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La vida del asistente negro de don José…  el querido negro Ansina.  
Escribe SERGIO SANCHEZ MORENO

   
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Vamos a invitar a nuestra revista   a uno de los personajes más queridos y  la vez desconocido, más discutido y también muy nombrado en los pueblos  y ciudades de nuestro país. ¿Motivo?
 El  20 de marzo de 2023,  se cumplieron  263 años del nacimiento de   Joaquín Lenzina que nació en Montevideo el 20 de marzo de 1760,  y al que todos conocemos como Ansina, el amigo de Don José.

 Las Fuentes que  usamos son la página de internet– CHASQUE NET- que trae los poemas  de Don Joaquín Lenzina “Ansina” (1760-1860), el libro *Ansina Me llaman Ansina yo soy de autores varios, publicado en 1996- Artigas CATOLICO, de Pedro Gaudiano, publicado en 2002- Artigas, libro de autores varios, publicado en  1950 por diario  El País- Artigas Ñemoñare- y otros variados artículos.   

De Ansina no se discute su asistencia y amistad con nuestro prócer. No se discute que pasó en 1820 en el paso de la candelaria a Paraguay acompañando a Artigas y que murió 10 años después que Don José,  en tierras guaraníes.

De Ansina Se discute su nombre, si era o no músico, si era o no payador si era o no militar si era un negro sabio o era solo el cebador de mate de Don José. También se confunde su imagen. Nunca hubo una foto ni dibujo de Tío Lencinas como se le llama en algún momento a Ansina.
Tenemos claro que su nombre demoró en percibirse como importante para los historiadores.


