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 JOSÉ GOROSITO TANCO Y EL DIBUJO DE AMADO NERVO

Separados por el tiempo, unidos por la sangre y las letras:
Al poeta José Gorosito Tanco en un aniversario más de
su  partida.( 2 de julio de 1959- 2 de julio de 2012)

De acuerdo con un artículo recordando el medio siglo transcurrido del fallecimiento del periodista, poeta y escritor Amado Nervo, publicado en el Almanaque del Banco de Seguros del Estado de 1969, el autor de la “Amada Inmóvil” era admirado en todo el mundo hispánico al momento de su deceso, pero medio siglo después prácticamente no era leído. El autor del escrito expresaba textualmente, “hoy no lo lee casi nadie”.
Un poeta marcado por la simplicidad y la humildad, en algunas de sus últimos textos lo podemos apreciar claramente:
Yo no sé nada de literatura,
ni de vocales átonas o tónicas,
ni de ritmos,
medidas o cesura
ni de escuelas.
¿Pero por qué murió el poeta nayarita en Uruguay? En 1918 Amado Nervo, recibió del Servicio Exterior Mexicano, el nombramiento de Ministro Plenipotenciario acreditado ante la República Argentina y la República Oriental del Uruguay.
En tierras orientales conoció y desarrolló una gran amistad con el orador y escritor Juan Zorrilla de San Martín; quien según algunos investigadores la misma tuvo una influencia decisiva en el vate mexicano para que se acercara en sus últimos momentos a la Iglesia Católica, de la cual había estado algo distanciado a pesar de haber realizado estudios eclesiásticos en su juventud, los que según algunos de sus biógrafos abandonó no por falta de vocación sino para dedicarse a la escritura.
El martes 20 de mayo de 1919 se dio a conocer que el diplomático mexicano estaba enfermo. Cristina, la hija del “poeta de la Patria”, me refiero a Juan Zorrilla de San Martín narra en la obra “Momentos familiares”, que el sábado 24 de mayo, el escritor con un hilillo de voz pidió ver el mar desde la ventana de la habitación del Parque Hotel en el que residía.
Instantes después a eso de las 9.30 de la mañana, el poeta se marcharía detrás de su amada Ana Luisa, inspiradora entre otros del poema “Mi secreto”, cuyo final les comparto:
¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
¡Estoy enamorado de una muerta!
Al darse a conocer la noticia, la tristeza y el dolor fue compartido en ambas márgenes del Río de la Plata, llegando a su tierra natal, México y extendiéndose por toda Hispanoamérica.
Ese México al que describe en un pequeño pero muy profundo poema, que tenía la fecha al calce del 23 de febrero de 1915 y que fuera encontrado entre apuntes de su archivo personal:
Mi México
Nací de una raza triste,
de un país sin unidad,
ni ideal ni patriotismo,
ni optimismo es tan sólo
voluntad, obstinación en querer
con todos mis anhelares
un México que ha de ser
a pesar de los pesares
y que yo ya no he de ver.
Los estudiantes y el pueblo uruguayo velaron el cuerpo del escritor en el atrio de la Universidad de la República (UDELAR). Allí llegó el presidente más joven de la historia del Uruguay, Baltasar Brum con sus Ministros a darle su último adiós al poeta y diplomático mexicano.
De los recuerdos uruguayos de su muerte quedan los escritos de la hija de Juan Zorrilla de San Martín, quien dice que su padre “lo ayudó a morir cristianamente”. El artículo de Carlos Sabat Ercasty, poeta y profesor universitario de literatura en la revista “Hiperión”, inspirado en la figura yacente del poeta.
Mientras que la única imagen artística es el dibujo que hizo un estudiante mientras contemplaba atentamente el rostro del poeta haciendo guardia de honor ante su féretro.
Este joven estudiante era José Gorosito Tanco quien tenía 20 años de edad y quien posteriormente sería médico, poeta nativista laureado a nivel nacional e internacional y representante nacional.
En dicho dibujo se destacaba la nariz aguileña y ese aire de serenidad de monje al que fuera adicto Amado Nervo según sus conocidos. El escritor y diplomático sería trasladado posteriormente en el buque Uruguay de la Marina de Guerra a México escoltado por barcos argentinos, brasileños, venezolanos y cubanos donde sería sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres el 14 de noviembre de 1919.
Quizás el poeta pensó en su muerte cuando creo una de sus frases reflexivas: ¿Quién no sabe que en México seguimos al pie de la letra el precepto bíblico de alabar a los muertos”. A los vivos los elogiamos cuando pueden darnos algo.
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

 

 

 

EL U-510 DE LA KRIEGSMARINE Y EL BUQUE URUGUAYO MALDONADO
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

Corría 1942, el submarino U-510 de la Kriegsmarine, la Armada del III Reich había sido puesto en marcha el 25 de noviembre de 1941 bajo el mando del Capitán de Corbeta Karl Neitzel.  Posteriormente, el sumergible zarpó del puerto de Kiel el 7 de julio de 1942, sus órdenes lo enviaron al Océano Atlántico a las costas de América del Sur.
El U-510 llevó a cabo 7 patrullas durante la Segunda Guerra Mundial el producto de las mismas fue el hundimiento de 15 navíos totalizando 95.687 toneladas. Su primer “víctima” fue el buque mercante Maldonado el 2 de agosto de 1942.
“Indignación- Los U- 2 nazis hundieron buques mercantes uruguayos”.
Así titulaba el diario El País de Montevideo, su edición del sábado 8 de agosto de 1942. Con referencia al Maldonado decía: “El incidente se produjo el 1º de agosto, luego de ser seguido varias horas por un submarino alemán. Fue en horas de la noche que el agresor salió a la superficie y cruzándose por la proa de la nave uruguaya le efectuó disparos de advertencia”.
“Los 49 tripulantes fueron obligados a abandonar el barco, luego de lo cual fue hundido. Los alemanes se llevaron al capitán Mario Giambruno.  Los uruguayos fueron rescatados por efectivos norteamericanos, después de pasar varios días a la deriva en cuatro botes pequeños”.
El origen del Maldonado está en la incautación que hiciera el gobierno uruguayo de los cargueros de bandera italiana Adamello que se transformaría en el Montevideo, hundido por el submarino italiano Tazzoli en el Mar Caribe el 8 de mayo de 1942, con el terrible saldo de 14 marinos uruguayos muertos y el Fausto sería rebautizado como Maldonado. Es importante aclarar que las tripulaciones originales de los buques de bandera italiana se quedaron en la capital uruguaya bajo la protección el gobierno de acuerdo a la Convención de la Haya.
El Maldonado era un carguero de tipo Stánder A de la 1ª Guerra Mundial que fue construido en los Astilleros Ropner de Inglaterra en 1919 y fue botado con el nombre de War Mallow.  Tenía 126 metros de eslora y 5265 toneladas.
En el momento de su hundimiento, cumplía con su primer viaje bajo pabellón de Uruguay con destino a los Estados Unidos transportando 5800 toneladas de corned beef, 1000 toneladas de cueros y lanas y otras 1000 de carga en general.
Según los protagonistas la acción se dio de la siguiente manera, a las 23.45 el submarino nazi realizó tres disparos de advertencia a la proa del Maldonado, el capitán Giambruno ordenó parar las máquinas, mientras el sumergible se comunicaba por clave morse y daba la orden de abandonar la nave. Los 49 integrantes de la tripulación  se dividieron en 4 botes salvavidas. El submarino tomó distancia de alrededor de un kilómetro y recibió la orden del capitán Neitzel de disparar el primer torpedo.
Éste destruyó la sala de máquinas del mercante uruguayo. Posteriormente se realizará el lanzamiento de un segundo torpedo a la banda de estribor y a las 24.05 el Maldonado se dormirá eternamente en el lecho marino.
El capitán del sumergible, hará su prisionero al capitán Giambruno, que regresará a Uruguay el 28 de enero de 1943. Mientras trece de los tripulantes del carguero hundido fueron rescatados por el remolcador USS Owl, y llevados a las Bermudas, otros 22 fueron rescatados el  6 de agosto por el transporte de tropas estadounidense Capetow Castle y llevados a Halifax el 8 de agosto. Los 13 restantes fueron rescatados por el guardacostas USCG 491 y desembarcados en Cape May el 16 de agosto.
Quien sufrirá más los embates de la guerra será el capitán del Maldonado, Mario Giambruno a quien confinarán en un campo  de concentración. El hundimiento del buque Maldonado es un hecho histórico ocurrido durante la 2ª. Guerra Mundial que merece ser rescatado y forma parte de nuestra historia marítima. En este año estamos recordando el 70º aniversario de ese terrible ataque a un buque de un país neutral, violatorio de los códigos internacionales y que terminaría con el Maldonado en el fondo del mar.

 

 “LA MALDAD DE LOS CHARRÚAS…”

Mucho se ha escrito y seguramente se escribirá sobre el exterminio de los charrúas en los inicios del Uruguay independiente. De acuerdo con lo que narra César Di Candia, cuando en 1831 el general Fructuoso Rivera organizó, por consejo de Rondeau y Lavalleja, el exterminio de los pocos charrúas que todavía sobrevivían en tierra oriental, estaba interpretando el sentir de los estancieros del norte del río Negro.

Los malones indios le mataban sus haciendas, destruían sus casas y violaban a sus mujeres. La “maldad” de los charrúas consistía en no saber la causa por la cual aquellas enormes tierras en las que habían cazado libremente ellos, sus padres y sus abuelos, estaba ahora cercada por divisiones de piedra.

Y tampoco entendían el motivo que determinaba que acoger en sus tolderías aplicando un viejo concepto de hospitalidad, a los cuereadores clandestinos perseguidos por la ley o a los desertores del ejército, era un delito que sería castigado con su exterminio. Por eso cayeron en las trampas de Salsipuedes primero y Mataojos después. Allí los engañaron, los emborracharon y los lancearon los mismos que los calificaban de taimados.

Capturados sus niños (a los que aquellos primeros orientales llamaban “crías” porque de animales se trataba) se los llevó a Montevideo y se les repartió entre las mejores familias. El montoncito que se salvó de la masacre cruzó el río Uruguay y se reagrupo del otro lado. Todos murieron a su tiempo, sin haberse enterado nunca que el poder de los gobiernos a veces se asienta en la justicia y otras veces, simplemente en la fuerza.

Eduardo Acevedo Díaz, escritor, historiador y diplomático uruguayo, en su ensayo histórico titulado Épocas Militares de los Países del Plata- primer tercio del siglo XIX, que viera la luz en 1914 así describe los ataques contra los charrúas:

“…pero, el presidente Rivera llamaba en voz alta de amigo a Venado y reía con el marchando un poco lejos; y el coronel, que nunca les había mentido, brindaba a Polidoro con un chifle de aguardiente en prueba de cordial compañerismo. En presencia de tales agasajos, la hueste avanzó hasta el lugar señalado, y a un ademán del cacique todos los mocetones echaron pie a tierra.

Apenas el general Rivera, cuya astucia se igualaba a su serenidad y flema, hubo observado el movimiento, dirigíose a Venado, diciéndole con calma:
Empréstame tu cuchillo para picar tabaco. El cacique desnudó el que llevaba a la cintura y se lo dio en silencio. Al cogerlo, Rivera sacó una pistola e hizo fuego sobre Venado. Era la señal de matanza.

El cacique que advirtió con tiempo la acción, tendióse sobre el cuello de su caballo dando un grito. La bala se perdió en el espacio. Venado partió a escape hacia los suyos. Entonces la horda se arremolinó y cada charrúa corrió  a tomar un caballo. Pocos sin embargo lo consiguieron en medio del espantoso tumulto que se produjo instantáneamente. El escuadrón desarmado de Luna, se lanzó veloz sobre las lanzas y algunas tercerolas de los indios, apoderándose de su mayor parte y arrojando al suelo bajo el tropel varios hombres.

El segundo regimiento buscó su alineación a retaguardia en batalla con el coronel Rivera (Bernabé) a su frente; y los demás escuadrones formando una grande herradura, estrecharon el círculo y picaron espuelas al grito de “carguen”. Bajo aquella avalancha de aceros y aun de balas, la horda se revolvió desesperada, cayendo uno tras otro sus mocetones más                                                                                            escogidos. El archicacique Venado, herido por muchas lanzas, fue derribado en el centro de la feroz refriega. Polidoro sufrió la misma suerte.

Otros quedaron boca abajo, con el rejón clavado en sus pulmones. En algunos cuellos bronceados y macizos se ensañó el filo de las dagas, pues no había sido en vano el toque sin cuartel; y al golpe repetido de los sables sobre el duro cráneo indígena, puede decirse que voló envuelta en sangre la pluma de ñandú, símbolo de la libertad salvaje.

No fueron pocos los que se defendieron, arrebatando las armas a las propias manos de sus victimarios. El teniente Máximo Obes y ocho o diez soldados pagaron con sus vidas en ese sitio la inhumana resolución del general Rivera.

El cacique Pirú al romper herido el círculo de hierros, le gritó al pasar:

-“Mirá Frutos tus soldados, matando amigos”.

Su compañero Sepé cargó en dispersión con ochenta mocetones que habían logrado montar y a su embestida quebróse el cerco, chocáronse lanzas y abierto el camino entre regueros de sangre, aquel grupo de la tribu heroica coronó la loma para desaparecer rumbo a las soledades.

Para estos charrúas, pues todos los demás habían sucumbido, quedaba reservado el desagravio”.

Sin lugar a dudas, el presidente de la República general Fructuoso Rivera, quien llegara a ser uno de los jefes artiguistas con mayor jerarquía en la gesta revolucionario no comulgaba con el sentimiento que tenía el Jefe de los Orientales sobre los indios ya puesto en práctica en el Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaña y Seguridad de sus Hacendados de 1815, o cuando escribiera al Señor Don José De Silva, Gobernador de Corrientes en 1816 lo siguiente:

“… es preciso que a los indios se trate con más consideración, pues no es dable, cuando sostenemos nuestros derechos, excluirlos del que justamente les corresponde. Su ignorancia e incivilización no es un delito reprensible, ellos deben ser condolidos más bien de esta desgracia, pues no ignora VS. Quien ha sido su causante ¿…y nosotros habremos de perpetuarlo?...”
“… es preciso que los magistrados velen por atraerlos, persuadirlos y convencerlos y que con obras mejor que con palabras acrediten su amor filial”.

                          ¿Sería la maldad el rasgo más sobresaliente de los charrúas?

