Cuantas veces corrí por tus veredas sintiendo como ese aire a eucaliptus ganaba mis pulmones, cuantas veces trepé las ramas de tus arboles intentando llegar al cielo en aquellas mañanas primaverales. Las distintas aulas de la Escuela 50 , vieron alguna vez como un par de ojos curiosos recorrían esa escuela grandiosa JUAN MANUEL BLANES. Cuantos domingos la canchita del Yegros vio correr a un niño flaquito que intentaba dominar la de cuero con sus amigos. Cuantas veces recorrí esos campos con una honda, saltando los charcos y las chilcas…
Hoy cambiaste mucho COLON , otros niños ganaron todo lo que un día fue mío , esos mismos eucaliptos hoy se encariñan con otros niños , aquel niño creció tanto que está lejos de esos días, pero guarda en su corazón todo lo que un día recibió , por eso este es mi homenaje (Julio C. Romero)
Para desarrollar este trabajo nos hemos valido de dos importantes libros con investigaciones de distinguidos historiadores – LOS BARRIOS DE MONTEVIDEO – Villa Colón y su entorno (Aníbal Barrios Píntos) – COLON (Fernando O. Assuncao – Iris Bombet Franco)
EN EL PRINCIPIO FUE LA ESTANCIA DEL REY
Luego de la fundación de Montevideo, las tierras donde hoy se levanta Villa Colón se hallaban comprendidas en las pertenecientes a la Estancia del Cerro, situadas entre los arroyos Pantanoso y de las Piedras y los ríos de la Plata y Santa Lucía, según las diligencias de mensura realizadas por el piloto Francisco Javier Ferrer los días 24-25 y 26 de noviembre de 1791.
A partir de 1750, había sido instalada una guardia en la barra de este último río, por orden del comandante Francisco de Gorriti, en el intento de evitar los robos y ataques de los indígenas minuanes dentro de la juridicción montevideana .Esta estancia , una de las que comprendían las tierras y ganados pertenecientes al patrimonio real, había sido formada en 1730 , año en el cual se realizó el primer reparto de ganado a 13 familias del primer contingente de canarios arribado a Montevideo y a 9 de las 25 familias del segundo contingente. Como lo manifestara el primer gobernador de Montevideo José Joaquín de Viana, el establecimiento había sido fomentado con el ganado apresado a quienes lo introducían clandestinamente en Río Grande y en la Colonia del Sacramento. Luego de haber dado a los aprehensores su tercera parte y cedido a la estancia lo que a él le correspondía como juez , se destinaban mensualmente unas 60 reses a la manutención de los presos que realizaban las reales obras de fortificación de Montevideo. Dicha matanza había comenzado el 1° de enero de 1769… Cabe agregar que , cuando en 1757 , a su regreso de la Guerra Guaranítica, Viana recibe la Estancia del Rey , ésta tenía una dotación de 1.000 yeguas, 261 potros, 276 potrancas, 130 vacas y 77 terneros y terneras. Cuatro años después, según lo expresa la citada relación de servicios del gobernador de Montevideo , contaba con más de 3.000 cabezas de ganado vacuno, un número de yeguas que no se tenía en cuenta pues valían un real cada una, 300 potros para domar e igual número de potrancas. En enero de 1791 la Estancia del Cerro, llamada entonces también de la Caballada del Rey, estaba a cargo del capataz Miguel Pelagai y nueve peones, tres de ellos domadores. Sus salarios mensuales eran los siguientes : $ 15 correspondían al capataz ; $ 9 . a los peones y a los domadores , como peones especializados , $ 10.
