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PUNTA CARRETAS - PARQUE RODÓ

 


 
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PUNTA CARRETAS
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PUNTA CARRETAS

Origen del nombre.
No siempre la geografía aplicó la denominación de Punta Carretas al cabo de nuestra costa del Plata. Pero el primero que ser refirió al origen de dicha denominación fue el sacerdote y hombre de ciencia francés, Louis Feuillée, quien había desembarcado en la bahía montevideana el 30 de octubre de 1708 y que al consignar sus impresiones en su obra “Journal des Observations  phisiques, Mathematiques et Botaniques faites para l ordre du Roy , etc.” , impreso en París en 1742 , escribió :
“Se ha dado el nombre de Carretas a un cabo que avanza en el río a dos leguas al Este de la punta que cierra la bahía de Montevideo a causa de las varias rocas que asoman y de otras muy peligrosas escondidas debajo de las aguas”
Tiempo después, el misionero Florian Paucke S.J en su libro “Hacia allá y para acá”, refiriéndose a lo acontecido en su viaje al Río de la Plata, en diciembre de 1748 , narraba :
“…el mar con las olas agitadas por el viento nos levantaba y seguimos con felicidad más adelante hasta que vimos más cerca el puerto marítimo y la fortaleza de Montevideo. Anocheció y nosotros quisimos alcanzar el puerto; la luna lucía clara porque el cielo estaba sin nublazón. En la 8ª. Hora llegamos hasta cerca del puerto marítimo, vimos enfrente a mano derecha una hilera de peñascos bajos contra los cuales nos empujaba el mar. Los Españoles llaman a esta hilera de peñascos , las Carretas” – Cerca de un siglo y medio despúes en 1895 , Isidoro de María en “Elementos de Historia de la República Oriental del Uruguay” , nos ofrecería esta versión coincidente del origen de dicha denominación : “ Viene este nombre de la configuración atribuida a sus peñascos, parecidos a carretas”. Pero esta denominación ha sido distintamente aplicada, presumiblemente por desconocimiento de topógrafos o marinos de nuestra realidad geográfica. Así puede observarse en una carta francesa del  Río de la Plata , del año 1698 , cuyo original se encuentra en la Biblioteca Nacional de París, la denominación “Les charrete” , aplicada al arrecife situado frente a la Isla de Flores, conocido en la actualidad por “Las Pipas”  , mientras que la hoy “Punta Brava”. Planos posteriores de fines de siglo XVIII existentes en el Museo Naval de Madrid, le asignaban el nombre de “Carretas” a la actual “Punta Gorda” y presumiblemente a esta saliente es a la que se refería Feuillée.

LOS PRIMEROS TIEMPOS
Los primeros en poseer tierras en la zona – desde 1789 – habían sido Salvador Tort y su hijo Matías. A consecuencia de haber Dn. Salvador cedido su parte , el Gobierno de la República le vendió a Matías Tort, el 30 de diciembre de 1831  “desde hoy en adelante y para siempre jamás” …dicho terreno “sito en Punta Brava de los denominados de Propios, compuesto su área de 217 cuadras y 2280 varas cuadradas, según consta en el plano del agrimensor Enrique Jones , en el precio de 3.403 pesos cinco y cuartillo reales” Matías Tort era argentino , oriundo de Buenos Aires . El 27 de julio de 1822 , con licencia expresa de cura y vicario Dámaso Larrañaga había desposado en  Montevideo a doña Leonarda de las Casas , “natural de la villa de San José en la Banda Oriental del Río de la Plata” Desde setiembre de 1834 integró junto a Manuel Oribe , Joaquín Suárez , Francisco Antonio Vidal , José de Bejar , Manuel Otero , Pedro Pablo de la Sierra y Juan Andrés Gelly la “Sociedad de Agricultura” , creada con el objeto de perfeccionar los métodos de cultivos existentes en el país. Formó parte, asimismo, de la Cámara de Representantes, siendo legislador por Cerro Largo (1833-1834) , Montevideo (1839-1841) y por Colonia (1841-1843- y 1843-1846). Por cierto que la instalación del saladero de Tort fue decisiva en la formación inicial de la estructura económica y social de la zona, antes desierta. En los primeros años de la República, otros vecinos comenzaron a explotar tierras en el paraje, como se infiere de un aviso publicado en “El Universal” , el 9 de julio de 1834 , que ofrecía en venta “una chacra en PUNTA DE CARRETAS, con su rancho de pared de ladrillo y cocina; tiene un monte de durazno o higueras , con un desaguadero bajo de zanja, un pozo y cuatro cuadras de terrón zanjeado. El que se interese ocurra a tratar con su dueño D. Francisco Baginas en la calle de San Luis N° 69”. Hacia 1874 , Dn. Luis de la Torre cultivaba en su quinta de Punta de Carretas las clases de uvas conocidas hasta aquella fecha en el país : morada, moscatel blanco, Chasselas blanca, Chasselas negra de piña y frutilla (llamada morango en el Brasil) , según establece Teodoro Álvarez en su obra “Viticultura general”. Luis de la Torre fue uno de los que levantaron la idea e hicieron práctica la fundación de la Asociación Rural del Uruguay, de cuya Junta directiva fue presidente. Era hijo del patriota oriental del mismo nombre, emigrado en Buenos Aires, que había prestado decisivos servicios a la organización de la Cruzada de los Libertadores de 1825.