                                            Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

 

 

 

 

 

   EL PBRO. DAMASO ANTONIO LARRAÑAGA Y LA RANA Y EL SAPO


Este personaje histórico fundamental en la historia de la República Oriental del Uruguay, nace en 1771 en Montevideo ciudad capital de la todavía, Banda Oriental y fallece en la misma ciudad en su chacra del Miguelete, en 1848 en plena Guerra Grande cuando el país ya independiente se desangraba en luchas entre blancos y colorados, unitarios y federales.
Científico universal, humanista, preocupado por la educación y precursor de la enseñanza universitaria en el Uruguay su vida fue descrita brevemente pero con gran exactitud por Carlos Alberto Garibaldi de la siguiente forma:
“Amante desde niño del estudio, comenzó la carrera de medicina, que luego abandonó por la eclesiástica. La primera le familiarizó con la ciencia y sus problemas, dejando en su espíritu una permanente inquietud por descubrir los secretos de la naturaleza; la segunda lejos de sumergirlo en la vida puramente contemplativa, le permitió cumplir con su deber de patriota”.
“Trabajó con dignidad y humanismo para mejorar las leyes del país  (formó parte en 1830 del primer Senado de la República). Se debe recordar que le cupo el honor de presentar un proyecto de ley por el cual se abolía la pena de muerte”.
El mismo hombre de origen vasco que fuera considerado “el primer sabio Oriental”, por lo prolífico de su obra que abarcara desde escritos científicos, descripciones de fauna y flora, pasando con los históricos, políticos, literarios y obviamente religiosos.
Larrañaga, quien describiera al héroe nacional José Gervasio Artigas con estas palabras: “Un hombre sencillo, sin la menor etiqueta y conocedor del corazón humano, especialmente el de nuestros paisanos”.
El mismo Artigas, que al ser enterado por el Cabildo de Montevideo de la propuesta que había hecho el Presbítero Dámaso Antonio Larrañaga de la creación de una biblioteca Nacional Pública, la apoyará inmediatamente y establecerá el santo y seña que se integrará al ser de cada uno de los nativos de esa tierra: “Sean los Orientales tan ilustrados como valientes”. Digna respuesta del fundador de la Patria Oriental ante la consulta de la creación de la biblioteca.
Y fue el mismo Larrañaga quien en 1816 la funda y ocupa su Dirección, donando más de 1000 libros de su propiedad para la creación de la misma junto a otras importantes donaciones de personajes de la época.
En su oración inaugural externo conceptos adornados por hermosas metáforas como: “una biblioteca es el foco en que se concentran las luces más brillantes, que se han esparcido por los sabios de todos los tiempos”.
Y refiriéndose a la autoridad externo: “este ilustrado y liberal Gobierno, lejos de tener las luces, las pone de manifiesto y desea su publicidad (…) Toda clase de personas tiene un derecho y tiene una libertad de poseer todas las ciencias por nobles que sean. Todos podrán tener acceso a este depósito augusto de ellos. Venid todos, (…), todos encontrareis la más humana y obsequiosa acogida”.
Aunque esta personalidad impresionante, nos legó además según la investigadora Sylvia Puentes de Oyenard el primer texto de literatura infantil elaborado en la República Oriental del Uruguay, titulado: “La rana y el sapo”.
En el ensayo titulado “Los orígenes de una  poesía infantil” (1978), Puentes de Oyenard dice que Dámaso Antonio Larrañaga, dicta ya ciego en 1826 una serie de apólogos que recién han de ver la luz en forma parcial, en el periódico “El Teléfono” y en 1919 se publicaron en un libro integrado por 49 fábulas, entre las que se encontraba “La rana y el sapo”.
Quizás la inspiración de Larrañaga viniese del trato que tuvo con sus sobrinos desde la infancia, ya que a pedido de sus hermanas y cuñados, asumió un rol central en la educación de los mismos, incluso uno de ellos, Bernardo Prudencio Berro, también poeta, llegó a ocupar la presidencia del Uruguay en el periodo 1860- 1864.
LA RANA Y EL SAPO
A la orilla de un charco
una rana muy parlera,
dijo un día a cierto sapo:
No sé por qué tú engruesas
y te hinchas como un pavo, y,
como un globo y una esfera.
Se dijo el escuerzo vano:
¿No miras éstas mis piernas
que agiles son y cual nado,
y como también con ellas
doy mis brincos y mis saltos?
La otra se sonriyera
y le dijo: ¡Mira hermano,
que delgada soy y seca,
y que poco me he hinchado
teniendo piernas más diestras
con que más nado y más salto!
Por cierto que hay en la escuela
unos tan vanos muchachos
que apenas saben de letras
y se hinchan como sapos,
mientras otros que ya cuentan,
parecen más moderados.

                                       
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

 

           

 

CARLOS FUENTES Y SU RELACIÓN CON EL CONOSUR


In Memoriam de Carlos Fuentes
11- 11- 1928- Ciudad de Panamá
15- 05- 2012- Ciudad de México
Sabido es la relación entrañable que tenía Carlos Fuentes con los países del Conosur Latinoamericano  los cuales conoció en su infancia y adolescencia  e incluso vivió en alguno de ellos debido a las labores que su padre desarrollara en el Servicio Exterior de México. De ahí que los temas de la zona no le eran para nada desconocidos por lo que quiero compartir parte de alguno de sus escritos periodísticos relacionados con la misma.
Escribía Carlos Fuentes en noviembre de 1999 en el periódico Reforma de México sobre los cambios políticos que vendrían en los países del Cono Sur: Argentina, Chile y Uruguay lo siguiente:
“En los tres países hermanos del Cono Sur, Argentina, Uruguay y Chile, el año 2000 se estrenará con caras nuevas al frente del Poder Ejecutivo. Fernando de la Rúa ya es Presidente Electo de la Argentina, Tabaré Vázquez parece asegurado en la segunda vuelta uruguaya y Ricardo Lagos sigue manteniendo una ventaja ligera en la contienda electoral chilena.
Dicen que De la Rúa es aburrido.  Fernando De la Rúa no es aburrido. Es serio. Su programa es el de la Alianza entre Radicales y Frepaso. No es un demagogo. Sabe que va a operar dentro de las reglas del mercado, pero tratará de poner el mercado al servicio del ciudadano y no al revés. Quiere dejar atrás la vergonzosa disponibilidad de la política exterior argentina las “relaciones carnales” con los Estados Unidos y acercarse más a la alianza con Brasil y México”.
“En el Uruguay Tabaré Vázquez parece dispuesto a vencer en la segunda vuelta lectoral, dándole por primera vez la Presidencia a la izquierda en un país dominado, desde 1820 por la alternancia histórica entre blancos y colorados (o sea, entre Luis XIV y Luis XV).
Pero al contrario  de De la Rúa al otro lado del Plata. Tabaré hereda el poder de uno de los jefes de Estado más serios e inteligentes de Latinoamérica, Julio Sanguinetti. Presidente por segunda vez y no re- elegible. Sanguinetti ha operado siempre con el talento y la limpieza que, de una vez por todas, restauraron la civilidad política en un país severamente herido por la dictadura militar”.
“Por último, Ricardo Lagos en Chile, propone una “tercera vía” latinoamericana que ajuste las deformaciones del desarrollo veloz pero profundamente inequitativo de Chile. A la idea europea de la “Tercera Vía”, Lagos le opone la necesaria idea de la redistribución del ingreso en Latinoamérica y la creación de amortiguadores sociales como condición para un equilibrio entre mercado, sociedad y Estado.
Los tres programas, el de Lagos, el de Tabaré y el de De la Rúa, no sólo me parecen excelentes. Los apoyo y los asumo como parte del llamado que hice en el Senado de la República Mexicana al recibir la presea “Belisario Domínguez”, conjuguemos la responsabilidad fiscal con la responsabilidad social”.
Carlos Fuentes consideraba que de los tres países analizados “la situación uruguaya es la menos conflictiva. Julio Sanguinetti es un patriota que pone los intereses de su país por encima de los egoísmos partidistas o personalistas y por ello facilitará, en bien del Uruguay, la transición a un régimen más tirado a la izquierda”.
Cosas del destino, la última entrevista curiosamente Carlos Fuentes la concedió al periódico español El País, en Buenos Aires, a comienzos de mayo cuando asistió como invitado de honor a la Feria del Libro de esa ciudad.
Las calles de Buenos Aires le hacen recordar a Carlos Fuentes su adolescencia entre risas, como si acabara de sucederle ayer, inmune a los tiempos de la nostalgia.
“Viví mucho en Buenos Aires porque mi padre llegó como consejero de la embajada de México en 1943. Como el Ministro de Educación era Hugo Wast, en la escuela se daba una educación fascista.
Y le dije a mi padre: “Mira, yo vengo de la escuela pública en Washington, no soporto esto”. Y mi padre me dijo: “Tienes toda la razón, tienes 15 años, dedícate a pasear”. Y eso hice. Durante un año me convertí en hincha de la orquesta de Aníbal Troilo.
La librería Atenea me alimentó con literatura argentina, me enamoré de una vecina que me doblaba en edad. Yo tenía 15 años, ella 30. Y siempre que regreso tengo la sensación de que rejuvenezco, de que vuelvo a tener 15 años y dónde está la francesita de enfrente. ¿No? “
¿Bailaba tangos?
Lo bailo muy bien. Tuvimos una cena en Montevideo que le dio el presidente Julio María Sanguinetti al presidente Ernesto Zedillo. Sanguinetti bailó el tango estupendamente.
Bailó con su mujer…¡guau aplausos!... y le dijo a Zedillo: “Ahora usted”. Y el presidente me dijo: “Carlos tú represéntame”.
Y yo bailé con mi mujer. Representé a México gracias al tango.
En su amado México, que tanta veces represento ante el mundo, cerró los ojos por última vez el 15 de mayo de este año, que curioso ese día en el país estamos celebrando el Día del Maestro.
En el homenaje  que organizara el Consejo para la Cultura y las Artes de cuerpo presente en el majestuoso Palacio de Bellas Artes el orador de cierre fue el presidente Felipe Calderón quien externo: “Carlos Fuentes murió para ser amado, congruente con su propia precepción de la muerte plasmada en su obra”. Citando del libro En esto creo: “Que cabrona es la muerte que no nos mata a nosotros, sino a los que amamos”.
Carlos Fuentes decía que: “La muerte espera al más valiente, al más rico, al más bello. Pero los iguala al más cobarde, al más pobre, al más feo, no en el simple hecho de morir, ni siquiera en la conciencia de la muerte, sino en la ignorancia de la muerte. Sabemos que un día vendrá, pero nunca sabemos lo que es”.
 Washington Daniel Gorosito Pérez

 

                                          GAUCHO DEL URUGUAY

El ensayista oriental Vivian Trías en sus trabajos históricos nos transmite: El gaucho oriental se forja en el cruce de distintas corrientes humanas. En 1680 se funda la Nova Colonia do Sacramento, avanzada lusitana en el Sur y centro de abastecimiento de  cueros. Tres años después, en 1683, los españoles levantan a sólo cinco leguas de la Colonia, la Guardia de San Juan, con el fin de vigilar a sus rivales y… espantarles el ganado de los alrededores.

Ambas fundaciones, habrán de destilar por mucho tiempo, desertores y prófugos que pasan a convivir junto a la errante multitud de hombres excluidos de los cuadros sociales legítimos del coloniaje. La larga disputa que en torno a la Colonia entablaron los dos imperios ibéricos, hizo constante la renovación de tropas, prácticos, baqueanos, changadores, etc, y de la merma de dichos contingentes se alimentará la población cimarrona de los campos orientales.

Todavía hay que agregar a los huidos de las sucesivas fundaciones españolas (Montevideo, Maldonado, etc.) y a los bandeirantes portugueses que, siguiendo las huellas, el ejemplo y el apelativo de Pintos Bandeira, bajaban de Río Grande en busca de cueros, cerdas y, mismo, ganado en pie.  A estas corrientes se suman, para mezclarse íntimamente, los desertores de las compañías santafecinas (ya muy mestizadas) que a partir del 5 de diciembre de 1714, fecha en que se concedió el primer permiso para vaquear en la Banda Oriental colonizaron intensa y profusamente nuestras praderas. En 1716 se registra, en papeles de entonces, la existencia de una banda de más de 400 santafecinos capitaneados por Andrés López Pintado.

Y aún, para completar el panorama de los orígenes del gauchaje oriental, nos falta referirnos a los indios Tapes, espléndidos jinetes y hábiles desjarretadotes, escapados de las misiones jesuíticas y que, según la autorizada opinión de Emilio Coni, fueron los primeros gauchos de esta tierra.

La vida y las costumbres de esos hombres profundamente internados en el campo cerril y estrechamente vinculados a los aborígenes menos bravíos (con cuyas mujeres se mestizaron) ha sido muy bien descrita en una abundante literatura de la cual destacan las novelas históricas de Acevedo Díaz.

Más adelante Vivian Trías refiriéndose a la temática racial del gaucho expondrá: Otro aspecto de máxima importancia es la indefinición racial, el mestizaje básico, de la población gaucha. Su intimidad con los indios, sus frecuentes raptos de mujeres blancas, etc, contribuyen incansablemente, a mezclar y remezclar su índole racial.

El gaucho fue un ser despreciado en la sociedad colonial. En los documentos oficiales y en la literatura más o menos oficiosa, no se le ahorran invectivas ni adjetivos denigrantes. Se le pinta como sanguinarios, taimado, bárbaro; es la anti- sociedad. Se ha dicho que gran parte de esa carga de odio y desprecio se debe a su condición de mestizo.

El escritor y ensayista santafesino, Ezequiel Martínez Estrada ha dicho: “He aquí la terrible palabra, la palabra proscrita: mestizaje, clave de gran parte de la historia iberoamericana. La tragedia de los pueblos sudamericanos en su cuerpo y en su alma, que pertenecen a dos mundos separados, el secreto de la violencias y el encono que el mestizo lleva en su sangre y en su espíritu”. (“Muerte y transfiguración de Martín Fierro”). Y en otra parte: “Se  pueden borrar todos los estigmas; esa gota de sangre ofendida es inmortal” (Radiografía de la Pampa”).