PERFECTO GIOT : UN PIONERO
Las tierras que habían pertenecido a la Estancia del Rey continuaron subdividiéndose en distintas fracciones. En el paraje donde anteriormente se levantaba el saladero de Adolfo de Lapuente, sobre el arroyo Pantanoso , un francés llamado Perfecto Giot formó una sociedad con un hijo suyo , en 1861 , para explotar la cría de lanares Merino Rambouillet y Merino Rambouillet Negrette. Los anuncios publicados en la prensa de la época expresan que dichos “pastores y criadores de animales reproductores” habían obtenido más de 150 premios en las exposiciones de Europa. Los merinos que ofrecían en venta tenían un cuerpo fornido que aseguraban su buena conservación y su lana era larga, finísima y tupida. En su establecimiento también vendían “remedios para curar ovejas”. Giot era un hombre acaudalado. Poseía un castillo cercano a París en el departamento de Seine et Marne, rodeado de cien hectáreas de bosques , ciervos y faisanes. Esa propiedad estaba ubicada entre la de los Rothschild y la del no menos opulento banquero barón de Pereira, cuyo nombre lleva una plaza y un bulevar de París. Poseía además gran parte de las acciones de la línea de vapores franceses “Les Careurs Réunis” , que hacían la travesía entre Francia y América del Sur. El 24 de enero de 1863 Perfecto Giot adquirió en sociedad con el doctor Juan P. Leonard una fracción de 390 cuadras cuadradas, que acrecentó el 13 de noviembre de 1865 , comprando otras 35 cuadras cuadradas de terrenos contiguos. Años después , en 1891 , en el discurso que en ocasión de la inauguración del monumento erigido a la memoria de Francisco Vidiella, pronunció el Dr. Pena , vocal de la Junta Directiva de la Asociación Rural del Uruguay, hablando de Giot se expresó en estos términos, con referencia a su actividad ganadera :
“En estos mismos campos, cuando no eran más que yerma soledad, poco después de la Guerra Grande, estableció su cabaña de Rambouillet el francés Giot, que había tenido por precursor en la introducción de merinos franceses a Ternaux y a Dample, acogidos entusiasta y patrióticamente por don Francisco Juanicó , en el Canelón y en Hervidero, donde se formaron , del 32 al 38, los rebaños mayores de merinos franceses en aquella época. “Aquel cabañero había impreso otra fisonomía a esta comarca, por la plantación de árboles que tomó como abrigo, como fuente de recursos y como paisaje…
LLEGA EL FERROCARRIL
EL 1° de enero de 1869 fue inaugurado al servicio público el primer ferrocarril con capitales nacionales que circuló en el país , entre “Bella Vista” y “Las Piedras” . Las estaciones intermedias eran las siguientes: Miguelete, Yatay, Gómez, Sayago, Pantanoso, que en ese mismo año se denomina Colón, y Zorrilla, llamada luego Independencia y posteriormente La Paz. Cabe agregar que corrían ocho trenes diarios: dos de mañana y dos de tarde hacia Las Piedras y otros cuatro (también dos de mañana y dos de tarde) hacia Bella Vista en los días laborales. En los días festivos se acrecentaba el tránsito con diez trenes a Las Piedras y once a Bella Vista. En sus “Apuntes para la historia de los Ferrocarriles uruguayos” , dice su autor Alonso Caprario Bonavía refiriéndose a la estación local, que era una pequeña casilla de madera que, en sus costados, lucía el letrero de “Pantanoso”, designación que meses después , como ya dijimos , fue cambiada por la de Colón. En 1873 se construyó un edificio ubicado a unos 11 Kms.. de Estación Central, donde hoy se halla la Plaza de Deportes del Pueblo Ferrocarril, el que fue demolido en 1912 y sustituido por el que aún subsiste. El camino de hierro, que inicia así el nexo de Montevideo con la campaña, va a dinamizar esta zona rural del departamento, a impulsar su desarrollo y el cambio de su estructura agraria. Pero el desplazamiento total de las diligencias se postergó por algunos años. Poco después de 1870 , una viajera inglesa que se dirigía a Montevideo en este medio de transporte desde el pueblo de Artigas (hoy Río Branco) , pasó por la actual zona de Villa Colón y en el relato de su viaje, publicado en Londres en 1881 , menciona que el mayoral señaló a los pasajeros “la granja modelo de un francés llamado Giot…”
LA SOCIEDAD “VILLA COLON”
El 22 de octubre de 1868, ante el inminente establecimiento de los servicios ferroviarios en la zona, por iniciativa de Cornelio Guerra y Perfecto Giot se había formado la Sociedad “Villa Colón” , con el objeto de fundar un pueblo de recreo sobre el Pantanoso, cuyo terreno fue adquirido al segundo de los nombrados en el precio de $ 130 la cuadra, incluyéndose asimismo en la transacción un terreno cercano a Las Piedras , cuya área era de 137 cuadras y fue avaluado en $ 16.000. Como consecuencia de la finalización de la llamada Guerra Grande se había producido un considerable aumento de población en la República, especialmente en Montevideo. Luego de los sucesos sangrientos posteriores a la renuncia del General Venancio Flores y como consecuencia de la elección del presidente general Lorenzo Batlle, se había restablecido la confianza. Paralelamente se produjo un acrecentamiento de las actividades económicas del país. La Sociedad “Villa Colón” va a ser de las primeras organizaciones de ventas de terrenos instituidas en Montevideo. Inicia sus actividades en el mismo año en que la sociedad “Fomento Territorial” , fundada en 1867 , comenzaba la venta de terrenos en el nuevo pueblo denominado “Campos Elíseos” en las cercanías del Paso del Molino.
