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HISTORIA DEL BARRIO “SUR”

 


 
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BARRIO SUR

 

Los cambios de perfil


El 9 de octubre de 1835, el Poder Ejecutivo, con la firma del presidente Brig. Gral. Manuel Oribe y del ministro de Gobierno D. Francisco Llambí, dispuso la instalación y consagración del “Cementerio Nuevo” – actual “Cementerio Central” – en zona entonces alejada de la ciudad y sobre un área mayor que la del antiguo existente a la altura Andes, entre Durazno e Isla de Flores.  La ceremonia de consagración fue fijada para el 1° de noviembre de ese año, pero la misma habríase cumplido el 8 de noviembre de 1835 , con la presencia de las autoridades de Gobierno “Tribunales y Corporaciones” de la República y numerosos habitantes de la hacía poco centenaria ciudad de Montevideo. En el acto se procedió asimismo al traslado de los restos de tres valerosos soldados de nuestra independencia :  el coronel Bernabé Rivera, el teniente coronel Pedro Bazán y el capitán Roque Viera, muertos en junio de 1832 en el Rincón de Yacaré Cururú – afluente del Cuareim – a manos de un pequeño grupo de charrúas.
El 15 de junio de 1859 , con la solemnidad del caso, fueron trasladadas las cenizas de Artigas al panteón de propiedad particular del presidente Pereira, “hasta tanto que , construido bajo la Rotonda el Gran Panteón, sean aquellas colocadas en el Mausoleo acordado erigírsele”. La inauguración y habilitación de la Rotonda, proyectada por el maestro mayor de Obras Públicas D. Bernardo Poncini, fue realizada el 1° de noviembre de 1863. Hasta entonces, en el lugar que hoy ocupa la Rotonda se levantaba un crucero de piedra con las efigies de Cristo y la Virgen María, donada por los hermanos José y Luis Fernández, los mismos donantes del Crucero del Cordón , hoy desplazado más adelante sobre la avenida central de acceso a la necrópolis. Desde Durazno y Andes , del antiguo Cementerio, hasta Yaguarón , fue extendiéndose el llamado “Barrio Sur” , enlazando , por la “orilla” costera, la “Ciudad Vieja” con “Palermo” . Pronto los vínculos sociales de ambas barriadas, hechos de amores y amistades, de rivalidades compadriles  y de prestigio de sus “comparsas”  , entretejieron un destino común que gestó en sus vecindarios la autoconciencia de ser una común entidad propia. Así pudo Andrés Alvarez Aguerre, en su libro “Gloria del Barrio Palermo” definir sus anchos límites comunes, en la etapa de su configuración, entre los años 1895 al 1910 , como siendo, por el Sur, el Río de laPlata,cercado por la vieja muralla; por el Este, la calle Médanos (actual Javier Barriós Amorín); por el oeste , la calle Arapey (hoy Río Branco) ;  y por el norte, la calle Canelones. El autor continúa diciendo que su edificación era de construcciones pobres , siendo la mayoría de un solo piso, muchos con techumbre de zinc, principalmente los que daban frente a las calles Isla de Flores , Paraguay, hoy Curuguaty, y Camino de la Estanzuela, actual avenida Gonzalo Ramírez. Prevalecían los barracones y barracas para depósito de carretas, carros , animales y galpones para acopio de frutos  del país. Existía buen número de casas de inquilinato, compuestas por numerosas piezas, casi siempre con amplio patio en cuyo centro hallábanse las piletas para el lavado de la ropa. “La calle Isla de Flores, a pesar de su pequeña anchura, constituía la vía de tránsito más popular del paraje. Hallábase totalmente edificada por ambas aceras y densamente poblada por familias integradas por numerosos miembros, por lo general gente humilde y laboriosa, cuyos jefes eran oriundos , en su mayoría, de España o Italia, aunque también los había, pero en número menor, uruguayos, vascos , portugueses, franceses, casi todos buenos artesanos, prácticos en diversos oficios, como ser sastres, carpinteros, albañiles, peluqueros, zapateros, herreros, pintores, escultores, hojalateros, tipógrafos, etc. La colectividad morena era también muy numerosa, dedicándose a trabajos sencillos, mas bien