Con 18 años era el más joven del grupo, ex alumno reciente del colegio Stella Maris, era ferviente seguidor del Old Christian, muy amigo de Antonio Vizintin y Gustavo Zerbino Stajano.
El día del accidente, Carlos viajaba en la parte trasera del avión, en el momento del impacto cuando el avión toco tierra (nieve), se perdió por la parte trasera pero quedo vivo. Luego al frenar el avión algunos lo vieron bajar por la ladera de la montaña, caminando y dando tumbos como perdido...al cabo de unos segundos se perdió en lo profundo de la nieve y no lo vieron más. Probablemente haya sido el único de los que estaba en la cola que sobrevivió el impacto inicial.
Luego de saberse la historia de antropofagia, uno de quienes se declaró solidario fue el Doctor Helios Valeta, padre de Carlos, a propósito de una pregunta que le hicieron sobre su sentir luego de aquella revelación y mencionó:
"Vine aquí con mi familia porque nos sentimos sinceramente felices de tener a estos muchachos de regreso entre nosotros, nos alegramos además de que fuesen 45 los viajeros, pues esto permitió que al menos volvieran 16, soy medico, y comprendí que nadie hubiera podido sobrevivir en ese lugar y en esas circunstancias sin verse obligado a tomar valerosas decisiones, y ahora que los hechos han confirmado mis suposiciones les repito que doy gracias a Dios de que hayan sido 45 los pasajeros, porque gracias a eso 16 familias han recobrado a sus hijos".
El Marbete del equipaje de Carlos Valeta fue hallado por Ariel Osvaldo Torres en el glaciar de Valle de las Lágrimas el 7 de febrero de 2011. Contó Ariel que años después, con la ayuda de Alejandra Campeas, decidió entregárselo a la familia. Lo recibieron sus hermanas, Teresa Valeta Vallendor e Inés Valeta Vallendor. Teresa les explicó que H. Valeta tenía que ver con el nombre de su padre: Helios Valeta. “En la época cuando ocurrió el accidente había una sola valija para toda la familia. No es como ahora, que cada uno tiene su propio bolso de viaje.
Seguramente, mi hermano se la pidió prestada a papá y esa etiqueta iba con la maleta, por si se extraviaba", les explicó mientras observaba el objeto y lo iba pasando de mano en mano a sus hijos y a sus sobrinas. Después continuó el relato y les hizo una revelación increíble: "De mi hermano únicamente teníamos una cadenita y un libro que Gustavo Zerbino nos trajo de la cordillera. Papá tenía guardada la cadenita en un cajón, pero, lamentablemente, alguien nos la robó. Eso fue devastador para la familia. Pero hoy aparece esto que tú nos traes y es como una línea que nos une nuevamente con Carlos desde muy lejos en el tiempo y a la distancia. Realmente estoy muy emocionada”. El marbete de la familia Valeta permanece en exhibición en el Museo Andes de Montevideo.
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