igual le puse ganas y a la escuela no faltaba....
Aunque las tripas chillaban me hacìa el que no las escuchaba...
Son las diez, suena la campana, es hora del recreo y como 
siempre ya me encuentro empujando en la fila de los bizcochos,
para ver si puedo comerme uno.
Después buscar a Julio ese amigo fiel, que siempre me trae dos 
refuerzos de salame y queso...
Lo veo corro hacia él, pero no es el de siempre....
Esta callado algo raro me miro, bajó los ojos y me dijo....
“lo lamento hoy no te traje nada conocí a otro niño tan pobre como 
vos y se lo di....no te enojas? me perdonas?”
Las tripas me chillaban pero solo yo las escuchaba....
Noooo Julio no pasa nada hoy comí bien, veni vamos a jugar.
Tenía ganas de llorar....como calmar el sonido de mis tripas!!!!!
Como explicarles que Julio conoció a otro niño tan pobre como yo.......
No pedí para nacer, pero aquí estoy!!!!
Que debo hacer?

Autor Ruben Darío Rodríguez Torres ( Rubito)

P.D Les doy gracias  a  familiares, amigos, compañeros de escuela, maestros, que siempre acompañaron mi andar y fuimos creciendo juntos , a los amores que pudieron ser y a los que murieron en silencio porque todo forma parte del hombre que soy hoy y a DIOS  por las muestras que me a dado apesar de mis dudas........siempre hay una luz al final del camino,Gracias Isa, Danny y Alex los amo!!!!  

 

Derechos Humanos

Por definición Derecho es el orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad, inspirado en postulados de justicia.

Nos podemos preguntar: ¿ cuales son los límites del derecho de cada uno de nosotros ?
Mis derechos terminan donde empiezan los de mis semejantes, es decir, por ejemplo, puedo dar una fiesta en mi casa con bombos y platillos siempre y cuando no moleste a mis vecinos que, a su vez tienen derecho a descansar.

Existen tres derechos inalienables, inherentes al ser humano que son: el Derecho a la Vida, el Derecho a la Libertad y el Derecho de Igualdad de todos los seres humanos, sin importar raza, orientación religiosa, nacionalidad o sexo.

Además de éstos, los Gobiernos de todos los estados del mundo tienen legislaciones y crean instituciones para proteger las fronteras del país, salvaguardar la seguridad de sus ciudadanos, suministrar atención médica y brindar educación, es decir enseñanza, que en nuestro país es gratuita, laica y obligatoria.

En este punto creo que debo hacer una aclaración, para mí, no es lo mismo enseñanza que educación.

El Estado tiene la obligación, de crear una institución que se encargue de brindar, administrar y controlar que todos los uruguayos y uruguayas recibamos la enseñanza curricular que nos permita desempeñarnos con igualdad de oportunidades.

Esto conforma una parte de lo que llamamos Educación; la curricular, la de conocimientos generales; también los maestros y maestras, profesores y profesoras, contribuyen a formar el carácter de sus estudiantes, a enseñar valores e inculcar principios, morales y de conducta.

El trabajo de los docentes, en ese sentido, debería ser complemento de lo realizado por los padres, hermanos mayores, en fin, por la  familia, de cada estudiante.

Es en el seno de la familia, con nuestros ejemplos, con nuestras charlas, con la disciplina enseñada con amor y paciencia, que forjamos la conducta de nuestros hijos e hijas y hacemos que asimilen valores y principios que harán de ellos hombres y mujeres de provecho, sea cual sea el ámbito en el que se vayan a desempeñar en el futuro.

El docente tiene la vocación de enseñarles la cultura general y la responsabilidad de completar ese trabajo en familia, así como la familia tiene la responsabilidad de apoyar a sus hijos con el trabajo realizado por la maestra o el profesor en clase.

La pregunta del millón es: " ¿todos los niños y adolescentes que asisten a los centros de enseñanza, cuentan con ese apoyo familiar, con esa parte de la Educación ?"

Y otra más, "¿debemos pretender que los docentes asuman la responsabilidad de ser "maestros y familia al mismo tiempo?"