EL FARO DE PUNTA CARRETAS
Por ley del 8 de julio de 1875, el Gobierno de la República dispuso erigir un faro en la Punta de Carretas, que los vecinos llamaron por mucho tiempo “La Farola” . Se construyó mediante concesión otorgada el 13 de agosto de ese mismo año. Convocada “la puja” – que así se llamaban antaño las licitaciones – se aceptó la propuesta de Costa y Compañía, sobre la base de explotar los servicios por misma firma que construiría el faro, quedando comprometida la empresa a garantizar el funcionamiento de la iluminación, siendo de su cargo el combustible, mecheros, reparaciones, etcétera y asimismo los sueldos del personal necesario, recibiendo del Estado como único pago la suma de $ 300 mensuales. Los empresarios construirían de su peculio la torre de material, al pie una casa-habitación , el aljibe, e instalarían todos los aparatos del funcionamiento del Faro, fuesen los lumínicos , la cristalería óptica y la rotación relojería de cuerda ; todo el instrumental sería de procedencia inglesa y fabricado por firmas especializadas.  “El Ferro-Carril” , en su edición del jueves 28 de setiembre de 1876 , daba la noticia de que se hallaban en pleno funcionamiento los faros de la Isla de Flores, el del Cerro y el de la denominada “Punta Brava” , colocado este último al norte del arrecife de dicha punta “como un cable de distancia , luz blanca, fija, visible a 10 millas con tiempo claro. Tiene 21 metros y 10 centímetros sobre el nivel del mar. Según refiere Juan Carlos Pedemonte , “el sostenimiento del servicio de faros se hacía mediante un impuesto que se aplicaba a todos los barcos que tocaran puertos nacionales, los que debían abonar entre 0.02 y doce centésimos por tonelada de registro”

EL HIPÓDROMO DEL ESTE
Desde 1880 – según expresan Buzzetti y Gutiérrez Cortinas en su “Historia del Deporte en el Uruguay” (1830-1900)”  - bajo el empuje de Don José Antonino Costa , se edificó frente a los terrenos de la actual Penitenciería – hoy desaparecida y reformulada edilicialmente – el Hipódromo del Este , pintoresca pista de carrea de caballos que prolongó sus actividades hasta 1890. Allí se fundó el primer club hípico que se registra en el país. Y “El Ferro-Carril” , el lunes 14 de marzo de 1881 describía así la “Inauguración del nuevo circo de carreras en Punta Carretas” :
“A la verdad que para haber sido ayer el día de la inauguración del hermoso circo de carreras recientemente arreglado en Punta Carretas, la concurrencia no fue ni con mucho tan numerosa como hubiera sido de esperar , y esto es muy de sentirse, porque el local de la referencia es magnífico , y se encuentra situado en un punto no sólo extraordinariamente pintoresco sino a la puerta de la ciudad, al cual hasta se puede llegar a pie en media hora”.
“El gran palco , así como todos los demás accesorios que forman dicho circo, están arreglados en un todo idénticos al de las inmediaciones de París, que es en Europa, como se sabe , uno de los centros de ese género y que más llama la atención de los aficionados a las fiestas hípicas, de visión de muy buen tono y tan entretenida como inocente. “Capacidad para 1.500 personas tiene el palco mencionado, donde todos pueden estar con la mayor comodidad. Se buscó el punto más elevado y dominante. La altura sobre el nivel del suelo, podrá ser de unos cinco metros a lo sumo, y a la parte principal de esa repartición conducen dos grandes escaleras centrales.”En la planta baja, que la forman un vasto salón, se encuentra establecido el café-restaurant. Cabe señalar que no hubo más carreras  en el Hipódromo Uruguayo del Este hasta el siguiente 30 de junio de aquel año 1881 ; pero el citado periódico  nos vuelve a dar noticia de otra reunión cumplida el 11 de diciembre de ese mismo año.