En 1950, cuando se cumplió cien años de la muerte de Don José, aparecen algunos datos fuertes pero esas informaciones son discutidas y no aceptadas. Y desde allí, durante gran parte del siglo 20 se alimenta el relato de que José Artigas, vivió sus últimos años  con su amigo fiel, Ansina, el negro que le cebaba mate.  
Sin embargo…fueron apareciendo  investigadores que ya a fines del siglo XX mostraban a un ser humano con otras virtudes. 
Con todas las controversias incluidas,  vamos a agradecer:
-El gran aporte de la maestra   ELISA A. M E N E N D E Z primera maestra directora de la escuela uruguaya en el solar de Artigas en Asunción y quien desde 1950,  escribió varias obras sobre  ANSINA y sobre su amigo el sargento  MANUEL ANTONIO LEDESMA, aclarando que eran dos personas y no la misma. 
- -el gran  trabajo sobre el negro Ansina que han hecho el suizo Daniel  Hammerly Dupuy, arqueólogo e investigador, primero en publicar versos atribuidos a Ansina, que este hombre recibió en mano propia y los copio en Asunción del Paraguay;
-           Hay aportes significativos sobre Ansina en variados textos que hemos leído en libros y en internet, pero quiero resaltar el alto impacto que me supuso personalmente, leer  el libro “Ansina me llaman y Ansina yo soy...” (Varios autores) de ROSEBUD EDICIONES en 1996-
- Ahí se me aclaró la imagen de Lenzina  así  como luego, la excelente zaga de  los tres libros… Artigas Ñemoñaré, escritos por Nelson Caula… ya en pleno siglo XXI.
-           Desde que los empezó a publicar, nunca ha terminado la discusión de si Joaquín Lenzina fue o no autor de los textos que Daniel  Hammerly Dupuy  atestigua como de Ansina. Muchos los descartaron y en este tiempo   aparece Daniel Ricca profesor de Paysandú que dice que Ansina no es el mentado poeta de la patria vieja.  Opinión esta que no es compartida para nada por quien escribe quien si entiende que Ansina  es responsable de esos versos.
Daniel  Hammerly Dupuy dice que le entregaron una carpeta que contenía, poemas de otros autores, recopilados en vida por Ansina, de poesías que le gustaron y luego un legajo con tres partes, poesías en castellano, que fueron las que copió, adaptando algunas expresiones, poesías en portugués y poesías en guaraní. Dice Dupuy que cuando se dio cuenta del error de no haber copiado las otras, volvió a ver a “Lopez Chico” como le decían a quien le había pasado la carpeta, resultó que este se la había prestado a un brasilero que nunca se las devolvió. 
DATOS  de  JAOQUIN LENZINA… ANSINA  
  Según el testimonio de sus propios  versos, Joaquín Lenzina nació en Montevideo el 20 de marzo de 1760, siendo hijo de esclavos llegados del África. En su infancia fue aguatero por las calles de Montevideo.
Luego recorrió la campaña en variados oficios rurales, se hizo del mundo del caballo y también  donde aprendió a tocar la guitarra y a improvisar como payador.
 Estando en  Montevideo fue invitado por unos marinos a embarcarse para cazar ballenas en las Islas Malvinas.
Pero viviendo en el barco  se enteró que se había embarcado con piratas que asaltaban a los barcos que si eran balleneros  y aunque no participó individualmente en ninguno de los atracos, aborreció a quienes lo habían engañado. 
 Huyó como pudo  de los piratas,  desembarcando  en el Brasil, donde vivió cierto tiempo y donde,   tomado como esclavo  por portugueses que    lo ofrecieron   en   subasta pública.
Luego de un tiempo que seguro no fue corto porque aprendió a hablar y a escribir el portugués, fue nuevamente ofrecido, como ganado, en una feria en la zona de las antiguas Misiones Orientales de la Republica Guaraní Misionera de Los Jesuitas. 
 No sabemos  cuánto tiempo sufrió, mal  tratado  como bestia de carga, pero en sus poemas relata con  emoción cómo Artigas lo compró para darle plena libertad.
Qué lástima  no saber más. ¿Dónde lo encontró? ¿Cómo se enteró de la subasta?  ¿Como lo compró?
¿Estaría esta información en los poemas en portugués que Hammerly Dupuy optó por no copiar?
Lo cierto es que en ese remate de  esclavos, estaba presente el capitán de Blandengues de la frontera José Artigas quien se conmovió de su suerte y lo compró. Lo compró para devolverle su libertad. 
Ansina quedó  en libertad es verdad, pero desde allí, episodio anterior al  año 1800,  sigue siempre a Artigas.