Debemos cuidar que la institución familiar no se resquebraje, que no se pierda, al fin y al cabo, no es nada más ni nada menos, que la célula madre de nuestra sociedad.

 

ANECDOTAS DE AQUEL TIEMPO

Mirando el edificio en el que viví tantos años, pienso en las vueltas de la vida. En ese tiempo compartí algunos años de mi vida con la que hoy es nuestra Primera Dama.
Los Topolanski vivían en el apto. 3 y Lucía y su hermana estudiaban en el Colegio Sacré Coeur, mientras que mis hermanos y yo íbamos a la escuela No. 39 de 2o. Grado "Grecia" que ahora, es decir desde 1954, está en Ellauri frente al edificio del Indio. Cuando la Escuela estaba en la esquina de García Cortinas y Bulevar Artigas, compartí 3er. año con el hoy Secretario de la Presidencia, Alberto Brescia y la maestra era la Sra. Dominga Brescia, su mamá.
Alberto era, como todos nosotros a esa edad, conversador, inquieto y su mamá, la maestra, fue la más estricta y severa que tuve en toda mi etapa escolar.
Un día, la maestra estaba enseñando, vaya uno a saber cual era el tema, y en la clase no volaba ni una mosca, Alberto tenía uno de esos días particularmente inquietos.
Estábamos todos tan ensimismados, pendientes de la voz de " la Srta. Dominga" que no notamos que, sin dejar de hablar y con una regla en la mano, había llegado hasta el banco de Alberto. La regla terminó contra la cabeza del Secretario de la Presidencia. Por supuesto, nadie respiró, quedamos mudos "Pah!! si le da un reglazo a su hijo, ni te cuento lo que le puede hacer a uno de nosotros" fue el comentario a la hora del recreo. Lo cierto es que en ese año no hubo repetidores.
Camino,por Gregorio Suárez hasta la esquina con Cnel. Mora; ahí empieza un cuesta abajo de dos cuadras hasta Williman.
Cuando les comento a mis nietos que tener una bicicleta en aquellos días era uno de los sueños más acariciados por cualquier niño, me responden "andaaa Tata, y en que andaban?" y ahí les cuento de las carreras en "chata" por la bajada de Gregorio Suárez.
" qué es una "chata" Tata ?"
"Un vehículo casero de alta velocidad" les respondo.
"Cómo casero ?" ven la picardía que me baila en los ojos y disfruto cuando les digo que hay otras formas de jugar y divertirse además del Play Station, la Compu y los juegos en red.
Conseguíamos tablas en las obras del barrio, que en ese entonces eran muchas, cuatro rulemanes en el taller mecánico de Basignana Hnos. de Gregorio Suárez, a media cuadra de Ellauri y un tornillo con tuerca para que el eje delantero fuera móvil.
Después de varios días de martillar y clavar y muchas idas al taller mecánico para conseguir los rulemanes, la chata estaba pronta.
Una cuerda corta, atada a cada punta del eje delantero, sujeto con un tornillo con tuerca, hacía las veces de dirección.
Cruzábamos Cnel. Mora con la chata de tiro.
En cada chata íbamos dos, el conductor y el que le daba el primer impulso empujando. Realmente levantaba velocidad, los rulemanes no podían ser muy chicos para que no se trabaran en la unión de los paños de la calle.

" Qué de más ! en serio hacían eso? "

Sí, lo hacíamos !!!! El tránsito era prácticamente nulo, no existía la "necesidad" de tener auto, además uno de nosotros, corría a cada esquina del recorrido, para avisar con tiempo, en  el caso de que viniera algún auto y poder frenar con las dos zapatillas Inca viejas, clavadas al eje delantero. 
No contábamos con dinero para comprar nuestra diversión, pero el ingenio era agudo y el trabajo en equipo era fundamental. Tal vez, en este mundo, los programas de computadora puedan suplantar el ingenio y la inventiva de aquel otro mundo, pero...... Y el trabajo en equipo ? los niños se aíslan, cada vez más, uno de otro y solo comparten un juego en red, en el que nadie conoce a nadie y cada niño se convierte en, solamente, un nombre, casi siempre de algún héroe mitológico imaginario, con poderes sobrenaturales. 

