MARISEL HILERIO RIVERA, escritora de Puerto Rico - Aguadilla, autora de “Las Sandalias Negras”, entrevista exclusiva para Revista Raíces.
Por. Julio César Romero Magliocca.
Revisando mi Facebook me detengo en un hermoso trabajo “Las Sandalias Negras”, en el mismo se daba cuenta que su autor era el escritor Gabriel García Márquez. Este trabajo era compartido en las redes de una manera poco común. Recorría el planeta reflexionando sobre la necesidad de vivir el hoy, no dejar para mañana aquello que podíamos hacer hoy. Era una historia tremendamente conmovedora que nos hacía reflexionar en cada línea de lectura. Por supuesto que lo compartí, como lo habían hecho la mayoría de los anteriores lectores. Al tratar de seguir con mis cosas algo me dijo seguir investigando en la web sobre este material tan sensible. A mi de alguna manera me tocaba, por estar viviendo sobre la fecha del aniversario del fallecimiento de mi madre. En un momento descubro en unos comentarios que la autora realmente era Marisel Hilerio y que ella vivía en Puerto Rico en la ciudad de Aguadilla. Trato de buscar algún dato que me diera un contacto con la autora para sacarme la duda. Pasa el tiempo y en una noche su autora me escribe agradeciendo el haberla contactado y reconocido en nuestro país como la verdadera autora de “Las Sandalias Negras”. Le propuse a Marisel, hacer una nota para conocerla un poco más e invitarla a ser parte del proyecto RAICES, mediante la revista. Gracias a Dios, su respuesta fue positiva y bueno sin más lectura, ¿Qué les parece si vamos directo a la nota?
¿Dónde nace, fecha, año y ciudad, Marisel y como estaba constituida su familia?
Nací en Aguadilla, una ciudad costera al noroeste de Puerto Rico el 11 de julio de 1971. Fui hija única de Juan Hilerio y Generosa Rivera. A los 15 años me mudé para Perth Amboy, New Jersey en los Estados Unidos donde estudié la escuela superior y fui a Kean University donde obtuve un bachillerato en Educación Bilingüe. Regresé a Puerto Rico después de estudiar, aquí hice una maestría en inglés como segundo idioma. Comencé a dar clases de español en una escuela superior y luego comencé a dar ingles en una escuela elemental hasta el día de hoy.
¿Cuáles son los recuerdos de su niñez, que es lo más rescatas de esa época?
Si cierro mis ojos me veo jugando en el patio de la casa con un grupo da familiares y amigos. Mi padre era muy creativo, él no veía muy bien, pero siempre estaba inventado cosas desde una incubadora de huevos en masa hasta una casita de juegos en forma de cohete espacial. Recuerdo que íbamos a un centro comercial donde había una fuente de agua que me impresionaba. Le dije a mi papá que me hiciera una, y él con lo poco que teníamos y a una escala mucho más pequeña me hizo una fuente de agua en el pequeño patio de nuestra casa. Fue la sensación de la calle. El motor de la bomba de agua estaba dentro de una lata de galletas y los tubos eran los que a él le habían sobrado de sus otros inventos. Ahora y con el pasar del tiempo, aún queda el esqueleto de la vieja fuente y a mí me parece mucho más impresionante que la del centro comercial.
¿Qué cosas recuerdas de tu período del colegio, recuerda algún compañero/a?
Mis amigos de escuela elemental siguen siendo mis amigos. Aun cuando me mudé fuera de Puerto Rico. En la universidad no tuve muchos amigos, era otro idioma, otra cultura y el miedo a ser minoría estaba presente. Tuve un compañero de clases que era salvadoreño, se llamaba Sergio, era misionero de una religión diferente a la mía. Esto no impidió que nos hiciéramos grandes amigos, discutíamos las diferencias, aprendí a reírme de las diferencias en religión y valoré la meta del cristianismo, que es el cielo.
¿Cuál era tu mirada hacia sus padres, a que se dedicaban ellos?
Mi padre limpiaba casas para una compañía americana que llegó al pueblo. Mi madre cosía sandalias en una fábrica. Me enseñaron el valor del trabajo, la honestidad y la importancia de seguir siempre adelante. Me enseñaron a creerle a Dios, y hasta ahora puedo asegurarles que nunca me ha fallado. Uno de mis lemas de vida es, “Dios ha sido bueno, aún en días malos.”