Con él participa de su vida en campaña combatiendo las bandas de delincuentes que asolan poblaciones y estancias, con el combate a los ingleses en su invasión en Montevideo y en Buenos Aires.
Los poemas de Ansina son publicados por vez primera en 1951 por Daniel  Hammerly Dupuy, poemas escritos y firmados por Ansina.  
Finalmente, en 1810, cuando José Artigas se va con el cura de Colonia del Sacramento, Dr. de la Peña,  a ofrecer sus servicios  a la revolución de Mayo, Ansina se suma también pero se va a la litoral a esperar su retorno.
 Se reencuentran en Mercedes, días antes de la Batalla de Las Piedras  y desde   allí  no se separa del JEFE DE LOS ORIENTA LES.
 El 11 de Abril de 1811, Artigas realiza la “Proclama de Mercedes” en la ciudad de Mercedes, en su cuartel general, en el actual colegio Ntra. Sra. del Huerto, donde decía: “he convocado a los patriotas caracterizados de la Campaña y todos se ofrecen con sus personas y bienes…”  Después de escuchar la proclama de Artigas  Ansina  lo siguió hasta Las Piedras donde fue testigo del combate que le inspiró dos de sus mejores composiciones. Luego colaboró en el primer sitio de Montevideo. Y por las dudas… queda más claro todavía que era además de asistente y cebador también militar,  fiero combatiente al costado  de su jefe.
No  quedan dudas… el amigo fiel y buen sebador de mates fue militar de primera línea.  Ansina fue militar y como tal es asistente del jefe.
Estará en  el campamento de Purificación, es autor del verso que será el  himno a la escuela artiguista de Purificación.  
Finalmente cruzará  con Artigas,  a pedir respaldo al  Gobierno de Paraguay. Pero  Artigas queda detenido primero en Asunción, capital de ese país y luego de unos meses,  enviado a la población selvática de San Isidro Labrador De Curuguaty. Con él va su amigo, consejero y  asistente.
 Allí vivirán por casi 25 años, cada uno teniendo su casa  propia. Se conocen planos de Curuguaty donde se ve la casa de Ansina y  la casa de Artigas además  de la chacra donde trabajaron juntos. Se sabe que Artigas se unió a Clara Gómez con la que tuvo un hijo y con la que compartió su vida más de 20 años.
Esta era la vida que llevaron hasta 1844.
Cuando muere Gaspar Rodríguez de Francia, dictador supremo del país donde estaban, Artigas y Ansina, ya unos ancianos, Artigas tenía 80 años y Ansina era 4 años mayor, los llevaron detenidos  a un calabozo donde los tuvieron varios meses. Creían algunos que Artigas, podía intentar tomar el poder. Finalmente asume Carlos Antonio López y los libera y les pide que se trasladen a Asunción. Por eso es que los últimos cinco años de su vida, Artigas acompañado de Ansina, vive  en lo que hoy se conoce como EL SOLAR DE ARTIGAS.
 Hoy en ese lugar funciona La Escuela Uruguaya Del  Solar De Artigas, ubicada cerca del histórico árbol Ibiribapita en el que Artigas mateaba muy seguido.
 Artigas muere en 1850 y Ansina muere en 1860. Murió en el caserío de negros donde vivían los negros artiguistas que habían entrado con Don José, también en 1820 y que el gobierno  paraguayo separó y ordenado vivir en algunas zonas. Sus restos,  no pudieron ser localizados. Están en suelo guaraní. 
LA CONFUSION DEL MONUMENTO
A Ansina le hicieron un monumento en Montevideo. Es un monumento en bronce del escultor José Belloni, inaugurado el 18 de mayo de 1943 en la Plaza de la Democracia,   un espacio público ubicado entre la Avenida Italia, Bulevar Artigas y la Avenida 8 de Octubre, en pleno Tres Cruces, frente mismo a la Terminal de Ómnibus.  El tema es que en ese momento, década de 1940, a diez años del centenario de la muerte de Artigas,  se confundió, por parte de los investigadores,   la figura del sargento artiguista Manuel Antonio Ledesma casi 40 años menor que Ansina, con el propio asistente del Don José. Incluso llegó hasta nuestros días la foto de Manuel Antonio Ledesma la cual, si es verdadera y  se usó como base para la figura que está en el monumento. Así que, en  este monumento  inaugurado en 1943, el día de La Batalla De Las Piedras, con gran pompa, se dieron varios errores importantes.   Primero, encima de la figura de Manuel Antonio Ledesma estaba el nombre de ANSINA  bien grande y debajo la aclaración de Manuel Antonio Ledesma. Cuando se dieron cuanta, al cabo de muchos años y discusiones bien al estilo oriental, se corrigió con otro error importante… se le sacó a la estatua el nombre de Manuel Antonio Ledesma y se dejó solo el título de ANSINA en el entendido de que esa era la intención…homenajear a Ansina.