Y ya cerrado en 1830 el duro proceso político y diplomático en el que se gestara el Estado uruguayo, en ese año en que la campaña oriental está desquiciada por los largos años de luchas armadas, invasiones y correrías, el historiador uruguayo Juan Pivel Devoto nos citará la descripción hecha por un observador en el periódico “El Universal” de la jornada laboral de un peón rural, el heredero del gaucho:

“Aquí, un peón asalariado del campo despierta con el día, y sin más preparación de la muy simple de un poco de agua caliente, y medio desnudo acaso, monta en un caballo, poco menos que indómito, con un arreo tan simple como el traje del que lo domina: en él corre presuroso, y aún puede decirse que contento, a entregarse a una dura fatiga en la que su vida misma se ve expuesta a cada instante”.

“Al retirarse de ella, con el día, se considera muy bien servido y regalado si encuentra en el fogón un pedazo de carne; que apenas devorada y acompañada del mate lo deja dispuesto  a un sueño tranquilo sin más aliciente para conciliarlo que el de la dura, y muchas veces húmeda tierra, y la inclemencia del aire helado, sin otro abrigo que el de un triste poncho hasta el siguiente día, en que apareciendo la nueva aurora lo halla ya a caballo repitiendo su constante fatiga, su paciencia y su miseria”.

Acompaño este trabajo de búsqueda histórica con un poema de mi autoría titulado:

                                          

 

  GAUCHO DEL URUGUAY

Gaucho mítico e inmortal
naciste del mestizaje
en nuestra Banda Oriental.

Este suelo está honrado
de que en el fuiste gestado
y algunos de sus pintores
en sus obras te plasmaron.

De chiripa colorado
te pintó Juan Manuel Blanes
y con golilla celeste
lo hizo el maestro Figari.

 

“Huachu”
raíz de tu nombre
que portas con gallardía.

Montado en un potro brioso
nunca tendrás rival
en las labores camperas
ni en las luchas por el páis.

Fuiste rey de vaquerías
hoy tu imagen ancestral
es el símbolo perenne
de nuestra tierra
Uruguay.

                                           Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

                  

         EL GRAF SPEE, SU “CAPITÁN CABALLERO” Y EL ÁGUILA NAZI

A miles de kilómetros de mi tierra natal, la República Oriental del Uruguay, observando una fotografía del Graf Spee en llamas, sacada por un maestro de la fotografía uruguaya, me refiero a Alfredo Testoni quien le contara al periodista César Di Candia que con el Graf Spee refugiado en el puerto de Montevideo tras la batalla de Punta del Este, recibió un llamado que le encargó el registro de los boquetes que el acorazado estaba reparando… cumplió con el encargo y dejó las fotos, como se le pedía, en la caja de una confitería…

”al día siguiente recibí por correo una paga suculenta”.¿Espionaje? ¿Gobierno de Uruguay que encabezaba el general Alfredo Baldomir espiaría para los británicos? ¿Inteligencia británica?  Son muchas las hipótesis que hasta el día de hoy en el siglo XXI se manejan sobre diversos episodios relacionados con  la que fue la primera batalla naval entre buques ingleses y alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, y la última clásica sin la participación directa de submarinos y aviones denominada Batalla del Río de la Plata o de Punta del Este, nombre más aceptado localmente ya que desde allí el crucero Uruguay transmitió las primeras noticias al gobierno uruguayo.

Pero, vayamos al origen y respetando el orden del título, analicemos al actor principal me refiero al acorazado de bolsillo Graf Spee el cual en esta épica batalla encontrará su trágico final. Alemania derrotada en la Primera Guerra Mundial, debe cumplir con las cláusulas emanadas del Tratado de Versalles que le impusieran los vencedores, entre ellas las correspondientes a la fabricación de buques de guerra.

Según el artículo 190 de dicho Tratado, cualquier acorazado podría ser restituido 20 años después de que fuese comisionado pero el nuevo buque que lo sustituyera no debía exceder las 10.000 toneladas.

Esto se transformaría en un desafío para los diseñadores navales alemanes quienes debían encontrar la forma de construir un barco con la potencia de fuego y la velocidad de un acorazado, con un peso inferior, muy rápido, muy maniobrable y con un enorme poder de fuego.

El concepto del nuevo Panzerschiffe (Buque acorazado) introdujo técnicas revolucionarias en la ingeniería naval de su tiempo aplicadas en la construcción de buques de ese tamaño. Desde la propulsión a gasoil que les permitía aumentar su autonomía operacional hasta el casco que de ser remachado pasó a se soldado lo cual reducía el peso del mismo y le permitía estar dentro de lo pedido por el Tratado, en un peso de 10.000 toneladas su desplazamiento máximo era el 50% mayor.

El Almirante Graf Spee fue uno de los “Westentaschen- Schlachtschiff” (acorazados de bolsillo) junto al Deutschland y el Almirante Scheer. Todos coincidían en el mismo diseño básico, aunque su aspecto exterior no era el mismo, más que nada por los distintos puentes de mando.

 

Se inició su construcción en el astillero Reichsmarinewerft  de Wilhelmshaven en octubre de 1932 y fue terminado en enero de 1936. Fue bautizado en honor al Almirante Maximilian Von Spee quien participara en las batallas de Coronel y de las Islas Malvinas durante la primera Guerra Mundial. Entre los años 1936 y 1938 participó de cinco patrullas de no intervención durante la Guerra Civil Española.

Unos días antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, el Graf Spee había partido de Alemania el 21 de agosto de 1939 del puerto de Wilhelmshaven en misión secreta. Como consecuencia de la invasión de Alemania a Polonia, el 5 de septiembre de 1939, Francia e Inglaterra le declaran la guerra al Tercer Reich.

Entre los días 11 y 25 de ese mes el Graf Spee está en posición de espera de órdenes más allá de 900 millas al este de Bahía, en Brasil. El día 26 es dejado libre para iniciar sus operaciones como “corsario” contra naves británicas. El plan era que el buque actuara de manera similar a los submarinos U-Boote  en la llamada “Batalla del Atlántico Norte”, infringiendo gran número de pérdidas a los mercantes aliados.

El 30 de septiembre atacará a su primer blanco, el carguero inglés Clement que salía de la Bahía de Pernambuco en Brasil. Allí el capitán de navío Hans Langsdorff quien tomara el comando del Graf Spee el 1º de noviembre de 1938 pondrá en práctica un procedimiento que seguirá con todos los buques que ataque.

Se detenía el barco, posteriormente se cortaban sus comunicaciones, era abordado, se analizaban sus documentos, luego se revisaba la carga y se veía la posibilidad de extraer lo que fuera de utilidad; por último se le daba la elección al capitán y su tripulación si querían ser “huéspedes” del Graf Spee o de lo contrario si preferían abordar sus botes salvavidas.

Cuando el barco estaba vacío, es decir sin tripulantes, era hundido con torpedos o con los cañones. En el caso del Clement, su capitán prefirió sus botes, pero en otros casos se aceptó el alojamiento en el Graf Spee. Lo destacable es que no hubo ninguna víctima fatal en la campaña del Graf Spee. La campaña continúa y el 5 de octubre ocupan el Newton Beach; el Aslea el 7; hunden el Newton Beach el 8, el 10 abordan al carguero británico Huntsman el que será hundido el 17; el 22 hundirán el carguero Trevanion.

Llega noviembre y entre el 4 y el 19 el Graf Spee cambia de rumbo y va hacia el Océano Índico, allí hundirá al petrolero África Shell siendo su capitán uno de los que escoge ser “huésped” del capitán Langsdorff. En diciembre nuevamente e acorazado de bolsillo cambia de rumbo y enfila hacia el Océano Atlántico, el 2 hundirá al carguero Doric Star y al día siguiente al barco refrigerador Tairoa.

El 6 de diciembre toma contacto con su buque tanque nodriza, el Almark, al que ya había encontrado nueve veces en su misión para cargar combustible y víveres. El 8 es hundido otro carguero, el Streansalh. Aunque pronto la suerte del Graf Spee cambiará.

 

La razón principal, la inteligencia naval inglesa descubrió que los alemanes  habían descifrado sus códigos de comunicación, por lo cual irradian un falso mensaje  dando a conocer que el carguero Highland Monarch saldría del Río de la Plata cargado con carne.  El radio, era una verdad a medias, el barco existía, pero su lugar sería tomado por una fuerza naval británica al mando del Comodoro Henry Harwood.

En la mañana del 13 de diciembre de 1939, el Graf Spee hará contacto con las naves inglesas frente a las costas uruguayas, específicamente a 370 millas al este de Montevideo.
Lo que hasta el momento había sido una exitosa campaña corsaria del capitán Langsdorff que había hundido 9 buques británicos será empañada por errores en la conducción del ya próximo combate.

El Comodoro Harwood estaba al mando del crucero pesado HMS Exeter y los ligeros
HMS Achilles de origen neozelandés y él HMS Ayax, Langsdorff podía debido a la superioridad de sus cañones ante los británicos haber mantenido a raya y haberlos destrozado a distancia pero cometió el error de tomar rumbo hacia los navíos enemigos acortando la distancia entre ellos, pero permitiendo que su nave estuviera al alcance de las armas del enemigo.

Aunque los cañones de 280 mm pronto dejaron fuera del combate al HMS Exeter, que era el enemigo más temible ya que contaba con 6 piezas de 203 mm, y a raíz de sus averías se retiró rumbo a las Islas Malvinas.

Si bien es cierto los cruceros ligeros ingleses seguían combatiendo y lograron causar una serie de daños al Graf Spee, aunque su artillería logró que el HMS Ayax y el HMS Achilles debieran retirarse. El capitán Langsdorf podía haber optado por seguir cañoneándolos a distancia pero decidió ir rumbo al puerto de Montevideo considerando que los daños sufridos por su nave eran de mayor magnitud que los reales.

Allí empezará otra “batalla”, en este caso la diplomática. En Montevideo, el capitán del Graf Spee y los diplomáticos alemanes solicitan al gobierno uruguayo un plazo para realizar la reparación de las averías del buque. El derecho internacional estipulaba 24 horas para que la nave dejara el puerto. Por otra parte los británicos presionaban al gobierno uruguayo para que este cumpliera el mismo sin extensiones.

Por otra parte una trama diplomática con filtración de falsa información urdida por quien era el Embajador británico en Uruguay, Eugen Millington Drake, hizo que los alemanes se creyeron estar acechados por una poderosa flota que incluía hasta un portaaviones.

Uruguay concedió 72 horas al Graf Spee para abandonar el puerto de Montevideo. Mientras tanto los tripulantes del temible acorazado de bolsillo fallecidos en combate eran enterrados en el Cementerio del Norte, acompañados por un número importante de uruguayos a su última morada.

 Cumplido el plazo, el domingo 17 de diciembre, el navío de guerra parte escoltado por el mercante alemán Tacoma. Este buque sería requisado por el gobierno uruguayo en 1942, navegaría con pabellón de este país y en 1973 en el muelle Florida pasó a ser establecimiento penitenciario hasta 1980. En 1985 es desguasado después de haber estado 47 años al servicio del Uruguay y con él desapareció uno de los actores de este hecho histórico.

Mientras los barcos se alejaban se calcula que en la costa montevideana había una aglomeración de entre 200 a 250.000 personas ansiosas por presenciar el combate naval entre alemanes y británicos.  Por lo pronto se veía al Graf Spee ser sobrevolado por una aeronave británica. Esta informa al Comodoro Harwood que en el Tacoma había centenares de marinos alemanes y el marino inglés intuyó lo que sucedería.

En un punto del Río de la Plata,  el acorazado paró sus máquinas y los marinos que quedaban en él, abandonaron la nave y abordaron el Tacoma llevando con ellos la bandera de guerra alemana cuidadosamente plegada.

Langsdorf había desembarcado también con los miembros del equipo de demolición; a las 20.54 una serie de tremendas explosiones sacudieron al acorazado de bolsillo que ardería por tres días y se fuera hundiendo por estribor. Esa misma noche los tripulantes viajaron  a Buenos Aires con su capitán.

Se dice que la orden del hundimiento había sido dada por Adolfo Hitler para impedir el riesgo de la captura de la nave y que el pedido de Langsdorf de seguir combatiendo hasta el final fue negado por el Führer otra versión habla de que la decisión fue tomada por el capitán para no sacrificar a sus hombres y no entregar la valiosa tecnología con que contaba al enemigo.

Tres días más tarde el 20 de diciembre, durante la noche, con su uniforme de gala y sus condecoraciones, el capitán Hans Wilhejm Langsdorff, se tendió en la cama se envolvió en la bandera de la Kriegsmarine y se pegó un tiro en la sien. Horas antes había hablado con sus hombres y como buen marino, sabía que un capitán no debía sobrevivir a su nave. El capitán Langsdorff  dejó una nota para el Embajador alemán en Argentina en la que inicia diciendo:

“Después de una larga lucha con mi conciencia he llegado a la gran decisión de hundir (El Graf Spee) para impedir que caiga en manos enemigas. Estoy convencido de que, dadas las circunstancias, esta decisión es la única posible después de haber llevado a mi buque hasta la trampa de Montevideo”.

Al final de la carta el capitán expresa:

“Ya no podré participar activamente en la lucha que libra actualmente mi país. Sólo puedo probar con mi muerte que los marinos del Tercer Reich están dispuestos a sacrificar su vida por el honor de su bandera. A mí sólo corresponde la responsabilidad del hundimiento del Acorazado Graf Spee”.

“Soy feliz al pagar con mi vida cualquier reproche que pudiera formularse contra el honor de nuestra Marina, me enfrento con mi destino conservando mi fe intacta en la causa y el porvenir de mi Patria y de mi Führer”.

 

“Dirijo esta carta vuestra excelencia en la calma de la tarde, después de haber reflexionado tranquilamente, para que usted pueda informar a mis superiores y, si es necesario, desmentir los rumores públicos”.

Capitán de Navío Hans Langsdorf

La noticia conmocionó a ambas márgenes del Río de la Plata. El capitán inglés Patrick Dove del petrolero África Shell que fuera hundido por Langsdorf y decidió transformarse en su prisionero junto a su tripulación, viajó desde Montevideo donde se encontraba a Buenos Aires con una corona de flores para participar en el sepelio del capitán del Graf Spee.

En la misma estaba presente la inscripción: “Los capitanes mercantes ingleses”. Dove a pesar del poco tiempo de convivencia y de la situación había entablado una verdadera amistad con el capitán alemán. Años más tarde publicará un libro sobre su experiencia el cual tituló: “Fui prisionero de un caballero”.

Días después del hundimiento los británicos quisieron recuperar partes del acorazado alemán, específicamente lo que tenía que ver con tecnología. Se intentó recuperar el giroscopio de tiro de la torreta delantera y en el intento falleció un buzo de la Royal Navy.