domésticos.” A esta calle y su colorido mundo le cantaría Carlos Gardel su famoso tango con versos de Ramón Machado y música del pianista Arturo Senéz. Según el testimonio de un antiguo vecino, Luis Fernández y Lapido , ex periodista de la desaparecida “Tribuna Popular” – recogido por “El Día” , en su edición del domingo 9 de noviembre de 1975 – “Gardel ,efectivamente, anduvo por la calle que ahora lo nombra, un buen período de su pubertad. Tendría, aproximadamente, 17 o 18 años y todavía no cantaba profesionalmente. Era ayudante de electricista en el edificio de la Mutua, donde se encontraban las oficinas de ONDA, en la Plaza Cagancha. Y vivía, exactamente , en Julio Herrera y Obes 1065, casi Isla de Flores. Allí , en ese período, debe haber nacido su amor por la calle a la cual , posteriormente, le cantó. Y también ,una novia, de suburbio : Sarita” Y agregaba el testigo : “ Ella fue a parar al Royal. Tenía dos hermanos a los que le llamaban “los pulguitas”, dos muchachos que vendían diarios. Ella fue, efectivamente, una historia de tango. Murió en el Fermín Ferreira, creo que con una sombra en el pulmón.” Y precisamente en recuerdo y homenaje al gran cantor, la calle lleva el nombre de Carlos Gardel en el tramo de Zelmar Michelini a Río Branco , y en una plazoleta sita en la esquina con Michelini se yergue su busto. Inaugurado el 11 de diciembre de 1952, obra de los escultores Omar Grezzi y  Juan Sebastían Moncalvi, en el Parque Rodó, fue trasladado, años después , al sitio indicado. Ambos barrios , Sur y Palermo, pese a su indudable entrelazamiento de vivencias, igualmente tienen en la visión de sus vecinos una peculiar identidad : los de Palermo afirman que su barrio va desde Zelmar Michelini hasta Minas y desde la Rambla República Argentina hasta Canelones y los del barrio Sur que éste se extiende desde Ciudadela hasta Zelmar Michelini y desde la Rambla a Canelones. Pero pese a estas particulares cosmovisiones, es indudable que , en su perfil edilicio actual, ambas barriadas constituyen una realidad urbanística del Sur montevideano que, más allá de la modernización, conserva algunos de los rasgos característicos de su vivir, enmarcado por los testimoniosambientales de su ser original.  Por cierto que el epicentro simbólico del Barrio Sur lo constituía el célebre “conventillo” “Medio Mundo”. Fue en 1885 que era autorizada su edificación, solicitada por José y Miguel Risso, según planos del Arqto. Alejandro Canstatt, en el predio comprendido entre las calles Cuareim (actual Zelmar Michelini) , Isla de Flores, Yí (actual Carlos Quijano) y Durazno , cuya dimensión alcanzaba 922 metros con 35 decímetros y 12 centímetros. Con el transcurso del tiempo se sucedieron los distintos propietarios : en 1911, lo eran Pablo Risso y María Mestre ; en 1926 , Dora Risso ; en 1931 , Hilda Risso ; en 1934 se sumó a ésta Edda Corralejo y en 1970, cuando el “Medio Mundo” era ya un protagonista distinguido en la historia carnavalesca de Montevideo, fue adquirido por las familias Estevez y Carrara. Declarado Monumento Histórico, luego sería desafectado de dicha denominación y desalojados sus habitantes – más de un centenar - , en diciembre de 1977 comenzó su demolición. En 1953 iba a ser, en su seno, la comparsa “Morenada” , protagonista de una tenaz competencia con los “Nyanzas” del Barrio Palermo. Pero antes, en 1940, se había constituído el Club “Yacumenza” . “El Día” , en edición del domingo 21 de marzo de 1976 , publicaba una entrevista al conocido director de “Morenada” y fundador del Club, Juan Ángel Silva . En dicha entrevista, el cronista pudo enterarse, por el relato de Silva, de la historia de la entidad. Su nombre deriva de la expresión “de una negra fronteriza y llevado al castellano por los muchachos del barrio” en castellano , referido a la irrupción súbita del sonar de los tamboriles de la comparsa… “Eramos todos canillitas – contaba Silva - . Y en esa época la sede estaba dentro del propio conventillo. Este local (con frente a la calle y un claro letrero : YACUMENZA) lo tenemos