INTEGRACIÓN DE LA SOCIEDAD FUNDADORA
La Sociedad “Villa Colón” , constituida el 22 de octubre de 1868 , fue formada con un capital de $ 230.000 suscritos por Cornelio Guerra Hnos. y Cía Perfecto Giot , Jacobo A. Varela, José Sosa Díaz, Belgrano Hnos. , Juan R. Gómez , Carlos Uriarte, Duncan Stewart, A. Lermitte, Tomás Urrutia, Manuel Acevedo, Carlos Muñóz, Gabriel Real de Azúa , José Peñalva, Joaquín M. da Silva , Julio Mendeville , Manuel Pereira , Miguel César , Román Fernández , Ramón Villarnobo, E. Courras, Martín Allende , Isidro Fynn , Saráchaga y Cía. Y José María Guerra. Cornelio Guerra y Perfecto Giot , además de su calidad de iniciadores y directores de la sociedad, desempeñaron los cargos de gerentes de la misma, quedando a cargo del primero de los nombrados la tesorería de la sociedad.
LA NOMENCLATURA INICIAL
El primer plano de la villa fue levantado en octubre y noviembre de 1968 por el agrimensor y oficial de la marina francesa Pierre D Albenas, quien también se encargó de su delineación. Anteriormente había confeccionado un plano de la ciudad de Montevideo y sus alrededores, publicado en París, en 1867 . El amanzanamiento realizado por D Albenas estaba formado por 32 parcelas, separadas entre sí por un espacio de 17 metros, que constituían las calles. A partir del extremo oeste fueron denominadas Veraguas, Guanahani, Pinta, Santa María, Niña, y Fulton. El amanzanamiento finalizaba en forma irregular en las inmediaciones del arroyo Pantanoso ; las transversales a estas calles llevaban los nombres siguientes : Gioia, Gutenberg, Pérez Marchena, Washington y Franklin. Se distinguía con la denominación de Isabel 1ª. La principal avenida de acceso a Villa Colón , hasta su intersección con la calla Pérez Marchena. Se rendía así homenaje a la reina de Castilla, que tanto había colaborado con la empresa de Colón. Un nuevo plano levantó en 1873 el agrimensor Yeregui , por orden de la Sociedad “Villa Colón” . En él figura parcelado todo el terreno disponible existente entre el camino que unía Las Piedras con La Tablada nueva e incluso entre el camino de Montevideo a Las Piedras, que desde ese momento lleva el nombre de Lezica, presumiblemente porque debían existir tratativas de compra entre su empresa y la de “Villa Colón”. Nuevas calles se tienden y la nomenclatura sufre alguna alteración. Otro plano, de 1874 , esta vez levantado por orden de Lezica, Lanús y Fynn , introduce otras incorporaciones a los nombres de las vías de tránsito de la localidad.