Pasaron 66 años y  el 10 de febrero del 2006, una imponente águila nazi con las alas desplegadas, emergió del fondo del lecho barroso del Río de la Plata. El equipo de rescate dirigido por Héctor Bado consiguió reflotar el emblema que coronaba el espejo de popa del Graf Spee, en forma de un águila gigante que sujeta una esvástica entre sus garras.

Fabricada en bronce, con un peso de media tonelada y una envergadura de 2.80 metros y 2 metros de altura es una pieza única en el mundo debido a que Adolfo Hítler en 1940 había dado la orden de que fueran retiradas para evitar su captura como trofeos de guerra por las fuerzas aliadas.

El ex mecánico de la marina alemana especializado en torpedos Hans Eupel de 87 años  y que fuera uno de los participantes en el hundimiento del Graf Spee había sido bien claro cuando se lo consultó con respecto a la idea de explorar el barco en el fondo del Río de la Plata: “Deberían dejar el pasado en paz”

                                          Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

 


                    FERNÁN SILVA VALDÉS, POETA DE DOS ORILLAS
Por.Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

 

El escritor uruguayo Fernán Silva Valdés (Montevideo 1887- 1975) fue el padre de la corriente literaria denominada nativista. Aunque es necesario reconocer que su primer libro de versos que llevó como título Ánfora de barro y que viera la luz en 1913, está inmerso dentro de la corriente modernista; un poemario posterior denominado Agua del Tiempo (1921) será un emblema de dicha corriente en la poesía uruguaya.

Sus siguientes poemarios, Poemas nativos (1925), Intemperie (1930), Romances chúcaros (1933) y Romancero del Sur estarán inmersos dentro de la corriente nativista. Su vinculación con los géneros populares fue casi simultánea con el hallazgo del nativismo. Por su incursión en diversos géneros, ha sido  considerado uno de los escritores más creativos de las letras Latinoamericanas.

Escribió prosa y teatro, entre sus obras destacan “Santos Vega”, “Por la gracia de Dios” y “Barrio Palermo”. En uno de sus múltiples viajes a Buenos Aires conoció al célebre músico Juan de Dios Filiberto con quien elaborará el tango “Clavel del aire” que interpretará un uruguayo universal, me refiero a Carlos Gardel.

Siguiendo con su prolífica autoría tanguera, con Matos Rodríguez compondrá “Adíos Argentina”, que cantará Libertad Lamarque en la película del mismo nombre,  como una premonición para la espectacular actriz y cantante que terminará sus días en México en el año 2000 luego de un largo autoexilio.

Pero sin lugar a dudas la gran aportación de Fernán Silva Valdés es darle jerarquía artística al espíritu criollista haciendo resaltar en parte de su obra los motivos camperos y del hombre uruguayo. Escribió hasta los últimos días de su vida, que se apagó el 9 de enero de 1975. Años antes en 1972 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura de la República Oriental del Uruguay e integró la Academia Nacional de Letras de su país.

Su obra trascendió las fronteras del Río de la Plata. Poco después de su fallecimiento, su hijo el arquitecto Fernando Silva Valdés a través del diario montevideano El País dio a conocer parte de la correspondencia del escritor con distintas personalidades. He seleccionado algunos trozos de la misma; en un escrito fechado el 16 de enero, de un año olvidado (no lo menciona), Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura en 1971 escribe:

“¿Le escribo? ¿No le escribo?”
Y al fin como ve, le escribo. ¿Para que? No sé. Tal vez para decirle que “Agua del Tiempo” me gusta, me gusta. Mucho. Tal vez para que llegue una carta desde lejos, de un hombre que usted no conoce y que se sabe bueno. Y que es triste y que sufre. Y que estaba ayer a la ventana, sin pensamiento, inmóvil, cuando llegó su libro, en viaje desde hace mucho tiempo. Así es que Ud, Ud, que está lejos, estuvo ayer, llegó ayer, y descendió a mi casa en medio de este pueblo feo, que se llama Temuco”.

“Quiero leer más cosas suyas, y me hablará de su vida. Yo quería decirle mucho más. Se me ha olvidado ya todo. Y si me escribe, no me conteste, escríbame”.
“Saludo grande de Pablo Neruda”.

El famoso actor y locutor uruguayo, Santiago Gómez Cou, desde Barcelona, en 1937 le da a conocer que está realizando la difusión de su obra literaria y le sorprende que “muchos lo creen argentino”.

Mientras que la poetisa chilena Gabriela Mistral, primer persona ganadora de un Premio Nobel para Latinoamérica, en su caso de literatura en 1945, lo trata en sus cartas de “Querido amigo” y parece que por ese entonces estaba ocupándose  de la edición de sus obras en Perú.

También la poetisa argentina y exponente de la corriente modernista, Alfonsina Storni, le hacía saber en enero de 1922 que según ella, “los suyos son viriles, nobles, originales poemas. Muy bella su alma, muy bello su libro, muy madura su juventud”.

Por otra parte el recientemente fallecido escritor argentino Ernesto Sábato quien fuera Premio Cervantes de Literatura; en 1953 refiriéndose a una de sus obras cumbres lo felicita por la puesta en escena de la misma y comenta: “Estoy seguro que ha de haber sido muy emocionante ver la figura de Santos Vega en esta nueva salida de la ficción”.

Fernán Silva Valdés, fue un poeta de dos orillas, su profusa obra fue generada en ambas márgenes del Río de la Plata y contribuyó a unir más a los pueblos hermanos de Argentina y Uruguay (les llama “pagos gemelos”).  Una muestra de ello la encontramos en “Mujer Rioplatense”.

                                               MUJER RIOPLATENSE

Mujer de estos pagos, marinera de playas dulces,
pescadora de novios en la red de las pestañas.
Mujer esbelta y curva
como la línea de los tangos,
y que lleva en las caderas
la pinta de un mundo cercano.

Mujer de sangre cruzada
venida de todas las rutas del mundo.
Cocktail de colores
que la vida moderna sacude
y da blanco y celeste.

Mujer enfocada al futuro,
cariátide viva para una
arquitectura racial;
mujer de los pagos gemelos
que blanquean en ambas orillas del mar;
el color de las olas se ha metido en tus ojos,
el color de tu carne
es hijo de la arena y el sol;
el parpadeo de tus pestañas
tiene a un lucero por entrenador.

Mujer que ríes y cantas y lloras y sueñas
en las tierras que moja el gran río pariente del mar;
mujer despedida al futuro
y a gran velocidad,
eres la cariátide viva
para una arquitectura racial.

                

EDUARDO GALEANO EN MÉXICO HACE 20 AÑOS

Este escritor, periodista, rescatista de la memoria y luchador de la libertad de expresión son algunos de los temas que quiero compartir y que tocara en la conferencia magistral que impartiera en la Sala Ponce del hermoso Palacio de Bellas Artes en México DF, en diciembre de 1991.

LENGUAJE:

“Me gustaría muchos se capaz de recuperar un lenguaje que pudiera ayudar a restablecer la perdida unidad de la voz humana, rota por una cultura dominante que rompe todo lo que toca”.

GÉNEROS LITERARIOS:

“A veces me dicen como reproche que, sobre todo mis últimos libros, no son clasificables y la verdad, es el mayor elogio. Yo no quiero que me clasifiquen. Me parece espantosa esa manía clasificatoria, siento que al clasificar a alguien o algo, están como defendiéndose de la sorpresa de la libertad. Cuando la palabra está realmente libre, realmente viva, es sorprendente, es peligrosa y me da la impresión que al clasificarla se busca enjaularla, evitar que pueda ser conocida y se inventa la historia de que hay que manejarse dentro de lo que son los géneros literarios, para poder ser digno del alto elogio de ser llamado escritor”.

PERIODISMO:

“Ante todo me considero periodista y no creo que el periodismo pertenezca a los bajos fondos de la literatura, porque no creo que en la literatura haya altares con dioses, ni haya niveles como no sean los de la calidad. Un poema o una novela no son necesariamente mejores que un artículo o una crónica. Un ensayo no tiene que ser sabiamente más aburrido que un cuento. Hay que recuperar esta perdida unidad de la voz y en ese sentido, me gusta mucho la posibilidad de poder ir alcanzando un lenguaje que nos ayude a salvarnos un poquito de estas fracturas producidas por la cultura dominante”.

DERECHO DE EXPRESIÓN:

“En las voces de los demás es donde están los sonidos que vale la pena escuchar, es en ese sentido que yo creo en la memoria colectiva: la memoria de las voces que suenan ahora y que no son escuchadas, no porque los de abajo no tengan voz, todos la tenemos.
El problema es que la mayoría en este mundo tiene la boca muy tapada, aunque todas las constituciones y las leyes garanticen el derecho de expresión”.

MEMORIA COLECTIVA VIVA:

“En esa memoria colectiva es en la que creo que no es la memoria de los museos, sino la memoria viva, de la gente, que es lo que hace para cambiar lo que es, en esa palabra que cuenta lo que somos. Porque para los navegantes con ganas de viento, la memoria es un puerto de partida.
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

 

 

MAROSA DI GIORGIO: “LA ROSA DE LOS VIENTOS”

La recuerdo en las  tardes- noches montevideanas, sentada en una mesa del mítico Sorocabana, centro de reunión de generaciones de intelectuales y bohemios  uruguayos a la que nos  uníamos como meros observadores un grupo de amigos estudiantes de periodismo de la UTU.

Originaria de Salto nacida en 1932 y fallecida en Montevideo el 17 de agosto del 2004, en un día típico del invierno uruguayo, gris, frío, con lloviznas intermitentes. Desde 1978 había “bajado” a la capital la que se convertiría en una de las mejores poetas uruguayas del siglo XX.

Poesía que vendría “cargada” en su genética. En un reportaje realizado por la Revista 3 en julio de 1997, Marosa comentaba: “Mamá y mis tías tenían, “la vocación”, escribían pero en su casa. La veta estaba, era claro en la manera en que leían y recitaban los poemas. Era una cosa común oírlas decir poemas”.

Marosa se casó con la creación literaria, específicamente con la poesía, más que nada. No se casó ni tuvo hijos, aunque en cada uno de sus poemas delineados originalmente a mano como escribía nos ha dejado una herencia invaluable. A tal grado que su escritura es muy difícil de clasificar o encasillar.

A mediados de la década de lo sesenta, su libro titulado Historial de las Violetas (1965) llamó la atención de la crítica, el influyente Ángel Rama desde las paginas del semanario Marcha la ubicó en un sector de excéntricos de la literatura uruguaya a los que llamó “raros”.

Su posterior llegada a Montevideo donde alcanzará su cumbre creativa en la década de los 70 y en los 80 Marosa realizará un gran número de recitales en Uruguay y Argentina interpretando su poesía de donde saldrá un espectáculo denominado El lobo que posteriormente sería llevado al cine por Eduardo Casanova.

Obtendrá innumerables premios entre los que destacan el Fraternidad que otorga B´Nai B´Rith en 1982 y la beca Fulbright en 1987.

Con los años también llegaría el reconocimiento internacional a su obra, enriquecida de lo puramente poético a lo narrativo. Así apareció el libro de relatos, El camino de pedrerías en 1997 y la novela erótica Reina Amelia en 1999. Es que Marosa construyó un mundo pleno de destellos, iluminaciones, fantasmagorías, donde el erotismos se pasea con diversos ropajes.

Corría 1993 cuando fue invitada a Francia, era premiada en Colombia en el 2001 y su prestigio recorría el continente hasta llegar a México donde publicara el Tucán de Virginia y formara parte del libro Encuentro de Poetas, Oaxaca 2000.

En opinión del escritor rochense Elías Uriarte, “Si como afirmaba Goethe lo particular es lo propio del arte, aquello inimitable puesto que nos pertenece a nosotros mismos, es posible que haya pocas obras más particularizadas en nuestra literatura que la de Marosa Di Giorgio”.

Particularidad que según el crítico uruguayo Roberto Echavarren, doctorado en letras en la Universidad de Paris VIII afirma: “Universo de pronombres y jerarquías intercambiables, juego de amenaza onírico y chamánico en contraste con un contexto positivista y estéril de consignas y compromisos, cuando no de mero realismo inane, la poesía de Di Giorgio no solicita el consenso de ningún mandarinato cultural”.

Esa cara en la que sus labios pintados de un rojo carmesí, destacaban en el pálido rostro y que vestía habitualmente con ropas de subidos tonos es posible que siga viajando en los mágicos jardines de su niñez y se haya transformado en la rosa de los vientos de la poesía uruguaya.

                                             Entonces era el alba de la vida.
Habitábamos un pueblo pequeñísimo;
las casas estaban hechas de porcelana
y enredaderas; no dormía nunca; me
acostaba a las tres de la madrugada,
rodeada de estrellas, y despertaba al
minuto siguiente, con las voces de
mamá y con las rosas. Y comenzaba,
otra vez a rondar las casas de los
vecinos.
A lo lejos, parpadeaban las calandrias.
No puedo decir en qué país nací. No
Recuerdo ningún dato, no queda ningún
documento.
Pero, sé que el amor brillaba y no se
podía  morir. 
(de Clavel y tenebrario 1979).

                            
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx

 

                                      

TIERRA DE LIBERTAD

Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental
(1811- 2011)
Al ilustre pueblo de Florida 25 de agosto de 2011

Los ecos de los relinchos
nos hacen mirar atrás
recordar que en estos pagos
acampó Don José Artigas
padre de la orientalidad.

Le llamaron “la redota”
éxodo del pueblo oriental.

El bello Santa Lucía
bien que los supo abrazar
junto al pueblo de La Villa
al hermano cobijar
para recuperar el temple
y seguir al ideal.

Fueron mudando de pieles
crucera, yara y coral
sus follajes el hermoso
y gran Ibirapita
las pitangas ya bien dulces,
se oye el jilguero cantar.

Y llegará el 25
y con el la libertad
Independencia o la Muerte
clama el Pueblo Oriental.

La Asamblea de la Florida
al mundo hizo vibrar
que suenen bien las vigüelas
cielito de la libertad
y que alumbren los fogones
a los ancestros sagrados
que forjaron esta Patria
épico hervor de ayeres
no debemos olvidar y en tierras de la Florida
siempre hemos de conmemorar.

La grandeza de este pueblo,
su amor por la libertad,
derrotando a los tiranos
desde una historia sin par
se escucha el grito de un pueblo
¡Viva el glorioso Uruguay!

