Cabo Polonio, región sumamente formada por médanos de arena y rocas, algunas de las cuales se prolongan en el mar formando islas e islotes submarinas sumamente peligrosas para la navegación, final de muchos navíos, cuando eran sorprendidos por pamperos o nieblas en la entrada del Plata. El turno en el faro transcurría de manera normal hasta la tarde del día 12 de febrero de 1996, en que nos llega el aviso dado por algunos visitantes a la zona, de que había una persona en el agua debatiéndose entre las olas, al sur del faro. Ante esta situación , uno de los integrantes del turno se dirige hacia la lobería de Inape, para solicitar la ayuda de una embarcación, mientras con otro integrante del turno nos fuimos llevando un salvavidas circular, hacia la parte sur del Faro. Braceando a unos setenta metros de la costa se debatía entre las olas aquella persona que trataba de mantenerse a flote, mientras una embarcación de la lobería se acercaba por el noreste del faro, en cuyo lugar la rompiente era menor, pero las rocas sumergidas hacían imposible el maniobrar de la embarcación.

En ese instante , decidí meterme al agua, nadar hasta las cercanías llevando el salvavidas y arrimarlo para que pudiera aferrarse al mismo, lo cual pude lograr y con la ayuda de lugareños de la zona como lo son Palito, el Rubio, Cacho, El Piava y Alejandro , logramos sacarlo del agua entre olas y rocas de la rompiente, para llevarlo al Hospital de Castillos. Pasaron los días y una mañana, llegó Juan Carlos, la persona que habíamos rescatado del agua. Nos relató que ese día se encontraba sentado sobre una roca contemplando lobos marinos, cuando fue arrastrado mar adentro por una ola de las que rompen en la costa. Un relato más de una zona de naufragios y leyendas, como la de “Don Guillermo” , la “Isla Encantada” , o del “Tacuarí” , cuyo casco permaneció crujiendo algún tiempo antes de hundirse para siempre como un ser en agonía que espera su muerte.