¿Cómo definirías tu ciudad de nacimiento?
Dijo el poeta aguadillano, José de Diego, en su poema “El Ojo del Agua’’ “El pan de Dios lo tiene todo el mundo…pero el agua de Dios solo Aguadilla”. Así me parece mi ciudad, no hay otro lugar en el mundo como este. Aquí nací, aquí regresé, me casé y aquí estoy criando a mis hijos.
¿Cuáles eran los sueños que tenías de niña?
Soñaba con ser doctora, pero jugaba a ser profesora. Comencé en medicina, pero al tomar una clase de educación en la universidad, ya me quedé para siempre.
¿Cuáles eran los juegos que recuerdas de la etapa de la niñez?
Jugaba a brincar la cuica, juegos de mesa, corría bicicleta, a los columpios y aquellos juegos de canciones como: La Señorita Elena, Chequi Morena entre otros. Era hija única, pero casi siempre tenía compañía.
¿Cuándo nacen tus primeros trabajos de escritura?
Creo que siempre he escrito. Desde niña escribía canciones, poemas y cuentos. Pero fue en la universidad, en una clase de composición que una profesora que era escritora de libros y columnista en un periódico me llamó a parte y me dijo, “puedes escribir”, ahí comencé a creer que sí tenía algo de talento. Escribir requiere tanto que nunca se llega a terminar de aprender, si me pregunta, aún lo estoy intentando. Hace alrededor de 15 años que escribo obras teatrales cristianas como: “Barrabás”, “Mujeres de llanto”, “María”, “Mi Regalo”, “El Burro”, “Si yo Hubiera Estado Allí”, y “¿Por qué me Persigues?”, entre otras.
Varias de estas se pueden ver a través de la plataforma de You Tube.
¿Cómo logras hacer “¿Las Sandalias Negras”, obedece a la vida real?
El 29 de septiembre de 2018, estaba en el cementerio, enterrando a un familiar. Ese día iba a estrenarme unas sandalias nuevas, pero como estaba lloviendo, decidí no estrenarlas para no mojarlas. Allí en el cementerio y cerca de la tumba de mi madre recordé unas sandalias negras que le había dado dos meses antes de su muerte. Mi madre estaba sana o así creíamos, un 15 de agosto de 2003 entró al hospital y un mes después, casi sin despedida, el 16 de septiembre de 2003 murió de un cáncer terminal. En el cementerio durante la ceremonia de mi familiar, al estar cerca de la tumba de mi madre, reviví el momento en que le había regalado las sandalias negras y recordé que al otro día se las estrenó. Esa fue una de sus últimas lecciones de vida, “no dejes nada para mañana, que se nos puede ir la vida, esperando”. Allí entre tanta gente que murió con sueños por hacer, sentí vergüenza de esperar por la vida, en lugar de vivirla. Allí mismo escribí las sandalias negras; allí mismo tomé la foto de una tumba que aparece en el escrito.
¿Pensabas que pudiera tener la repercusión que tuvo?
¡Jamás de los jamases hubiera imaginado el impacto que esto tuvo! Tuve que eliminar las notificaciones de mi página personal porque seguían compartiéndolo o comentando. Era y es una experiencia muy mía, que de repente se convirtió en una experiencia de todos. Ni siquiera tenía título, fue una experiencia personal, la gente comenzó a darle título a ponerlo en videos y el resto es historia. Fue ahí cuando nació la página en la red social de Facebook “Antes Que Olvide”.
¿Equivocadamente se ha dicho en redes que pertenece al escritor Gabriel García Márquez, porque piensas que se ha dado ese error?