Los niños están perdiendo su niñez, y eso duele !!!!
Debemos esforzarnos para evitar que se conviertan en " NIÑOS VIEJOS" , para que no pierdan el divino tesoro que se esfuma antes de que nos demos cuenta.


RECUERDOS DE OTRO MUNDO
Por Antonio Ruben Rodríguez Arias

  Parado en la esquina de 21 de Setiembre y Ellauri, miro a mi alrededor y veo a mi derecha el Gran Cine Casablanca, con sus puertas de anchos marcos marrones y grandes superficies de vidrio, tapadas de afiches y enormes grabados de las películas en exhibición y las carteleras mostrando el programa y fotografías de escenas de la película principal (digamos el estreno).

                       Frente a mí, mismo en la parada del 116 y 118 hacia Pocitos, el kiosco de Guillermo, un hombre con poco pelo en la cabeza, cara redonda y bigote negro, tupido, que vendía las "figuritas" que se pegaban en los álbumes de " Animales de Todo el Mundo ", el "Campeonato Uruguayo" o del que estuviera de moda y que eran moneda de canje en la escuela; vendía las "revistas de chiste " Tarzán, El Pato Donald, La Pequeña Lulú, Roy Rogers, El Halcón Negro, Frentes de Guerra, Miedo, Terror y Espanto y muchas otras, y , por supuesto, Quiniela y números de Lotería, cigarrillos, tabaco y todo lo de más que se sigue vendiendo en los kioscos y salones de todo el país.

                        Cruzando Ellauri desde el Kiosco de Guillermo, estaba el Bar Añon, que después fue Bar Torrado y ahora es un Mac Donald.

                        Camino tranquilo por Ellauri hacia Punta Carretas y a 30 metros de 21 de Setiembre nace Vázquez Ledezma, hacia la Rambla, formando ángulo recto con Ellauri y, como una especie de bisectriz de ese ángulo recto, empieza Leyenda Patria. Cierro los ojos y veo, la feria de los martes y sábados, los puestos enormes colmados de frutas y verduras, con aromas que aún puedo sentir, puestos de productos porcinos, cada uno representando una marca diferente, con sus mortadelas y salames enteros, ganchos de chorizos y factura seca, prolijamente ordenados y colgados con sus respectivos ganchos, puestos de venta de pescados y mariscos. La Feria se extendía a lo largo de Leyenda Patria y de Vázquez Ledesma dos o tres cuadras hacia la Rambla.

                         En la proa formada por Leyenda Patria y Ellauri hay un edificio de apartamentos y, en la pared ciega del edificio, la que da justo a la proa, está una de las obras de artesanía más perfecta que he visto en mi vida. Trazos calados en la pared, en toda su altura de diez pisos, dibujan la figura de un Indio Charrúa, a caballo, en plena carga, inclinado sobre el cuello del animal y con su lanza  pronta para el ataque. Me detengo, como siempre, embelezado por el trabajo realizado por un verdadero artista, incógnito tal vez y por la  fuerza que se desprende de la escena misma. Está oscureciendo y se encienden las luces dentro del edificio, detrás del diseño, y la imagen cobra aún más vida. Es perfecta !

                         A duras penas rompo el encanto y sigo caminando por Ellauri hasta Gregorio Suárez, la primera que sale a la derecha y me detengo a mirar un edificio petizón, de tres pisos, con balcones de mampostería, con columnitas con forma de ánforas pequeñas, sobre Gregorio Suárez y sobre Ellauri.

                         La primera impresión es chocante pues está enclavado entre otros dos edificios, nuevos, brillantes, de diez pisos de altura. Para el ojo crítico de los paisajistas de hoy en día es, indudablemente, una ofensa visual, pero en cambio, para mí es la comunión de estos dos mundos que he conocido y que son tan diferentes uno del otro.

                         Ese edificio petizón, anacrónico dirían algunos, despierta en mí una profunda calidez, y cientos, si no miles, de lindas imágenes y dulces recuerdos me atropellan y me invaden hasta lo más íntimo.

