linea horiz
LA REVISTA - PUBLICACIONES ANTERIORES - ARTÍCULOS DEL MES - MANDA UN ARTÍCULO - VÍNCULOS - DESTACADOS - CONTACTO - APOYAN - INICIO

 

articulos

 

 

 

 


   

CUSTODIO DEL PADRE CACHO
Autobiografía del padre “Lucho” Ferrés

   
     



         Lucho nació el 9 de mayo de 1990 en Montevideo, Uruguay, en el seno de una familia católica, en el barrio Punta Gorda. Hijo de Alberto Ferrés y de Graciela Salveraglio, fue bautizado el 1º de setiembre de ese mismo año por el Pbro. Julio Elizaga en la Parroquia de Belén (Malvín Norte), en la cual su madre estaba integrada desde su juventud.
Siendo el mayor de cuatro hermanos varones cursó sus estudios en el Colegio La Mennais de Montevideo, allí recibió los sacramentos tanto de la 1ª Comunión en el año 2001, como el sacramento de la Confirmación en el año 2007.
            Cuando tenía 19 años, en una fuerte y profunda experiencia de oración, Lucho experimentó por primera vez y de manera muy real y vivencial la misericordia de Dios en su corazón y descubrió el llamado a la vocación sacerdotal. Es de destacar que el Pbro. Julio Elizaga, sacerdote diocesano de Montevideo, fue quien llevó la Renovación Carismática Católica al Uruguay, “corriente de gracia” que en ese entonces se vivía con mucha fuerza en su parroquia. El padre Elizaga fue quien acompañó a Lucho en sus primeros pasos vocacionales, dejando en él una huella imborrable.


En febrero del año 2011 ingresó al Seminario Mayor Interdiocesano Cristo Rey, donde recibió una excelente formación en las distintas dimensiones, participando de retiros, campamentos, misiones y desempeñando su actividad pastoral en distintas parroquias a lo largo de esos años.


En el año 2015 empezó a participar de la actividad pastoral del Liceo Jubilar Juan Pablo II, inserto en la Cuenca de Casavalle, un contexto vulnerable, allí comenzó a descubrir un llamado más profundo a estar presente en estos barrios. Más aún, es el año en el que empieza a componer canciones cristianas, volcando talentos para glorificar a Dios y dar a conocer el rostro de Jesús a través de la música. Gracias a la colaboración de varias personas, especialmente de su hermano Guille (productor y músico) ya ha publicado 8 canciones: Todo va a estar bien, Estás conmigo, Vida, Para siempre, Canta con la creación, Por la paz, Amor Verdadero e Imperiosa necesidad (Canción al Padre Cacho).


El 22 de abril del 2018 Lucho fue ordenado sacerdote, siendo ese año vicario parroquial de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en el corazón del barrio Borro y capellán del Liceo Jubilar (próximo a la parroquia), rol que desempeñó hasta el año 2020 inclusive. En el año 2019 es designado vicario parroquial de la Parroquia de Belén, donde reavivó el don recibido. Y el 15 de enero del 2020, comenzó su camino como párroco en la Parroquia de los Sagrados Corazones (Possolo), donde descansan los restos del Padre Cacho. Y a partir del 2021, conformaron junto al Padre Pablo Coimbra, Párroco de Nuestra Señora de Guadalupe (Borro) un equipo sacerdotal, trabajando en equipo en la atención de estas parroquias vecinas, misión que desempeñan hasta la actualidad.

 

 

ENTREVISTA A “LUCHO” FERRES – CUSTODIO DEL PADRE CACHO

¿En que año llegas a la Parroquia Sagrados Corazones de Jesús?
El 15 de enero de 2020.
¿Qué significó para ti estar en la Parroquia que custodia las cenizas de Cacho?
Un regalo de Dios enorme, es heredar un legado inmenso, que me lleva a estar agradecido y me motiva a dar lo mejor de mí.

¿Cuándo tomaste contacto por primera vez sobre la vida de entrega de Cacho?
Como siempre aclaro, lamentablemente no pude conocer a Cacho personalmente en vida, cuando el partió yo tenía recién unos 3 años de edad, pero sí lo he conocido a través de la memoria viva y agradecida de tanta gente con la que me ha tocado compartir vivencias en este tiempo.