La primera vez que escuché decir que era de Gabriel García Márquez, casi muero de la sorpresa y en parte de emoción. Don Gabriel es mi autor favorito, he leído muchísimas de sus novelas, mis estudiantes tuvieron que leer por lo menos uno o dos libros de él alguna vez en su vida. Así que creo que sin darme cuenta influye en la manera que escribo. Eso aparte de que los puertorriqueños somos gente exagerada, alegre, e incisiva. De repente las redes sociales se llenaron del escrito “Las Sandalias Negras” con la autoría de Gabriel García Márquez, y hasta perdí la emoción por leer lo que decían. Quién conoce las obras de este gran escritor sabe que esto no es cierto, pero ese fue el rumor que recorrió por algún tiempo. No fue hasta el 13 de agosto de 2019, que salió en la portada de “Primera Hora”, uno de los principales rotativos de mi país, una columna que hablaba de las sandalias negras, escrita por Alexandra Fuentes, una reconocida personalidad de la televisión puertorriqueña la cual admiro. Cuando me llegó el periódico, recuerdo que iba a entrar a mi lugar de trabajo. No lo leí pues había perdido la esperanza de que alguien dijera que la experiencia al igual que el escrito eran míos. Entonces me inundaron el teléfono de mensajes del periódico y justo antes de entrar decidí abrir el periódico. Lloré, lloré y lloré, decía: “Cual fue mi sorpresa en mi hogar cuando aclaran reconociendo que “Las sandalias negras” fue escrita por la puertorriqueña de Aguadilla, Marisel Hilerio”. Agradecí a Dios, no por el reconocimiento, sino por su bondad para mi vida.
¿Cómo ves el mundo en la actualidad?
Soy una persona de una fe pequeña, pero de un Dios muy grande; si abro los ojos y miro las muertes, guerras, la pandemia y todo lo que nos aqueja, tiemblo. Pero cuando miro el mundo a través de la misericordia, el cuidado y la bondad de Dios no tengo más que reconocer que somos el estrado de sus pies. Soy del pensar que vinimos aquí con un propósito y no nos iremos hasta haberlo logrado, porque para bien o para mal, somos eternos. Los recuerdos, las memorias y la vida que cultivemos serán no solo nuestro pasado, sino nuestra herencia al pequeño mundo que toquemos.
¿Mediante la escritura, tu piensas que puedes hacer un especial aporte para alimentarlo con buenas reflexiones?
Tengo un buen sentido del humor y le creo a Dios. Esa ha sido mi mezcla a la hora de escribir. Quiero que la gente olvide sus penas riendo y que viva creyendo. Por lo general escribo entre el humor y la fe para reflexionar de las experiencias verídicas. En la página de “Antes que Olvide”, tengo unos escritos titulados, “1 historia X 1 Café”, ahí comparto historias verídicas no en una lección de vida, porque a eso vinimos, a aprender para aportar algo mejor de lo que el mundo nos pueda haber dado.
¿Sabemos que estás trabajando en tu primer libro, si los uruguayos quisieran poder llegar a él, estará en algún medio para adquirirlo?
Siento mucha emoción con este libro que ya está en su parte de edición. Está corriendo con una compañía que esta evaluado diferentes obras. Aun así, me emociona que en su momento puedan adquirirlo en “Amazon” y por supuesto en papel, porque amo el olor del libro impreso.
¿Qué nos podrías adelantar de su contenido, que encontrará el lector?
Todo lo que aquí escribí fueron historias que he vivido, todas con cierto humor y con enseñanzas de fe. Si algo me interesa que el mundo sepa, es que Dios ha sido bueno todos los días de mi vida.
¿Qué piensas sobre los valores que un tanto se han perdido en nuestra sociedad?
Soy profesora, veo la pérdida de valores y lo más que me entristece es que no se le pone el peso que amerita, se toma como cambios de tiempo. Vivimos a la defensiva y olvidamos el respeto, vivimos sobreviviendo y olvidamos colaborar, vivimos tan de prisa en un mundo tan efímero que no nos damos cuenta de que estamos de pasada. Perdemos lo más valioso del mundo, la oportunidad de vivir haciendo el bien.
¿Mediante tus trabajos, que puedes aportar, a que apuntarías?
Siempre escribo repitiéndome el mismo lema, “Dios ha sido bueno todos los días y a veces es mejor”. No todos los días son buenos, pero el peor de ellos solo ha tenido 24 horas, igual que el mejor de ellos. Entonces quisiera que a través de las lecturas la gente pueda entender que no somos víctimas, que somos gente con propósitos, que lo que nos hiere, no nos rompe y lo que nos rompe no nos destruye. Siempre tenemos fuerza para un día más y cuando estas se acaben tendremos y fe y cuando esta, está a punto de extinguirse, llega Dios.