desde hace menos de cuatro años. Bueno , como le iba diciendo ; éramos todos canillitas y hacíamos la famosa olla de puchero en lata, en los tiempos en que era muy barato hacer puchero. Mucha gente se reunía a comer con nosotros. Y la mayoría, tenía tres oficios:  tamboriles, canillitas y jugadores de fútbol. Un día nos trajeron las desteñidas camisetas verdes y ahí salimos , de puro audaces, a jugar a la Liga Palermo. Es importante aclarar que el YACUMENZA  nunca tuvo socios, que siempre fue como una cooperativa de la buena voluntad . Por otra parte – nos agrega Silva – de aquí salieron todos trabajadores, gente honrada y decente. Y bien : ahora ya van dos años seguidos que somos campeones de la Liga Palermo, varios años que figuramos entre los primeros puestos y muchas victorias con Morenada.”  Asimismo , el entrevistado recordaba “la comparsa de la familia de Víctor Rodríguez Andrade. Desde las épocas del olímpico  José Leandro Andrade los tamboriles retumbaron en la casa. Y cuando la familia fue creciendo, el número llegó tan alto que sus propios integrantes se sobraron para formar una comparsa de hermanos, tíos, sobrinos, etc. Aquello fue lo más pintoresco e inolvidable que tuvo el Barrio Sur.”  Pero mucho antes que desapareciera el “Medio Mundo” ya la “orilla” sureña había comenzado a cambiar su perfil. La vieja muralla, que hermanaba al barrio Sur con Palermo, había comenzado a desaparecer por la construcción de la Rambla Sur, iniciada por el Ing. Juan P. Fabini en 1922. Poco a poco fueron siendo rellenadas las antiguas playas de Patricios, perteneciente al barrio de “La Estanzuela” y Santa Ana , del barrio Palermo, que existían entre Médanos y Vázquez y Gaboto y Magallanes , respectivamente. La nostalgia de la muralla, que cambiaría los horizontes de la barriada, serían recordados por el célebre tango “Adiós mi barrio” , de Ramón Collazo y Víctor Soliño, en 1930. El autor de la letra, Soliño , rememoraría el nacimiento de dicha composición musical , en una de las crónicas de su libro “Mis tangos y los atenienses” :
“En Durazno y Andes, en una de las pocas casas que no había caído todavía bajo la furia de las piquetas, se ensayaba entusiastamente. Como un abanico el coro desplegó el repertorio de esa temporada : una zamba : “Buenos días” , un fox-trot : “Madrigal Veneciano” y un fado : “Fado fadiño” , entre los aplausos de un público numeroso y enfervorizado que formaban los vecinos sobrevivientes del barrio.
“De pronto se hace pedazos el silencio expectante con los compases iniciales de “Adiós mi barrio” y mientras el coro , cantando con la garganta y con el corazón, ya es como un presagio del triunfo, y un clima de emoción gana el ambiente. Por eso, cuando se escuchaban las últimas notas el público permanece en silencio, como embrujado. Ni un grito, ni un ademán , ni un aplauso. Pero en todos los ojos brillaba una lágrima como una estrella! (…)”
El 27 de febrero, antes de que se iniciara el desfile carnavalesco, en un tablado que se levantó a la altura de Ciudadela y Rambla (Ciudadela y Maldonado, puntualiza el comunicado de la “troupe” , anunciando  el “póstumo homenaje al barrio Sur” en la prensa de la época) , con tablones y tanques que prestó la Compañía del Gas, sobre la vieja muralla y cara al mar , la Oxford estrenó oficialmente “Adiós mi barrio” ante un público de más de 5.000 personas, llegado de todo los barrios de Montevideo y desafiando una llovizna pertinaz que no logró apagar el entusiasmo desbordante. Testigos mudos del diario transcurrir del Barrio Sur serían , asimismo , los gasómetros de la antigua Compañía del Gas y su alta chimenea que quedó en la mitad de la Rambla. Por el contrato de 1861, la empresa original – fundada por los hermanos Isola , cerca del puerto, para producir gas de alumbrado por cañerías – debió instalarse “al sur de la calle Florida contra el mar” . Pasada a poder del barón de Mauá, en 1865 , continuó su gestión – ya con servicios extendidos hasta la Unión y Paso del Molino – hasta que , en diciembre de ese año, inauguraban la