 

 

Montevideo

A Mario Benedetti,
paisano
y compañero en el
exilio de las palabras.

Cuando anochece
es bella como ninguna.

En la madrugada
sus calles silenciosas,
casi vacías.

La brisa del Plata
nos trae historias de leyenda,
pálidas luces en el interior
de alguna casa.

Mi vista se pierde en el
fondo de la bahía
inconfundibles aromas
plateados y azules.

Montevideo;
estoy desterrado y sin
rostro,
como esos fantasmas
que entran con los ojos cerrados
en una ciudad perdida.

 

 

Publicado en el Libro “Así Cantan los Poetas”.
Editorial ALTAIR. Buenos Aires-ARGENTINA.
Año 2006.-
Escollera Sarandí

A Juan Carlos Onetti

 

Un domingo de julio,
llueve.

El viento iracundo y helado
rompe el silencio inaudito.

Montevideo,
ciudad mágica
entre el mar y el cielo.

La calle está sola,
rumores de ausencia
invaden el empedrado.

Surgen pedacitos de nostalgia
nada queda del ayer.

Quizás el viento recuerde algo.

Atrás quedaron voces...

El diluvio persiste.

Agua terca.

Lenta tristeza,
penetra en los poros
de la cotidianeidad.

Una piedra lanzada desde la escollera
despierta la brisa marina,
de aromas salobres.

Los botes
parecen piedras ondulantes,
que generan una atmósfera contemplativa.

En el horizonte,
los designios del destino.

Los mástiles del Calpean Star
rasgan el gris impertinente
de la tarde.

 

 

Publicado en el libro “Así Cantan los Poetas”
Editorial ALTAIR-Buenos Aires-ARGENTINA
Año 2006

 

DESCRIPCIÓN DE MONTEVIDEO EN EL AÑO 1752

El alférez Francisco Millau y Maraval se dirigió en 1751 al Río de la Plata, formando parte de una de las comisiones demarcadoras de límites con Portugal, que estaba bajo las órdenes del Marqués de Valdelirios.

Millau realizó importantes trabajos de levantamiento de planos y mapas que acrecentaron su nombre de geógrafo y cartógrafo meticuloso y exacto.

La comisión del Marqués de Valdelirios se embarcó en la fragata de Jason, partiendo del Puerto de Cádiz el 16 de noviembre de 1751.

La fragata entró el 26 de enero de 1752 en el Puerto de Montevideo, tuvo que esperar aquí dieciocho días al práctico a fin de asegurarse la navegación por el Río de la Plata, y el 17 de febrero llegó a Buenos Aires.

El mismo año Millau regresó a Montevideo, ya ascendido a alférez de alto bordo o de navío y realizó la siguiente descripción de la ciudad:

Hace pocos años que tuvo principio la población de Montevideo con algunas familias que vinieron para fundarla de las Islas Canarias, se han aumentado estas considerablemente, así enlazándose entre sí, como uniéndose con un gran número de forasteros, que se han quedado allí establecidos, empleándose los más en el cultivo de las tierras y algunos en el tráfico del comercio. Éste ha traído otros moradores más modernos, y todos juntos forman al presente un vecindario bastante crecido.

La ciudad es de una regular extensión, cercada por la mayor parte del mar y sólo con murallas en la angostura de tierra que la une con la Campaña; tiene para mayor defensa por esa parte, inmediata a aquellas, una ciudadela con cuatro baluartes y obras correspondientes en su interior y exterior, pero necesita mucha composición su fábrica, que en lo más principal ha empezado a arruinarse por varias partes.

El material de las casas es en las más de piedra, por la mucha que hay en esa banda y principalmente en las orillas del Río, donde hay muchas canteras y peñas, en otras es de adobes. Cuasi todas son bajas y algo reducidas. Aunque llevan su dirección para formar calles iguales, aparece al presente mucho desorden por los huecos y separaciones que hay en varias partes de unas a otras, mediando entre ellas algunas barrancas y aberturas, que causan las aguas en aquel terreno que se compone lo más de cuestas, cuyas pendientes, aunque no son de mucho declive, son muy resbaladizas en tiempo lluvioso por su piso de barro o greda, lo que hace reparar la poca perfección que tiene aún este establecimiento, con todo de que no se deja de conocer lo que le fomenta el tráfico en su Puerto.

Hay sólo tres templos, una Iglesia mayor y otra, con un convento de San Francisco. Es gobernada esta Ciudad por un oficial de grado que proveído de sus títulos por el Rey, manda todo lo económico y civil y está sujeto en lo militar al Capitán General de la Provincia. Su jurisdicción se extiende unas veinte leguas para el Este hasta cerca de Maldonado y como veinte y cinco para el Oeste, señalando su fondo para el Norte el término de las haciendas que hay por aquella parte.

El gobierno espiritual está en un Vicario del Obispo de Buenos Aires, cuya omisión recae ordinariamente en el Cura Párroco. Es cortísimo el número de los negros y mulatos, de los que sólo se encuentran algunas familias en muy pocas casas, y en las demás, como en las habitaciones de la campaña, se halla tal cual persona de esa casta. El servicio regular se hace en las haciendas con los peones en que necesitan hacer grandes faenas sus dueños, los que fuera de ese tiempo continúan solos con su trabajo personal y el de sus familias.

Los vecinos de Montevideo tienen entre todos repartida la campaña con un gran número de haciendas, en las que se cultivan los mismos frutos que en Buenos Aires, criándose igualmente en ellas grandes porciones de todos ganados y muy poco distantes unas de otras. Se mantienen allí sus familias por temporadas y se vienen en otras a la ciudad. Tienen en esa posesiones la comodidad de lograr mucha leña y maderas, que les suministran con abundancia los bosques que pueblan las orillas de muchos ríos y arroyos, cerca de las que se halla situada la mayor parte de sus habitaciones.

Lo más lleno de éstas coge sólo un espacio de doce a quince leguas todo alrededor de la Ciudad, de donde sólo prosiguen por un lado y otro algunas pocas, que con ese motivo son de grande extensión, pero están más expuestas a las continuas irrupciones de los Portugueses, algunos infieles y vagamundos, que destruyendo con sus repetidos insultos estas estancias más avanzadas y las que están cercanas, impiden el adelantamiento de otras y que se saque algún fruto de las excelentes tierras que quedan todas sin cultivo del lado de Maldonado y hoy están abandonadas por la expresada causa.

Algunos fuertes y guardias hay en la Campaña para procurar alguna defensa a la mayor parte de estas haciendas, y se disponen también salidas con bastante número de gente. Se ha conseguido en ocasiones recobrar los robos con muertes de los agresores, pero no equivale la satisfacción que algunas veces toman, a los muchos daños que continuamente reciben.

El vestuario de los habitantes de Montevideo difiere en nada del que usan los que viven en las campañas de Buenos Aires, a quienes son en todo parecidos, así en el género de vida como en sus costumbres.

                                           
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx

                   

 

 

TANGO BAR

Uruguay te vio nacer
y la Argentina triunfar
“cada día cantás mejor”
dice el dicho popular.

Milonguero empedernido
sos leyenda sin igual.

Mudo te hiciste sentir
en París y Nueva York
rey del tango consagrado
el mundo te coronó.

San Isidro te esperaba
los domingos a vibrar
si estabas en Buenos Aires
a los pingos a gozar.

En Medellín fue tú adios
era el día de San Juan.

Tú voz se inmortalizó
nunca habrá ninguna igual.

Hoy sentado en este bar,
quemando el tiempo sin más
troesma te escucho cantar
el tango Adios muchachos.
¡Gracias por todo zorzal!

 

 

 

JORGE LUIS BORGES: “EL ORIENTAL”

Georgie le decían en casa desde su infancia, sus lectores como Borges, así a secas lo conocimos. Este escrito no trata de analizar ni la obra, ni la vida, ni su ideología del que sin lugar a dudas fue uno de los más brillantes y polémicos escritores de nuestra América Latina.

Simplemente se trata de ver la conexión de Borges con el Uruguay, con su capital Montevideo, con Paysandú o con esa “Banda Oriental” que él llamaba así cariñosamente retrotrayéndose en la historia rioplatense.

En las venas de Jorge Luis Borges corría sangre oriental, según él, había sido concebido en la República Oriental del Uruguay, específicamente en el departamento de Paysandú.

Su abuelo paterno el coronel Francisco Borges Lafinur había nacido en Montevideo y falleció en la batalla de La Verde. Borges le dedicó el poema al coronel Francisco Borges (1833- 1874).

Durante una entrevista al ser interrogado por su amor a la Banda Oriental (así llamaba al Uruguay con gran afecto y respeto) comento que una vez su padre muy seriamente le había dicho que el lugar de nacimiento de un hombre no era sólo donde este nacía, sino donde había sido concebido.

“Desde este punto de vista puedo considerarme oriental”, dijo Borges.

Su relación con el Uruguay la encontramos en su Autobiografía, la cual inicia de la siguiente manera: “No puedo precisar si mis primeros recuerdos se remontan a la orilla oriental u occidental del turbio y lento Río de la Plata; si me viene de Montevideo, donde pasábamos largas y ociosas vacaciones en la quinta de mi tío Francisco Haedo, o de Buenos Aires”.

En un tema “sagrado” para ambas orillas del Plata (Argentina y Uruguay), como es el del tango, Borges decía que éste había nacido en Montevideo: “El tango nació de los compadritos que habitaban los suburbios del Río de la Plata, probablemente en la orilla oriental”.

Jorge Luis Borges, da a conocer esto en su poema “Milonga para los orientales”.
“Milonga del primer tango/ que se quebró, nos da igual/ en las casas de Junín/ o en las casas de Yerbal/”. Las dos últimas son calles que pertenecen a la Ciudad Vieja de Montevideo.

Borges ambiento algunos de sus cuentos en la capital del Uruguay. La investigadora uruguaya Ana Inés Larre Borges ha señalado que Montevideo aparece en su literatura como “un refugio civilizado para quienes huyen de la barbarie”.

Recordemos que una vez al preguntársele a Borges que pensaba del sol, respondió: “Estoy podrido de literatura. No podría responder hablando, del sol, no tengo el hábito de pensar directamente en el sol, sino en imágenes, en textos, en relatos del sol”.

Ese sol, que una vez en una entrevista en el año 1963 dijera: “El sol por las mañanas, suele pasar por San Felipe de Montevideo antes que por aquí”.

Montevideo siempre estaba presente en la mente de Borges, ante una pregunta que le realizara Seamus Heaney (Premio Nóbel de Literatura 1995) en una entrevista realizada en 1981 sobre el modo más que el material de los sueños lo que principalmente influye e inspira su obra, la respuesta incluye el cuestionamiento. ¿Estoy en Buenos Aires o en Montevideo?

Esas dos ciudades que para Borges siempre formaron parte fundamental de su vida, aunque no esté en ninguna de ellas. Cuando regresó de Europa en 1921, Borges se lanzó con pasión al redescubrimiento de la Argentina y, más particularmente de Buenos Aires, como lo muestra en esta estrofa del poema “Barrio” del libro Fervor de Buenos Aires:

                                    Esta ciudad que he creído mi pasado
es mi porvenir, mi presente;
los años que he vivido en Europa son ilusorios.
He estado siempre (y siempre estaré) en Buenos Aires.

El poeta Jorge Luis Borges en unos versos magistrales nos pinta así a la capital de la República Oriental del Uruguay:

                                                    Montevideo

Resbalo por tu tarde como el cansancio por la piedad de un declive.
La noche nueva es como un ala sobre tus azoteas.
Eres el Buenos Aires que tuvimos, el que en los años se alejó quietamente.
Eres nuestra y fiestera, como la estrella que duplican las aguas.
Puerta falsa en el tiempo, tus calles miran el pasado más leve.
Claror de toda la mañana, nos llega, sobre las dulces aguas turbias.
Antes de iluminar mi celosía tu bajo sol buenaventura tus quintas.
Ciudad que se oye como un verso.
Calles con luz de patio.

 
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
e-mail: wd_gorosito@yahoo.com.mx

 

 

 

 

 

ORIENTALES

 

Los jinetes al galope
al grito de libertad,
el tronar de sus caballos
cruza la Banda Oriental.

El sol alumbra los sables
en posición de cargar,
el clarín llama a la lucha,
a la Patria liberar.

Al frente la tricolor
enseña que los hermana
cuidada por las tacuaras
y miles de corazones
de indomables escuadrones
que se cubrieron de gloria,
así lo narra la historia.

Gauchos, indios, negros
y criollos,
siguiendo el gran ideal
de liberar a la Patria
sin dar nunca un paso atrás.

Enérgicos y valientes
la victoria alcanzaran,
su grito viaja en el viento
hasta el suelo penetrar
¡somos los orientales!
de Artigas el General.

 

 

 

 LOS INFIELES (INDIOS) SEGÚN FRANCISCO MILAU Y MIRAVAL (1752)

Entre la costa del Norte del Río de la Plata y al Este del Uruguay hasta las tierras de los Guaranís habitaban antes tres naciones infieles que se han consumido en la mayor parte, y su número hoy no pasa de trescientos a cuatrocientos hombres de armas conocidos por el nombre de Minuanes.

Estos mantienen lo más del tiempo paz con la Ciudad de Montevideo, en la que hay más apariencia que realidad, pues al mismo tiempo que algunos de ellos vienen con frecuencia a esa ciudad con pretexto de manifestar su buena voluntad y es más bien con el fin de embriagarse con las bebidas que procuran y llevarse lo que puedan bien o mal adquirido, están otros compañeros suyos ejecutando daños en las haciendas, en cuyas vecindades viven, o por lo general ayudan para sus robos a los portugueses y otros vagamundos, disculpándose, si se les reconviene de sus hechos, que han obrado algunos malos que hay entre ellos contra la voluntad de los demás, y prometiendo castigarlos.

Es cierto que su vecindad hace mucho daño y es de gran perjuicio a todos los establecimientos que hay por aquella parte, y que convendría mucho, cuando no se pudiesen esos indios reducir por bien a vivir en parajes determinados, donde estuviesen a la vista sus familias, intentarlo conseguir por fuerza, lo que si fuere preciso ejecutar en adelante, costará mucha más dificultad, si se les deja aumentar el corto número que hay de ellos al presente.

La nación Charrúa ocupa el terreno que corre entre los ríos Paraná y Uruguay hasta las tierras de los Guaranís. Su número no deja de ser grande aunque muy disminuido del que existía en tiempos pasados, en los que acometían con frecuencia los pueblos recién fundados de los Guaranís por aquella parte, que se vieron precisados a amurallarla los más inmediatos a ellos por sus continuos insultos.