Recuerdo ya haber escuchado sobre él, antes aún de estar en el seminario, en la Parroquia de Belén, a través de personas de la comunidad y sobre todo del Padre Elizaga, quien me contaba que en algún momento Cacho participó de las Misas carismáticas de los domingos, que se quedaba atrás en el fondo, pero que llevaba gente del barrio en algún camión que conseguía.

Ya estando en el Seminario conocí mucho más, a través de los otros curas y de los libros, pero fue cuando me acerqué al barrio que lo conocí a través de la gente…

¿Qué cosas te impresionaron más sobre esa entrega?
Cacho fue un cura muy coherente y radical en su opción, en eso es único en toda la historia del Uruguay, encarnó mucho del Evangelio en sus gestos, es admirable.

Aún a pesar de todo esto, creo que lo que más me impresiona es lo vivo que está en la memoria de tanta gente luego de 30 años de su muerte, la vida que sigue generando… eso me habla de la buena siembra que hubo, que al día de hoy sigue dando frutos…

Cacho tenía una espiritualidad muy profunda, impresionante, allí está su secreto.

¿Cómo vive la comunidad de Possolo todo lo que tiene que ver con su causa?
Para todos es un motivo de gran alegría y esperanza, aunque ya lo consideramos como un santo, simplemente esperamos que se den los pasos necesarios para este reconocimiento oficial, que más allá o más acá se van a dar…

Cacho sigue inspirando gestos de amor, su testimonio nos sigue hablando al día de hoy…

¿Imagino que son varias las personas que llegan a pedirle milagros a Cacho, como vives todo eso y que puedes decir acerca de alguna anécdota que haya sucedido en tal sentido?
Es un privilegio ser testigo de todo esto. Personas que vienen y se encuentran con la sorpresa de que Cacho está acá, personas que vienen puntualmente a visitar sus restos, personas que vienen a rezar y pedir alguna gracia, sobre todo trabajo. He sido testigo, muchas personas me han manifestado que Cacho les ha cumplido, sobre todo en el tema trabajo, alguna incluso trae alguna ofrenda como gesto de agradecimiento, como la vez pasada que una persona mandó hacer y trajo a la parroquia una foto retrato de Cacho.

¿Estar tan cerca de Cacho me imagino te debe haber inspirado en tu sacerdocio, como viviste este último tiempo en tal sentido?
Me he identificado mucho con Cacho en la opción de estar entre los más necesitados, donde más se necesita, en la cercanía, en la escucha, la humildad… en esos aspectos el testimonio de Cacho me ha impulsado mucho. De hecho la canción que le compuse a Cacho creo que logra expresar un poco esto.

¿Si tuvieras que definir a Cacho dentro de lo que tu conoces, por lo que has leído , o por lo que la gente te hace llegar como testimonio , como lo harías?
Un padre cercano, atento, presente… un cura humilde y generoso… un hombre comprometido y radical en su opción de entrega por el prójimo.

¿Escribiste una canción para compartirla en la misa de los 30 años de pascuas de Cacho, que fue lo que motivo hacerla y que vivencias te pegaron mas fuerte para realizarla?
Quise expresar en una canción la riqueza mas grande que encontré en Cacho, su espiritualidad, lo que está detrás de toda su vida, esas ganas de encontrar a Jesús entre los más necesitados, como reflejan sus propios escritos… uno se puede identificar con eso, como me pasó a mí, y por lo tanto apropiarse de la canción y cantar… siguiendo ese mismo camino…

Es una canción profunda y espiritual, podría decir más, pero lo mejor es escucharla y dejar que suscite lo propio en el corazón…

¿Crees que eres el mismo que llegó cuando te tocó pasar por primera vez el portón de la Parroquia Possolo , o por el contrario el proceso te demostró otras cosas?
Definitivamente no soy el mismo, he crecido mucho en diferentes aspectos.

¿Si tuvieras a Cacho enfrente, en esos momentos de incertidumbre que sería lo primero que le pedirías?
Si tuviera a Cacho enfrente me gustaría compartir un rato con él, de repente unos mates, e intentaría escucharlo, lo que me quiera decir…

¿Si Cacho estuviera vivo en estos tiempos, como pensarías que enfrentaría los problemas de estos tiempos?
Con la misma radicalidad, con el mismo compromiso, con la misma entrega.

¿Si te pregunto quien fue Cacho, que me dirías?
 Un sacerdote ejemplar, un hombre de evangelio.

 

 

 

 

 

 

 

 

   
 


PÁGINAS AMIGAS