primera usina y dique seco del Plata, culminando la obra empezada por Mauá. Desde entonces hasta diciembre de 1974 , en que por un decreto del Poder Ejecutivo se aprobó su adquisición por el Estado, la empresa “The Montevideo Gaz Works and Dry Docks Co. Ltd” , cumplió una larga permanencia en la ciudad. El viejo edificio de la Compañía del Gas, enclavado en la Rambla Sur por encargo de la empresa británica, comenzó a ser construido en 1853 y quedó terminado en 1867. Su alta torre está coronada por un gran reloj, cuyas tres esferas apuntan hacia la ciudad. De una de sus caras cuelgan tres campanas de distinto  tamaño , que fueron fundidas en Londres en 1868. En diciembre de 1974 la Compañía del Gas y Dique Seco formalizó un contrato con la empresa francesa “Le Gaz Intégral” , para el suministro, instalación y puesta en funcionamiento de una nueva planta de producción a partir de combustibles derivados del petróleo y en febrero de 1990, la Compañía del Gas de Montevideo inauguró una nueva planta “moto compresora” , ubicada en la Rambla República Argentina casi Río Negro , lo que redundó en una sustancial mejoramiento del servicio de gas por cañería. A partir del 15 de diciembre de 1994 la empresa Gaseba, Pier Pérez, comenzó a explotar la compañía del Gas, que había sido intervenida por el Estado hacía más de veinticinco años, cuando la empresa británica propietaria abandonara su explotación. Desde mediados de noviembre de 1964 y en 1965 , equipos de estudiantes y docentes de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de la República fueron pintando con colores vivos las fachadas de las casas de la calle Carlos Gardel, entre Cuareim y Yi, no sin vencer recelos y desconfianzas iniciales de sus pobladores, remozando de esta manera el ámbito tradicional de la misma , que hoy perdura.


LA SOCIEDAD “L´AVENIR”


El 3 de abril de 1892 tuvo lugar la asamblea constitutiva de la “Sociéte de Gymnastique et d´Escrime L´Avenir”. Al día siguiente, 4 de abril, el francés Pierre Clouzet, propietario de un saladero  en el Cerro, condujo , en su carácter de presidente electo, la primera reunión de la Comisión Directiva. Según referencias recogidas por el escrupuloso evocador del pasado montevideano, Raúl Barbero, “en la sesión se nombraría Profesor de Gimnasia a Paul Lebet; y el 30 de ese mismo mes ya se habilitaba la sala de gimnasia del club, exaltándose el acontecimiento con una iluminación especial del edificio en que se instaló la sede original, una propiedad de la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos, sita en Arapey (hoy Río Branco) al 228 , entre Maldonado y Canelones. Esta institución médica había sido fundada en 1854 por caracterizados comerciantes franceses, que limitaron la afiliación a residentes compatriotas o belgas, quienes, junto con su descendientes, podían beneficiarse de los servicios asistenciales que prestaba.”
Los iniciadores habían comenzado el 29 de agosto de 1891 a reunirse para apoyar un proyecto del Profesor Paul Lebet – que llegara al Uruguay tres años antes – que pensaba que “para lograr mejores objetivos en el aspecto gimnástico, se hacía indispensable fundar una institución dedicada exclusivamente a su fomento y difusión. En esa misma dirección lo secundaron Carlos Sturzenegger y Federico Sennhauser – ambos de ascendencia Suiza- que acreditaban méritos destacables en la práctica de otros deportes. Al inicidador Lebet y sus primeros acompañantes , se acoplarían poco después Elías Delaby, su hijo Joseph , y James Trachsel, para completar el sexteto de optimistas propulsores de la idea que , redondeaba en esa reunión del 29 de agosto de 1891, alcanzaría los planos de la efectiva realización con la fundación de la “Sociéte de Gymnastique et d´Escrime L´Avenir” , que a pesar de incluir a la esgrima en la denominación del estreno, comenzó su acción sin contar todavía con un delegado de esa disciplina en el Consejo Directivo, si bien en mayo inmediato ya se estuviera proponiendo al Prof. Emile Berwich para impartir la enseñanza en tal materia.”