EL “FOOT –BALL”
El 15 de marzo de 1913 , último día de plazo para inscribir equipos en la antigua Liga Uruguaya , Defensor logró cumplir el requisito apelando a los estatutos del “Bristol F.C” , porque no había habido tiempo para redactar y aprobar los propios. La sede de la incipiente Institución deportiva se hallaba en Legionarios (actual calle Ing. Eduardo García de Zúñiga) y Patria y su cancha en Legionarios y Zamayúa (hoy Av. Julio Herrera y Reissig) , en la zona del Parque Rodó. Pero la institución había comenzado seis o siete años antes. En efecto : un grupo de empleados y obreros de la Fábrica de Vidrios sita en el predio que hoy ocupa la Escuela “Francia” , en la calle Echeverría N° 588 , había formado un “cuadrito” al que – sin que nadie sepa por qué – le pusieron “DEFENSOR”.

PARVA DOMUS MAGNA QUIES
En “La Tribuna Popular” del 25 de agosto de 1892 , con el seudónimo de Teógenes Aldegundis, el destacado periodista , que fuera luego director de “Imparcial” , Eduardo Ferreira, y catedrático de literatura de la Universidad , evocaba el origen de la conocida institución parvense, un 25 de agosto de 1878. Decía el articulista :
“Por aquel entonces, Punta Carretas, uno de los actuales paseos domingueros concurridos, no tenía más importancia que la que podía darle la Estación del Tranvía del Este, cuyas venerables ruinas se conservan aún en el mismo sitio, ni más edificios que el citado, una casa de material a corta distancia de éste, ocupada por un almacén de comestibles, y un casuchín tan largo como angosto y habitado por unas cuantas familias pobres. “La playa , con una arena blanca y fina , su perspectiva siempre hermosa y su farola destacándose sobre las rocas de Punta Brava, atraía, sin embargo , alguna gente , pescadora toda, y tenía ya cierta fama de ser una de las mejores y más cercanas pesquerías que se conocían.

EL GOLF
El origen del “golf” se ha atribuido a muchos países , pero su paternidad británica es indudable. En 1413 , en Escocia , fecha en que se fundó la Universidad de St. Andrews , ya se practicaba golf, pero no obstante trancurrían más de tres siglos hasta la fundación del “Royal and Ancient Golf Club of St. Andrews” , en el año 1754. Pero la práctica del golf , durante varias décadas, iba a verse restringida. En efecto : una ley de 1457 limitaba este deporte por considerarlo concurrente con el difundido tiro del arco que , en esa época, la Corona deseaba estimular por ser esta práctica un excelente entrenamiento para tiempos de guerra , siendo el arco uno de los principales instrumentos bélicos ofensivos…
En nuestro país, según lo han investigado los autores Ing. José Luis Buzzetti y Eduardo Gutierrez Cortinas, el golf comenzó a practicarse , en Montevideo, hacia 1894 , en el Paso del Molino , por miembros del “Montevideo Cricket” que estaban siendo desplazados por el fútbol, de La Blanqueada. Por ese mismo año, los propios británicos establecieron buenos “links” en Punta Carretas, en el predio donde funcionara el Hipódromo del Este… En febrero de 1911 , cuando don José Batlle y Ordoñez con su familia regresaba de Europa a bordo del “Re Vittorio”, la nave se detuvo unas horas frente a Punta Carretas. Desde la cubierta, Batlle, al contemplar en la mañana soleada los terrenos de esa porción de costa uruguaya , pronunció la frase premonitoria que recogieron algunos de los presentes , diciendo : “ Montevideo no debe perder esa mancha verde” Ya en ejercicio de la Presidencia de la República , en su segundo mandato, Batlle propició la expropiación de esos terrenos de don Francisco Piria, pensando impulsar la construcción de una ambiciosa “ciudad deportiva” , a cuyo fin convocó a ingenieros y arquitectos del gobierno central y del municipal para que procedieran a elaborar el proyecto.