Padeció igualmente en sus principios de la persecución de éstos la población de Sa Fee, hasta que pudo, ya más fomentada, rechazarlos y destruir en gran parte. Al presente se hallan dos pueblos de indios reducidos de esa nación, uno en las cercanías de esa ciudad y el otro es el pueblo de Santo Domingo Soriano.

En éste se han agregado a ellos otros indios únicos de una nación que llamaban Chanas, y alguna gente de mezcla formado bastante vecindario. Los demás charrúas que habitaban en aquel gran terreno solos, se mantienen pacíficos, sin que intenten de mucho tiempo a esta parte alguna hostilidad contra los Españoles, ni con los Guaranís, y tampoco inquietan en ninguna manera las navegaciones de las embarcaciones que trafican continuamente por los ríos Paraná y Uruguay, desde los que se ven siempre muchos de ellos campear a caballo por esas tierras y acercarse a las orillas.

                                         
Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx

 

 

 

 

LA LLAMARADA DE ASENCIO
Por :Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental
(1811- 2011)
A orillas del arroyo Asencio
28 de febrero de 1811

El amanecer se asoma
despunta la claridad
indios, gauchos y criollos
unidos por un ideal.

Viera y  Benavides cabalgan
al frente de un centenar,
hermanados por la patria
harán la tierra tronar,
“la admirable alarma” de Asencio,
pronto se hará escuchar.

Va llegando la mañana
y
una llama nacerá,
al proferir los patriotas
un grito que alcanzará,
los rincones más lejanos
de nuestra Banda Oriental.

El pueblo toma sus armas
al grito de ¡libertad!
la llamarada de Asencio
con vigor alumbrará
el nacimiento incipiente
del sentimiento oriental.

Muy pronto esos valientes
su líder recibirán,
lucharán en las batallas,
para el pueblo liberar
de la corona española,
con su yugo terminar.

La llamarada ilumina
el ideario inmortal,
de José Gervasio Artigas,
Protector de  Pueblos Libres
Padre de la Patria Oriental.

 

             DUCASSE/LAUTRÉAMONT UN MESTIZO DE LA LITERATURA
Por: Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez

 

Un día 24 de noviembre de 1870, a las dos de la tarde y en París, se levanta la siguiente acta de defunción: “Isidore Lucien Duchase, hombre de letras, de 24 años de edad, nacido en Montevideo(América meridional), fallecido esta mañana, a las 8 en su domicilio de la calle de Faubourg-Montmartre, no 7, sin más datos. El acta ha sido levantada en presencia del señor Jules Francois Depuis, hotelero, calle de Faubourg-Montmartre, no 7, y de Antoine Millerte, camarero, en idéntico domicilio, testigos que han formado con nos, Louis Gustave Nast, adjunto de alcalde, tras haber leído y haber comprobado el fallecimiento ante la ley”.

Este joven “hombre de letras” nació, pues, en Uruguay país desconocido para el redactor del citado documento, en abril de 1846. Aquella fue la escueta papelería que dio cuenta de la muerte oficial del creador del Conde de Lautréamont, quien figurará a su vez como autor de uno de los libros más decisivos en la historia de la poesía del llamado Occidente: Los Cantos de Maldoror. Porque Maldoror, personaje central de estos Cantos singularísimos, es generado por el parisiense Lautreamónt más que por el montevideano Ducasse.

De Isidoro Duchase se sabe poco, según el investigador y traductor Manuel Serrat, sus supuestos biógrafos apenas si rozaron la biografía de una sombra, de un fantasma. Pese a ser un escritor de la segunda mitad del siglo XIX y a haber residido unos once años en Francia, no hay fotografías en las que pueda ser identificado con certeza.

Sólo hay dos, relativamente divulgadas, de las que nadie podría asegurar corresponden a ese joven nacido en Uruguay, de idioma materno el francés, pero bilingüe, cuyo padre trabaja en el Consulado de Francia en Montevideo. Agreguemos que la madre de Isidore, una francesa de nombre Celestine Davezac, es la sirvienta que, ya embarazada, se casará con el patrón; fallecerá en diciembre de 1847, un año y ocho meses después del nacimiento de Isidore.

Entre los datos que confirman la existencia histórica de Isidore Ducasse, figuran asimismo la partida de nacimiento; ciertas referencias a sus estudios en la provincia francesa(Tarbes, Pau) y sus actividades literarias en París, la comprobación de por lo menos un viaje a Montevideo, en 1867; un ejemplar de la Ilíada, en traducción de Gómez Hermosilla, anotado por Ducasse; alguna correspondencia; la constancia de un servicio religioso en la Iglesia de Notre Dame de Lorente, el 25 de noviembre de 1870, ante el cuerpo de Isidore Ducasse; no mucho más, parece ratificado por el propio Ducasse: “Je ne laiserai pas des Mémoires”.(Es decir, “No dejaré memoria de mí”, Poésies I)

Pero dejó una especie de memoria triple, o sea, la creada y compartida por Ducasse/Lautréamont/Maldoror. El poeta, así desdoblándose, colocó la violencia creativa del verbo poético en los centros mismos desde los cuales se desarrollan el discurso académico, la preceptiva literaria, la grisura crítica, la palabra de la ley, los reglamentos del orden, la representación verbal del poder. Y de esa memoria, que en buena parte se inventó a sí misma, se nutrieron las vanguardias del siglo XX, en especial el surrealismo y continúan nutriéndose contantemente nuevas generaciones de lectores y poetas.

Los Cantos de Maldoror, esta obra inubicable e inclasificable, fue pasada, bajo todas las lupas, incluyendo la del facilismo psicoanalista( quizá para reavivar la antigua, absurda, prejuiciada y dañina vinculación del poeta con la locura); esta obra solitaria pese a la contemporaneidad con Rimbaud, Baudelaire, Verlaine y otros, fue publicada en Bruselas con dinero del padre de Isidore y su primera edición en 1869, no fue distribuida en Francia por temor a la censura.

Esta obra inaprensible recién será recuperada en 1874, con portada distinta, y se comercializará en Bélgica, esta obra impar será reeditada en 1890, en París; esta obra irrepetible conocerá nuevas ediciones, no sólo en francés, a partir de 1920 hasta hoy. En 1891 Remy de Gourmont revela la existencia por hallazgo casual, de dos cuadernos impresos en 1870: Poésies I y II, que en ediciones diversas conformarán, con los Cantos, las obras completas de este tenaz desmemorizador.

Y tan autodesmemorizador que matará a Lautréamont( y por consiguiente a Maldoror)al dar fin a la escritura de los Cantos, para sí nacer como Isidoro Ducasse en las Poésies, y reemplazar “la melancolía por el coraje, la duda por la certeza, la desesperación por la esperanza, el escepticismo por la fe…”.

Ahora bien, es oportuno recordar que Ducasse firmó la primera edición (1868) del Canto I con tres asteriscos, lo mismo que la segunda, esta apareció en una publicación colectiva Perfumes de l´ame(1869). Como ya vimos, sólo utilizaría su nombre civil, Isidore Ducasse, para firmar los dos delgados cuadernos antes mencionados.

Algunos han incluido por limitación nacionalista quizá, en la literatura uruguaya a Isidore Ducasse, cuando apenas si entra en la francesa, es interesante y estimulante reproducir parcialmente lo que, bajo el seudónimo de Épistomon, escribió en 1868 Alfred Sircos(la única nota aparecida en esos tiempos sobre los Cantos, en La Jeneusse,no.5):

“El primer efecto producido por la lectura de este libro es el asombro: el énfasis hiperbólico del estilo, la salvaje rareza, el desesperado vigor de la idea, el contraste de este lenguaje apasionado con las más insípidas lucubraciones de nuestro tiempo, arrojan de inmediato el espíritu a un profundo estupor…Es preciso leerlo para sentir la poderosa inspiración que lo anima, la sombría desesperación vertida en estas lúgubres páginas”

Sin lugar a dudas, estas apreciaciones aún sostienen vigencia plena.

En este recuerdo a Ducasse/Lautréamont a quien yo llamaría en una denominación muy de nuestro siglo XXI, un mestizo de la poesía y de la cultura, quiero compartir con ustedes un poema de mi autoría:

                                                              RAÍCES

                                                        Ciertos días,
vuelvo sobre mis pasos
y
miro debajo del sol.
La niebla descendente,
fresca y gris,
ahoga la claridad.

                                                          En la oscuridad me
pregunto:

                                                         ¿Soy Lautreamoniano
por Montevideano?

 

                                            Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx

 

 

ALFONSO REYES ANTE EL COMITÉ URUGUAY-MÉXICO EN 1928

 

Alfonso Reyes nació en Monterrey, Nuevo León, el 17 de mayo de 1889 y muere

el 27 de diciembre de l959 en Ciudad de México. Sin lugar a dudas es un clásico
de la literatura mexicana que no ha perdido vigencia, quizás por que el mismo
confesó en alguna oportunidad: “escribo porque vivo”.
No sólo Reyes fue uno de los grandes pensadores mexicanos, colaborador
en la fundación del Ateneo de la Juventud, junto a Antonio Caso, José Vasconcelos
y Pedro Henríquez Ureña, sino un exponente fundamental de las letras
e ideas latinoamericanas.
Vicente Quirarte sobre la obra de Reyes ha dicho. “Uno encuentra siempre páginas
que son para la eternidad, páginas que nacieron clásicas. Él tenía esta admirable
economía de medios, de tal manera que lo salido de su pluma, ya sea un prólogo
o una nota anecdótica o un comentario banal, se transformaban en literatura
y en pensamiento. En Reyes aparece la creatividad unida a la meditación
y al pensamiento, lo que lo hace un clásico del ayer y un clásico del mañana”.


