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ARTIGAS CORAZON DE LA PATRIA (Capitulo I )
La cepa Antigüista retoña en nuestra tierra…
Escribe Francisco J. Pose, SDB.

 


 
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La Historia Patria se divide en tres partes distintas, vale decir : el Coloniaje, las luchas de la Independencia y la Republica. La primera parte, que abarca tres siglos (1515-1814) , es la infancia del Pueblo Oriental : en ese periodo estuvo bajo la tutela de España, del mismo modo, que los hijos pasan su minoridad bajo la tutela de sus padres.
La segunda parte, concerniente a las luchas de la Independencia, puede decirse que se identifica con la personalidad de Artigas, su héroe epónimo. Artigas, el tercero de seis hermanos, nace en Montevideo (en la hoy calle Washington) , el 19 de junio de 1764. Es bautizado en la Iglesia Matriz, dos días después, por el presbítero Dr. Pedro García de Zuñiga. Sus nombres de pila : José Gervasio. Sus padres Martín José Artigas y Francisca Antonia Pascual ( o Arnal o Aznal) , eran naturales de Montevideo y descendientes de los primeros pobladores de esta ciudad ; entre esos se cuenta su abuelo paterno, don Juan Antonio Artigas , natural de Zaragoza (España).
El 24 de diciembre de 1772, recibe el sacramento de la Confirmación en una ceremonia comunitaria con muchos de sus parientes. Concurre José Artigas a la escuela de los frailes franciscanos, en el Convento de San Bernardino, donde encuentra a Larrañaga, Vedia , Viana , Rondeau y Otorgues, mas o menos de su edad. La enseñanza recibida es elemental ; pero, seguramente porque su mente superior lo llena de inquietudes, logra alcanzar un nivel de conocimientos generales y una corrección en el escribir muy aceptables para la época, a lo que debemos agregar la posesión de un estilo propio e inconfundible , que jalona su correspondencia de diez años de vida publica con sentencias llenas de grave serenidad. Pasa la adolescencia dedicado a las faenas rurales en los establecimientos de campo de su padre, especialmente en el Sauce (dpto. de Canelones). De tal modo se connaturaliza con tales actividades, que muy pronto se convierte en un campero hábil resuelto y valiente como pocos. Estas cualidades y otras muchas no menos sobresalientes lo llevan a formar parte, en 1797 , del “Cuerpo de Blandengues” , creado ese mismo año para el cuidado de la frontera y el mantenimiento del orden en la campaña. En 1800 , Artigas colabora con el eminente geógrafo y sabio naturista Félix de Azara, aragonés, en la realización de su plan de colonización en Batovi, sobre la frontera de Portugal. Con el combate, también , la penetración portuguesa, que era cada vez mayor, y adquiere nuevos conocimientos en materia política, económica y social. En 1805, durante un corto paréntesis de sus actividades militares, Artigas contrae enlace con su prima Rosalía Rafaela Villagran, que al año siguiente le da un hijo, José Maria. Nos cuenta Zorrilla , en La Epopeya, que la joven esposa del futuro caudillo, “al ser madre por segunda vez y dar a luz a su hija Eulalia, dos años después de su matrimonio, le fue arrebatada para siempre por esa enfermedad que llaman locura o delirio puerperal, y cuyo germen morboso se ignora aun” . Obligado a alejarse de la mujer que amo, a causa de su ajetreada militancia, el Héroe no deja de pensar en ella con preocupación, como lo prueba el siguiente pasaje de una carta dirigida, desde el  Paso de Polanco, a su madre política, doña Francisca Artigas de Villagran, el 16 de agosto de 1809 :

“Mi mas venerada señora :
Aquí estamos pasando trabajos ; siempre a caballo , para garantir a los vecinos de los malévolos. Siento en el alma el estado de mi querida Rafaela. Venda Ud. cuanto tengamos para asistirla, que es lo primero, y atender a mi José Maria , que pare eso he trabajado”

Ese José Maria, cuya educación encarece constantemente en sus cartas, es su hijo, el cual, con el correr del tiempo, manifiesta, en forma reiterada, el deseo de llegar hasta su padre exiliado, afirmando que , si Artigas no quería volver a la patria, el estaba dispuesto a permanecer en el Paraguay, a su lado.