LA CASA DE DON JUAN ZORRILLA DE SAN MARTIN
En 1904, el autor de “La Leyenda Patria” y “Tabaré” , adquirió un solar a Piria en la naciente barriada de Punta Carretas. En “El Sermón de la Paz” , decía el poeta : “En un extremo de Montevideo, mi ciudad natal, sobre el Río de la Plata, en una pequeña punta llamada Punta Carreta o Punta Brava, tengo yo un pedazo de terreno que adquirí cuando aquello era un desierto, por poquísimo dinero. Lo he cultivado por mí mismo, lo cavo, lo riego, y le llevo árboles vivos y semillas. Hasta puede decirse que yo he hecho esa tierra, como el holandés la suya, porque le he sustituido , en gran parte , la arena y la conchilla de que estaba formada por tierra negra vegetal… Y al final de su libro, describiendo una puesta de sol, descubre una acuarela noble y transparente de Punta Carretas : “El paisaje que estoy mirando en este momento desde mi casona de Punta Brava , y en el que creo ver concentrado el universo, está bañado de luz de esa divina ley. Una gaviota blanca, que parece inmensa , se acerca por el aire y me abre las alas sin recelo. Ese buen pájaro no ve en mí , como con los muchachos que tiran piedras, un enemigo fuerte ;  casi estoy por creer que se da cuenta de que soy su compatriota. Es el espíritu que , como las golondrinas de las torres, brota del río, cual si éste echara a volar. ¡Amable pájaro simbólico, dios del aire, divino Ibis! “ No es esto decir que este paisaje sea invariable, por supuesto, y que todos los días de Punta Brava ( por algo se llama así) sean tibios y apacibles ; los suele haber de viento y de frío ; y de chubascos. Los vientos del sur, que vienen de lejos, del Cabo de Hornos, quizás, persiguiendo hasta la costa el rebaño, presa de pánico, de las grandes olas, son a veces implacables ; andan por el aire gritando, como dioses norsos conquistadores…
Al fallecer el poeta, el 3 de noviembre de 1931 , su casa de Punta Carretas se hizo sede del Museo y Escuela Cívica “Juan Zorrilla de San Martín”. En sus seis salas puede el visitante recorrer, en cierto modo, el quehacer intelectual del que fuera su ilustre habitante, porque allí se encuentra el escritorio sobre el cual escribió las páginas de “Tabaré” , tendrá a su alcance los manuscritos originales de la “Epopeya de Artigas” y otras muestras valiosas de su obra

El tranvía abandona por un momento esta barriada de PUNTA CARRETAS para dirigirse a otro barrio que nos contará su historia…

 

 

BARRIO PARQUE RODÓ Y PLAYA RAMÍREZ.


Orígenes y primeros tiempos
EL BARRIO que hoy tiene por centro de su denominación Parque Rodó, debe su origen a la afluencia poblacional determinada por la playa llamada Ramírez. El nombre de ésta deriva, a su vez, del  patronímico del sevillano José Ramírez Pérez, que instalara su saladero en el área delimitada hoy por las calles Tacuarembó, San Salvador, Minas e Isla de Flores, cuyas instalaciones funcionaron hasta 1883 . Según Ricardo Goldaracena, en 1841 tenía cuarenta y ocho negros esclavos trabajando en dicho establecimiento. De ahí la denominación de la playa cercana que , sin embargo , también había sido conocida como “Playa de la Estanzuela” aunque abarcando un trecho bastante mayor , entre la desembocadura del arroyo Médanos – en cuya inmediación se extendía la pequeña playa de Santa Ana , luego cubierta por la actual Rambla Costanera – y el arroyo de la Estanzuela, que luego fue desecado y embalsamado para construir el Lago del Parque Rodó. Pero, asimismo, la costa del arroyo de la Estanzuela había sido lugar de frecuentación de lavanderas de la ciudad desde la última década del siglo XVIII, y la zona tenemos constancias de la existencia de algún otro saladero , como el de Pedro Piñeyrúa que , el 16 de enero de 1839 . según registro existente hoy en el Archivo General de la Nación , acupaba un personal constituido por 25 hombres blancos, 3 morenos libres y 15 negros esclavos y un pardo esclavo, de nombre Justo Maroña, que aparece con un hermano llamado Juan. En 1871 llegó hasta la costa de Ramírez el “Tranvía del Este” . Con ese motivo, “El Siglo” , en su edición del 29 de octubre de ese año, con el título de “Baños en la playa de Ramírez” , publicaba un artículo haciendo referencia a la inauguración de dicho servicio tranviario, en ese mismo día , 29 , que era domingo , y agregaba :
“Con tal motivo se presentaron a la vista del público en el lugar donde concluían los rieles del Tran-way , una parte de los 54 cuartos de baños de madera que se están aprontando en la playa de Ramírez, con todas las comodidades que puedan desear los hombres y señoras con la separación correspondiente y al abrigo del sol y del viento y de ser observados unos por otros. “Cuyos cuartos que tenían capacidad para cuatro personas ,pagaban el precio de 10 centésimos, cada cuarto con su puerta, llave, esteras y útiles necesarios para los bañistas y en el centro de ambas separaciones el empresario promete construir una gran casilla amueblada y con útiles de tocador para el descanso y recreo de los señores, señoras y señorita”.

