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CERRITO DE LA VICTORIA

   
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ORIGEN DE SU NOMBRE

El Capitán Pedro Millán lo llamó “Montevideo Chiquito”. Pero la denominación de “Cerrito de la Victoria” , que había perdurado hasta nuestros días, habría de venirle de la ardorosa acción triunfante de las fuerzas patrióticas al mando del Gral. José Rondeau sobre los realistas montevideanos al mando de Gaspar Vigodet, el 31 de Diciembre de 1812. Esa importante batalla se daría a escasos metros por la actual Avda. Gral. Flores y García de Zúñiga (frente al actual Cuartel de Blandengues).
Pero el origen de su estructura urbanística deriva del  llamado “Sitio Grande” de Montevideo, iniciado por las fuerzas al mando del Brig. Gral. Manuel Oribe , el 16 de Febrero de 1843 , y que duraría hasta el 8 de octubre de 1851.
El gran investigador Don Aníbal Barrios Píntos nos cuenta , que en 1845 , en terrenos que fueran de Melchor de Viana, se creó el pueblo y la sección chacras del Cerrito. Entre “la quinta del vasco Chopitea y un monte de olivos” que daba al camino de la Restauración actual barrio de la Unión. A pocos metros del Molino del Miguelete , llamado también de Fortogato, construido en 1820 y demolido en 1922 ,  se encontraba el cuartel general de Oribe…entre las actuales calles Juan Acosta, Santa Ana, Francisco Plá y Joaquín Artigas.

LOS SITIOS DEL CERRITO

En forma cronológica los sitios son estos en la historia de nuestro país

El primero se da a partir del triunfo de Artigas en la Batalla de las Piedras el 18 de Mayo de 1811 el cual va a perdurar hasta Octubre de 1811 cuando la junta de Buenos Aires decide retirar las tropas del Cerrito, al enterarse de que un fuerte ejército portugués, venía en auxilio del Virrey Elío , más tarde se produciría el Éxodo del Pueblo Oriental.


El segundo , desde el Ayuí , Sarratea despachó a Rondeau con la vanguardia del ejército para restablecer el Sitio de Montevideo (Octubre de 1812)  , el cual se prolongaría hasta el 20 de Junio de 1814 , día en que cayó la ciudad en poder de los patriotas.
El tercero , fue efectuado por Juan Antonio Lavalleja en Mayo de 1825 , entonces estaban los brasileños ocupando la ciudad . Realizada esta operación casi simbólica cumplida por un centenar de hombres que elevaron en lo más alto del Cerrito el mástil tricolor, Lavalleja deja allí a Manuel Oribe para instalar en la Florida su cuartel General.
El cuarto fue el 16 de febrero de 1843 , con una salva de 21 cañonazos el Gral. Manuel Oribe llegaba al Cerrito , al mando de 7.000 hombres , este sitio llegó a ser el mas prolongado de todos. En 1845 en terrenos que fueran de Melchor de Viana, se crean el pueblo y la sección Chacras del Cerrito , más tarde Oribe fundaría los barrios Buceo y Restauración (Unión).

LA GUERRA GRANDE EN LA HISTORIA DEL BARRIO

La llamada Guerra Grande , declarada por Rivera en Febrero de 1839 al Gobernador de Buenos Aires – Don Juan Manuel de Rosas, vino a dificultar el desarrollo edilicio y urbanístico de Montevideo a causa del Sitio impuesto a nuestra ciudad por la fuerza del ex –Presidente  Oribe en 1843-1851.
El  proceso de desarrollo de la población del Cerrito de la Victoria se halla directamente vinculado a la instalación del Cuartel General de Manuel Oribe en dicho lugar , en terrenos que pertenecieron a Don Melchor de Viana , por lo tanto fueron creados en Febrero de 1845 el pueblo y la sección de chacras del Cerrito. El entonces Cnel. De Ingenieros – Don José María Reyes , el mismo a quien en 1829 le fuera encomendada la delineación de la Ciudad Nueva , ahora radicado en el campamento sitiador, trazó el plano del nuevo poblado. Durante los años subsiguientes hasta el fin de la guerra , estuvo constituido por un modesto y poco extenso rancherío donde vivían las familias de los militares.