 

NOTA BENE 1

Es sabido que , aparte del citado José Maria (muerto en 1847) , Artigas tiene otros hijos varones, fruto de su unión extramarital con Isabel Sánchez, oriunda de Santo Domingo Soriano y con Melchora Cuenca, paraguaya, vecina de Concordia : Juan Manuel, nacido en 1791 , el mayor de los hijos de Artigas, que acompaña al padre en buena parte de sus campañas ; y Santiago, nacido en 1816 , en Purificación. Reconociéndolos por hijos, Artigas se comporta con ellos como padre responsable. Se conserva una carta suya a Juan Manuel ; en ella le da instrucciones sobre los cuidados que ha de tener para con Melchora y su hijo :

“No te encargo mas que me cuides a Santiago y lo mires, como que es tu hermano. No permitas que el pase necesidades. Socórrelo, que al fin poco puede ser. Si Melchora se aburriera de estar ahí, y quisiese ir a otra parte, no le permitas en manera alguna que se lleve a Santiago. Tu sabes que por eso la mantengo y , mientras quiera subsistir ahí, te encargo se lleven bien, y no la incomodes, ni se la prive de lo que ya tiene”

 

EL VERDADERO FORJADOR DE LA NACIONALIDAD ORIENTAL

La fama que va adquiriendo hace resonar su nombre lo suficiente como para que se lo mire con una mezcla de temor y respeto, aun por las mismas autoridades. Esto, de una parte ; y , de otra, la conciencia que el mismo tiene de su valer y significación, lo deciden, poco después de haber estallado la Revolución de Mayo(1810) , a ofrecer sus servicios a la Junta de Buenos Aires. Esta, conociendo cuan pujante es su brazo y cuanta influencia ejerce entre el paisanaje, no vacila en aceptar, su ofrecimiento, otorgándole el grado de Teniente Coronel, suministrándole recursos pecuniarios y autorizándolo a ponerse al frente de las milicias que logre reunir. El 7 de abril de 1811 , Artigas, procedente de la vecina orilla, desembarca en territorio oriental. Conocido este movimiento insurgente, la campaña se pronuncia a su favor, y el caudillo popular es aclamado como “Jefe de los Orientales”. El es el verdadero forjador de la nacionalidad oriental. Dice de el nuestro excelso poeta-historiador , el Dr. Juan Zorrilla de San Martín, que “llevaba consigo al pueblo uruguayo tan cual era, tal cual era debía ser, la levadura de nuestra nacionalidad, la materia prima de nuestro ser característico, la era de transición entre la barbarie y la civilización” . “Artigas , solo Artigas, que había modelado ese barro, podía infundirle el espíritu de nuestra patria, porque solo el tenia la clarividencia de sus grandes destinos” . En el Éxodo del Pueblo Oriental (octubre de 1811) y en el Campamento del Ayui (enero 1812), prosigue Zorrilla de San Martín , “se refundían las razas para formarse la raza nueva ; allí el ultimo indio entregaba, sin darse cuenta de ello, su espíritu indómito, su instinto salvaje de libertad a los que debían sucederle en la tierra en que clavo sus toldos y encendió sus fuegos ya apagados para siempre”
 
NOTA BENE 2

Con perdón del eximio cantor de las glorias nacionales, pensamos:
Desde una visión artiguista, integradora y respetuosa de las diferencias raciales y culturales, que en cuanto tienen de bello y verdadero manifiestan la multiforme riqueza del Creador, en vez de suceder el criollo al indio, renunciando este a su instinto salvaje de libertad, a clavar sus toldos y encender sus fuegos, ¿no hubiera sido mas humano y dignificante el hecho de la coexistencia, o , mejor aun, de la convivencia armoniosa del criollo con el indio, obviando así injustificables avasallamientos, forjando de las lanzas podaderas, tratándose los hijos de Dios como hermanos? Porque, lamentablemente, lejos de “refundir las razas”  , hemos aniquilado al indio.
En el transcurso del Éxodo y del Campamento en el Ayui, ejerce Artigas un gobierno de carácter patriarcal, contraloreado por asambleas populares, las cuales ratificaban o rectificaban su conducta política. Por la constancia de este ejercicio, el Pueblo Oriental va adquiriendo homogeneidad y profundizando un verdadero drama. A todos los une el amor al terruño y, en la lucha contra el invasor portugués, aprenden a defender la libertad. Pero esta expresión de autonomía del Pueblo Oriental en el Ayui molesta al gobierno bonaerense, por temor a que sea tomada como “modelo” por otras provincias, lo que efectivamente sucede. Se comprende, entonces, la presencia del enviado porteño Manuel de Sarratea en el Ayui, con el objeto de atraer a varios oficiales artiguistas para su causa divisionista. Artigas bregara para preservar la unidad de milicias, símbolo tangible de la unidad embrionaria del Pueblo Oriental. Todo el agitado periodo de nuestra historia de 1811 a 1820 no es sino la historia de las gestas con que el Héroe forja la Patria Oriental. Es verdad que al fin cae vencido por la traición, mas bien que pro las armas de sus contrarios ; pero , al abandonar la lucha, deja encendió en el pecho de sus bravos el fuego sagrado del patriotismo. Cinco años después, Treinta y Tres hombres desembarcaban en la Agraciada, y allí , desplegando su bandera , tricolor como la de Artigas “juran libertar la patria , o morir en la demanda” . Son soldados de Artigas que vienen animosos a dar cumplimiento a la obra iniciada por su infortunado jefe. Y la llevaran a cabo con heroico valor , en Rincón, Sarandi , Ituzaingo y otras fieras batallas, conquistando a sablazos la independencia de la patria. “Con Artigas, continua Zorrilla, la obra de los Treinta y Tres es la consecuencia natural y necesaria de una ley providencial escrita por Dios en nuestro suelo y en las almas de todos los que en ese suelo vieron la luz. Esa es la luz , el verbo que crea las nacionalidades independientes y soberanas. Nada importa la forma en que esa ley se cumpla ; debe cumplirse”