(Hasta aquí utilizamos material de libro Los Barrios de Montevideo tomo III VILLA COLON Y SU ENTORNO – Autor Aníbal Barrios Píntos)
LA CRISIS DE LA DECADA DE LOS 70
La crisis de 1872 inició un deterioro de la economía que se fue incrementando con la derrota mitrista de 1874 en Buenos Aires y los trastornos que en Uruguay provocaron el motín contra el Presidente Ellauri y los sucesos de 1875 “Año Terrible” que viene tras la Revolución Tricolor. La Situación lleva a la Sociedad de Lezica , Lanús y Fynn , a un delicado estado que la obliga primero a solicitar moratoria y luego la quiebra y disolución. Deja , por cierto , tras de sí , una trayectoria saneada en cuanto al notable impulso que ha dado a la zona. Pavimentación de avenidas , la Iglesia, la Escuela, los edificios que hoy ocupan el Colegio Pío y el Santuario de María Auxiliadora, la macadamización de calles, en fin un largo proceso de desarrollo progresista que , al desaparecer la sociedad , entre en una inercia preocupante. Es cuando vienen a poblar Villa Colón , muchos hombres de origen italiano especialmente, con escasos recursos materiales pero con una voluntad férrea de trabajo que junto al ahorro les va permitiendo agregar parcelas a sus quintas, donde cultivan árboles frutales, en particular la vid que no sólo les permite su manutención sino que van formando la vitivinicultura, una nueva industria que con Vidiella a la cabeza, convertirá con el tiempo a la zona en abanderada de los buenos vinos nacionales, dando a sus esforzados cultores la responsabilidad de tomar a su cargo- desaparecidos los creadores y sus seguidores- el patrimonio común de una Villa que sus habitantes aman y disfrutan.
OTRA VEZ GIOT
Cuando la crisis de la Sociedad Lezica, Lanús, y Fynn , don Perfecto Giot recupera terrenos que había vendido a la Sociedad de los hermanos Guerra. Es así que la labor de embellecimiento que esta a su cargo no se detuvo, aunque ahora la hacía en tierras de su propiedad, procurando salvar, a costa de sus recursos personales, la obra tan enjundiosa, en la que , sin embargo, habían naufragado dos sociedades fuertes , bien intencionadas , con obras importantes. Comenzó don Perfecto por abrir una calle paralela a la Avda. Lezica , a la que puso su nombre (hoy es la calle Lanús) y casi junto al Pantanoso erigió un edificio que destinó a hotel con un servicio muy superior al que la hotelería en general ofrecía a su clientela. El edificio estaba en un frondoso parque , - el nombre del complejo, era HOTEL PARK GIOT – y había un lago, llamado de las aguas dormidas, en la que se criaban y desarrollaban peces de colores, cisnes con su galanura para desplazarse en el agua, plantas acuáticas de bonitas flores. En el Parque la flora era exuberante. Pinos, casuarinas, araucarias, palmeras (traídas desde Castillos) , aromos , acacias, en fin una serie interminable que Giot se había preocupado, con esmero, conocimientos y gusto , de plantar con su servicial “Jean Pierre”. Para no quedarse solo en la forestación , creó una especie de zoológico, con cebras, alpacas, llamas, monos, avestruces y , en grandes pajareras, aves canoras de melodiosos cantos. Como desde el Camino Nacional al Hotel había una considerable distancia, el señor Giot dispuso de dos tranvías tirados por yuntas de pesados trotones, comodidad que ofrecía gratuitamente a los turistas y visitantes de su establecimiento. Cuando Giot, ya vencido por los años, expiró el postrer suspiro, con él se fue el último de los creadores y sostenedores la gran obra. Se fue el primero en comprar grandes extensiones confiado al futuro y cuando traspasó sus bienes a la Sociedad de los Hnos Guerra, siguió en la misma tesitura de pionero avanzado, al igual que hizo cuando de los Guerra, la propiedad pasó a manos de Lezica , Lanús y Fynn.
La sucesión de hechos determinantes fue de una rapidez vertiginosa.
1860 – Se establece Giot en la zona, crea su cabaña “Rambouillet” e inicia la plantación de árboles.
1867 – En abril se coloca la piedra fundamental del Ferrocarril Central del Uruguay, en cuyo ramal Montevideo-Las Piedras, se construirá la Estación Colón , única prevista en el tramo.
1867 – En mayo los hermanos Guerra compran a Giot alrededor de 70 hectáreas.
1867 – En diciembre, el gobierno otorga a Enrique Fynn la concesión para el aprovisionamiento de aguas corrientes a Montevideo. La cañería troncal pasa en las proximidades de la futura Villa Colón.
1868 – Se constituye la Sociedad Cornelio Guerra Hnos. con el fin de fundar un pueblo de recreo en el paraje conocido como “de Giot” , seguramente en base a dos obras fundamentales para un poblado, como son el ferrocarril y las aguas corrientes.