ARBOLES Y MONUMENTOS
El Parque Rodó , de 42 hectáreas 711 m2 de superficie, tiene hermosos árboles de variadas especies, de origen nativo o importado, tales como higuerones, ceibos, palmeras , magnolias, pinos, encinas, olmos, sauces , canelones, cipreses, bambúes, álamos, azahareros, tipas, árboles del cielo, plátanos y araucarias, algunos de los cuales tienen alrededor de 80 años de vida. Al pie de algunos de los ejemplares existen rótulos explicativos de la especie a la que pertenecen. Otros han sido consagrados a la memoria de personalidades : tal la hermosa araucaria , llamada “Arbol de la Fantasía”  , en homenaje al gran escritor y periodista Samuel Blixen, o uno de los ceibos, denominado “Arbol de la Leyenda” , en honor del poeta  Juan Zorrilla de San Martín, instaurado al cumplirse el centenario de su nacimiento. Numerosos monumentos y estatuas se yerguen en el Parque. Con acceso por la Avda. Gonzalo Ramírez, se encuentra , en el centro de un estanque, el grupo escultórico “Los Atletas” . Obra de escultor uruguayo José Luis Zorrilla de San Martín, inaugurada en 1930 , consta de tres desnudos masculinos , de pie, que sostienen en conjunto y en actitud de esfuerzo , una enorme copa alegórica, esculpida en bronce, sobre un basamento de granito rosado lustrado. En el Rincón Infantil , en la intersección de Bvar. Gral. Artigas y la Avda. 21 de Setiembre , se halla el monumento que recuerda a la ilustre educacionista española , nacionalizada uruguaya, Enriqueta Compte y Riqué. Obra del uruguayo Armando González, fue inaugurada el 27 de noviembre de 1960 . Está constituída por una figura femenina de pie , en actitud de avanzar , apoyando sus manos sobre los hombros de dos niños, también de pie ; avanzando, con sus brazos hacia abajo. Las tres figuras en bronce , están emplazadas sobre un basamento de piedras regulares de granito rosado , que luce en su cara frontal una placa con la inscripción


“Enriqueta Compte y Riqué -1866-1949 – Fundó el 1er. Jardín de Infantes del Uruguay – Maestra- Soñó , creó , realizó con talento y amor una obra imperecedera”


Lugar preferente ocupa el monumento de homenaje a José Enrique Rodó, inaugurado el 27 de febrero de 1947 , obra de uruguayo José Belloni. Se trata de un grupo escultórico que, en una columna central, que termina en la parte superior, con la figura alada de Ariel emergiendo de la piedra, se ubica el busto de Rodó, a media altura. Sobre las dos ramas horizontales, representaciones alegóricas de las parábolas “La despedida de Gorgias” (izquierda) y “Los seis peregrinos” (derecha) . Debajo de ellas, las siguientes leyendas de bronce en relieve : “Por el que me venza con honor en vosotros” y “A un gran amor no hay recuerdo que no se asocie” En el costado derecho , “ J. E. Rodó”. En la cara posterior de la columna, tres bajorrelieves grabados en el mármol, alegorías de la parábola “Mirando jugar a un niño” con la inscripción “No hay límite donde acabe para el hombre fuerte el incentivo de la acción” En las ramas horizontales , leyendas similares a las de la cara anterior : “Un gran amor es el alma misma de quien ama” y “Maestro , por el que te venza con honor en nosotros” Esta última se sigue en el costado izquierdo (considerado desde el frente) con las palabras “Por ese” . El busto de Rodó tiene grabado en relieve e nombre del escritor. Debajo, sobre el basamento , con números en relieve de bronce, las fechas “1871” y “1917”.