 

PARTE 3

Artigas , en el centro de la Historia Patria, llena con su acción, y su pensamiento, el primer periodo de la Independencia.
A decir verdad, hay que reconocer que la grandeza del Prócer no consiste tanto en el éxito de sus campañas, cuanto en el vigor testimonial de sus actitudes y actuaciones humanizantes y , como veremos, de su ideario político-institucional (Instrucciones) y de su proyecto socio-económico (Reglamento de tierras).
¡Cuantas admirables enseñanzas, cuantos nobles ejemplos nos deja en es periodo de gestación de la Patria! En efecto, sabemos por la historia que el espíritu del Héroe se proyecta en un estilo cristiano de profunda simpatía y comprensión, de tolerancia y solidaridad, de apertura a sus semejantes y a Dios, a quien celebra en las manifestaciones del culto católico y de la religiosidad popular.
Se comprende esta calidad espiritual de Artigas, si se tiene en cuenta la fe cristiana del tronco familiar, con que maestros se educa, de que asesores se rodea en su gestión de caudillo gobernante , cual es el hilo conductor de su pensamiento y , sobre todo, el sacrificio generoso en pro de su irrenunciables ideales. En pagina que resuma cariñosa admiración, el Obispo Carlos Parteli nos recuerda la inspiración cristiana de las actitudes y actuaciones del Prócer :
“Ninguna figura mejor la de Artigas encarna el espíritu de aquel tiempo. Encabezo a su pueblo, porque estaba identificado con sus mas profundas aspiraciones, y las sabia expresar mejor que nadie. Sus ideas y su acción, en los momentos culminantes de su carrera, fueron una admirable síntesis de los hispano, lo criollo y lo misionero con lo mejor del pensamiento de su tiempo. “Pudo así bregar por la independencia con un programa político y social profundamente enraizado en los sentimientos cristianos del pueblo y abierto a las corrientes emergentes del mundo moderno. Aquellos sentimientos quedan reflejados también en muchos de sus gestos, tales como aquel de hidalguía con el jefe vencido en Las Piedras , o en el de clemencia con sus enemigos prisioneros, o el de procurar que no falten objetos del culto en las iglesias. Mas explicito aun fue este sentir en los años de su ancianidad, en la callada vida del exilio. A todos nos conmueven estas palabras suyas dichas a un ilustre visitante :
“Felizmente hoy no necesito la pensión que me acordó el General Francia , porque con los productos de esta chacra tengo  lo suficiente para vivir y hasta me permiten hacer donativos a los pobres de mi vecindad”. Y mas nos conmueven todavía el testimonio de uno de aquellos pobres vecinos, al describir la figura del anciano patriarca presidiendo el rezo del rosario bajo el ibirapita, en los apacibles atardeceres de Asunción.
“En este Artigas, …vemos al héroe de todo el pueblo oriental y , también, de pleno derecho, a un predecesor y hermano nuestro en la fe que supo impregnar su vida y su acción de aquellos valores evangélicos que hacen felices a los hombres y dan gloria a las naciones”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Artigas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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