linea horiz
LA REVISTA - PUBLICACIONES ANTERIORES - ARTÍCULOS DEL MES - MANDA UN ARTÍCULO - VÍNCULOS - DESTACADOS - CONTACTO - APOYAN - INICIO

 

 

articulos

 

 

 

 

 


   

EL CAFÉ JAPONES...

   
linea  

 

El café " Japones" ubicado en la calle Sarandí 502, era uno de los más distinguidos de la ciudad de Montevideo.
En los fines del siglo XIX y principio del siglo XX, en la calle Sarandí ( actual peatonal), era una de las arterias elegantes, que competía con la calle 25 de mayo.- A la caída del sol la gente salía a caminar por el Boulevard Sarandí, a lucir su estampa desde los carruajes, para proseguir el paseo por 18 de Julio y volver, para terminar su paseo en la Plaza Constitución y luego resolver el destino final de la jornada, si en el Prado, la terraza del Hotel de los Pocitos o en el Parque Urbano, luego Parque Rodó.
El café Japones, vaya uno a saber el porqué de su nombre, supongamos qué por aquél entonces era exótico con el lenguaje Oriental, funcionaba la imaginación de los responsables, pues estaba decorado con motivos florales y aves coloreadas, también contaba con faroles de papel de procedencia oriental.- Para justificar la predilección nipona, basta recordar que Montevideo contaba con el Bazar del Japón, también instalado en la calle Sarandí.- Por entonces cada café se caracterizaba por un tipo especial de clientela, algunos congregaban peñas artísticas, poetas, literatos o políticos.


El " Japones", en cambio, tal vez debido a la alcurnia de su propietario, el Sr. Manuel Gil, congregaba un ambiente elegante y mundano. No era de extrañar los grupos de jóvenes mujeres de largos vestidos y peinados en ruedo, otras con su elegantes sombreros y abanicos, los caballeros de polainas y bastón, que compartían un suculento té con pasteles, los dimes y diretes de la semana.
Una de sus peculiaridades ( cada café tenía la suya), era el letrero que anunciaba que después de las 18 horas se servía un " Pagliotti" con aceitunas griegas por tan sólo 12 centésimos, un verdadero lujo tecnológico de la época.
Por el año 1935 Manuel Gil vendió el café, seguramente cumplió su culto comercial.- Pero Montevideo había cambiado y se estaba modernizando. Los nuevos dueños, los hermanos Rodríguez españoles trabajadores y sapientes del oficio lo modernizaron y le cambiaron el nombre por el de " La Catedral del Sándwiches".- desde entonces el lugar se transformó en restaurante del buen café y de los mejores sándwiches, o incluso de "Roldop", en el Merado del Puerto.- Hasta hace unos años, la señora María del Carmen Vidal, era la nueva generación de propietarios.

 

 

 

 

 





   
 


PÁGINAS AMIGAS