                          Fue mi hogar desde 1947 hasta 1964 y aquí es donde empieza mi recorrida por aquel mundo de El Tiempo Todo lo Puede.

 



¿Todo tiempo pasado fue mejor?

Por Antonio Ruben Rodríguez Arias

Personalmente diría que sí. en algunos aspectos, pero me niego a
aceptarlo porque creo firmemente que la revolución tecnológica que
estamos viviendo debería hacer que la vida fuera más fácil y cómoda de
lo que era hace medio siglo.

Es cierto que hace 50 años todo era más manso, más tranquilo y lento y
el tiempo, el día, nos alcanzaba para hacer todo aquello que teníamos
pensado y más aún, teníamos tiempo para disfrutar de cosas simples,
como, por ejemplo, hacer una cometa y salir a un campo abierto a
remontarla, mis padres tenían su mate antes del medio día y a la
tardecita, tenían tiempo para conversar y hacer vida de familia, más
allá de sus obligaciones laborales.

Las prioridades eran el techo, la comida,  buena educación para los
hijos y una buena cobertura médica.

Se podía cumplir con esas metas, a tal punto que, por ejemplo, a los
11 o 12 años  mis padres me pusieron a aprender inglés, porque me
serviría " para el futuro" y, a pesar de mi resistencia, tuve que
hacerlo y hoy pienso, " que razón tenía mi padre ! " pues realmente me
sirvió y aún me sirve.

Hoy en día tenemos las mismas prioridades y algunas más: el auto, a
veces dos, porque yo necesito uno y mi esposa otro porque trabajamos
los dos lejos de casa y tenemos que llevar los nenes a la escuela y el
liceo, que por supuesto,  son privados y cuestan una pequeña fortuna
pero que proporcionan " una educación más seria y responsable " (¿?).

También está la TV por cable, la computadora, la laptop o netbook o el
Ipod, porque necesitamos estar siempre " conectados con el mundo " y
comunicaciones rápidas, por lo tanto, Internet y lógicamente con
aparatos  "de última generación".

Cuando era niño había un teléfono por cuadra, generalmente en el
almacén y costaba $ 1.- por 3 minutos; hoy llevamos el teléfono en el
bolsillo y se ha convertido en una adicción.

Así se pueden seguir enumerando un sin fin de adelantos y comodidades
que hacen que este tiempo sea mejor que el pasado, pero que nos
ahogan, que nos obligan a trabajar más, a estar más tiempo lejos de la
familia.

 Ganamos en comunicación con el mundo entero y perdemos contacto con
nuestras parejas, con nuestros hijos, que con 13, 14, 15 años " ya son
grandes y se pueden arreglar solos por un rato " además " saben lo que
está bien y lo que está mal " así que seguimos presos en la vorágine y
el vértigo de un sistema de vida que nosotros mismos creamos y que nos
domina, nos bloquea y no nos permite  mirar alrededor y entender lo
que está sucediendo.

Creo que debemos parar por un momento, reunir a la familia y, entre
todos, establecer las prioridades.

Delinear, primero lo que es imprescindible, lo básico y esencial,
luego lo que necesitamos para conseguir que lo esencial esté siempre
al alcance de la mano y por último lo que queremos tener para que
nuestra vida sea más cómoda

Tengamos en cuenta que lo esencial no es, precisamente, todo lo que
nos muestran los comerciales de la tele, los carteles que vemos por la
calle ni lo que nos ofrecen los comercios en su " noche de los
descuentos " ni en los días de " vení a comprar que no te cobramos el
IVA "

Lo básico es lo mismo de hace 50 años: el techo, la comida, buena
educación para nuestros hijos, buena cobertura médica y TIEMPO CON LA
FAMILIA !!!!!!!

 Almorzar o cenar todos juntos alrededor de una mesa, conversar y
compartir lo que sucedió en el día, o las noticias, o lo que sea !
pero comunicarnos con los seres que más amamos y que más nos importan.

 Después, si aún tenemos tiempo, podemos comunicarnos con el resto del
mundo via Internet.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 







   
 


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