Pero cuando la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos vendió su antiguo edificio de la calle Río Branco, un grupo de entusiastas afiliados del “L´Avenir” luchó para obtener sede propia, lo que se vio concretado el 30 de setiembre de 1950, en la calle Maldonado entre Paraguay y Héctor Gutiérrez Ruiz (ex Ibicuy). Actualmente, otras prácticas deportivas figuran junto a las tradicionales de gimnasia en aparatos, lucha , levantamiento de pesas y boxeo, alternando igualmente en el movimiento de la sede el fútbol de salón, el judo y el karate.
LA TROUPE “OXFORD”
Una “barra” esquinera de entusiastas del Carnaval , quiso defender los prestigios del Barrio Sur frente al desafio que significaba la troupe del barrio Guruyú, “Un Real al 69” , dirigida por Salvador Granata y en sus reuniones de Maldonado y Ciudadela o en el bar de Doroteo Gómez, en Maldonado y Miní , convencieron a Ramón Collazo, el popular “loro” para que escribiera las canciones de una agrupación propia. Faltaba definir el nombre de la agrupación y , en principio, los iniciadores habían resuelto ponerle el del club que saliera campeón en un torneo interno del Atenas ; pero el ganador  tenía un nombre poco atractivo para el Carnaval y entonces surgió el de “Oxford” , por la moda de los pantalones de bajos anchísimos.
Corría por entonces el año 1927 y era necesario designar la comisión directiva que , naturalmente, se integró con los muchachos de la “barra” : Carlitos “Pecalto” Vidueiro fue el presidente, Gildeón “Tatita” Silva el secretario ; Italo Brusco el tesorero; Helvecio “Tito” Cribelli el interventor general y la Comisión Fiscal para Arturo “Tamberola” Souto , Domingo Barenki, Luis Tróccoli y Tomás Scarisbrick , “El Inglesito”. También designaron una Comisión de Honor con los vecinos más representativos del barrio : José Musso, Doroteo Gómez , Augusto López, Sebastián Sturla, Coliche Pérez, Pascual Turturiello, Antonio Borderes, Ulises Careaga, Pancho Petrone, Antonio Campolo, Angel Ferrero, Salvador Marrone, Enrique Morando , Vicente Modena, Pedro Monaga, Luis Maturro, Diego Misa, Emilio Moreno y muchos otros más. Constituida la agrupación e incorporados otros entusiastas “carnavaleros”, comenzaron los ensayos. El primer local fue una casa en Mini N° 768 , entre Florida y Ciudadela; en los años 1929 y 1930 se hacían en la casa de Vidueiro, en Durazno y Florida, lindera con el almacén de Víctor Urraburo ; posteriormente en el barracón de Morando, en Florida y Maldonado; luego en una casa de Andes y Durazno y después  en un local de la calle Rincón , ya más lejos del barrio. Solamente tres de las seis veces que participaron del Carnaval fueron a concurso. En el 27 y 28 compartieron el Primer Premio con la troupe de Granata, en el 29  fueron segundos y entonces contrariados con el fallo del jurado, deciden retirarse definitivamente del Concurso, para en el 30 , 31 y 33 salir fuera de competencia a actuar en los tablados de barrio. Señalada fecha fue el 27 de febrero de 1930 , como ya se dijo, cuando la “Oxford” , ante miles de personas, cantó el tango “Adiós Mi Barrio” de Ramón Collazo y Víctor Soliño , evocando la vieja muralla y las antiguas casas que habían sido derruidas para la construcción de la rambla. Muchos son los recuerdos y las anécdotas de la célebre troupe y de su actuación ha quedado un vasto repertorio musical , como ser la zamba “Pajarito Cantor” ; la masixa “Ya …Ya” ; el fox trot “A la luz de la luna” ; el paso doble “Boquita de Rosa” y otras canciones que quedaron en el recuerdo , como “Fado Fadiño” y “Portuguesa”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
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