Pero ¿cómo hacerlo si el monumento es el de MANUEL ANTONIO LEDESMA?- 
Ahora finalmente se entendió que ese monumento debe estar dedicado al llamado Último Soldado Artiguista, es decir Manuel Antonio Ledesma.
Otro tanto había ocurrido con sus restos, se habían repatriado los restos de Ledesma creyéndole Ansina  También allí hubo que rectificar.  La gente que hace letras en el monumento tiene trabajo todavía. Y eso si… Ansina tiene monumentos si dedicados a él como amigo y cebador de mate y como payador, pero en otros lugares de la patria. 
¿Quién fue  MANUEL ANTONIO LEDESMA?
El sargento Manuel Antonio Ledesma, fue un soldado artiguista, afro-oriental, que en el año 1820 parte con Artigas al Paraguay, junto a otros lanceros y lanceras. El gobierno de Francia lo envía a Guarambaré junto a otros luchadores de la revolución artiguista. En su pueblo contrajo enlace con doña Juliana Pretes, con la cual tuvo 5 hijos. Los dos varones murieron en la Guerra de la Triple Alianza, en el bando paraguayo. Fue muy querido en su pueblo y distinguido con el cargo de Celador Corregidor.
Falleció el 23 de febrero de 1887 y fue envuelto en el Pabellón Nacional bandera que le había entregado   una  Misión diplomática  uruguaya en 1885, en reconocimiento a su labor en bien de la comunidad; en la misma Visita Oficial  se hizo la devolución de los trofeos de guerra que nuestro país había tomado en la Guerra del Paraguay.
En la época de la confusión, los restos funerarios de Ledesma, creyéndolos de Ansina,  fueron exhumados en Guarambaré y trasladados al Panteón Nacional, en Montevideo en octubre de 1938; hasta que una ley promulgada en 1997 lo reubica en el departamento de Canelones, en el Parque Artigas de Las Piedras, donde en 1811 se libró la Batalla.
Hay calles y plazas del pais con el nombre de Manuel Antonio Ledesma y hasta una sociedad criolla de Los Cerrillos en     Canelones lleva su nombre. Que quede claro… Manuel Antonio Ledesma no es Ansina.
No es.
Fue soldado artiguista y fue también,  el que amparó en su casa del Barrio Kamba Cua a Ansina cuando este muy anciano no tenía donde vivir después de la muerte de Don JOSE.
Ansina muere en la casa de Manuel Antonio Ledesma.
En Asunción del Paraguay existe hoy día  El Centro Cultural perteneciente a la Comisión Vecinal del Barrio Camba Cua que conforman descendientes del grupo de mujeres y hombres negros que formaba parte de la Guardia fiel del Libertador uruguayo José Gervasio Artigas, que arribaron a Paraguay en el año 1820. En el lugar se realizan actividades artísticas tales como talleres de danzas y exposición de artes de la comunidad, así como un Festejo que se lleva cada año en honor a su santo patrón San Baltazar.
De Joaquín Lenzina hablamos. Todos le decían Ansina. El negro amigo de Don José.
¿Qué más podemos saber de Él?
 Primero, Ansina sabía hablar leer y escribir en portugués, guaraní y español. Segundo era, además de poeta sobre todo payador que componía  en cuartetas.  Cuartetas fáciles dicen, para recordarlas de memoria. Ansina no solo sabía leer y componer sino que pasó su vida guardando las escasas hojas de poesía que le llegaban, en una colección que se publicó recién 90 años después de su muerte.
Segundo, fue soldado de Artigas.
Tercero, fue su asistente personal desde la Rev. de 1811 hasta su muerte.
Cuarto, en Curuguaty los dos trabajaron juntos una chacra pero cada uno tenía su casa y estaba a varias cuadras la de Ansina de la Artigas.
Quinto, fueron compañeros también en los últimos 5 años de vida en lo que hoy llamamos el solar de Artigas donde cada uno de los visitantes que fueron a ver a Artigas quedó impactado por la amistad entre estos dos ancianos.
Sexto, después de la muerte de Artigas, Ansina lo sobrevivió  10 años, muriendo en 1860, acompañado de todo el cariño y el respeto de la comunidad de los negros de Artigas en Paraguay.
Séptimo,  en una población negra, o de origen afrodescendiente que llega al 12 por ciento, en todo el país, la figura de ANSINA es reconocida a 263 años de su  nacimiento.
  Calles, Ciudades, barrios, comparsas. Formas de  practicar la llamada de tamboriles incluso…tienen su nombre. 
 

 















 

 





   
 


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