¿Tus trabajos se verán en RAICES para los uruguayos y el mundo, que te parece esa oportunidad de llegar a tanta gente?
Me emociona y me honra llegar a Uruguay. Es un privilegio y un honor que tanto Julio como la gente de su país me den la oportunidad de entrar a sus casas aun a la distancia. Agradezco a Julio por el tiempo que tomó y la investigación que hizo para toparse conmigo, no todos hacen la investigación que él hizo. Veo esto como una puerta abierta de parte de Dios y no me queda más que agradecerle a Él la oportunidad de vivir y a ustedes la oportunidad de aportar algo entre la risa y la fe. Ojalá un día pueda agradecerles en suelo uruguayo.
Agradecida desde la tierra de Borinquen, Marisel
LAS SANDALIAS NEGRAS
por Marisel Hilerio Rivera (Puerto Rico-Aguadilla)
La última vez que le regalé algo a mi madre, fueron unas sandalias negras.
Se las estrenó al otro día.
Cuando la vi, me sorprendí. ¡Yo se las había comprado para un día especial! Entonces le pregunté:
– ¿Por qué las has estrenado tan rápido?
Y me contestó:
– ¿Y si me muero mañana?… las tendría que estrenar otra persona y no yo. ¡Son para usarse ahora!
Dos meses después, partió a su última morada…
Hoy volví a recordar las sandalias negras… Y me pregunté: ¿Qué estamos esperando para estrenar?
Un día, en la comida escuché a mi cuñada decirle a mi suegra:
– ¡Ay, mamá… no saque su vajilla bonita, se le puede romper! Mejor déjela para otro día especial.
A lo que mi suegra contestó:
– No, taruga… hoy es el día especial, los importantes somos nosotros, no los invitados; o qué, ¿quieres que te la deje cuando yo muera? ¡Claro que no, hoy vamos a disfrutarla!
¡Cuanta razón tenía! ¿Qué es realmente un día especial? Cuando la vida se vive una sola vez.
¿Cuánta gente llegó hasta hoy sin decir lo que quiso, sin ponerse lo que quería, sin regresar a algún lugar, sin salir, sin viajar, o sin pedir perdón?
¿Tú sabes los amores que jamás fueron… por esperar un poco más a decirlo?
¿Los matrimonios que se rompieron porque el otro no dijo “perdón” primero?
¿Los amigos que dejaron de hablarse… por un mal entendido?
¿La familia que jamás volvió a reunirse… porque no tenían tiempo o no encontraban un día?
¿Los sueños que se quedaron en sueños… por esperar una mejor oportunidad?
¿La gente honesta que perdimos… porque fue sincera y nos dolió?
¿Y si no llega mañana?
¿Qué estás dejando sin estrenar… para que otro lo use.?
¿A quién dejaste… para que otro amara?
¿Qué palabras dejaste sin pronunciar?
¿Con qué perdón en el pecho te quedaste?
¿A quién le debes una explicación?
¿A quién debiste darle una oportunidad?
¿Qué aventura dejaste sin hacer?
Guardamos sin estrenar palabras, compañía, sentimientos, sueños, viajes …sólo por miedo a fracasar, por vergüenza o peor aún ¡por orgullo!
Y así vamos calmando los latidos del corazón, sin darnos cuenta que quedamos inertes ante la vida, por esperar a mañana.
MAÑANA no existe… es sólo una esperanza, una idea que tal vez no llega. Sólo nos queda… HOY.
Hay que estrenarse los zapatos, luchar por lo que amas, por tus sueños; vivir equivocándonos, intentándolo, antes que alguien más se atreva a la mejor hazaña: ¡LA VIDA!
Y cada mañana, cuando abrimos los ojos en esta tierra de “locos”, ese nuevo día es la señal de que hay que intentarlo de nuevo.
Hoy me acordé de sus sandalias negras… y me dio “vergüenza” porque yo quería estrenarme unos mocasines de colores y por miedo a que se mojaran… ¡no me los puse!
¿Y qué si se mojan?… que se sequen.
¿Y qué si se rompen?… los usé.