EL ASILO DE HUERFANOS Y EXPOSITOS
A instancia de la Comisión de Beneficencia de Señoras, que presidía la doctora María Antonia Agell de hocquart, el gobernador provisorio de la República , Gral. Venancio Flores, con el refrendo de su ministro Alberto Flangini, el 10 de enero de 1868 , acordó “donar con el propósito  de cooperar al filantrópico pensamiento invocado por la respetable Comisión de Beneficencia Pública – la construcción de un edificio para sede del Asilo de Expósitos y Huérfanos – la propiedad denominada panadería de Morales, para que pudiese enagenarla, destinado su producto al noble objeto expresado”. Al año siguiente – dice el Dr. Julio A. Bauzá en un documentado artículo periodístico, que seguimos – se había dispuesto la construcción del Asilo de Expósitos y Huérfanos en el predio conocido con el nombre de Quinta de Muñoz, del camino Goes, de la Aguada (inmediato a donde se levanta la Facultad de Medicina). Se llegó a colocar la piedra fundamental el 25 de mayo de 1869 , en una ceremonia en la que fue padrino el presidente de la República , general Lorenzo Batlle, y madrina la presidenta de la Sociedad de Beneficencia de Señoras, desistiéndose  posteriormente de este propósito. En 17 de julio de 1870 , la aludida Sociedad de Beneficencia oficiaba al Ministerio de Gobierno, adjuntando testimonio de la donación de los señores Román Fernández y Arsene Lermitte de un terreno ubicado entre las calles San Salvador y Estanzuela (hoy Gonzalo Ramírez) , para la construcción del Asilo y el 30 de julio , el fiscal de Gobierno y Hacienda aconsejó aceptar la donación,agregando que había conseguido se modificaran los términos de la misma, no insistiéndose por parte de los donantes en la creación de una escuela para varones. Finalmente , el 30 de setiembre de 1870 , se aprobó el dictamen del fiscal y se aceptó la expresada donación.  En 1873 se inició la construcción del edificio, en una manzana de 11.000 varas, entre las actuales calles San Salvador , Juan D. Jackson , Gonzalo Ramírez y Eduardo Acevedo, que fue habilitado el 16 de setiembre de 1875 e inaugurado oficialmente el día 24 siguiente. El movimiento del Asilo fue en 1875 de 175 niños amparados internos y 229 externos, en total 404 . De ellos , 293 eran expósitos : huérfanos y amparados , 11. El 8 de mayo de 1877 , de doce a catorce asaltantes irrumpieron en el Asilo para apoderarse de los sueldos del personal ; pero el robo fracasó por la llegada a tiempo de la policía, produciéndose un tiroteo que arrojó el trágico saldo de cuatro delincuentes muertos… En 1910 , el Asilo fue denominado “Dámaso A. Larrañaga” , en memoria del ilustre sacerdote. Con el paso de los años y a pesar de haberse constituido una segunda planta, el edificio se hizo insuficiente para albergar a todos los asilados, y fue entonces que, ya bajo la denominación de “Instituto Dámaso A. Larrañaga” , se hizo abandono del mismo en la década de 1950. Desde entonces hasta octubre de 1980 , el edificio sirvió de sede a dependencias administrativas y servicio del ex Consejo del Niño. El edificio  , que presentaba un grave deterioro , ya abandonado , se derrumbó, en gran parte , el viernes 31 de enero de 1986.