CASA DE GOBIERNO DE ORIBE EN EL CERRITO DE LA VICTORIA

Cuando pasados algunos meses , Oribe apreció que Montevideo no sería tomado fácilmente y que el sitio llevaba trazas de prolongarse , comenzó a mejorar la precarias construcciones compuestas de ranchos, en que había instalado su “gobierno” en el Cerrito. Es así que precisamente en la zona delimitada actualmente por las Calles San Martín – Chimborazo y Burgues , mandó a edificar varias casas de azotea, en las cuales fue instalando diversas dependencias y en una de mayores dimensiones, dispuso su casa de Gobierno. La finca de gruesas paredes de ladrillo y techos de azotea, se disponía en forma de cuadro, en torno a un amplio patio. Al frente las oficinas de Secretaría y Ministerio del Interior, seguidos a la derecha, por una espaciosa sala donde tenía Oribe su escritorio personal y varias secretarías. La finca tenía al frente un portón que permitía el paso de jinetes al interior. El patio se cerraba al fondo con dos locales o cuadras, donde estaba establecida la guarnición. En las azoteas había en cada ángulo una garita, donde montaban guardia permanentemente  los centinelas. En las salas del edificio tuvieron lugar destacados hechos de la vida política en el campo sitiador, tales como la reunión del primer Ministerio del Gobierno de Oribe , integrado por Juan Francisco Giró- Bernardo Berro – Atanasio Aguirre y el Dr. Eduardo Acevedo , y hasta allí llegaron también integrantes de las sucesivas “intervenciones” , tales como la de Mayo de 1847 , encabezada por el Conde Waleski  (hijo de Napoleón) , y la de Marzo de 1848  , Gore –Gros y la de Enero de 1849 , del Almirante La Predour . También allí se editó el primer número del Diario Oficial del Gobierno del Cerrito : “El Oriental en Campaña” , que encabezaba su primera plana con la leyenda “Viva la Confederación Argentina , Mueran los Salvajes , Inmundos , Traidores Unitarios” . Finalmente el 6 de Octubre de 1851 , Oribe reunió  en torno a una larga mesa a su estado mayor. Los rostros estaban enjutos , el aire de derrota flotaba en el ambiente. Se debatió por horas la situación resolviéndose la capitulación bajo condiciones, ante el avance de los ejércitos de Urquiza y Caxias que acudían en auxilio de Montevideo, donde solamente entraría Oribe vencido y enfermo sin haberlo podido hacer como triunfante conquistador. El 08 de Octubre se firmaría la PAZ.


(Fuente Historia de los Antiguos Edificios de Montevideo – Autor Francisco de Olarte)

 

EL SANTUARIO DEL CERRITO DE LA VICTORIA

En la cima del Cerrito de la Victoria se yergue el Santuario Nacional del Sagrado Corazón de Jesús. Si origen se remonta a la creación de la Parroquia del Cerrito, decretada canónicamente el 30 de octubre de 1919 por el visitador apostólico José Johannemann. En su trabajo de investigación histórica sobre dicho Santuario , afirma la arquitecta Mariella Russi:

“Podría parecer extraña la erección de un templo de tal envergadura, como lo es el mencionado Santuario, dentro de una realidad nacional de orientación positivista, pero la idea surge, antes de comienzos del siglo , a raíz de la campaña del liberalismo contra la Iglesia Católica, que está, en ese momento, bajo la jefatura de Monseñor Mariano Soler. Este juzga necesaria la creación de un templo votivo, a los efectos de oponerse a dicha campaña. El Santuario tendría carácter expiatorio, y sería un monumento de la Patria al Dios. Ese ideal de Monseñor Soler cobra forma al resolverlo así la Primera Asamblea Católica Uruguaya de 1889, y en junio de 1902 se compran a los efectos dos manzanas de terreno en la cima del Cerrito de la Victoria, lugar elegido para ello. Fallecido Monseñor Soler parece abandonarse la idea, incluso bajo la Administración Apostólica de la Arquidiócesis de Monseñor Isasa, quien, al parecer, teme una incautación de los bienes de la Iglesia como consecuencia de la ley de separación de la Iglesia como consecuencia de la ley de separación de la Iglesia y el Estado, y vende en mayo de 1911 las dos manzanas. Es recién en octubre de 1919 que el padre Antonino D Elía recupera una de ellas” Ese mismo año , días después , el 23 de noviembre , el arzobispo de Montevideo , Juan Francisco Aragone, acompañado de Tómas Camacho , obispo de Salto, y José M. Semería, obispo de Melo , puso solemnemente la piedra fundamental del Santuario Nacional. En mayo de 1926 se iniciaron las obras según los planos del arquitecto salesiano P. Vespignani, para la construcción de una parte del edificio , que pudiese cuanto antes habilitarse para el culto. El 28 de diciembre del año siguiente , el arzobispo instaló oficialmente en el Santuario a los religiosos Sacramentinos llegados expresamente al país el 30 de noviembre para tomar a su cargo el Santuario y la Parroquia del Cerrito. El 26 de febrero de 1928 fue instalado el primer párroco , P. Antonio Evers, superior de los sacerdotes Sacramentinos, y el 19 de junio del mismo año pudo habilitarse una parte del santuario, en cuyo día fue trasladada la imagen de Cristo desde la antigua Capilla de Nuestra Señora del Luján, establecida en 1898 . En 1938 es inaugurada toda la planta del Santuario y en 1946 surgen su cúpula y las torres. Hacia 1982 fue iniciada una campaña nacional para la reparación del Templo, que había resultado afectado por filtraciones de aguas pluviales por su cúpula, la que , efectuada con total éxito , posibilitó las reparaciones necesarias.