¿Y qué si no funciona?… ¡lo intenté!
Y tú… ¿Qué tienes sin estrenar?
¿Y SI FUERA TU ÚLTIMA VEZ
Voy aprendiendo...
Por. Marisel Hilerio Rivera
...Que nadie es perfecto hasta que te enamoras.
...Que la vida es fuerte, pero Dios es más.
...Que las oportunidades que dejamos no se pierden, otros la toman.
...Que cuando alimenta el rencor, odio, venganzas y amarguras, la felicidad echa raíces en otra parte.
...Que aunque es necesario decir lo que se siente, hay que encontrar la manera de decirlo sin herir de a muerte.
...Que reír es la manera más económica de mejorar un rostro.
...Que una vez das vida a un hijo(a), tu corazón camina fuera del cuerpo.
...Que la felicidad no siempre está en la meta sino en el camino.
...Que es mejor hablar de lo vivido, de Dios, que dar consejos de los cuales no se sufrirán consecuencias.
...Que la fidelidad es una cualidad que no todos poseen, pero todos hablan de ella.
...Que la hipocresía, es algo que decimos no serlo y todos en algún momento lo hemos sido.
...Que no todos te amarán y está bien, tú no amas a todos.
...Que aceptar que los hijos van creciendo y van creamos su propia vida, es más difícil que enseñarles a caminar, porque esta vez te tienes que quedar a cierta distancia.
...Que es más fácil dudar de Dios que aferrarse a Él, pero es más certero vivir agarrada de su mano.
...Que el tiempo no vuele y eso puede ser bueno o malo, depende de quién lo vive.
...Que perdonar no es sinónimo de confianza.
...Que dejar ir es difícil pero necesario y seguir apretando vale la pena, difícil es discernir cuando solar y cuando apretar.
...Que dice más de ti el intentar hacer reír que empeñarte en hacer llorar.
...Que hablamos de lo quienes somos, no de lo que son ellos.
...Que para agradar a Dios hay que desagradar a varias personas.
...Que VIVIR siempre incomodará a quien muere por miedo, o por envidia lentamente.
...Que reconocer a Dios en todo, garantiza verlo en todo.
...¡Que Dios es bueno todos los días y a veces es mejor!
¡Voy aprendiendo!!!
DEMASIADO TIEMPO
Por. Marisel Hilerio Rivera
Lamento que me está tomando demasiado tiempo perder el miedo a vivir.
Y es que vivir muchas veces es sentirse morir y no perder el entusiasmo mientras se delira.
Me he dado cuenta que...
No tengo mucho tiempo para perder el tiempo.
Muchas veces seré herida y otra veces heriré.
Tendré rasguños por malos pasos.
Me lastimarán el corazón y yo lastimaré a otro.
Una traición no es el fin del mundo.
El peor día nunca es el que se cree.
Todo se supera.
Un día mas, es un día menos.
Debo aprovechar hoy, porque es lo más joven que me queda por ser.
No siempre me tengo que sentar en la misma mesa de mis amigos.
La gente más importante de la vida vive conmigo.
Buscar el lado positivo muchas veces no resuelve nada, pero sirve de esperanza.
Perdonar es sinónimo de libertad.
Nada es perfecto.
Nunca se sabe cuándo será el ultimo día.
Quién le cree a Dios puede sonreír en la adversidad.
Perdiendo a veces se gana y ganando a veces se pierde.
No todo se dice, no todo se calla.
Ser madre es lo más difícil y maravilloso de la vida.
No tienes que volver a confiar en quien perdonas, pero te sorprenderá ver que hay gente que aprende a ser fiel.
No importa lo que la gente diga, no somos tan malos como ellos piensan, ni tan buenos como creemos.
Cuando nos ofenden, es reflejo de ellos, no tiene nada que ver con nosotros.
Lo que yo considero grande lo es y lo que considero insignificante también lo es (todo es cuestión de perspectiva).
Las despedidas son necesarias
La muerte no es olvido
La belleza es mucho más relativa de lo que creemos.
Ser bendecido es vivir agradecido.
Ser agradecido es una bendición.
¡Que Dios ha sido bueno aún en los días malos; más aún Él ha sido bueno todos los días y a veces es mejor!!!
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