(Hasta aquí utilizamos material de COLÓN - Autores Fernando O. Assuncao – Iris Bombet Franco)
LAS VENTAS DE TERRENOS
El 19 de abril de 1872 se pusieron en venta por primera vez los solares de Villa Colón, con frondosas alamedas y sobre todo , “aguas corrientes”. La oferta era tentadora, según lo difundía un aviso inserto en “El Siglo” : “Todo el que compre un solar tendrá derecho a toda el agua que quiera sin gastos de ninguna clase, por el término de cuatro años y medio , o se hasta 12 de octubre de 1876. Esta inmensa ventaja no puede desconocerse. Un aljibe de cien pipas cuesta quinientos pesos, lo que quiere decir que comprando un área de dos mil a cinco mil varas se tiene el terreno de valde y solo se paga el aljibe”. La sociedad vendedora había sucrito un contrato con su similar de Aguas Corrientes , por el cual le estaba prohibido a ésta expender agua del caño que surtía Villa Colón en un radio de media legua de dicha localidad, por ser de su exclusiva propiedad. Los terrenos puestos en venta pública, perfectamente cercados, libres de animales y macadamizados , eran los situados a ambos lados de la avenida que conducía de la estación Colón hasta el puente de material construido por la sociedad sobre el Pantanoso. La Sociedad “Villa Colón” se reservaba la venta de los terrenos situados sobre la margen derecha de este arroyo, hasta que se establecieran medios fáciles y cómodos de locomoción, e incluso la edificación de un hotel cuyo plano se encontraba en ejecución. A mediados de noviembre de 1872 , Madero Perdriel y Cía anunciaban el próximo remate- inauguración del Pueblo de Recreo “Villa Colón” Subrayaban que no debían ser arrancadas flores o plantas de los jardines. Días después , el 21 de noviembre, aparecía un nuevo aviso. Vale la pena su transcripción parcial, con la grafía de la época, como testimonio de los anuncios publicitarios de aquel entonces: La venta de los veinte lotes de terrenos fue exitosa y se realizó por un total de 35.000 varas cuadradas. Los compradores fueron José Parejas, para Gabriel Real de Azúa, Ildefonso García Lagos y J. Píriz. Las correspondientes escrituras fueron autorizadas desde el 5 de diciembre de 1872 al 24 de abril de 1873 . El último de los compradores fue la empresa Lezica, Lanús y Fynn , de las Aguas Corrientes de Montevideo.
UNA AVANZADA DE CULTURA – EL COLEGIO PÍO
El origen de “La educación del Pueblo
La REFORMA escolar se iba a iniciar con un racionalismo agresivo. En el curso de una polémica sobre Francisco Bilbao, que se extendió en la prensa montevideana en los tres últimos meses de 1866 , documentaba José Pedro Varela ,como lo advirtiera Arturo Ardao, la primera fase de su evolución filosófica. Años después , en 1874 , la sociedad Lezica, Lanús y Fynn se dirigió a la Sociedad de Amigos de la Educación Popular, creada en 1868. Concretamente le solicitaba un plan de estudios para el funcionamiento de un Colegio Superior en Villa Colón , cuyo terreno y edificio donarían a tales propósitos. Como es notorio , ante el informe redactado por José Pedro Varela, la Sociedad Amigos de la Educación Popular resolvió publicarlo. Este es el origen de “La educación del pueblo” , que lo vincula con Villa Colón. Contradictoriamente, en el libro de Varela se planteaban los principios de escuela obligatoria, gratuita y laica y el colegio de Villa Colón, poco tiempo después se iniciaba en calidad de escuela católica y con clases pagas, salvo algunas excepciones.