En el mismo tenor Alberto Enríquez sostiene: “Reyes es uno de los grandes
pensadores mexicanos y en lengua española. Su pensamiento es de una riqueza
impresionante; sus páginas sobre democracia y libertad, por ejemplo, son muy
actuales. Nos hace falta fijarnos en el fondo de la obra de Reyes, rascar cada una
de las enseñanzas que están en su obra monumental”.
Alguna vez Octavio Paz refiriéndose a Reyes escribió que “el amor de Reyes
al lenguaje, a sus problemas y sus misterios, es algo más que un ejemplo,
es un milagro”.
Mientras que Carlos Fuentes ha sostenido en varias oportunidades que de Reyes
heredó el convencimiento de que “la tradición intelectual del mundo entero era
nuestra por derecho propio y que la literatura mexicana era importante por ser
literatura y no por ser mexicana”.
Quiero rescatar de las páginas de la historia la siguiente pieza de oratoria que
presentara Alfonso Reyes, ese poeta, ensayista, maestro y diplomático
excepcional en una visita a Montevideo el 28 de mayo de 1928.
Os traigo uruguayos, la gratitud de un pueblo. El manifiesto del Comité
Uruguay-México insiste en la primacía de la obra de concordia sobre todas
las intenciones hostiles, y señala generosamente el esfuerzo mexicano
a la consideración de las repúblicas, no porque sea ejemplo de perfecciones
más que humanas; no como dechado de acabamientos que no estarían
al alcance de criaturas mortales- y menos en artes de gobierno y en achaques
de conducta pública donde sabemos, por las pruebas del tiempo, que una
y otra vez la arcilla humana se quiebra entre las manos de los conductores
de pueblos-, sino porque veis en nosotros el ánimo, decidido y cabal,
de atacar en todos los momentos el nudo de todos nuestros problemas;
de combatir hora tras hora, en nosotros mismos y en cuanto de nosotros
depende, la sorda penetración de las fuerzas oscuras, de las inercias que
trabajan siempre hacia abajo; el sentimiento alerta contra toda dejadez
o desidia- aunque ellas ayudaran por lo pronto a comer mejor y a dormir
mejor-, a fin de lograr que toda la masa social de quien hemos
de responder un día ante la historia disfrute igualmente las piedades
que nos brinda la tierra.
Queremos, a costa de nuestro dolor, conquistar un poco de felicidad
para todos. Y se que os complace descubrir, en los empeños ideales
con que el pueblo mexicano va ganando un palmo y otro palmo
de su ascensión penosa, la proyección de aquella alta virtud humana-
única acaso excelsa porque es la única que nos obliga a alzar y alzar
como en vilo el peso de nuestro propio ser, confesando así que hay
algo más digno que la vida-, virtud que pretende alas angélicas a la
gravedad de la materia y que se llama, sencillamente, la bravura.
Manifestaciones como ésta marcan una época en el desarrollo de la
idea americana. Tras un siglo de orientaciones cada día menos
errabundas, nuestras repúblicas cobran sentido de su responsabilidad
conjunta, e imponen a los azarosos impulsos nacionales, después
de la normas de la organización interna, los imperativos coordinadores
de una esperanza común.
¿Qué importa la casualidad geográfica si, precisamente, el hombre
ha venido a igualar el mundo, a reducir el estorbo de las distancias
y las diferencias de altitudes y climas? ¿Qué importan las proporciones
de mezclas de sangre y mestizajes, si una civilización se establece tanto
sobre el suelo neutro de la biología o de la raza, como en el fundamento
de sus tradiciones espirituales, en los potentes resortes de la lengua,
en la filosofía especial que ha de valorar los dolores y los regocijos,
en todo aquello que conduce a una interpretación semejante de la vida
y de la muerte?
Mientras sufríamos la tentación de maldecir a la vieja metrópoli europea,
confesábamos que aún no éramos realmente independientes, realmente
adultos, puesto que aún conservábamos la sensibilidad exacerbada de un
arrancamiento, de una derivación.
Mientras cedíamos ciegamente a la imitación de los modos europeos,
nuestras “insipiencias” seguían líneas paralelas que no podían
nunca encontrarse.
Sólo cuando una general sacudida nos hizo cobrar conciencia de nosotros
mismos, empezamos, los pueblos afines, a considerarnos con interés
de uno a otro extremo de la raza. Sólo entonces pudimos, con la junta
de los sumandos, apreciar lo que podrá pesar en el mundo el total
que representamos.
Sólo entonces, mediante la reiteración de este o aquel rasgo en veinte
naciones parecidas, tuvimos el atisbo claro de lo que ha de ser nuestro
perfil, nuestro relieve moral sobre el planeta. Y así vamos aprendiendo
a insistir en todo aquello que sirve al desenvolvimiento de nuestro
carácter histórico, desembarazándonos de paso de lo pegadizo y lo ajeno.
Atentos-claro está-a todos los rumores del mundo, pero conscientes de los
que concuerdan con nuestra melodía personal. Y cuando tantas conciencias
vacilan, cuando se derrumban tantos sistemas y se plantean interrogaciones
sobre la preeminencia de este o del otro Continente (porque “en adelante
ya sabemos-dice el poeta- que nosotras, civilizaciones, somos perecederas”),
obras de afirmación como la vuestra tienen el valor de un buen presente
para la moral de nuestra América.
Pensaba Leibniz que, en filosofía, los sistemas parecen ciertos en todo
lo que afirman y falsos en todo lo que niegan; y esta máxima
del eclecticismo, tan discutible como se quiera en el campo especulativo
de la metafísica, acaso lo sea menos en el campo de la política; de la política
que es toda acción, en suma, lanzada a construir, a edificar, a componer
( o a recomponer, si sois platónicos) , como en un problema de alta geometría
moral, el cuadro armonioso en que todas las energías individuales jueguen
libremente y se sumen sin resta unas con las otras. Cierto en lo que afirma,
falso en lo que niega, el sueño político quiere que la convivencia del hombre
con el hombre sea lo menos áspera posible; y yo no puedo entrar aquí en
acertijos de razonamiento para demostraros que la negación del mal no es
negación sino afirmación; pero sé que vuestro mensaje- prédica de amistad
entre las naciones- os trae a estas horas la bendición de vuestros hermanos
del Norte: aquella gente sufrida pero indomeñable, tan dulce y tan minuciosa
en sus amores como bronca y fiera en el resguardo de sus destinos
continentales, que tuvo el señuelo de oro con Moctezuma y el escudo
de bronce con Benito Juárez, la adivinación de su dolorosa grandeza
en el filósofo aldeano Miguel Hidalgo y el presentimiento de su sobria
salud social en el ímpetu- juvenil y fragante- de todos sus caudillos agrarios.
Regocijaos-oh patria diminuta y grande-, propicia a las inquietudes generosas,
consciente de que la vida es una constante progresión,
penetrada del sentimiento de lo mejorable y lo perfectible-
; regocijaos- oh ensayo de felicidades cívicas propuesto a los pueblos
como índice de entusiasmo y aliento, oh ciudad bajo las alas de Ariel-
porque sabeís hacer al mundo señales a cuya luz se reconozcan los
hombres de buena voluntad.
¿Imaginaís lo que dirá el mexicano cuando lleguen, hasta la meseta de
Anáhuac, los ecos de vuestra fiesta? Dirá, recordando con nuevo espíritu
las exclamaciones de Eneas frente a los muros pintados de Cartago-
donde inesperadamente le saltan a los ojos las representaciones
conmovedoras de sus propias adversidades y fortunas- que aquí también
hay lágrimas para los dolores y alegrías para los regocijos ajenos; que
sabéis vibrar simpáticamente con el rumor de nuestros afanes históricos;
que sois el tímpano claro y sensible en que repercuten y suenan con
música de concordia los truenos de nuestras tormentas nacionales.
De suerte que nuestro grito ha salido de vuestros pechos convertido
en canto; y que si a nosotros nos tocó- en esta azarosa repartición
de los trabajos- sufrir el dolor y acometer con los heroicos remedios,
a vosotros os va tocando, desde acá, apurar en los hechos brutos
la alta consecuencia social, sacar moralidades de nuestra fábula
terrible; hacer con las contorsiones, una estatua; y con la sustancia
misma de las pasiones, una idea, un brote de razón.
Señores del Comité Uruguay-México: vuestra pública aprobación
nos arma de nuevos entusiasmos, y lo que vosotros aprobáis no
puede ser malo. Por sobre la obra pertinaz de calumnias y de
incomprensiones (“conciliábulos de odio y de miseria”) , el grave
indio mexicano continua su marcha a través del tiempo, con ese
trotecillo patético que ha venido a ser la obsesión de nuestros
poetas y el pasmo de nuestros sociólogos; el mismo trotecillo
incansable de los emisarios aztecas que anunciaron la llegada
de los primeros Hijos del Sol; el mismo trotecillo aguerrido
de los corredores tarahumaras para quienes no existen obstáculos,
o penas materiales de hambre, de sed ni de fatiga;
el mismo trotecillo misterioso que deja; en la simbología
de los códices náhoas, la huella de unas plantas humanas
camino de una isla de promisión; el mismo que, desatado
un día en mil arroyos, como hielo que la primavera suelta
en las cumbres, ha bajado a todos nuestros valles, a modo
de inmensa cabalgata, no a develar ni a deshacer- aunque
su grande empuje tenga necesariamente aquella energía
suprasentimental que caracteriza las grandes cosas
de la naturaleza- sino a fertilizar tierras, depositar limos

y nutricios y fecundizar hondamente
nuestros suelos históricos.

                                          Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
                                         e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx

 

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LA BATALLA DE LAS PIEDRAS

Y LAS ANSIAS DE LIBERTAD DEL PUEBLO ORIENTAL

 

Bicentenario del Proceso de Emancipación Oriental - 1811- 2011

El 18 de mayo de 1811 en Las Piedras se libró la primera batalla
por la independencia no sólo de la Banda Oriental, sino del

Virreinato del Río de la Plata y de las colonias hispanoamericanas.

Para nosotros los herederos de esos patriotas orientales que
derrotaron a la monarquía española por sus ansias de libertad,
no hay dudas que fue una victoria de la Patria Gaucha.

Esa que le dio sus hijos al ejército que dirigió con maestría
José Artigas y otros que habían sido adoptados por esta,
gauchos, criollos, campesinos, negros, indios, comerciantes, etc.

Un ejército armado con trabucos, fusiles de chispa, armas de fuego
rudimentarias cuyo uso había sido liberarse de saqueadores,
bandidos y ladrones portugueses. Las armas blancas  de fabricación
casera en su mayoría predominaban, lanzas con caña tacuara y hojas
de tijera de esquilar, cuchillos, lanzas medialuna, boleadoras y algunos
sables. La naciente artillería oriental contaba únicamente con dos
cañones de dos pulgadas.

Pero la fuerza fundamental será la caballería, formada por hábiles
jinetes, en su mayoría hombres hechos en las labores del campo.

El ejército monárquico al que se enfrentará, es un ejército profesional,
instruido en maniobras militares, bien equipado individualmente y con
buena dotación de parque. Su artillería cuatriplicaba el poder de fuego
de los orientales, seis cañones y dos obuses lanzadores de granadas
explosivas.

El hábil estratega José Artigas, después de horas de combate,
con sus tácticas hizo olvidar las carencias y obtuvo la victoria.

Se escucha cuando caía la tarde ante la rendición del Capitán
José Posadas, una de sus famosas frases. “Clemencia para los vencidos”.

También es digno de destaque, la forma de conducirse de Artigas
durante la rendición. De acuerdo con los códigos de comportamiento
militar de la época, el oficial derrotado en la batalla, debía entregar
en sus propias manos al vencedor su sable, éste lo rompería
frente al enemigo vencido.

José Gervasio Artigas, fiel a su ideario de no humillar jamás,
ni siquiera a su enemigo, rompió con este protocolo que no era
digno de hombres de bien e hizo que el Capitán de Fragata
José Posadas, le entregara su sable al sacerdote Valentín Gómez.

No hay dudas que con esta victoria entre otras cosas José Artigas
hacía honor a las palabras que emitiera desde su Cuartel General,
conocida como la proclama de Mercedes, ciudad que había sido
tomada por los insurrectos y en la cual explicaba que asumía
la jefatura del movimiento revolucionario.

En ella invitaba a los orientales a incorporarse al ejército de la patria
y así lo expresaba: “Unios caros compatriotas y estad seguros

de la victoria. Vencer o morir será nuestra cifra y tiemblen
esos tiranos, de haber excitado nuestro enojo, sin advertir
que los americanos del Sud, están dispuestos a defender
su patria y a morir antes con honor, que vivir con ignominia
en afrentoso contubernio”.

La victoria de Las Piedras fue tan trascendente que elevo el espíritu
de lucha y el número de adherentes a la causa artiguista y a las
revoluciones americanas en proceso. Gracias a ella el territorio
de la Banda Oriental quedaría libre de la autoridad española.

Recordemos como fue el desarrollo de la batalla, de acuerdo
con el Parte de la misma que redactara el entonces Teniente
Coronel José Gervasio Artigas para dar cuenta a José Rondeau
de la victoria de las armas de la patria:

Habiendome acampado en la villa de Canelones con el objeto
de molestar a los enemigos, que se hallaban situados en las
Piedras y privarles las introducciones de Ganados y demas
comestibles para Montevideo; y advirtiendo ser insuficientes
todas las providencias y vigilancia de las Partidas, que
continuamente destacaban á este fin; dispuse con anuencia
de los S:S Capitanes, el atacarlos, en atención á que aun
quando las fuerzas enemigas ascendian al número
de 600 hombres, segun las mas noticias que por algunos
pasados havia adquirido.
Contaba con mucha parte adicta á nosotros.
Pasé inmediatamente el correspondiente oficio á mi hermano
Don Man. Artigas, indicandole el punto donde devia
reunirse conmigo; y á las pocas horas de haver marchado
el chasque, recibi oficio de dho. Mi hermano, en que me avisaba
hallarse atacado por los ene-/migos, pidiendo 300 hombres
de refuerzo. Con esto llego la nota que Otra columna enemiga
se dirigia á Canelones, con el objeto de atacarme; al momento
acordé con los S.S oficiales que era conveniente dirigirnos al sauce
á dar auxilio á los enemigos entre dos fuegos; y rendidos estos,
cortar la retirada á los que se havían dirigido á Canelones.
En efecto dispuse mi salida á puestas del sol, y marché con el
abrigo de la Noche, pasando á la vista de los fogones enemigos.
La noche se puso sumamente obscura, y al Día amanecio lloviendo,
cuya lluvia continuo hasta el siguiente con el mal Tpo. Se imposibilitó
la marcha, y me acampé en las Puntas del canelón Chico, desde
donde pase orden á mi hermano, para que se reuniera en dicho punto,
en virtud de haver servido que la noche de mi salida havia regresado
la Tropa enemiga al Campamento de Las Piedras. Mi hermano
se incorporó en el citado Destino, la/Noche del 17, segunda
de mi salida, y por la incapacidad del Tiempo, no pude determinar
el albaso que tenia proyectado.
El tiempo mejoró y mis Partidas de descubierta empezaron
sus guerrillas, con dos columnas que en el mejor orden marchaban
para mi campamento. Al instante destaqué una Partida de 200 hombres
montados, de la Gente Patriota Voluntaria, para que los fueran sacando
de su campamento; y mandé que la tropa tomara caballos para salir
á batirlos. Los enemigos abanzaron sobre los de caballería y Yo con el
resto del Exto. Marché sobre ellos. De la Gente armada de caballería,
sáqué 150 hombres para reforzar la Infantería; y ordené dos columnas
de caballería, una al mando de Don Antonio Pérez que ocu(pa)ba la
derecha con la demas Gente de mi hermano Don Manuel for/me otra
columna (como de 250 hombres) con el objeto, de cortar la retirada
á los enemigos.
En este orden abanzé, y puesto á la frente de los enemigos,
desplegue en Batalla con la Infantería y mandé á mi Ayudante
mayor Don Eusevio Valdenegro, pasase orden que la una Columna
de caballería de la derecha abanzara amenazando picar la retaguardia
enemiga; y echando pie á Tierra la infantería, hizo su demostración de
avanze con bastante rapidez, pero los enemigos aparentaron retirarse,
sin hacer mayor fuego, siempre con el mejor orden.
Esta aparente retirada, la hizieron con el interez de cituarse en una loma,
lugar dominante á todos quatro frentes de su posición; y en este
presentaron la Batalla.
La fuerza enemiga constaria de 400 á 500 hombres de Infantería
con quatro piezas de Artilleria dos obuces de á 32.. y dos cañones
de á 4..con/64 artilleros buenos: de á 16 hombres de dotación en
cada cañón, y 459 qye componian la Caballería.
La fuerza de mi división, se componia de 600 hombres de caballería
(mal armados), y 400 infantes, con los dos cañoncitos de á 2.
El combate empezó á las onze y media de la mañana y terminó a las 4
de la tarde. A este se dio principio en los terminos ante-dichos: pero como
la Tropa estaba anciosa de avanzar, sufrió un tiro de Granada que me llebó
seis patricios, para hallarlos en pelotón, que todo mi esfuerzo y el de los
oficiales no era bastante á contenerlos en abanzar, en un lugar donde
el Terreno era dominado por ellos, tanto como las municiones de Artilleria
superaban a las nuestras.
Los enemigos se resistieron vigorosamente en este punto; tanto que fue
necesaria toda la constancia de nuestra heroyca Tropa, para echarlos de alli;
de donde salieron retirándose con el mejor orden. La Tropa cargó
vigorosamente sobre ellos, y aqui se les tomó un cañón; pero como los
fuegos de Artilleria superaban á los nuestros contenian sumamente á/nuestra
Tropa, que solo su mucho valor podía resistirlos.
Con su retirada, consegui situarme en mejor terreno, y de aquí hize abanzar á
la columna de caballería de la derecha, y mi Ayudante mayor á la columna
que mandaba mi hermano Don manuel Francisco Artigas.
Aquí fue bastante activo el fuego. Que duraria mas de una hora; y con la
energia que disputaba la accion nuestra Tropa, se intimidaron los enemigos,
y pusieron bandera Paralementa á que yó mismo en persona contexté
se rindieran a discreción, librando vidas de todos, con lo que se rindieron
y quedó por nosotros la victoria, y todo el campo de batalla, que era á distancia
de un quarto de legua de la Capilla de las Piedras. En la misma Capilla,
donde tenían su Campamento, había quedado una Guardia de 30 hombres,
(según declaración del Ayudante mayor de ordenes, Subteniente de caballería
Don Juan Rosales) con un cañon de á 4. La rendición de dha Gua la encargué
á mi Ayudante Mayor Don Eusevio Valdenegro; quien para conseguirla (evitando
en todo lo posible toda efusión de sangre) mandó pasese con parlamento
el expresado Ayudante/Mayor de ordenes Don juan Rosales, á que con
el respecto de su Tropa, hiciera se rindiese a discreción; lo que asi berificaron;
y fueron prisioneros mas de 100 hombres que allí habian replegado
con provistas de caxones de municiones; y con 16 artilleros mas,
en el cañon que tenian.
Entre tanto disponia yó la reunion de la Tropa, y conducion segura
de los prisioneros, pasó mi Ayudante el referido Don Eusevio Valdenegro,
á la operación antedicha, tomando el Parque de Artilleria, que lo tenian bien
provisto de municiones de todos los calibres indicados, y de todas las claces,
las que con mi orden hizo extraer, con mas tres carros capuchinos: y como
llegó nota de que salia refuerzo de Montevideo, fue necesario apostarme
en lugar ventajoso para esperar al enemigo, que hasta ahora, (que son
las 6 de la mañana) no se ha dejado ver.
Tengo varias Partidas hacia los Migueletes para que estén á la observación
de los enemigos, y en todo caso/apuro dispongo mi retirada á Canelones.
El Ayudante Mayor dé ordenes, Don juan Rosales, me asegura
haver la fuerza en la Plaza de Montevideo, de (5 a 600) hombres,
inclusos los que estaban en la Colonia, y que (según este)
han regresado á Montevideo.
Combiene pues que VS.; en vista de lo expuesto, acelere sus marchas,
y me mande tropa á la mayor brevedad, entre la qual, es indispensable
venga una dotación suficiente de Artilleros, para el manejo de 5 piezas
de artilleria que hé tomado á los enemigos mandandome bastantes
piedras de chispa, que las necesito mucho, que las necesito mucho,
y no las havia en el Parque enemigo.
La perdida que hemos tenido en esta gloriosa acción, será como
unos diez y ocho ó veinte hombres muertos, y unos 14 heridos.
No tengo entero conocimiento de esto, hasta después que noticiaré
á VS con mas propiedad. Los enemigos muertos eran como 30,
y segun el primer conocimiento que tengo de los heridos ascienden
á 46, ó 50, y prisioneros como 420. inclusos 22 oficiales
con el Comandante Gral. Don José Posadas.
No puedo ocultar a VS. Quan dignos son todos los S.S oficiales
que he tenido el honor, de tener á mis ordenes en tan gloriosa acción;
por que todos, todos se han portado con todo el honor y entusiasmo
que los caracterisa, y hace dignamente acreedores á la alta
consideración de la Excma. Junta, y á la eterna gratitud
de sus compatriotas.
Las tropas todas, me merecen igual atención, y estoy seguramente
persuadido, que á no ser tanto su valor, no era capaz de haverse
conseguido una acción con tantas ventajas  para los enemigos;
tan heroica para sus triunfadores y que en todas partes justifica
el honor de las armas de nuestra Patria.
Por ahora me hallo sumamente ocupado, y con la atención puesta
en los enemigos, por lo que no puedo susbstansiar un parte completo,
con estado de armas municiones, y todo lo demas relativo
á los enemigos, que lo hare á primera oportunidad.
En este momento acabo de recibir el adjunto parte, que dá
Don Pedro G. Pérez, de lo que ha ocurrido en Santa Tereza;
y todo, está pronosticando el inmediato extrago y ruyna de los Tiranos,
y la alta gloria de nuestra dulce Patria, que se hara eterna
la memoria de sus dignos hijos.

Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años.

Campamento de las Piedras 19 de mayo de 1811. José Artigas.

 

 

                                         Lic.Washington Daniel Gorosito Pérez

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               e-mail. danielgorosito@prodigy.net.m                                                                                

 

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DUCASSE/LAUTRÉAMONT UN MESTIZO DE LA LITERATURA

 

Un día 24 de noviembre de 1870, a las dos de la tarde y en París,
se levanta la siguiente acta de defunción: “Isidore Lucien Duchase,
hombre de letras, de 24 años de edad, nacido en Montevideo
(América meridional), fallecido esta mañana, a las 8 en su domicilio
de la calle de Faubourg-Montmartre, no 7, sin más datos.
El acta ha sido levantada en presencia del señor Jules Francois
Depuis, hotelero, calle de Faubourg-Montmartre, no 7, y de Antoine
Millerte, camarero, en idéntico domicilio, testigos que han formado
con nos, Louis Gustave Nast, adjunto de alcalde, tras haber leído
y haber comprobado el fallecimiento ante la ley”.

Este joven “hombre de letras” nació, pues, en Uruguay país
desconocido para el redactor del citado documento, en abril
de 1846. Aquella fue la escueta papelería que dio cuenta
de la muerte oficial del creador del Conde de Lautréamont,
quien figurará a su vez como autor de uno de los libros más
decisivos en la historia de la poesía del llamado Occidente:
Los Cantos de Maldoror. Porque Maldoror, personaje central
de estos Cantos singularísimos, es generado por el parisiense
Lautreamónt más que por el montevideano Ducasse.

De Isidoro Duchase se sabe poco, según el investigador
y traductor Manuel Serrat, sus supuestos biógrafos apenas
si rozaron la biografía de una sombra, de un fantasma.
Pese a ser un escritor de la segunda mitad del siglo XIX
y a haber residido unos once años en Francia, no hay
fotografías en las que pueda ser identificado con certeza.

Sólo hay dos, relativamente divulgadas, de las que nadie
podría asegurar corresponden a ese joven nacido en Uruguay,
de idioma materno el francés, pero bilingüe, cuyo padre trabaja
en el Consulado de Francia en Montevideo. Agreguemos que la
madre de Isidore, una francesa de nombre Celestine Davezac,
es la sirvienta que, ya embarazada, se casará con el patrón;
fallecerá en diciembre de 1847, un año y ocho meses después
del nacimiento de Isidore.

Entre los datos que confirman la existencia histórica de Isidore Ducasse,
figuran asimismo la partida de nacimiento; ciertas referencias a sus estudios
en la provincia francesa(Tarbes, Pau) y sus actividades literarias en París,
la comprobación de por lo menos un viaje a Montevideo, en 1867;
un ejemplar de la Ilíada, en traducción de Gómez Hermosilla, anotado
por Ducasse; alguna correspondencia; la constancia de un servicio
religioso en la Iglesia de Notre Dame de Lorente, el 25 de noviembre
de 1870, ante el cuerpo de Isidore Ducasse; no mucho más, parece
ratificado por el propio Ducasse: “Je ne laiserai pas des Mémoires”.
(Es decir, “No dejaré memoria de mí”, Poésies I)

Pero dejó una especie de memoria triple, o sea, la creada y compartida
por Ducasse/Lautréamont/Maldoror. El poeta, así desdoblándose,
colocó la violencia creativa del verbo poético en los centros mismos
desde los cuales se desarrollan el discurso académico, la preceptiva
literaria, la grisura crítica, la palabra de la ley, los reglamentos
del orden, la representación verbal del poder. Y de esa memoria,
que en buena parte se inventó a sí misma, se nutrieron
las vanguardias del siglo XX, en especial el surrealismo y continúan
nutriéndose contantemente nuevas generaciones de lectores y poetas.

Los Cantos de Maldoror, esta obra inubicable e inclasificable, fue pasada,
bajo todas las lupas, incluyendo la del facilismo psicoanalista( quizá para
reavivar la antigua, absurda, prejuiciada y dañina vinculación del poeta
con la locura); esta obra solitaria pese a la contemporaneidad
con Rimbaud, Baudelaire, Verlaine y otros, fue publicada en Bruselas
con dinero del padre de Isidore y su primera edición en 1869,
no fue distribuida en Francia por temor a la censura.

Esta obra inaprensible recién será recuperada en 1874, con portada distinta,
y se comercializará en Bélgica, esta obra impar será reeditada en 1890,
en París; esta obra irrepetible conocerá nuevas ediciones,
no sólo en francés, a partir de 1920 hasta hoy. En 1891 Remy
de Gourmont revela la existencia por hallazgo casual, de dos cuadernos
impresos en 1870: Poésies I y II, que en ediciones diversas conformarán,
con los Cantos, las obras completas de este tenaz desmemorizador.

Y tan autodesmemorizador que matará a Lautréamont( y por consiguiente
a Maldoror)al dar fin a la escritura de los Cantos, para sí nacer como
Isidoro Ducasse en las Poésies, y reemplazar “la melancolía por el coraje,
la duda por la certeza, la desesperación por la esperanza,
el escepticismo por la fe…”.

Ahora bien, es oportuno recordar que Ducasse firmó la primera
edición (1868) del Canto I con tres asteriscos, lo mismo
que la segunda, esta apareció en una publicación colectiva
Perfumes de l´ame(1869). Como ya vimos, sólo utilizaría
su nombre civil, Isidore Ducasse, para firmar los
dos delgados cuadernos antes mencionados.

Algunos han incluido por limitación nacionalista quizá,
en la literatura uruguaya a Isidore Ducasse, cuando apenas
si entra en la francesa, es interesante y estimulante
reproducir parcialmente lo que, bajo el seudónimo
de Épistomon, escribió en 1868 Alfred Sircos
(la única nota aparecida en esos tiempos
sobre los Cantos, en La Jeneusse,no.5):

“El primer efecto producido por la lectura de este libro
es el asombro: el énfasis hiperbólico del estilo,
la salvaje rareza, el desesperado vigor de la idea,
el contraste de este lenguaje apasionado con las más insípidas
lucubraciones de nuestro tiempo, arrojan de inmediato el espíritu
a un profundo estupor…Es preciso leerlo para sentir la poderosa
inspiración que lo anima, la sombría desesperación
vertida en estas lúgubres páginas”

Sin lugar a dudas, estas apreciaciones aún sostienen vigencia plena.

En este recuerdo a Ducasse/Lautréamont a quien yo llamaría en
una denominación muy de nuestro siglo XXI, un mestizo de la
poesía y de la cultura, quiero compartir con ustedes un poema de mi autoría:

                                                              RAÍCES

                                                        Ciertos días,
                                                        vuelvo sobre mis pasos
                                                        y
                                                        miro debajo del sol.
                                                          La niebla descendente,
                                                          fresca y gris,
                                                          ahoga la claridad.

                                                          En la oscuridad me
                                                          pregunto:

                                                         ¿Soy Lautreamoniano
                                                          por Montevideano?

 

                                            Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
                                            e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx
             

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VARGAS LLOSA Y LOS DIENTES DE ONETTI

 

Sin lugar a dudas en estos días se publicarán un gran número de
artículos, reseñas, entrevistas y demás, relacionados con la vida
y obra del escritor peruano- español Mario Vargas Llosa quien
fuera galardonado por la Academia Sueca con el Premio Nobel
de Literatura 2010.

La Academia Sueca argumentó la distinción a Vargas Llosa,
por su “cartografía de las estructuras del poder y aceradas
imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota”.

Vargas Llosa, un hombre polifacético que además de novelista,
ha sido director de cine, periodista, catedrático universitario
y candidato a la presidencia de su país natal, el Perú,
elección que perdiera ante Alberto Fujimori en el año 1990.

Pero, ¿por qué ese título dónde aparece el nombre de Onetti,
al lado del laureado? Mario Vargas Llosa dedicó al escritor
uruguayo al cumplirse 100 años de su nacimiento en el 2009,
un ensayo titulado: El Viaje a la ficción- El Mundo de Juan Carlos Onetti.

El autor confesaba: “Yo siempre admiré a Onetti desde que leí sus
primeros cuentos en los años sesenta”. Vargas Llosa evoca en su
obra la belleza del pesimismo de Onetti que mantiene la unidad
entre la imaginación y la realidad.

Incluso considera al inventor de Santa María como “el primer escritor
de nuestra lengua que se le puede llamar moderno”.
A pesar de la admiración que le profesaba el escritor peruano
al uruguayo, Vargas Llosa comentó que en una de las pocas
conversaciones que mantuvo con él, le preguntó por su modo
de trabajo. Recibiendo como respuesta: “Lo que pasa
es que tú tienes relaciones conyugales con la literatura
- le dijo Onetti a Vargas Llosa- y yo tengo relaciones adulteras”.

Hay una anécdota que le contara otro escritor uruguayo,
me refiero a Eduardo Galeano, en uno de sus viajes a México,
al escritor y periodista mexicano René Áviles Fabila, la cual
paso a transcribir, es magistral la descripción que hace Avilés
de la dramatización de Galeano.

Ante la pregunta de Avilés si había conocido a Onetti. “Sí”,
dice Eduardo Galeano. “Al Onetti lo conocí muy bien.
Cuando llegamos a España, en el exilio, él ya vivía en Madrid.
Avenida América 31. Yo me hice amigo de él desde que empecé
a escribir, a los 18 años.

Un día me van a buscar unos chicos, porque nosotros
(refiriéndose a él y su esposa) vivíamos en Barcelona,
el norte de Barcelona, y me dicen que están haciendo
la tesis sobre Onetti, que les gustaría hablar con él”.

Galeano reconstruye la escena diciéndola como si la estuviera
escribiendo en papel: pronunciando mayúsculas, puntos, comas.
Y no empuña una bocina imaginaria al relatar su conversación
por teléfono. “Viejo, te llamo porque dos chicos te quieren ver.
Te pido que los recibas, son piolas los chicos. ¿Te parece que
te vayan a ver mañana? Calva como la de Onetti, la cabeza
de Galeano se estira por las mejillas, simulando la tristeza
de mi venerado maestro: “No sé… Viejo, que charlen contigo
un momento… No sé… Dale son buenos chicos… Puf… Está bien…

¿A qué horas les digo que los esperas? “Y que vengan a las cuatro”,
dice finalmente Galeano recomponiendo el rostro para agregar:
“Los chicos llegan en punto, van, tocan… Nada. Van a la esquina
a dar la vueltita, regresan: nada. Cinco de la tarde: nada.

A las seis me llaman: no sabemos qué pasa, no abre.
Insistan les digo, les va a abrir… Los chicos tocan otra vez:
nada. Pero debajo de la puerta asoma un papelito que dice:
“Onetti no está”

Los chicos se desesperan, golpean tímidamente la puerta.
Galeano retoma el personaje. “Desnudo de la cabeza hasta el ombligo,
con un pantalón de pijama atado a la cintura con una cuerda,
¡con una cuerda!, los hace pasar. La casa está a oscuras: los chicos
entran en el reino de las tinieblas.

En la mesa hay platos con comida de hace cinco días,
en los ceniceros torres de puchos. El viejo les dice:
“Me van a perdonar que los reciba sólo con dos dientes,
pero los demás se los presté al Vargas Llosa”.
 
             
                                           Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
                                           e-mail: danielgorosito@prodigy.net.mx