EL CASTILLO
Levantado a principios de siglo, el pequeño Castillo tuvo como finalidad dotar a ese lugar del lago próximo de un elemento ornamental inspirado en el Medioevo europeo. Torre, portal, atalaya, arcos y almenas configuran una síntesis de aquellas monumentales construcciones. Hasta 1934 – en que la Comisión de Fomento pasó a instalarse en él – sirvió como depósito para las carretillas y demás elementos utilizados en el cuidado del Parque. Un año después se le habilitó por primera vez para el público, llevándose a cabo en el mismo una llamada “Kermesse Medieval”. Decía “El Día” del domingo 10 de febrero de 1935:  “Desde anoche funciona en el castillo del Parque Rodó” y sus inmediaciones una interesante kermesse organizada por la Comisión de Fomento del hermoso paseo, integrada por prestigiosos vecinos del paraje. “Aparte de la animación que significa esta fiesta, resalta en forma encomiable la artística decoración de que fue objeto el pintoresco castillo en su dependencias interiores y las adyacencias de los senderillos que le dan acceso, así como la que circunda el hermoso lago. Las obras pictóricas y las soluciones buscadas para la iluminación extraordinaria se deben al conocido artista Sr. Guillermo Laborde , secundado en la ejecución por sus discípulos los jóvenes Homero Clerici, Julio Bonelli , Enrique Lázaro y Santiago Bosque. A partir de 1935 funciona allí la Biblioteca Municipal Infantil “María Stagnero de Munar” , denominada así en homenaje a la ilustre maestra vareliana que fuera directora-fundadora del “Internato Normal de Señoritas” , luego Instituto Normal de Señoritas “María Stagnero de Munar” , que posteriormente pasó a ser el Centro N° 1 del Instituto de Formación Docente “Artigas”. La biblioteca cuenta con dos amplios salones en el cuerpo principal del castillo, un subsuelo donde se hallan los talleres de dibujo , expresión plástica, cerámica, etc. y una sala ubicada en el piso superior donde funciona la biblioteca y sala de lectura.

EL “PARQUE HOTEL”
El 17 de mayo de 1906 , la firma Luis Crodara y Cía. Solicitó de la Municipalidad de Montevideo la autorización para construir en un área vecina a la playa del antiguo saladero de Ramírez un edificio para sede del “Hotel-Teatro-Casino del Parque Urbano”. Sobre planos originales del arquitecto francés Pierre Lorenzi, la edificación fue contratada por la empresa Crodara con el Arqto. Guillermo West , y el 30 de diciembre de 1909 fue inaugurada en la intersección de las actuales Rambla Presidente Wilson , Juan D. Jackson, Dr. Luis Piera y Dr. Pablo de María. Su construcción se basa en un sistema mixto de muros portantes y pilares de hierro y vigas del mismo material, desde el nivel del subsuelo hasta el nivel de la planta baja. Las fundaciones son muros continuos de piedra ahogada de arena y cal, con espesores promedio de ochenta a cien centímetros, con la presencia permanente de aguas de napas freáticas, que obliga a la existencia de pozos con bombas sumergidas, para su desagüe. A partir de los techos de la planta baja, el sistema es de muros portantes. Los planos horizontales de cerramiento (entrepisos y techos) están construidos con un sistema de viguetas de hierro y bovedillas de dos ladrillos en V. Estas viguetas descansan en general en un muro maestro y en vigas de perfilería de hierro de dimensiones variables. Los cielorrasos eran originalmente de metal desplegado y morteros de cal y yeso, pero actualmente la mayoría fueron sustituidos por cielorrasos de baldosas acústicas. Los salones de Planta baja están dotados de un sobretodo de fibrocemento, a través de chapas acanaladas y los salones que componen el casino propiamente dicho tienen una cubierta en forma de cúpula con “tasseau” de zinc en la zona central ; el resto es de una cubierta plana de bovedillas con viguetas de hierro. Prevista la inauguración para la Noche Buena de 1909 , el retraso en la llegada de un buque que transportaba las cocinas desde Alemania obligó a postergar la ceremonia para el 30 de diciembre. Y aún en ese día se sabía que los pequeños y llamativos artefactos eléctricos de las habitaciones no estarían funcionando, que los ascensores sólo estarían en uso unos diez días más tarde, que las calderas de calefacción no estarían prontas hasta abril. Desde sus primeros tiempos, el “Parque Hotel” fue centro importante de la vida social montevideana, con fiestas memorables en sus salones y , en Carnaval , fue sede de recordables “Veglioni”, con la actuación de famosas orquestas internacionales y rioplatenses, entre las que se contaban la de Armando Orefiche : los “Lecuona Cuban Boys”.

El tranvía abandona por un momento esta barriada de PUNTA CARRETAS para dirigirse a otro barrio que nos contará su historia…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
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Faro de Punta Carretas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Parva Domus

 

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Enriqueta Compte y Riqué

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Castillo

 

 

 

 

 

 


Parque Hotel