Los Salesianos aceptan el ofrecimiento de FYNN
Quizá por las convicciones religiosas de Fynn , la sociedad que integraba ofreció el colegio al primer obispo de Montevideo vicario apostólico de la República Jacinto Vera y Durán , quien a su vez se interesó para que fuera administrado por religiosos salesianos , luego de haber declinado la oferta que les formularon los sacerdotes bayoneses de Betharam , por carecer del número requerido de profesores. Su pensamiento era el de apoyar vivamente la fundación de un seminario y un colegio superior universitario , para formación de la clase dirigente del país. El 22 de ese mismo mes fue aceptado el ofrecimiento, condicionado a que “la Sociedad donara y entregara el dominio absoluto del edificio y de las 40.000 varas cuadradas de terrenos circundantes” El 21 de setiembre de 1876 fue extendida la escritura ante el escribano público Carlos Casaravilla. En el predio delimitado por las calles Pérez y Marchena, Guanahani, Washington y Veraguas se fue levantando la iglesia pública , que fue dedicada a Santa Rosa de Lima, se dice que en homenaje a la esposa de Anacarsis Lanús, cuyo nombre era precisamente Rosa, y unido a la misma, el colegio. Una carta fechada en noviembre de 1876 del presbítero Juan Bosco , fundador de la orden religiosa de San Francisco de Sales, dirigida al obispo Jacinto Vera y Durán , informaba a éste que pronto partirían hacia Montevideo once misioneros ; cuatro de ellos eran maestros y cuatro , coadjutores, que podían ejercer el magisterio y dedicarse también a trabajos materiales. El 26 de diciembre de 1876 desembarcaron en Montevideo los salesianos. Antes de que llegaran, el encargado de oficiar misa los domingos era un sacerdote español que llegaba en tren a la estación Colón y luego era trasladado en tílburi hasta la capilla. El Colegio fue denominado PÍO , en homenaje a Pío IX que había estado en Montevideo por espacio de algo más de dos meses y medio, en 1824 y 1825 , cuando era el canónigo Juan María Mastai y desempeñaba las funciones de secretario el arzobispo Juan Muzzi, delegado pontificio de León XII ante el gobierno de Chile.
EL OBSERVATORIO METEOROLOGICO , LA SECCION ASTRONOMICA
El 7 de mayo de 1882 fue inaugurado el observatorio meteorológico del Colegio Pío, con la presencia del entonces internuncio del Brasil y luego cardenal, Mario Moceni, del astrónomo P. Enrique Capelletti , de Enrique Fynn – uno de los donantes del edificio del Colegio Pío – y de distinguidas personalidades del país como los Dres. Juan Zorrilla de San Martín y Joaquín Requena . Asimismo, por estímulo de don Bosco, fueron fundándose una red de estaciones que cubrieron a lo largo del Océano Atlántico el área situada desde el grado 30 de latitud sur a la punta extrema de la América del Sur. Estas estaciones , en una época en la que era muy escaso el interés por las investigaciones meteorológicas en los países sudamericanos, fueron indudable beneficio para la agricultura y la seguridad de la navegación. En nuestro medio, los estudios y las observaciones que se realizaron en el Colegio Pío sobre los fenómenos atmosféricos, prosiguieron con instrumental más perfeccionado que las realizadas por la expedición Malaspina en Montevideo , en el año 1789 y entre otros, por el presbítero Larrañaga , el general Reyes , Martín de Moussy , el doctor Serafín Rivas y Juan Moenkberg. Inicialmente el observatorio se encontraba en los fondos del Colegio , en una habitación construida expresamente. Al año siguiente, las instalaciones fueron trasladadas a una amplia torre de dos pisos situada al S.O. , del edificio , practicándose entonces las observaciones a 33 metros 27 centímetros sobre el nivel del mar y a 15 metros 60 sobre el suelo. Cabe agregar que la azotea de la torre se eleva a 23.20 metros sobre el suelo. Luis Morandi , oriundo de cómo, Lombardía , Italia, que fuera clérigo salesiano , estuvo a cargo del observatorio durante quince años, desde 1885 hasta 1900 , año en que fue creado el Observatorio Municipal de Montevideo, cuya fundación y dirección le fue confiada. El Gobierno , para mayor prontitud de los avisos, llegó a construir una línea telefónica de 10 Km. de extensión que unía el Observatorio del Colegio Pío con el edificio del Correo montevideano.
(Hasta aquí utilizamos material de libro Los Barrios de Montevideo tomo III VILLA COLON Y SU ENTORNO – Autor Aníbal Barrios Píntos)
- Queridos lectores de este espacio …vamos a ir agregando material a medida que este tranvía imaginario avance por las calles de estos grandes barrios …
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