 

  

Espacio Ruben Moran - Campeón dé Maracaná
(Ubicado en calle Nantes y Juan Acosta – Cerrito de la Victoria)

 

El campeón olvidado de Maracaná.

 

La epopeya del último título mundial celeste evoca los goles de Schiaffino y Ghiggia, la presencia de Obdulio, la tranquilidad de Gambetta, pero nunca cita al puntero izquierdo del partido frente a Brasil.
Gambetta durmió la siesta antes del partido. Obdulio se puso la pelota bajo el brazo. Matías González fue un león. Julio Pérez enloqueció a los rivales con su ritmo endiablado. Schiaffino logró el empate. Ghiggia convirtió el gol del triunfo… Y así todos tienen su lugar en una epopeya que se contó en libros y el cine, que se relata cada 16 de julio, que no se olvida. Todos, menos uno. Ruben Morán, campeón mundial en Maracaná, figura en la foto del equipo de aquella tarde, pero luego parece haber desaparecido de la memoria del fútbol.
Morán tenía apenas 19 años, dos partidos con la celeste (dos amistosos contra Chile) y un año de primera división en Cerro cuando el entrenador Juan López le entregó la camiseta de puntero izquierdo justo para el partido decisivo ante Brasil. Lesionado el titular en los encuentros anteriores, Ernesto Vidal, se manejó la posibilidad de que jugara Julio César Britos, puntero derecho en Peñarol aunque había actuado varias veces por la otra punta. Sin embargo, eran tiempos de esquemas bastante lineales: en un plantel cada jugador tenía su suplente natural y Morán lo era de Vidal: asunto definido para López, por más que pudiera señalarse la escasísima experiencia del reemplazante escogido.
Y allí está Morán en la foto del campeón, entre Pepe Schiaffino y el masajista Matucho Fígoli, con una tímida sonrisa en su rostro juvenil con incipiente bigote. Pero cuesta encontrarlo en otras imágenes, ya sea del juego o de los festejos. Repasando las crónicas de aquel encuentro se puede hallar una incidencia en la cual tuvo participación: a la media hora del primer tiempo se perdió un gol rematando alto cuando el arquero local Barbosa estaba fuera de acción. Pudo ser su consagración a los 19 años. No lo fue.
Morán nació, vivió casi toda su vida y murió en el Cerrito. Era natural que comenzara en el fútbol con los colores auriverdes. Fue en 1948, cuando el club conquistó el campeonato de la divisional Extra. En 1949 lo contrató Cerro, donde debutó en primera. En 1954 pasó a Defensor, pero su carrera allí resultó muy breve. Más tarde se fue a jugar a la ciudad de Rivera durante cuatro años. Al regresar se reunió con sus excompañeros de Maracaná, quienes volvieron a jugar amistosos benéficos en el interior del país, en el marco de la llamada "Campaña del Dr. Caritat" contra la poliomelitis.
Promesa no cumplida.
Más de seis décadas después, se puede interpretar que era un punterito que prometía y por eso fue citado para el Mundial de Brasil. Pero luego no terminó de concretar esa promesa. Con la celeste debutó en dos amistosos contra Chile en abril de 1950. No jugó en la gira previa por Brasil (el puntero izquierdo en esa ocasión fue Hugo Villamide). Volvió a ser citado para el Sudamericano de 1953, aunque no fue titular y entró solamente contra Brasil, en reemplazo de Donald Peláez. En total, su carrera internacional se resume en cuatro partidos. Claro que uno de ellos fue una final del mundo.
Tras el retiro, su pasado de campeón mundial le permitió conseguir un empleo público en la Dirección de Subsistencias. Murió con cuarenta y siete años, a comienzos de 1978. Fue el primero de los héroes de 1950 en marcharse. Una plazoleta en su barrio lo recuerda, a pasos de donde se encontraba la vieja cancha de Cerrito, en bulevar Batlle y Ordóñez y General Flores, que se llamaba —igual que su campo actual— Parque Maracaná.
El Tiza pudo ir a Boca o España; terminó en el fútbol de la OFI.
Ruben Morán, El Tiza, perdió dos pases al exterior cuando jugaba en Cerro, según lo recordaba en una entrevista con Sport Magazine publicada en febrero de 1977. En 1953 Boca Juniors necesitaba un puntero izquierdo, lo recomendaron a él, pero el presidente del club albiceleste, Luis Tróccoli, no le dio la transferencia. Tampoco cuando lo vinieron a buscar de un club español, cuyo nombre no citó Morán. En ambos casos, según el exfutbolista, el dirigente prometió conseguirle un empleo pero no cumplió. Finalmente, en 1954 Morán se fue a Defensor en canje por otro jugador. Vistió la camiseta violeta en apenas cuatro partidos. Después, El Tiza defendió a Huracán de Rivera y llegó a defender el seleccionado departamental en los campeonatos de OFI, antes de abandonar el fútbol en 1963.

 

 

 

 

 





   
 


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